—Izuku... — Golpeó la puerta un par de veces antes de entrar —¿Estas despierto...? — Preguntó al ver al pecoso acostado en su cama, dándole la espalda —¿Izuku...? —

—Te escucho Ritsu... — Murmuró con voz apagada, sin darse la vuelta.

—Entonces contesta an... —

—Enviaste a matar... A la familia de Eijirō-kun... ¿verdad...? — Lo interrumpió, girándose lentamente, con una decaída mirada en sus ojos.

Ritsu no contestó inmediatamente, se quedó observando a Midoriya por largos segundos, admirando un poco esa nueva faceta en él, parecía preocupado.

—¿Estabas espiando...? Te dije que no te movieras de tu cuarto... — Mencionó comenzando a caminar hasta su dirección para sentarse al borde de la alcoba.

—Usa tu análisis y averigualo... — Respondió como si lo estuviese provocando.

—Prometí no usarlo en ti a menos que sea para decirte como funcionan los quirk que aprendes... — Ajustó sus lentes oscuros mientras acariciaba los cabellos del pecoso —¿Estas molesto por eso... O solo muy preocupado...? — Cuestionó al ver como nuevamente le daban la espalda.

—Es que... — Mordió su labio inferior por un segundo —Eijirō-kun... Esto le dolerá mucho... — Estaba asustado, del dolor que podría causarle a quien amaba.

—Para alguien que no sabe el significado del amor... Te importa demasiado ese chico... — Sonrió ligeramente —Aunque... Hubiera sido peor obligarlo a que los asesinara con sus propias manos... Como lo hiciste tu con Midoriya Inko... — Lentamente movió su mano hasta el entrecejo del peliverde, notando como este estaba arrugado en una mueca de odio —Aunque ahora que recuerdo... Nosotros no te obligamos... Lo hiciste por cuenta propia... Hasta te ofreciste a matarla... —

Por largos segundos reinó el silencio, hasta que la voz impregnada en ira de Midoriya se hizo escuchar.

—Ella se lo merecía... Nunca me apoyó cuando la necesité... Y cuando supo que mi sueño se había echo pedazos... Sintió lastima por mi... Nunca la perdonaré... — Solo el hecho de recordar aquello lo enfurecía de sobremanera, odiaba a esa persona con todo lo que su cuerpo le permitía.

Al recordar aquel día Ritsu suspiró con nostalgia —Recuerdo que atravesaste su corazón con un rayo... Y mas que traumado parecías feliz... — Se calló un momento para sacar una pequeña cápsula del bolsillo de su pantalón —Era una escena de lo mas... Curiosa... — Parecía feliz de recordar aquello, ver el comienzo de un asesino de sangre fría, era algo que lo hacía sentir extasiado.

Recordar el pasado era divertido, pero ahora otra cosa rondaba en la cabeza del cabellos avellana, por lo que de forma suave golpeo el hombro de Midoriya diciéndole que se girase, para después meter la cápsula que tenia en sus manos en la boca del otro.

—¿Que es...? — Jugueteó un poco con aquello que estaba dentro, moviéndolo con la lengua.

—Es medicina de NurHell... — Al decir ese nombre pudo ver como el peliverde de inmediato escupía aquella pastilla, la cual agarró en el aire —No hagas eso... — Lo regañó, aun sabiendo que aquella reacción era normal.

—¿¡Tratas de matarme Ritsu...!? — Lo miró con terror, temiendo por su seguridad.

—Tranquilizate, es de las buenas... — Mencionó indiferente, volviendo a mover su mano para introducir otra vez la cápsula en la boca de Midoriya, aunque este se estuviese resistiendo.

—¿¡Como lo sabes!? ¡Neechan deja todas sus medicinas en un mismo frasco! ¡Las buenas y las malas! — Apartaba su cara cada vez que Ritsu intentaba darle la medicina.

—Porqué antes de traerla le pregunté a ella... Ahora no seas llorón y tomala... — Terminó de decir después de lograr que Midoriya abriera la boca sin dejar de desconfiar en aquella pequeña pastilla —Aun si fuese de las malas solo tenemos que ir con ella... — Aclaró suspirando suavemente.

—Claro... Como no eres él que arriesga su vida estas tranquilo... ¿Verdad...? — Refunfuñaba mientras sorbía un poco de agua de una botella que tenia bajo su cama.

—No es tan malo... —

—Recuerda que la última vez dejó a Marco-san en un coma inducido por una semana... — Dijo con miedo al recordar aquello.

—La fortaleza estaba mas calmada gracias a eso... Así que no fue tan malo... Tampoco tuve a papá encima de mi todo el tiempo... — Rió ligeramente.

