Una indeseada familia
Gracias a una ruta de escape previamente planeada, los miembros de DTH pudieron llegar sin ser detectados por ningún héroe o transeúnte hasta su lujosa fortaleza, aunque de todas maneras, la conmoción que habían causado de seguro dejó a todos en la ciudad como estatuas de piedra.
El símbolo de la paz había sido al fin eliminado, junto al jefe supremo de la liga de villanos y nemesis de All Might, All For One.
Con aquello se podría decir que fue el día mas productivo hasta la fecha para toda la familia de asesinos, y todo se lo debían al pequeño prodigio que llegó a sus vidas, Midoriya Izuku.
—¡Regresamos! — Exclamó Ritsu después de patear la puerta de entrada, viendo en el elegante sofá como un hombre de piel blanca, cabello largo hasta la cintura, anaranjado con uno que otro mechón de color azul, chaqueta de cuero blanco al igual que sus jeans y zapatos con plataforma, y camisa de negro profundo —Ah, Tamago-san — Lo miró levemente sorprendido mientras acomodaba a Izuku entre sus brazos para que no fuese a caerse.
—Hey, ¿Que tal Ritsu? — Lo saludó amigablemente sin dirigirle la mirada, centrando sus ojos en el enorme televisor de la pared, mientras se llevaba una hamburguesa a la boca con su mano derecha y jugaba con una pequeña caja de madera con la izquierda —Hicieron un gran alboroto ahí afuera — Mencionó al ver como en el aparato eléctrico estaban pasando las noticias... Y los presentadores lloraban desconsoladamente.
—Supongo... — Suspiró con cierto cansancio, para luego dirigirle una sería expresión al adulto —Tamago-san... Desactiva tu quirk... Por favor... — Pidió ciertamente fastidiado, odiaba que siempre aquel hombre, cada vez que los visitaba les hiciera una jugarreta.
—¿Eh? Pero si no hice nada — Reclamó con una sonrisa nerviosa en su rostro.
—No me estas viendo a los ojos... Y eso solo lo haces cuando juegas una de tus bromas... — Aclaró lanzando una patada al frente, donde parecía no haber nada, sin embargo, en el proceso algo impacto con su pierna, produciendo un sonido metálico.
Tras aquel ruido que alertó a quienes estaban detrás de la espalda del menor, Tamago chasqueo sus dedos y en el acto un grupo de cuatro cajas metálicas aparecían de la nada delante del avellana.
—Rayos, no eres para nada divertido Ritsu... — Dejó salir el aire de su boca, Decepcionado al verse descubierto.
—Tus bromas no son para nada divertidas... Tamago-san... — Declaró para después rodear ese grupo de enormes cajas y dirigirse hasta las escaleras, no sin antes echarle otro vistazo a dichos objetos —¿Están vivos...? — Preguntó indiferente.
—Si... Así me ordenaste que los trajera... Los últimos cuatro alumnos vivos de la clase 1-A de UA... — Mencionó alzando una hoja de papel que tenía escrito cuatro nombres en ella —Ojiro Mashirao, Koju Koda, Rikido Sato y Shoji Mezo... — Los nombró a cada uno con un claro tono de voz aburrido.
—¿¡Qu... — En ese instante Kirishima, que aun no se recuperaba de sus nauseas, apareció detrás de todos aquellos que aun se encontraban en la puerta —¿¡Por qué!? — Cuestionó atónito.
No obstante no recibió ninguna respuesta, solo fue ignorado fríamente por quienes le rodeaban.
—¿Sus familias...? — Siguió interrogándolo el ojos azules.
—Como siempre, hasta el mas pequeño, eliminado... — Una ligera sonrisa macabra se dibujó en los labios del de blanco.
—¿Eh...? — Los ojos de Eijirō se abrieron hasta mas no poder.
—Buen trabajo... — Murmuró Ritsu al tiempo que comenzaba a bajar por las escaleras.
—¡Hey Ritsu! — Lo llamó el pelirrojo queriendo recibir una explicación, pero nuevamente fue ignorado —¡Ritsu! — Le gritó, empezando a caminar en su dirección, pero al pasar por una de las metálicas cajas pudo ver como esta se movía con fuerza —¿¡Que!? — Dio un pequeño saltó debido al susto.
—¡Saquenme de aquí! — Exclamó la persona que estaba encerrada en ella, completamente desesperada.
