Razón
El brillo volvió a sus ojos, al igual que su cordura y razonamiento —¿Que... — Sintió como algo se revolvía en su abdomen, como una gran cantidad de liquido carmesí era expulsado de su boca, manchando el pecho de su compañero peliverde —¿Mido... riya...? —
Sintió su vista pesada, su cuerpo adormecido, y un gélido aire que parecía esparcirse por dentro de su cuerpo.
Rápidamente su piel se volvió pálida, y nuevamente sus ojos perdieron su brillante color, antes de que el brazo del pelirrojo fuese retirado cayó inerte encima del pecho de su amigo.
—Lo... Sie... nto... — Fueron sus ultimas palabras.
El silencio se mantuvo por varios segundos, casi minutos, en donde Midoriya no podía creer lo que estaba ocurriendo.
Si bien él hubiese eliminado a Kaminari tarde o temprano, nunca se imaginó que Kirishima lo asesinaría en su lugar, ni menos con una expresión tan fría y llena de odio, parecía un verdadero asesino.
—¿E... Eijirō-kun...? — Lo llamó de manera suave, aun impresionado, atónito.
—¿Eh...? — La luz nuevamente se reflejaba en sus ojos y ante lo que vio se quedo boquiabierto —¿Kaminari...? — Sus rojos iris temblaban sin parar, viendo aterrado como su mano aun endurecida por su quirk atravesaba la espalda de su amigo.
De inmediato y con fuerza retiro su brazo de aquel lugar, siendo salpicado en su rostro y ropa con sangre.
Al ver aquel liquido rojo cubrir su mano, pintar su cara y vestimenta un desagradable sentimiento comenzó a recorrer todo su cuerpo, una mezcla entre miedo, culpa, asco y desprecio.
—Yo... Yo... — Trataba de articular sus palabras, pero el shock se lo estaba poniendo difícil —Yo maté... — Estaba a pocos segundos de lanzar un fuerte grito, pero antes de poder hacerlo la voz de su amante se lo impidió.
—Eijirō-kun... —
—¿Izuku...? — Su voz se empezaba a quebrar, y tras ver al peliverde bajo el cadáver del rubio eléctrico decidió ayudarlo con cuidado, retirando con dificultad, con sus manos y cuerpo temblorosos, aquel inerte cuerpo.
Cuando ya pudo liberar a Midoriya de aquello trató de explicarle lo que estaba sucediendo, quería decirle que no era lo que él quería hacer, que solo quería apartar a Kaminari y dejarle en claro que no tocase a su novio, pero envés de todo eso, su cuerpo por si sólo se movió y atravesó el cuerpo de su compañero. Quería explicarle todo eso, pero sus palabras, atoradas en la garganta no se lo permitían.
—Eijirō-kun... — Con sus manos temblorosas tocó la mejilla del pelirrojo, exaltándolo —Tranquilo... no fue tu culpa... — Murmuró de manera suave, calmada.
—¿Eh...? —
—Kaminari-kun era un villano... — Lentamente fue cerrando los ojos de Kirishima con sus manos —Estaba haciendo algo muy malo... — Suavemente acariciaba con sus pulgares sus pómulos, su entrecejo y sus cejas —No debes preocuparte... Porque un villano haya muerto... —
—¿De... De que éstas... Hablando...? — Sus palabras le producían un pequeño escalofrío, eran tan calmadas, que daba miedo —Ka... Kaminari no era... —
—Si lo era... — Lo interrumpió —Quería violarme... Eso es algo que solo un villano haría... —
—Pe... Pero yo... — Trató de apartar las manos de Midoriya, pero éste no se lo permitió.
—Hiciste lo correcto... No había otra opción... — Una ligera sonrisa surcó sus labios —Me salvaste Eijirō-kun... — Con cuidado le dio un ligero y dulce beso en sus labios, estremeciendo lo —Eres mi héroe... — Lenta y pausadamente fue retirando sus manos de sus ojos pudiendo ver con una sonrisa amable, la tranquila expresión que ahora tenía él pelirrojo en su rostro.
Por dentro se sentía aliviado, no quería que Kirishima terminase con un trauma o sentimiento de culpa, no lo permitiría, así que le dio una razón para que pensará que aquél asesinato fue inevitable, algo bueno, algo por lo que no debía preocuparse en lo absoluto.
—¿Te encuentras bien...? — Preguntó, ya restándole importancia al cadáver de su amigo.
—Para nada... — No le mentiría —No tengo fuerzas... Para levantarme y caminar... — Trató de mover sus piernas, pero le era inútil.
—Lo siento... —
—¿Eh...? ¿Por qué te disculpas...? Eijirō-kun... — Lo miró confuso.
—Si hubiese llegado antes... Nada de esto hubiera pasado... — Murmuró decaído.
