Tras la llegada de aquellos extraños sujetos que habían asesinado sin piedad a los villanos, y que se autoproclamaban la "familia" de Midoriya, todo se quedó en un sepulcral silencio mientras él pecoso enterraba uno de sus verdes cuchillos en el cuerpo de All For One, Shigaraki Tomura y Tokoyami Fumikage.

—Cuando la extracción esté terminada... Por favor retiralos... — Le pidió al de cabello avellana, que solo se limitó a asentir con una pequeña sonrisa en su rostro.

A paso calmado se dirigió donde All Might intentaba recuperarse del shock, cansancio y lesiones.

Los sucesos recientes lo tenían completamente fuera de si, el asesinato de sus estudiantes, de su maestro y ahora el de su enemigo jurado, y todo a manos de su querido estudiante peliverde, quien no parecía sentir arrepentimiento por lo que hacía.

—Midoriya, mi chico... ¿Por qué...? — Una pregunta ejecutada algo tarde, ya que, ¿De que serviría saber la respuesta en este punto? Cuando Izuku ya había asesinado a casi todos a su alrededor y cualquier explicación ya no valía la pena.

Aunque él pecoso no era de responderle algo a alguien que tenía a la muerte a tan solo unos minutos, quería saber que absurdas palabras le diría el fornido héroe para hacerlo "recapacitar"

—Tu destruiste mi vida All Might... — Murmuró sin expresión alguna en su rostro, exaltando al mayor.

—¿Eh...? —

—Bueno... Más bien destruiste mis sueños... Bakugou fue quien destruyó mi vida... — Aclaró apuntando al rubio explosivo que aun se encontraba tumbado en el suelo, agarrando fuertemente la parte cercenada y congelada de su brazo, respirando pesadamente mientras se acostumbraba al dolor.

—¿De... De que hablas...? — Cuestionó sorprendido ante tal acusación.

—"Lo siento, joven... Pero no puedo decirte que te convertirás en héroe... Es imposible..."— Repitió aquella frase que odiaba, y que provocó que los ojos de All Might se abrieran hasta mas no poder —Esas fueron las crueles palabras que le dijiste... Al pobre chico lleno de esperanzas que creía no tener un quirk... —

—E... Eres él... — Sus palabras se atoraban en su garganta, recordando al joven de cabello verde que muy ilusionado y lleno de vida le había hecho una inocente pregunta.

—¿So... Solo por esa... Mierda... Eres así...? Deku... — Habló con dificultad Bakugou, levantándose a duras penas del suelo —Solo porque... Te dijeron la verdad... Estás actuando... Como un demente... — Apretó con fuerza su dientes en una mueca de ira y dolor.

Midoriya no le respondió inmediatamente, al escuchar las palabras de su ex mejor amigo, una increíble molestia lo comenzó a invadir.

—¿Cómo puedes ser tan hipócrita...? Bakugou... — En un instante desapareció de la vista del explosivo.

—¿¡Qu... — Un fuerte golpe en el abdomen lo calló súbitamente, a la par que lo dejaba retorciéndose por el dolor en el suelo, de rodillas.

—Tu eres el principal culpable de que las cosas se tornaran de esta forma... — Apretó con fuerza sus puños —Más de diez años hiciste mi vida imposible, miserable, solo un profundo tormento... — Arrugó con fuerza su entrecejo, completamente enojado —Solo por el hecho de ser alguien normal... De que un doctor de mierda me dijera, sin saber nada, que yo no era como ustedes... — Sin aviso agarró con fuerza a Bakugou de sus cabellos y lo levantó como si nada del suelo —Solo por eso... Decidiste hacer de mi vida un infierno... —

—Es... Estaba tratando... Que abrieras... Tus... Tus malditos ojos... Bastardo... — Susurró en un hilo de voz, al no poder respirar correctamente.