—¿¡Ojiro!? — Reconoció su voz al instante.
—¿¡Kirishima!? — De igual manera el chico de la cola distinguió la suya —¡Gracias a dios! — Soltó con alivio de escuchar a su amigo —¡Sacame de aquí! — Pidió golpeando la caja para intentar romperla, sin resultado alguno.
—¡E... Espera un segundo! ¡Voy a... —
—¿Que crees que haces? mocoso... — Le preguntó Tamago desde el sofá, interrumpiendo su impertinente acción.
—¿Eh? Intentaré sacar a Ojiro de ahí... — Respondió endureciendo al máximo uno de sus brazos, para intentar perforar la caja, pero, antes de que pudiera hacer algo esta desapareció de su vista —¿¡Qu... — Atónito pudo ver como reaparecía al lado del de cabello anaranjado.
—¿Quien te a dado permiso de hacer eso...? — Su voz lentamente se iba volviendo más y más sombría, estremeciendo ligeramente al pelirrojo.
—Pe-Pero Ojiro... —
—Él ya es una víctima... Una pobre alma desafortunada que perecerá pronto... — Con suavidad iba convirtiendo su mano en un puño, y mientras más lo hacia, la caja metálica comenzaba a encogerse —No tienes jurisdicción sobre este lamentable pedazo de carne... —
—Ken... — Una rubia mujer de elegante figura hacía su aparición desde uno de los pasillos de la fortaleza —Por favor detente — Le sugirió antes de que su mano se cerrará por completo —Ellos son los objetivos de Izu-chan... — De manera sensual caminaba hasta donde el de pelo largo se encontraba —No los lastimes — Ordenó.
Por un segundo todo se volvió silencio, las dos personas se miraban fijamente, como si estuviesen en una competencia de quien le aguantaba mas la mirada al otro.
—¿Me lo dice la zorra que se entrometió con ese pendejo explosivo...? — Soltó mostrando sus dientes con burla mientras arqueaba una de sus cejas.
Sin darse cuenta, una enorme vena hinchada apareció en la frente de la fémina, alertando a las personas que comenzaban a dispersarse por la espaciosa sala de estar.
—Mejor iré a mi laboratorio... — Murmuró NurHell a la par que cargaba en su hombro el cuerpo inconsciente de Bakugou —Tengo mucha diversión por delante como para morir aquí — Saboreó sus labios con sus mejillas sonrojadas, desapareciendo por uno de los pasillos.
—Yo voy a embalsamar la cabeza de senpai... No quiero que empiece a pudrirse... — Musitó Marco con una sonrisa nerviosa, echando a correr lo mas rápido que pudo.
—Yo me serviré un café... — Mencionó Genex tranquilamente mientras se dirigía hasta la lujosa barra de bar —¿Tu quieres algo Magnus? — Le preguntó al fornido hombre que sin dudarlo le respondió afirmativamente —Me alegro que me acompañes... Es algo solitario solo estar con Beky... — Apuntó al pequeño cachorro que tenía entre sus brazos.
—¿Como me llamaste...? — Al fin la voz de la rubia se hizo oír, completamente molesta.
—Oh, disculpa... No pensé que te dolería que te llamaran por tu especie... Zorra Minerva... — Repitió, para después, en un rápido movimiento, esquivar una enorme estaca de acero que le fue dirigida a su cabeza.
—¡No te muevas, intento fallido de hombre! — Exclamó Minerva echa una furia, acumulando todo el metal que podía tocar con sus manos.
—¿Ese es tu mejor golpe, estereotipo poco natural de rubia oxigenada y pueblerina? — Le escupió para soltar después una gran carcajada al ver la la mueca furiosa de Minerva.
—Eres hombre muerto, zanahoria... — Declaró con una lúgubre voz, dispuesta a eliminar a quien tuvo la osadía de burlase de ella.
Mientras, Kirishima estaba que no se podía creer esa escena que parecía ser escenario de una terrible tormenta entre la rubia y el anaranjado.
"¿Q... Qué les pasa a estos tipos...?" Pensó olvidándose por un segundo de Ojiro, quien hasta ahora no había dicho nada más "Están tratando de matarse..." Afirmó al momento que una púa de acero rozo su mejilla, exaltándolo en gran medida.
Sin tener que pensar en nada mas, se dio cuenta que si seguía en ese lugar, de seguro terminaría muerto, por lo que, presa del miedo a morir, salió corriendo por las escaleras que daban a la habitación de Midoriya.
