Uno a uno iba arrancando sus cabezas, desmembrando sus cuerpos a explosiones, quemando sus caras para oír sus alaridos, congelando sus ojos para arrancarlos sin piedad, uno a uno fueron liquidados sin la mas mínima pizca de duda en sus acciones.

Se alimentaba de sus rostros llenos de pánico, terror y desesperanza, se reía de lo fácil que era partir sus cuerpos o reventar sus extremidades.

Era una escena que sorprendía hasta a quienes lo veían a lo lejos, asustados de su camarada.

—Parece un niño en una dulcería... — Murmuró Dabi con sus ojos abiertos a mas no poder, viendo como Midoriya atravesaba el abdomen de Tetsutetsu, el ultimo estudiante vivo de la clase B y comenzaba a incendiar su cuerpo de adentro hacía afuera —En verdad es un monstruo... —

—¿En serio es solo... Un estudiante...? — Cuestionó Magne mientras escuchaba la ligera risa del pecoso que se mezclaba con los gritos de dolor del chico metálico.

Cero misericordia, sin contenerse, liberando su ira y desprecio hacía quienes deseaban llamarse héroes o quienes ya adornaban ese titulo arrogante y sin valor.

No importaba quien fuese, si un niño, un adolescente o anciano... Izuku quería destruirlos a todos y cada uno, quería hacer desaparecer la palabra "héroe" del mundo.

Cuando la vida de Tetsutetsu se vio consumida por las llamas, Midoriya comenzó a ver a sus alrededores, pensando lo extraño que era, no haber visto a ninguno de sus compañeros de la clase A.

"¿Los habré matado con la explosión...?" Colocó su mano en su barbilla "No... Solo hice volar la parte donde estaban estos inútiles de la clase B..." Caminaba en círculos procesando la información y buscando teorías "Además solo las chicas están dispuestas... Los chicos aun se deben estar violando a Bakugou..." Comenzó a moverse hasta una de las entradas destruidas "¿Se estarán escondiendo...?" Ante esa idea una divertida sonrisa surcó sus labios —Que divertido chicos... Vamos a jugar entonces... — Susurró adentrándose en el edificio.

(...)

—Momo date prisa — Hablaba en voz baja Mina Ashido, pidiéndole a su amiga que aumentara la velocidad de su trabajo.

—Ya... Ya lo se... Pe-pero... — Preocupada observaba la muralla de hielo que les impedía adentrarse en la habitación de los hombres, mientras creaba utensilios de minería para poder abrirse paso por este.

—¿Por qué la habitación de los chicos esta congelada por fuera...? — Se movía nerviosa Uraraka, dirigiendo su mirada hacía todos los lugares posibles, alerta ante el hecho de volver a ver al sujeto que asesino sin piedad a sus camaradas de diferente clase —¿Habrá sido Todoroki-kun...? — Pensó en voz alta, exaltando a sus acompañantes.

—¿Que vamos a hacer si nos encuentra...? — Dijo la chica invisible Hagakure Toru, con claro miedo en su quebrada voz.

Las cuatro chicas estaban sumidas en un terror indescriptible, temblaban sin control mientras removían parte del hielo que les impedía tener la ayuda de los chicos de su clase, quienes no habían dado señales de vida después de la explosión.

—Si tan solo Deku-kun estuviera aquí... — Soltó la castaña deseando que su mas fuerte amigo las protegiera, que estuviera a su lado para hacerlas sentir a salvo... Pero...

—Hey... — Su voz fue como el sonido de la misma muerte... Lúgubre y fría —¿Donde están...? Héroes de mierda... — Rió con sorna, avanzando entre los pasillos, infundiendo el mas fuerte de los miedos en las chicas.

—N... No... — Ashido negaba con su cabeza desesperada, con sus ojos llorosos y temblorosos —Por... Por favor no... — Un afónico jadeo salió de su boca, al ver al villano enmascarado aparecer lentamente por una de las esquinas del pasillo.

—Las encontré... — Esbozó una sádica sonrisa mientras caminaba lento, disfrutando del pavor de sus víctimas, de cada lágrima que caía con desesperación al piso —Vamos a jugar... — Murmuró al tiempo que de su mano derecha comenzaba a expulsar hielo y de la izquierda fuego.

—E... Eres To-Todoroki-kun... ¿Verdad...? — Preguntó Yaoyorozu, deteniendo por un segundo el avance de aquel sujeto —¿Po-Por qué lo haces...? — Trataba de razonar con quien creía era su compañero, mientras intentaba ganar tiempo.

—¿De que te serviría saberlo...? — Le cuestionó colocando su mano derecha en la muralla, congelándola en el acto —Si de todas maneras vas a morir... Yaoyorozu... — Amplió su sonrisa al ver las atónitas expresiones de todas, al tiempo que lanzaba una gran cantidad de hielo para acribillarlas, pero antes de que impactara en ellas este fue destruido por una gran explosión.

