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— No quiero.
— Jin por favor, son necesarios... — Suplicó Jimin con tono suave.
SeokJin apretó sus labios y comenzó a negar frenéticamente.
— Debes comer vegetales, son necesarios para tu dieta. — Insistió Park y nuevamente acercó el plato hacia su amigo.
SeokJin puso cara de asco y le empujó el plato de vuelta.
— Yo quiero salmón. Pollo... O un filete de res... Quiero todo eso junto. No vegetales. No los quiero. — Gruñó caprichoso.
Jimin suspiró.
Y buscando ayuda en su pareja, miró a Nam que con una caricia sobre sus dedos asintió.
— Vamos, Jin. Esto le hará bien a los bebés. — Intentó Namjoon con una pequeña sonrisa.
— Pues mis bebés quieren carne. — Declaró con firmeza.
Jimin inhaló y mentalmente suplicó por paciencia.
El doctor les había dado claras instrucciones acerca de la alimentación de Jin, pero él no quería ayudar. Había intentado preparar vegetales de una u otra manera pero Jin se negaba a comer otra cosa que no fuera carne y galletas.
Y en este punto, Jimin ya necesitaba refuerzos. Él realmente necesitaba apoyo.
Pero su principal refuerzo y más importante apoyo sólo miraba orgulloso a su pareja, embobado de verle firme en sus deseos.
Yoongi estaba felizmente perdido en los berrinches de su caprichoso y precioso SeokJin.
Jimin le dio una patada por debajo de la mesa para sacarlo de su ensoñación.
— Yoongi cree que debes comer los vegetales. — Soltó Jimin ignorando la mirada asesina que su amigo le dirigió.
Yoongi bufó bajo y le miró confundido por un segundo.
Porque él también pensaba que los vegetales servían para nada y sus bebés debían comer proteína. Algo delicioso como el salmón, pero al ver la furia encapsulada en el usualmente amable rostro de Jimin, sólo le hizo bufar bajo y asentir no muy convencido.
Porque el médico le había dicho que su SeokJin debía comer balanceado para estar fuerte, al igual que sus pequeños bebés.
Y eso significaba tener que comer los estúpidos vegetales.
— Jin... — Le llamó Yoongi de forma baja y dulce.
SeokJin le miró con un puchero y Min casi al instante se dio por vencido.
— Debes comer... eso... también. — Dijo forzando su mejor sonrisa.
SeokJin pataleó y puso su mejor cara de cachorro.
Le miró abatido y batió sus pestañas casi con dolor.
— Pero Yoongichi... — Sollozó falsamente — No quiero comerlos... No me gustan...
Yoongi no tardó ni un segundo en ceder ante él.
— De acuerdo, no tienes que comerlos. — Le susurró Min casi hipnotizado.
Fingía ser duro cuando en realidad no podía reprimir la más sincera de sus sonrisas al ver a su pareja hablarle así.
SeokJin sonrió victorioso y empujó el plato más lejos de él.
— Yoongi. — Gruñó Jimin, pero Min fingió no escucharle.
Jimin se sentía al borde de la derrota.
Así que recurriendo a su última opción, decidió que debía pensar como el enemigo.
Así que valiéndose de las mismas artimañas que SeokJin utilizaba con todos, Jimin inhaló lentamente y suavizó sus facciones en su mejor momento de "sufrimiento".
— Joonie...
Namjoon le miró de inmediato, alarmado por el tono bajo y lastimero que amenazaba con romperse. Tan frágil como la expresión acongojada en Jimin, que mirándole por debajo de su flequillo sorbió su nariz destrozado.
— Minnie... mi Jiminnie, no... ¿Q-qué ocurre? — Le preguntó inmediatamente. Alarmado y asustado por verle ensombrecerse en tan solo unos segundos.
Y Jimin sólo así entendió el porqué SeokJin utilizaba siempre la misma técnica con Yoongi y los demás.
Era efectiva y eficaz.
Definitivamente, Jimin consideraría utilizarla cuando ya no pudiera pelear más...
— ¿Te duele algo? — Insistió Namjoon y se arrodilló junto a él.
Jimin sintió una punzada de remordimiento pero mordió su labio inferior al ver la mirada curiosa y preocupada que sus amigos al instante le dirigieron.
