Lentamente abría sus ojos ante el molesto sonido del despertador, frotó sus ojos un par de veces antes de apagarlo y levantar su torso de la suave y lujosa cama.

Bostezo un par de veces antes de levantarse por completo, su habitación se encontraba en total oscuridad, ni siquiera podía ver la punta de su nariz.

—Nissan... No puedo ver...— Murmuró sin ánimos, somnoliento.

En ese instante, la oscuridad se vio levemente disipada.

—¿Cómo sabes que soy yo? A tu cuarto no llega luz...— Desde las sombra un chico de oscuros cabellos hizo acto de presencia.

—Aunque no tenga luz puedo ver lo suficiente, tu quirk no me deja ver absolutamente nada...— Mencionó ladeando su cabeza de vez en cuando, aun el sueño le pesaba.

—Bueno, es mejor que te apresures, el desayuno esta listo — Antes de recibir una respuesta salió de la habitación del peliverde.

—De acuerdo Nissan...— Lanzó un ultimo bostezo antes de comenzar a caminar a su armario para poder vestirse.

(...)

Subió las escaleras que daban al comedor, pudiendo ver al resto de su familia ya sentados al rededor de una lujosa mesa, comiendo una exótica y abundante comida.

—Buenos días... — Saludo el pecoso a los presentes, quienes le respondieron de igual forma.

Se sentó en si silla correspondiente en donde fue inmediatamente servido por un enorme y fornido hombre —Gracias, Magnus-san— Sonrió levemente antes de comenzar a comer.

Todo pasaba como de costumbre, hablaban unos con otros de pequeñas trivialidades, mencionando sus misiones o tareas diarias, señalando a los héroes que hoy debían eliminar, riéndose de anécdotas pasadas con otros héroes que habían asesinado... si, era lo típico en aquella numerosa familia.

—Izu-chan, ¿Tienes planes para hoy?— Le preguntó una hermosa dama de rubios cabellos, elegante vestido de brillante color rojizo y con finas expresiones adornando su rostro.

—Ah, saldré a entrenar con un compañero de Yūei, Minerva-san—

—¿Eh? — Todos se le quedaron mirando.

—¿Por qué? — Cuestionó la mujer.

—Ayer me pidió que le ayudara a entrenar para el festival deportivo de la UA, y para que no sospecharan de mi falsa personalidad le dije que lo ayudaría — Respondió sin inmutarse, después de todo, no estaba mintiendo.

—¿Lo vas a asesinar?—

—No puedo, de seguro alguien escucho nuestra conversación y sabe que iré con él... Si cuando comience el festival todos se dan cuenta que desapareció misteriosamente sin dejar rastro, podrían sospechar de mi al ser el ultimo qué habló con él—

—Ya veo, entonces ten cuidado de no cometer alguna tontería Izu-chan— Aclaró con una suave sonrisa.

—No tienes de que preocuparte, Minerva-san, todo saldrá bien...— Dijo esbozando una pequeña sonrisa.

—Me alegra, pero Izu-chan— Llamó la atención del peliverde que ya estaba a punto de terminar su desayuno —Recuerda como me debes llamar...—

—Ah, lo siento, mamá — habiendo dicho aquello, se levanto de la mesa para luego poder salir de su hogar.

(...)

Llegó a las afueras de la academia pasado el mediodía, viendo desde la distancia al que sería su acompañante por ese día.

—Kirishima-kun— Lo llamó cuando lo tuvo a pocos metros de distancia.

—¡Oh! Midoriya, me alegra que vinieras — Le sonrió de manera amplía.

—¿Te hice esperar mucho?— Preguntó al recordar que no habían declarado una hora en específico para juntarse.

—Para nada, llegue hace poco también — Comenzó a caminar hasta el interior de la academia —¿Vamos?— Sugirió.

—Si...— Le siguió el paso hasta llegar a un lugar apartado y espacioso —Es genial que la academia nos deje entrenar en sus terrenos— Comentó de manera ocasional, viendo como Kirishima comenzaba a flexionar su cuerpo.

—Si, es una suerte que sean así de flexibles aun después de lo que paso en USJ— Se veía listo para comenzar —¿Estas listo? Midoriya— Le preguntó ansioso de comenzar.

—Todo listo— Una descarga eléctrica comenzó a recorrer su cuerpo.

—Bien...— Respiró de manera profunda antes de colocarse en posición de guardia —Comencemos con esto— Sonrió de manera amplia, listo para resistir cualquier ataque.

—Entonces... — Levantó una de sus manos para luego imitar la forma de una pistola "Bajaré al mínimo mi poder..." —Thunder gun...— Un pequeño rayo salio de sus dedos, dirigiéndose al pelirrojo.

(...)

El tiempo de entrenamiento paso sorprendentemente rápido para ambos, solo se detuvieron cuando les dio hambre y una que otra pausa para ir al baño.

El atardecer se comenzaba a dibujar tras el horizonte, indicándoles que pronto reinaría la noche.

