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Jimin contuvo la respiración y parpadeó aturdido hacia el interior de la amplia alacena.

Faltaba mucha comida.

Demasiada en realidad.

Comenzó a buscar entre los paquetes y latas de alimento, seguro de haber comprado frituras un par de días atrás.

Pero todo alimento de ese tipo se había esfumado.

De hecho, haciendo un repaso mental, Jimin podía decir que más de la mitad de frituras, galletas y demás golosinas, habían desaparecido por completo.

Y sabía perfectamente quién era el ladrón y quién más era el autor intelectual.

Dirigió su mirada hacia la sala, dispuesto a encarar y reclamarle a Yoongi por no avisar que iba a robar sus galletas favoritas.

Era irónico decirlo, pero de esa manera Jimin no estaría tan furioso y tendría un pretexto para ir al supermercado a solas con su novio.

Si tan solo le hubiera dicho que las iba a tomar.

Así que ahora Jimin tenía hambre y estaba molesto.

Y esa era una muy mala combinación.

Cerró con fuerza las puertas de la alacena y a paso firme se dirigió hacia la sala de estar, encontrando a Jin vistiendo nada más que una amplia camisa de Yoongi en el sofá. Completamente acurrucado en su sillón, dormido con labios entreabiertos y mejillas sonrojada.

Aferraba por lo menos tres cojines en su pecho y Jimin sintió su molestia disminuir tan pronto lo vio.

Y a juzgar por las pequeñas migajas de galleta esparcidas por los gruesos y rojizos labios, Jimin supo que las galletas que Yoongi había robado habían sido exclusivamente para el hombrecito dormido en el sofá.

Y Jimin no podía culparlo.

Él también estaría dispuesto incluso a robar un banco si Jin se lo pedía con las dulces y eficaces artimañas tiernas que siempre utilizaba.

Así que suspirando un poco más tranquilo, Jimin se sentó en el reposabrazos junto a SeokJin y le observó en silencio.

Sus mejillas habían crecido un poco, ahora se veían más abultadas y rosadas. Delineó en silencio sus tranquilas facciones y sintió paz invadirle de inmediato, su suave piel brillaba un poco más y se veía más hidratada.

Algo en SeokJin, definitivamente estaba cambiando.

Físicamente podía decir que había ganado algo de peso. Y con solo ver sus gruesos muslos podía asegurarlo con firmeza.

La comida que Yoongi robaba para él le sentaba de maravilla, Jimin podía ver que las calorías de sus galletas se asentaban en sus jugosas caderas de forma artística y casi quería llorar por lo hermoso que lucía con esos gramos de más.

Incluso si ponía atención, Jimin podía ver un poco de barriguita debajo de esa enorme prenda.

Y estaba perfecto aún con ello, de hecho le gustaba saber que después de haber pasado un día entero sin comer una semana atrás, SeokJin ahora estuviera comiendo más de lo normal.

Aún si eso significará que debía hacer la despensa con mayor frecuencia.

Era cansado, si. Porque ahora Nam y él se habían dividido lo que normalmente hacían entre los cuatro.

Pero tampoco quería quejarse.

Lo había tomado como un pequeño descanso para sus amigos, unas mini vacaciones que esperaba que pronto tuvieran fin.

Porque Jimin no creía poder soportarlo más.

Ni SeokJin ni Yoongi mencionaban nada de sus comportamientos, porque tan pronto él intentaba hablar con ellos, ambos se convertían en mininos y le ignoraban por el resto del día.

Ese par era peligroso cuando estaban de acuerdo en serlo y Jimin era la única víctima en esa pobre casa.

Namjoon tampoco parecía verse afectado por el cambio en esos dos...

— Es mío. — Gruñó Yoongi demasiado ronco que Jimin jadeó asustado por ser sacado de esa forma de su maraña de pensar.

Pero ni siquiera tuvo que mirar por encima de su hombro para sentir la intimidante presencia de Yoongi susurrar una silenciosa amenaza en su dirección.

— Solo estoy cuidándolo... — Explicó Jimin con un bufido.

Yoongi le miró sin expresión alguna y cruzó los brazos sobre su pálido pecho.

Se paró firmemente frente a él.

— Yo me encargo de eso. — Le soltó.

Y más que una respuesta, Jimin sintió que fue una clara y directa amenaza.

Pero él ya se había cansado de su inexplicable actitud.