—Pude hacerlo a tiempo... — Suspiró aliviada la azabache, mientras apoyaba su mano en un par de cañones que ella misma había creado, y que de inmediato disparó nuevamente en contra del villano, esperando derrotarlo.

Sin embargo las balas de cañón fueron congeladas y destruidas con una explosión, antes de que siquiera pudieran llegar a tocar al de gabardina.

—¡En serio que me agrada ese Kosei! — Exclamó divertido para después en un rápido movimiento sacar uno de los cuchillos que colgaban de uno de sus cinturones y lo arrojaba con fuerza, clavándolo en el cuello de Momo y, apenas una milésima de segundo después ya se encontraba en frente de la mujer para tomar el cuchillo con una de sus manos y sin piedad cortar la garganta de la azabache, salpicando su sangre entre sus amigas.

Estupefactas observaban la sangre que se esparcía por sus manos, su cara y su ropa, y al ver la cabeza de Yaoyorozu rodar por el suelo, lanzaron un fuerte grito de terror.

—Que ruidosas... — Murmuró.

Sin dar tiempo a que reaccionara, tomó a Ashido de su cara, la levantó del suelo y clavó una decena de púas de hielo en su rostro de forma lenta y pausada, haciéndole sentir el máximo dolor antes de acabar con su miserable vida y dejar su rostro completamente agujereado, irreconocible.

—¿Dónde estas...? Chica invisible... — Canturreo un poco con su voz, buscando a su alrededor a dicha mujer, pero al no poder verla decidió congelar el piso para ver sus marcas de pisadas, y apenas las encontró lanzó una fuerte llamarada que la incineró mientras gritaba con agonía.

Ya solo quedaba la castaña Uraraka Ochako, quien ya apenas podía gritar, sus ojos llenos de lágrimas temblaban de forma descontrolada, ni siquiera podía pensar en algo correctamente, solo una frase se repetía una y otra y otra vez, mientras veía la mano de aquel villano acercarse a su cuello.

"¡No quiero morir, Deku-kun!"

De un momento a otro, la muralla que daba a la habitación de los chicos fue echa pedazos por potente golpe proveniente del interior, haciendo retroceder de un salto al de gabardina.

Cuando el polvo se disipó, su cabellera verde fue lo primero que destacó.

—¡Uraraka-san! — Agitado y en posición de guardia se ganaba en frente de la castaña —¿¡Estas bien!? — Observó de reojo a la mujer, que no paraba de mirarlo.

—De-De... Deku-kun... — Su voz, aunque imperceptible, denotaba su alegría de ver al menudo pecoso, que parecía tener múltiples lesiones en su cuerpo.

—Perdón por llegar tarde Uraraka-san... Tuve que enfrentarme a otros villanos antes... — Apuntó al agujero que había hecho, mostrándole a su compañera como había atravesado la otra muralla interna para poder llegar a ese lugar.

Pero no solo eso pudo ver Uraraka... Con sus ojos abiertos a mas no poder, observaba esa irreal escena...

Su compañero de clases Bakugou, estaba postrado en el suelo, completamente desnudo, con un extraño liquido blanco cubriendo en su totalidad su cuerpo, mientras sus amigos lo embestían por su boca y trasero con sus miembro con violencia.

Los ojos de Bakugou ya estaban opacos, hinchados de tanto llorar, su cuerpo ya apenas reaccionaba ante las estocadas que le daba Shoji Mezo en su ano sangrante y desgarrado.

Era una imagen difícil de digerir para la castaña, que no comprendía absolutamente nada.

—Están bajo el efecto de algún quirk... — Comenzó a explicar el pecoso —No se como liberarlos de su efecto... Así que quería pedirles ayuda a ustedes... — De inmediato se puso en posición de guardia —Pero veo que tienen... Peores problemas que Kacchan... — Murmuró al ver como el siniestro villano dispersaba por completo el polvo del lugar.

—¿Oh? Al fin te encuentro... Midoriya Izuku... — Habló el sujeto flexionando sus piernas —Objetivo localizado... — Al instante se abalanzó contra el peliverde con una explosión de sus manos y lanzó un fuerte puñetazo que fue bloqueado por los antebrazos de Midoriya, no obstante, fue lanzado hacia atrás debido a la fuerza de su oponente.

—¡Deku-kun! — Exclamó Ochako sorprendida de ver como el mas fuerte en UA era arrojado con tanta facilidad hacía los muros de hielo, destruyéndolos en el proceso.

—Ma... Maldición... — Tosía con fuerza, escupiendo un poco de sangré —Ga... Gasté casi todo mi poder... Contra los... Otros villanos... — Respiraba con dificultad mientras se levantaba del suelo, pero apenas lo hizo un recibió un potente golpe en la base de su estomago, que lo dejó inconsciente en el acto.