—¿De que mierda hablas...? —

—Eras un... maldito bastardo débil... N-no podías hacer... Nada por tu maldi... Maldita cuenta... Y-y aun así... Ciegamente creías que... Podías convertirte en héroe... — Sus palabras se silenciaron por un segundo, en el que tosía con fuerza algo de sangre —N-no eras mas... Que un inútil... So... Solo te quería hacer... Ver la verdad que tanto negabas... Izuku... — Una fina linea trasparente comenzó a salir de sus ojos, sorprendiendo enormemente al menudo pecoso.

—Así que era eso... — Murmuró Midoriya para después mantener silencio por largos segundos, casi minutos —Gracias... Kacchan... — Una ligera sonrisa se dibujó en sus labios —En verdad gracias... — Para luego transformarse en una amplia mueca sádica —¡Por hacer todo eso y arrastrarme a éste lugar! — Exclamó al tiempo que soltó los cabellos del rubio y propinarle un fuerte puñetazo en el rostro, arrojándolo a varios metros de distancia —¡Gracias a ti puedo disfrutar del placer de asesinar a los héroes! ¡De regodearme con su sufrimiento y desgracia! — De un momento a otro se envolvió en el electricidad y se impulso hasta donde Bakugou aun volaba por sobre el suelo, para después propinarle un otro golpe en la cara que lo estampó en la tierra —Y... ¿¡Quien es el débil ahora!? — Una sonora carcajada salió de su boca.

(...)

Mientras su maniática risa llenaba el ambiente, Ritsu terminaba de recoger los cuchillos que estaban antes en los cadáveres de sus enemigos.

—Es lindo cuando se divierte de esa forma — Mencionó NurHell al lado del de ojos azules, expresando su felicidad.

—Si... Me alegra que disfrute tanto... — Comentó guardando los artefactos en una pequeña caja de criogenización para mantener la sangre intacta y fresca.

—¿Dudaste de él cuando Katsuki-chan le dijo aquello? — Preguntó curiosa, aunque ya sabía la respuesta.

—Si lo hubiera hecho me habría dado un golpe en la cara... — Musitó estirando su cuerpo a la par que bostezaba —Nunca dudaría de Izuku... Su corazón ya está mas corrompido que el nuestro... Es imposible que alguien lo cambie solo con estúpidas palabras... — Suspiró ligeramente agotado para luego ver en dirección del héroe número uno —Bueno... Es hora de ir por el One For All... — Ordenó, empezando a caminar en su dirección.

(...)

—Hey Kacchan — Sin avisó le propinó una potente patada que lo elevó del suelo —¿Quien es el inútil? ¡Eh! ¿¡Quien!? — Seguía preguntándole al tiempo que le daba una patada de guillotina en el abdomen y dejarlo clavado en el suelo —¡Dime Kacchan...! — Su sonrisa se ampliaba cada vez más en una lunática expresión.

Era un placer diferente, uno que lo recorría y estremecía sin parar, que le pedía que nunca se detuviera, que lo siguiera torturando hasta que sus huesos se quiebren, su piel se desgarre y su sangre se derramé por el suelo, hasta dejarlo al borde de la muerte.

—Debo calmarme... — Soltó con su respiración agitada y su rostro sonrojado —Sino lo hago te mataré de verdad... — Lentamente fue arreglando su desordenada y arrugada gabardina —Y eso sería muy benevolente por mi parte... — Tapó con una de sus manos la sonrisa divertida que no tenía intenciones de desaparecer de su rostro.

Tras unos segundos que se tomó para calmarse por completo, se dispuso a agarrar de su ropa al rubio explosivo, pero antes de poder hacerlo una llamarada lo obligó a retroceder de un salto.

—Así que recobraste el conocimiento... — Con su ahora inexpresivo rostro, observaba al joven heterocromático invadido por la ira —Todoroki-kun... —

—Midoriya... — Apretaba con furia sus dientes y puños, cegado por el odio y los deseos de acabar con la vida del peliverde —Bastardo misera... —

—¡Shōto! — El grito de aquel robusto hombre a la lejanía lo interrumpió, obligándolo a ver en su dirección.