—Igual estabas asustado... — Mencionó con tono burlón exaltando a su hermano.

—No estaba... —

Antes de poder reclamarle algo al peliverde la puerta de su habitación se abrió de golpe, dejando ver a una hermosa chica de cabellos grises y escarlata, quien de inmediato se abalanzó en contra del pecoso.

—¡I-CHAN! — Se apegó a su pecho, abrazándolo y frotando su cabeza en sus bíceps

—¿¡Neechan!? — Se exaltó al ver a aquella mujer en ese lugar —¿¡Que haces fuera del laboratorio!? — Preguntó, tomando en cuenta que raramente la chica dejaba su lugar de trabajo.

—Acabo de atender a tu novio y tuve ganas de verte — Respondió alegre, separándose un poco del pecoso.

—¿Atender...? — Al escuchar aquello un aire frío surco su espalda —¡Ritsu! — Miró asustado al de cabellos avellana, quien de inmediato desvío su mirada.

—Tranquilo... No le hice nada grave... — Una pequeña gota de sudor surco su mejilla al sentir la insistente mirada de Midoriya —Solo... Lo deje al borde de la muerte... — Al decir aquello sintió un fuerte escalofrío recorrer su cuerpo —Te dije que no lo mataría... No que, no lo dejaría moribundo... —

—¡Ritsu! — Exclamó

—De acuerdo... Lo siento... Por esto y por los huesos que le romperemos el tío Magnus y yo mientras lo entrenamos... — Declaró suspirando en el proceso, preocupado de que Midoriya se enojase con él.

Al escuchar aquella disculpa no tan sincera dejó escapar una gran cantidad de aire por su boca, para luego mirar a la mujer que se moría por atención.

—Neechan ¿Cómo esta Eijirō-kun? ¿No le hiciste nada raro? — Interrogó con temor, sabiendo de lo que su hermana mayor era capaz de hacer.

—Ahora que lo pienso, terminaste de curarlo rápido... — Mencionó Ritsu antes de que la cabellos bicolor respondiera.

—Esta inconsciente, no es divertido tomarse el tiempo con alguien que no grita mientras lo estoy operando — Saboreó sus labios con una sombría mirada, recalcando sus sádicos gustos que ya todos sabían —Y no te preocupes I-chan, tu novio esta como nuevo, despertara en la mañana —

—Gracias Neechan... — Suspiró aliviado.

—Tienes tanta suerte I-chan, te envidio... — Murmuró ligeramente deprimida.

—¿Eh...? ¿Por qué...? — Preguntó confuso.

—Tienes un novio tan guapo y grande... —

—¿Eh? Eijirō-kun no es tan grande, solo un po... —

—No me refiero a la estatura, me refiero a su pe*e — Al decir aquello pudo ver como Midoriya escupía totalmente sonroja —Es tan grande y hermoso, la tendrás difícil para digerir todo ese pedazo de —

—¿¡Que estas diciendo Neechan!? — Tapó su boca antes de que terminase de hablar —¿¡Que le estabas viendo a Eijirō-kun!? —

—Es que es difícil no ver algo tan delicioso mientras lo estaba curando... — Un hilo de saliva emanaba de su boca —Si no fuera porque es tuyo I-chan ya lo habría... — Comenzó a jadear de manera descontrolada.

—Eres una pervertida NurHell... — Comentó Ritsu.

—Mira quien habla, Tienes tus mejillas rojas mientras te imaginas cuan grande es el miembro del novio de I-chan — Apuntó al ojos azules, quien estaba muy concentrado tratando de imaginar lo grande que era Kirishima ahí abajo.

—¿¡Ritsu!? —

—Ah... Es solo... Que no e tenido nada de sexo... Desde hace un tiempo... No pude evitarlo... — Se excusó, evitando la mirada acusadora de NurHell.

—Po... Por favor no le hagas nada Neechan... — Pidió Midoriya ignorando el comportamiento de su hermano.

—Tranquilo I-chan, es tuyo ¡tu tienes que quitarle la virginidad primero! — Exclamó entusiasmada —¡Aunque dejame grabarlos! — Pidió con un extraño brillo en sus ojos.

—¡Por supuesto que no! ¡Neechan pervertida! — Grito Midoriya, con su rostro sonrojado hasta las orejas.

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Hola, disculpen la demora, lo feo del capitulo y el intento de comedia, no se me da nada bien 😅

Espero sea de su agrado >/////<

Gracias por sus comentarios y/o votos, los quiero mucho >////<

P.D.: solo es un intento de relajar el ambiente antes de que llegue la masacre 😅