(...)
Suavemente lo acomodaba entre las mantas, teniendo cuidado de tocar el brazo vendado de Izuku, no quería lastimarlo.
—Si que te dejaste llevar... — Pasó su mano por la frente del pecoso, para luego dirigirla a la mejilla y acercar sus labios a su frente y propinarle un dulce beso en esta —Gracias... Izuku... — Susurró con una suave sonrisa en su rostro.
Por alguna razón se sentía aliviado, como si un enorme peso se le saliera de sus hombros, ver la muerte de All Might, los villanos y todos esos extras que estaban a su alrededor en verdad lo hicieron feliz.
Era algo realmente extraño... Pero que simplemente decidió no darle la importancia necesaria.
Se quedo en silencio solo admirando el rostro durmiente de su hermanito, parecía tener un bonito sueño, tal vez estaba recordando en este los asesinatos realizados hace poco...
De un momento a otro, aquella calma y tranquilidad se vio interrumpida al escuchar la puerta abrirse de golpe y dejar entrar al molesto pelirrojo.
—¿Qué haces aquí...? — Le preguntó frunciendo el ceño.
—E... Están... — Trataba de recuperar el aliento tras la rápida carrera que tuvo que hacer para llegar —Están locos... Todos ustedes... — Declaró alzando la vista, mostrándose furioso.
—¿Ha? ¿De que mierda... — Se calló por un segundo en cuanto sus ojos se juntaron con los de Kirishima y, sin aviso arremetió en su contra, lanzando un puñetazo con todas sus fuerzas, siendo a duras penas detenido por el endurecimiento a máximo nivel de Eijirō.
—¿¡Q... Que demonios te pasa...!? — Cuestionó sorprendido por aquel inesperado ataque.
—Acabo de ver un maldito pensamiento... Que en verdad me enfureció... —
—¿Eh...? —
—Aunque dejame primero decirte, Izuku nunca nos abandonará... — Mencionó abriendo sus ojos amenazante —Así que quita esa estúpida idea de "Debo sacar a Izuku de aquí" de tu cabeza... — Ejerció más fuerza en su brazo, comenzando a mover muy lentamente al pelirrojo.
—Esté lugar no es sano para él... Debo alejarlo de ustedes... — Comentó intentando de resistirse a la abrumadora fuerza del avellana.
—Tienes pelotas para decir eso en frente de mi... Y sobre todo cuando tienes todos los recuerdos dolorosos de Izuku... — Alzó su otro brazo para darle un segundo golpe, que esta vez lanzó al pelirrojo a unos cuantos centímetros hacía atrás.
—All Might ya esta muerto... Y Bakugou ya tiene... Lo que se merece... Ya no hay razones para que Izuku... Siga asesinando héroes... — Rápidamente se recompuso solo para recibir esta vez una patada que lo sacó de la habitación "¡Es malditamente fuerte!" Pensó preocupado al ver como Ritsu no se estaba conteniendo en lo mas mínimo.
—¿Crees que la venganza de Izuku era solo contra esos dos...? — Apretó sus dientes ligeramente, conteniendo su ira —Izuku no parará... Hasta que cada héroe y villano de este país... Tenga su cabeza clavada en una pica... — Dijo ganándose en posición de guardia frente a la habitación del peliverde —Y a él no le importa si son niños amantes de héroes... O ancianos veteranos... Los matará a todos... —
—E... Él... Izuku no sería capaz... De asesinar... A un pobre niño... — Replicó recuperándose del golpe.
—¡Ja! ¿Tu que sabes...? — Amplió una sádica sonrisa en su rostro — Deberías irte de aquí e ir a llorar con tu familia... — Se calló por un segundo al decir eso, para después proseguir —Es verdad... Tu ya no tienes familia... —
—¿De... De que hablas...? — Un sudor frío comenzó a recorrer su espalda.
—Recuerdo que... Izuku la asesino por completo... — Una macabra mueca se plasmó en su cara, al ver los ojos de Kirishima abrirse completamente aterrados.
—¿Eh...? —
_______________________________________________________________
Hola, disculpen la demora, lo feo del cap y la ida de olla >/////<
Espero sea de su agrado >/////<
Gracias por sus comentarios y/o votos, en verdad los quiero mucho >////////<
P.D.: Si, Ritsu es un Hijo de **** cuando le tocas los gintamas.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top