Park también cruzó los brazos sobre su pecho y se plantó lo más firme que pudo frente a él.

— Él es como un hermano para mí, y ni tú ni nadie va a cambiar eso. Nunca. — Escupió Jimin por fin y sintió liberar algo de la carga en su corazón.

Eso había sido mejor de lo que lo había pensado, pero la victoria no duró mucho en su control.

Yoongi inhaló lentamente y cerró su mandíbula con dureza.

El corazón de Jimin comenzó a acelerarse.

Pero antes de siquiera poder pensar en gritarle a Namjoon para que acudiera en su rescate, la expresión de Yoongi se suavizó en su totalidad

Con un agudo gemido adormilado, Jin se removió en su lugar y aferró más los cojines en sus brazos. Continuó durmiendo plácidamente, ajeno a cualquier otra cosa viviendo cerca de él.

Y Jimin fue testigo de cómo Yoongi se convirtió en el más fiel devoto de Jin en un simple suspirar.

Le vio olvidar su pequeña disputa con un parpadeó y de inmediato verle correr hacia su pareja, alejando los mechones de su frente y robando un par más de cojines de otro sofá para acercarlos a él.

Poniéndolos como una barrera entre su cuerpo y la orilla del sillón, como si le alejara del enorme abismo que suponía caer desde ahí.

Como si lo protegiera del aire que incluso osaba acariciar la sedosa piel de su cuerpo.

Jimin se dejó caer abatido en su propio sofá y la angustia de nuevo le invadió.

— Hoy no voy a cocinar... encargaré algo a Nam... — Dijo de pronto Jimin.

Intentó sacar algo de conversación, recuperar algo de lo que creía ya se había perdido, aun si el tema no viniese a colación.

Yoongi de soslayo le miró y asintió con una pequeña sonrisa, que Jimin estaba seguro no era por ni para él.

— No tengo hambre, pero pide mi porción para dársela a Jin... — Ordenó en falsa tregua y sin más se transformó a los pies de SeokJin.

Acurrucandose entre sus muslos, apoyo la cabeza contra él y cerró los ojos sin importarle si Jimin tenía algo más qué decir.

Y Park de nuevo sintió ganas de llorar.

Se sentía ignorado, dejado de lado por sus amigos y ni siquiera sabía qué había hecho mal para que le trataran así.

No le importaba hacer la limpieza sin ayuda de Yoongi, no le importaba tampoco cocinar en lugar de SeokJin.

Era solo que necesitaba de vuelta a sus amigos, sus comentarios sarcásticos y chistes malos.

Sus citas dobles y competencias absurdas.

Jimin comenzaba a pensar que algo había hecho mal algunos días atrás, algo que definitivamente había molestado a sus amigos.

Y aún si hurgara en lo mas recóndito de su mente, no podía recordar qué es lo que les había obligado a cambiar. Y tampoco sabía tampoco si eso había influído en el cambio de alimentación en ambos.

En que Yoongi dejara de comer y Jin comiese todas sus porciones desde el día anterior. En Yoongi robando sus galletas sinn decir nada, y se las llevara a escondidas a SeokJin.

O en que Jin estuviera subiendo de peso tal vez por eso que hizo en días pasados y le molestó.

Y aunque nada tenía sentido, esa era la única teoría que Jimin pudo sacar.

No era normal nada de eso que estaba sucediendo y sospechaba que había sido por su culpa.

Les había hecho sentir mal y ahora ellos se comportaban así.

La peor tortura era que Jimin comenzaba a temer por la salud de Yoongi y SeokJin.

Él no quería que nada malo les sucediera.

Mucho menos por su culpa.

Así que suspirando abatido tomó su teléfono celular en silencio y comenzó a buscar contactos de algunos médicos a domicilio. O información en general.

E intentando tranquilizarse a sí mismo, se dijo que tal vez podría contactar aquel médico que atendió a Nam cuando contrajo una infección estomacal. Porque él tenía experiencia con híbridos y tal vez él si le podría ayudar.

Era su única solución. Su última opción en realidad.

Y si ese médico también le decía que todo estaba normal, entonces podría recurrir a un psiquiatra para sí mismo.

Porque si todos veían a sus amigos con actitud normal, entonces significaría que Jimin en definitiva estaba perdiendo la razón.

Y necesitaba ayuda, antes de perderse por completo en la locura y ansiedad...

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Viene la parte soft, espero que les guste ♡ nos leemos mañana.