—Kirishima-kun— llamó la atención del pelirrojo, que se veía realmente cansado —Creo que ya deberíamos terminar, pronto se oscurecerá — Mencionó con un leve tono preocupado.

—A... Aun no...— Jadeaba con fuerza —Todavía... Todavía puedo seguir un poco más... — Declaró volviendo a colocarse en posición de guardia.

—Pero... Estas muy cansado... —

—Uno más... Solo dispara una vez mas...— Pidió al tiempo que endurecía todo su cuerpo.

—Rayos... Esta bien... — Se dispuso a disparar un último ataque —Pero sera el ultimo...— Aclaró, y al ver como el contrario asentía prosiguió —Thunder gu—

—¿¡Que rayos haces aquí Deku!?— Gritó Bakugou, asustando al pecoso que sin querer cargo el ataque mas de lo normal... Y disparó.

—¿Eh...?— No alcanzó a reaccionar a tiempo, aquel relámpago atravesó su abdomen sin problemas.

Midoriya y Bakugou se quedaron atónitos al ver el impactó.

—¡Kirishima-kun!— Gritó Midoriya comenzando a correr hasta donde el pelirrojo estaba desangrándose.

Cuando lo vio mas de cerca abrió sus ojos con terror, el agujero en su estomago era demasiado grande.

—¡Maldición Deku! ¿¡Que hiciste!?— Exclamó el rubio culpándolo, viendo como la sangre salia en grandes cantidades.

—¡Esto es tu culpa Kacchan!—

—¿¡Que dijiste!? —

—¿¡Por que demonios tenias que aparecer de la nada y además gritando!? —

—¡Quien te manda a ser tan jodidamente torpe nerd de mierda!—

—¿¡Por que tienes que ser tan estúpido!? —

—¡Ha! ¡Vuelve a repetir eso Deku de mierda!—

Hubieran continuado gritando se hasta el cansancio, pero se detuvieron de golpe al escuchar al pelirrojo toser.

—¡Kirishima-kun!— Se agachó para poder ver mas de cerca la gravedad del asunto, dándose cuenta de lo realmente mal que estaba su compañero —Recovery girl...— Una pequeña esperanza apareció en su cabeza.

—¿¡Que!?— Preguntó el rubio.

—Recovery girl debe de estar aun en la academia, ve por ella Kacchan— Pidió.

—¿¡Por que mierda tengo que ir yo!?— Reclamó enojado.

—¡Por que esto es tu culpa!—

—¡Sigues con— No pudo terminar, ya que un rayo paso a pocos milímetros de su mejilla.

—Kacchan...— Una gran aura eléctrica era emanada desde la espalda del pecoso —Si Kirishima-kun muere por tu idiotez... Te mato...— Mencionó con mirada amenazante, estremeciendo a Bakugou de manera brutal.

Por un segundo se quedó paralizado ante tal actitud, pero aun así, a regañadientes comenzó a correr para buscar a la anciana heroína.

Mientras, Midoriya reducía su aura eléctrica para dirigir su mirada al pelirrojo "Maldición, todo estaba saliendo tan bien, ¿Por qué Kacchan tuvo que aparecer y arruinarlo todo?" Apretó con fuerza sus dientes "Ahora si muere Kirishima-kun me investigaran o encerraran en una prisión"

—Mido... Riya...— La opaca voz de Kirishima lo exaltó.

—Kirishima-kun, no hables, recovery girl viene en camino— Pidió aferrándose a la ropa ajena "¡Date prisa Kacchan!"

—No...— esbozó una ligera sonrisa —No es... Tu culpa... — Murmuró suavemente... Rompiendo la hasta ahora impasible cara del peliverde.

Sus lágrimas por alguna razón comenzaron a salir de sus ojos y antes de que se diera cuenta, y para sorpresa del pelirrojo, había juntado sus labios con los ajenos.

Se mantuvo quieto por un segundo, sin pensar correctamente lo que hacía, para luego introducir su lengua en la cavidad del otro, dejando que sus fluidos llenaran su boca, hasta que se vio en la necesidad de tragar el viscoso líquido.

—Por favor... Guarda esto en secreto... Kirishima-kun...— Se apartó de sus labios, y con una suave y sonrojada mirada... Le suplicó.

Se quedo sin habla, al tiempo que sentía una gran energía recorrer todo su cuerpo, y de un momento a otro, la herida en su abdomen se cerró.

Lentamente se fue incorporando, tocando su cuerpo y el lugar de la herida, notando como no quedaba ni rastro de ella.

—¿Q... Que fue eso...? Mido— Abrió sus ojos hasta mas no poder, viendo como el peliverde se encontraba inerte en el suelo —¡Midoriya!— Un aterrador sentimiento cruzó su cuerpo...

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Sólo diré que esto llego a mi cabeza nada mas terminar el capitulo anterior.

Espero les guste y lo disfruten, Michas gracias >//////<