—Bien... Objetivo cazado... — Mencionó mientras lo tomaba desde el cuello de su ropa y con extrema facilidad colocaba a Midoriya en su hombro —Es hora de que la liga de villanos se retiré... —

—De... Deku-kun... — Observaba atónita a su amigo inconsciente ser derrotado tan fácilmente por aquel sujeto ¿Que tan fuerte tenía que ser como para que Midoriya no tuviera ni siquiera la oportunidad para defenderse?

—Pero antes... — Una amplia sonrisa surcó los labios del villano, al tiempo que una gran cantidad de agua comenzaba a acumularse al frente de él —Te asesinare por gusto... Uraraka... — Lamió sus labios.

Al instante el liquido se comprimió hasta el tamaño de una canica y con una velocidad y fuerza increíble se dirigió a la cabeza de la castaña, pero antes de que impactara el cuerpo de un chico pelirrojo se interpuso en su camino, deteniendo por completo el ataque.

—¿¡Qu... — Atónito veía a quien salvó a la chica gravedad "¿¡E-Eijirō-kun!?" Inconscientemente dio un paso hacia atrás "¿¡Por qué esta despierto!? ¡Debería estar durmiendo todavía!"

—Tu... — La voz de Kirishima era oscura —¡Regresame a Izuku! — Sin demora comenzó a correr en dirección de quien tenía a su novio.

—Ngh... — Él villano mordió con fuerza sus labios, no podía lastimarlo a él, ni aunque su vida dependiera de ello, por lo que simplemente se fue a la fuga destruyendo de un solo golpe todas las murallas de hielo que se interponían en su camino —¡Kurogiri! — Gritó, y al instante el hombre niebla creo un portal.

—¡Espera! — Aun corriendo con todo lo que pudo, no evitó que aquel sujeto cruzara la "gate" —¡IZUKU! — Lo último que pudo ver de quien era secuestrado fue una nublada mirada, y sus labios susurrando su nombre... Antes de desaparecer en frente de sus ojos.

Tras la partida de los villanos el silencio reino con su sepulcral presencia.

Kirishima estaba estático en su lugar mientras su respiración se aceleraba rápidamente y las lágrimas emanaban de sus ojos.

De un momento a otro, se dejó caer de rodillas al suelo, y comenzó a gritar de impotencia, de rabia e ira... Su amado peliverde había sido raptado sin que él pudiera hacer algo para evitarlo... No podía sentirse peor en esos momentos...

(...)

Mientras, los villanos salían uno por uno de aquella niebla, y se dirigían a aquella desgastada barra de bar que tenía su guarida.

—Que aburrido... — Soltó Twice en un suspiró agotado, arrojando su cabeza sin cuidado en la madera de aquel inmueble —Aun que no hicimos nada... Estoy cansado... —

—Él niño nuevo se llevó toda la diversión... — Apuntó Magne a Midoriya, quien retiraba su oscura mascara manchada de sangre de su rostro —Hey Toga... Buena actuación... — Elogió a la adolescente que lentamente iba volviendo a su forma normal.

—Je je, Graci... — Sin dejarla terminar... Midoriya ante los ojos atónitos de los villanos, reventó su cabeza de un rayo.

—¿¡Q... Que cojones hiciste!? — Se exaltó Twice colocándose en posición defensiva al igual que el resto de camaradas.

—Ya no me sirve... — Murmuró sin expresión alguna en su rostro —Además era una inútil... — Sin mas comenzó a caminar hasta una de las puertas —No me sigan... O los mataré... — Sentenció con ojos amenazantes, cerrando la puerta a su espalda.

—Ese tipo esta demente... ¿Es seguro tenerlo de aliado, Sensei? — Preguntó Shigaraki al televisor que descansaba en un mueble apegado a la pared.

—Si... Ese chico es la persona indicada... Para asesinar a All Might... — Habló la persona atrás del monitor, riendo ligeramente.

(...)

Suavemente se deslizó por la pared, apoyando su cabeza en sus rodillas mientras las rodeaba con sus manos.

—Lo siento... Eijirō-kun... — Susurró... Pensado en la gran mentira que le había hecho creer a Kirishima... Al que menos quería que viera toda esa farsa del secuestro... Porque sabía que eso le dolería mas que nada...

Pero... Dadas las circunstancias... Era algo que no se podía evitar... ¿Verdad...?

Ahora Midoriya solo podía seguir con el plan, para destruir por completo a los héroes... Y a los villanos...

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Hola, disculpen la demora, lo muy feo del cap y la extrema ida de olla >/////////<

Espero sea de su agrado >/////<

Gracias por sus votos y/o comentarios, en verdad los quiero mucho >///////<

P.D.: No me disculparé por quienes murieron a manos de Midoriya, se lo merecían (?)
Y también, no soy de dar avances o respuestas a preguntas que puedan dar spoilers sobre la historia, porque me gustan mas las sorpresas.
Por eso mismo en mis historias apenas colocó resúmenes de estas o no coloco tags de parejas y esas cosas, porque siendo sincero, ni yo se exactamente como se desarrollará la historia xD

Gracias por su atención.