—Viejo... — Susurró para si mismo al ver a su padre completamente agitado y furioso.

—Al fin apareces... Endeavor... — Musitó él pecoso rodeándose por una inmensa aura eléctrica que alertó al de cabello bicolor.

—¡Viejo ten cuidado! — Gritó en el acto que vio desaparecer a Midoriya.

Ante las palabras de su hijo, el héroe de fuego avivó al máximo sus llamas creando un pilar de fuego a su alrededor, evitando que Izuku pudiera acercarse y tomara distancia.

—Mocoso, no creas que podrás acercarte a mi con esos malditos trucos... — Mencionó con un claro tono enojado en su voz —¡Pagarás por todos tus crímenes! — Exclamó alzando sus dos manos al frente para expulsar una poderosa ráfaga de fuego.

Midoriya ni siquiera se movió de su lugar, puesto que antes que aquel ataque le llegara, una decena de gruesos y grandes muros de hielo se formaron desde el suelo, interponiéndose en el ataqué del mayor, deteniéndolo a duras penas.

—¿¡Que!? —

—Vaya, vaya... Sigues siendo tan violento... — Su suave voz, su fino rostro, platinado cabello y aire congelado, dejaron a los dos héroes estupefactos —Querido... — Acercándose a paso calmado hasta donde estaba el peliverde impasible.

—¿Ma... Mamá...? — Todoroki no podía creerlo, sus ojos temblaban al igual que su cuerpo —Pe... Pero Kirishima... —

—Ah, Shōto — Una amable sonrisa se dibujó en el rostro de la mujer, que parecía estar muy aliviada y feliz de ver a su hijo.

—¡Mamá! — Gritó el heterocromático disponiéndose a correr hasta donde estaba, pero nada mas dar el primer paso un rayo que impactó contra el suelo lo detuvo.

—Ni siquiera lo pienses... Todoroki-kun... — Alzó lentamente su brazo a la altura de la cabeza del bicolor y comenzó a cargar electricidad en esté —Muere... — Se dispuso a disparar, pero la mujer de cabello gris interrumpió dicha acción desviando su mano —¿Que crees que haces...? Maldita... — Preguntó abriendo sus ojos amenazantes.

—Po... Por favor Midoriya-kun no... No lastimé a mi Shōto... Ha-haré lo que sea... Pero se lo suplico... No lo lastime — Pidió la mujer al borde de las lágrimas.

—¿¡Mamá!? —

—Lo... Lo siento Shōto... — Una mirada afligida se poso en su rostro —Si hago lo que me pide... Prometió no hacerte daño... —

—Maldita, ¡Estás confabulada con ese mocoso! — Rugió Endeavor avivando nuevamente el fuego de su cuerpo.

—¡Si lo hago Shōto se salvará! ¡Es la única manera de que nuestro hijo se salve! — Exclamó a su marido con rostro triste y ya cubierto por las lágrimas, estremeciendo a Todoroki.

—¡Desgraciada! — Sin un ápice de duda, el héroe de fuego apuntó sus manos a la fémina, dispuesto a calcinarla junto con él pecoso, pero antes de poder hacerlo sus piernas rápidamente se vieron congeladas —¿¡Que demonios!? — Dirigió sus ojos hasta el artífice de aquel ataqué, pudiendo ver a su hijo acercarse lentamente a su posición —¿¡Shōto!? —

—No te atrevas a atacar a mi madre... Desgraciado... — Murmuró él heterocromático con un claro odio plasmado en su rostro.

—Maldito... ¿Tu también...? — Sin esfuerzo alguno derritió el hielo que aprisionaba sus piernas —¡Bien, entonces morirán los tres jun — Su voz al igual que el fuego que recorría su cuerpo se apagaron de golpe gracias a un ataque eléctrico paralizante de Izuku.