— Y-yo... no Nam. N-no es nada. — Fingió tartamudear y cubrió su rostro con ambas manos, en busca de detener el falso llanto que jamás salió.
Los cálidos brazos de Namjoon le acunaron y le alzó con facilidad para sentarle en su regazo.
Jimin se tiró sobre su pecho y lanzó sus inexistentes lágrimas sobre él.
— ¿J-Jimin?... — Le llamó SeokJin con genuina preocupación.
Park sorbió su nariz con exageración y le miró solo por un segundo.
— Te duele algo. — Declaró Yoongi más que preguntar, y aún si su tono fue hostil y desinteresado, Jimin asintió con suavidad desde el cálido pecho de su novio.
Yoongi calló por un segundo.
— Bien. Namjoon llévalo al hospital. Jin necesita tranquilidad.
Jimin boqueó ofendido en su interior.
— ¿Qué te duele? — Le preguntó Namjoon lentamente y acarició su espalda con suavidad.
Park se regocijó en las caricias y aún en su papel de mártir, aferró sus manitas en la holgada chaqueta de Kim.
— Me duele el corazón...
— ¿Corazón?... ¿P-por qué?... — Intervino SeokJin antes de que Nam le pudiese preguntar.
Y Jimin sonrió dentro de él.
— Porque me esforcé en preparar tus vegetales. Vi videos enteros de recetas para ti... yo... y-yo cociné desde hace horas para que mis sobrinitos puedan crecer sanos... p-pero todo fue en vano... — Sollozó falsamente destrozado. — No sé cocinar... ¡Esto debe saber horrible y por eso no quieres comer! ¡Soy el peor tío de la historia!
Y aplaudiendose por sus dotes de actuación, Jimin se derrumbó en el regazo de su novio.
Namjoon le acunó con cariño y reprimiendo una sonrisa, fingió consolarle también.
Su novio no se tragó su mentira, pero a Jimin no le importó cuando escucho a Jin jadear.
— N-no... — Susurró SeokJin y sus labios temblaron al terminar.
Jimin congeló sus músculos y casi golpeándose a sí mismo por hacer llorar a su sensible amigo, levantó la cabeza y dejó atrás toda su actuación.
Pero gran sorpresa se llevó al ver a SeokJin acercar el plato hacia su lugar y tomar con apresurada rapidez un brillante trozo de brócoli.
Jin lo miró fijamente y lo acercó a sus labios en silencio.
— Jin, no tienes qué comerlo sólo por él. — Dijo Yoongi y Jimin nuevamente le pateó.
— P-pero se ve bien... — Dijo SeokJin sin enterarse del golpe a su pareja y sin pensarlo más, metió el vegetal entre sus labios.
Jimin brincó de alegría en su lugar y se detuvo solo hasta que las manos de Namjoon se aferraron a su cintura y le mantuvieron quieto con fuerza.
Intentó no pensar en el rubor abrazándose a sus mejillas.
— ¿T-te gustó?... — Preguntó Jimin emocionado.
Jin masticó lentamente y cerró sus ojos en silencio.
— Me gusta el sabor del brócoli... — Dijo Jin y acariciando su barriguita con la mano libre, tomó otro trozo del colorido vegetal.
Yoongi se congeló cuando el tenedor se detuvo justo frente a sus labios.
Miró a su pareja con horror y fingiendo indiferencia casi de inmediato negó.
— No Jinnie, come tú.
— Pero está delicioso, come conmigo...
Yoongi se congeló y su rostro "rudo" tembló.
— Por eso mismo, nuestros gatitos deben alimentarse bien... — Insistió Min con forzada tranquilidad.
Pero Jin no se detuvo.
— Yoongichi... — Ronroneó Jin.
Yoongi inhaló derrotado y de inmediato asintió.
Recibió el bocado con una mal actuada mueca de alegría y casi llorando por su propia debilidad a su pareja, comenzó a masticar.
SeokJin sonrió amplio y siguió comiendo con emoción.
Y sólo hasta ese momento, Yoongi cambió por completo su rostro. Dejando de lado su odio por los vegetales cuando la enorme y brillante sonrisa de Jin apareció. Con sus ojos dulces y brillantes sonriéndole a cada bocado que le ofrecía. A cada caricia que dejaba sobre piel en toques accidentales al acercar su mano a sus labios.
Con cada beso gritado en sus suspiros con solo verse a los ojos y mirarse en silencio.