—No te preocupes... No fue tu culpa Eijirō-kun... — Le dedicó una dulce sonrisa, sonrojando ligeramente a su acompañante.
—Bueno... ¿Que hacemos ahora...? — Dirigió su mirada al cuerpo de Kaminari —No podemos dejarlo ahí... Y no podemos salir en este estado... — Apuntó a su ropa y al cuerpo manchado de sangre de Midoriya.
—Puedes... ¿Darme mis pantalones...? — Señaló la prenda que estaba a pocos metros de ellos, la cual le fue entregada de inmediato para luego sacar su celular de uno de los bolsillos —Llamaré a alguien... Que puede ayudarnos... — Sin demora buscó su nombre en el directorio y marcó.
—¿A quien vas a llamar...? — Preguntó curioso.
—A mi hermano... — Sonrió de lado, escuchando como alguien contestaba desde la otra linea —Hola Ritsu... Necesito tu ayuda... — Guardó silencio por un segundo para luego proseguir —¿Podrias venir con Magnus-san y Tristán-Niisan...? —
(...)
Una nueva explosión destruía por completo otra barrera de hielo.
—¡Mierda! ¡Esto no se acaba nunca! — Había perdido la paciencia por completo, estaba exhausto, con una de sus piernas ligeramente congeladas —¡Ya dejame en paz bastardo de mierda! — Miraba con odio a quien aun se interponía en su camino.
—Ni creas... Que escaparas... Bakugou... — Se encontraba en igualdad de condiciones, cansado, con su cuerpo parcialmente congelado al verse en la obligación de solo usar su quirk de hielo, puesto que si usaba su parte de fuego en un espacio cerrado, podría matar a Bakugou o afectar a los edificios cercanos.
—¡Maldito...! — Ya estaba harto de aquella situación en donde ya había perdido su oportunidad de tener a Midoriya a sus pies y hacerle pagar por todo.
Rápidamente Bakugou comenzó a calentar sus manos para disponerse a lanzar un nuevo ataque, pero antes de poder hacerlo algo lo detuvo.
—¡Alto ahí! — Una pareja de uniformados apareció por detrás de Todoroki —¡Somos la policía, paren en este instante! —
—Quédense atrás — Los alertó el chico bicolor —Es peligroso que se acerquen — Giró su rostro por un segundo para ver a los adultos, y solo eso basto para que Bakugou encontrara una oportunidad para escapar de sus manos.
—¡Otro día me las pagarás! — Gritó mientras corría por los callejones totalmente furioso, para luego dar un saltó impulsado por una de sus explosiones y retirarse por los tejados de los edificios.
—Tch... — Chasqueo su lengua al verlo huir, al tiempo que se arrojaba al suelo para recuperar el aliento.
—¿Estas bien? — Preguntó uno de los uniformados.
—¿Quien era ese sujeto? — Cuestionó el otro.
—Solo... Un despreciable villano... Que tiene sus días contados... — Sin que los policías pudieran verlo, en su rostro se dibujo una expresión de odio e ira.
(...)
Por los tejados corría de manera torpe al tener uno de sus pies parcialmente congelado, saltando con cierta dificultad las pequeñas distancias entre un edificio y otro.
—Maldición... — Apretaba sus puños con fuerza —Ese bastardo me las pagará... —
Se detuvo un momento ante el hecho de que casi tropieza y cae al vacío, debía recuperar el aliento y la correcta movilidad de su pierna, por lo que decidió sentarse y comenzar a generar calor con pequeñas explosiones continuas.
—Tch... Ese tipo... —
—Veo que tienes problemas Bakugou Katsuki-kun... —
Una voz se escucho a su espalda, exaltándolo, obligándolo a girarse para poder ver a un pequeño niño de negros cabellos, jugueteando con una pequeña esfera de metal en sus manos.
—¿Que quieres...? Mocoso... —
—Dime... ¿Te gustaría ser mas fuerte... Y ganar el corazón de Midoriya Izuku...? —
Ante sus palabras abrió sus ojos atónito, no podía ser cierto que un simple niño supiera de ambos, ni menos de sus problemas.
—Tu... ¿Quien mierda eres...? — Preguntó amenazante.
Por un segundo hubo silencio, hasta que la esfera de metal tomó la forma de un corazón —Puedes llamarme... — De un momento a otro, una fisura se formo en la mitad de aquella metálica figura —Minerva... — Una sádica sonrisa surco sus labios.
_______________________________________________________
Hola, disculpen la demora, lo feo y la ida de olla.
Kirishima, a pesar de tener un lado yandere, no es un asesino frío como Midoriya, bueno, ni siquiera es un asesino, así que si mata a alguien, se sentirá mal por ello, y hasta culpable, ya que el nunca a matado a nadie y es un héroe de buen corazón.
Espero sea de su agrado >/////<
Gracias por sus votos y/o comentarios, los quiero mucho >/////<
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top