—¿¡Midoriya!? — Giró su rostro asombrado al ver como el peliverde le arrojaba uno de sus cuchillos extractores a una de sus manos.

—Matalo... —

—¿¡Qu... —

—Matalo y unete a mi... Todoroki-kun... — Mencionó inexpresivo, estremeciendo por completo al de cabello bicolor.

—¿Es... Estás jodiendome...? — Apretó con fuerza su dientes —Después de todo lo que haz hecho ¿Me pides que me una a ti...? ¡Debes de estar loco si crees que —

Sin dejarlo terminar Midoriya agarró a la mujer de hielo de su cuello con una de sus manos que se comenzaba a calentar rápidamente.

—¡Mamá! — Exclamó aterrado de ver a su madre en peligro.

—Tienes diez segundos para decidirte... O le volaré la cabeza... — Inmediatamente comenzó con una lenta cuenta regresiva.

—¡Bastardo! —

—Sho... Shōto no lo hagas... — Empezó a hablar la mujer con su voz quebrada —No... No tienes que ha... Hacerlo por mi... —

—¿Mamá...? —

—Yo... Yo estaré bien... No te conviertas en un asesino solo para salvarme... Tu... Tu eres mi preciado héroe... — Las lágrimas se desbordaban nuevamente de sus ojos junto a una cálida sonrisa, que rompió en mil pedazos el corazón de su hijo.

—Cuatro... — Murmuró Midoriya completamente serio, comenzando a generar pequeñas explosiones en en su otra mano.

—Ah... — Dejándose llevar por el miedo a ver morir a su madre, con un fuerte gritó arremetió contra el fornido héroe de fuego, y sin dudarlo un segundo enterró aquella arma en su corazón, asesinandolo en el acto.

Tras la muerte de Endeavor solo se podían escuchar los sonoros jadeos que dejaba escapar Todoroki de su boca, sus manos y cuerpo temblaban sin control, y completamente aterrado miraba la sangre que goteaba de sus manos.

—Shōto... — La voz de su madre atrás de él llamó su atención, y de inmediato se giró y corrió para abrazarla con fuerza mientras las lágrimas de ambos salían a caudales.

—Ma... Mamá... — Un hilo de voz salió de su boca, asustado a la par que aliviado de ver a su progenitora sana y salva.

—Shōto... — Rodeó con sus brazos el cuello del menor y posó sus manos por detrás de su cabeza para profundizar el tierno abrazo —Shō-chan... — De un momento a otro sus ojos y boca se abrieron en una macabra expresión —Caiste... —

—¿Eh...? —

Solo se escuchó como el pecho de ambos era atravesado por el brazo izquierdo cubierto de electricidad de Midoriya, quien tenía plasmado una sádica mueca en su rostro.

—Nunca aceptaría a alguien como tu... Shōto-kun... — Dicho aquello soltó una gran descarga eléctrica junto a una poderosa ráfaga de fuego que calcinó de adentro hacía afuera el cuerpo de Todoroki y aquella miserable marioneta sin valor.

—Siempre tan despiadado, Izu-chan... — Habló a su lado un pequeño niño que se acercaba lentamente hasta su posición.

—Desde que lo conocí... Que quería hacer eso... — Murmuró al tiempo que retiraba sin cuidado el brazo de aquellos dos cuerpos inertes —Lo siento Minerva-san... Por destruir una de tus marionetas... — Se disculpó comenzando a caminar en donde se encontraban Ritsu y NurHell.

"Solo son basura Izu-chan... No son nada por lo que debas disculparte... " Pensó mientras se dirigía a donde Bakugou se encontraba moribundo.

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Hola, disculpen la demora, lo muy feo del cap y la extremadamente ida de olla >////////<

Espero sea de su agrado (aunque me imagino que para algunos no lo será) >//////<

Gracias por sus votos y/o comentarios, en verdad los quiero mucho >///////<

P.D.: No me arrepiento de nada 😅