Yoongi disfrutó comer vegetales sólo por él.
Jimin sintiéndose triunfar se reclinó contra su novio y suspirando meloso disfrutó los círculos descuidados que Nam en sus muslos comenzó a trazar.
Pasaron solo algunos minutos mientras el plato de vegetales era devorado por ambos híbridos, en medio de sonrisas melosas y palabras dulces de amor.
Ambor desbordaba tanto cariño y devoción, que Jimin se regocijó en ser un afortunado testigo de los dos.
En algún punto el plato quedó vacío y Yoongi sin pensarlo se alzó y dirigió a la cocina en busca de más.
SeokJin jamás apartó la vista de él y acunando su hinchada pancita con amor, le esperó.
— Gracias. — Le soltó Yoongi al regresar.
Tan bajo y hostil como sólo él podía agradecer, pero aún así el corazón de Jimin se encogió al saber el poder y verdadero significado que esa simple palabra poseía.
No dijo nada y asintió sonrojado a Min.
Yoongi le ignoró sin importarle si le había escuchado, pero para Jimin aún así estuvo bien.
Porque sabía que toda la atención de su amigo iba dirigida exclusivamente a Jin.
A sus pequeños bebés y a SeokJin.
Yoongi se dedicaba en vivir sólo por y para ellos. En cuidar y consentir a SeokJin. En hablarle a sus bebés cuando creía que nadie le escuchaba.
Habían pasado un par de meses y la barriguita de Jin ya se podía notar con claridad, y con ella, la emoción del alumbramiento crecía más y más entre ellos y los miembros del bar.
Yoongi histérico de pensar siquiera en dejar solo a su pareja, se encargaba exclusivamente de la administración del bar. Desde su recién renovada oficina que protegía a Jin del ajetreado ritmo que en un piso inferior se llevaba.
Yoongi sobre protegía a su pareja pero nadie en realidad lo podía culpar.
Todos comenzaban a sentirse igual.
SeokJin a veces lucía tan frágil e inocente en su andar, que ni siquiera notaba el brillo que dejaba a su paso con cada risa y broma sencilla que salía de él.
Él no sabía el poder que ejercía sobre los demás, pero a nadie tampoco parecía importarle que su belleza e inocencia les tuviese comiendo de la palma de su mano.
Todos sus empleados se deshacían en cuidar de él a cada oportunidad que se les presentaba. En consentirle con golosinas, regalos, momentos agradables y demás. Todos disfrutaban acariciar su cálida y apenas hinchada pancita hasta que Yoongi llegaba y alejaba entre maldiciones a todos de él.
Nadie se ofendía con las amenazas de uno de sus jefes, porque de verdad lo comprendían.
Yoongi siempre después de eso, se encerraba con Jin y a nadie a excepción de Jimin y Nam, dejaba pasar.
Él único que parecía no verse afectado en lo absoluto, era SeokJin.
Había mañanas en las que amanecía más gruñón, caprichoso y llorón. Pero después de eso jamás hacía ningún comentario. Jamás se quejaba y sólo se preocupaba por comer.
SeokJin, tan ajeno al mundo que volcaba a su alrededor les sonreía inocente se acurrucaba contra Yoongi para hablar y pelear a Jimin.
Park era feliz con verle parlotear.
Veía enternecido cómo su amigo restregraba su pancita en Yoongi para bajar cualquier molestia que pudiese guardar de su día.
Le veía manipularles hasta que todos uno a uno cedía inconscientemente ante él.
Pasaba horas en su forma animal y Jimin disfrutaba ver al gatito blanco acurrucarse en su sofá y dormir. Ronronear por las caricias de su pareja y tumbarse flojo contra él.
Jimin era testigo de todo ello y realmente se sentía feliz.
Todos disfrutaban esa nueva etapa con los Min y todos también, comenzaban a contar las semanas hasta que pudiesen conocer a los pequeños bebés.
Aún quedaban algunos meses, pero Jimin sospechaba que el tiempo como agua entre sus dedos, rápidamente se iba a colar...
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Espero no les aburra o enfade, pero quería desarrollar un poco más antes de que los bebés nacieran.
Gracias por sus comentarios y mensajes, me hacen feliz como no tienen idea ♡
Capítulo dedicado a bebé Plsijustwantsomemilk
Nos leemos mañana ♡.
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