Mente abstracta
Una sonora explosión hizo eco en un oscuro callejón, lanzando por los aires a un robusto hombre.
—Corre... — Con lo que le quedaba de vida, observo al atemorizado muchacho que le miraba con lágrimas en sus ojos, mientras intentaba ponerse de pie, aunque sus temblorosas piernas hacían su esfuerzo inútil.
—Ma... Maestro... — Sus ojos temblaban tras el horror de ver a quien había sido su mentor y compañero por ya un largo tiempo, con uno de sus brazos arrancados y un enorme agujero en su abdomen —Maes... —
—¿Sigue vivo...? Este anciano si que es duro... — Habló atrás del mayor el menudo peliverde, con una amplia sonrisa sádica en su rostro, divertido —Parece que tendré que apuntar mejor esta vez — Sus manos comenzaron a emitir un poderoso brillo y sin demora la dirigió a la cabeza de quien apenas se podía mantener con vida —¿Cuales son tus ultimas palabras, viejo...? — Preguntó impaciente por querer hacerlo volar en pedazos.
—Corre... — Volvió a decir, sin despegar su mirada de su joven pupilo —¡Huye, Koichi! — Exclamó a todo pulmón, estremeciendo el cuerpo de quien pronunció.
Un ahogado gemido de terror salió de su boca y, en un acto inconsciente se ganó en posición cuadrupedal para poder activar su Kosei y así deslizarse a gran velocidad lejos de aquel lugar.
—No importa a donde huya... O que tan rápido sea... Ya esta muerto... — Mostró sus dientes con alegría, para después sin dudarlo liberar una poderosa explosión que destruyó la cabeza de quien sostenía —Solo malgastaste tus palabras... Knucleduster... — Mencionó a la par que la electricidad envolvía su cuerpo por completo.
A toda velocidad escapaba por los angostos callejones, con sus ojos llenos de lágrimas y su cuerpo temblando a más no poder, sin poder ordenar las ideas que estaban en su cabeza.
All Death había aparecido de la nada frente a ellos mientras hacían un patrullaje de rutina, nunca pensaron encontrárselo en ese lugar, teniendo en cuenta que el lugar de acción del antihéroe estaba bastante lejos de su territorio.
Aun así, fue una estúpida idea el haber querido seguir haciendo su trabajo como vigilantes, todo se estaba volviendo un autentico caos, el miedo y la incertidumbre se podía sentir en cada calle que ellos recorrían, pero aun así, ellos como unos idiotas no vieron los peligros de salir al exterior, sobretodo si eres alguien que protege con un espíritu heroico.
Fueron tomados por sorpresa y gracias a su ingenuidad ahora su maestro fue asesinado y probablemente el lo sería pronto, lo único que le aliviaba mínimamente era que su compañera y amiga se encontraba sana y salva... O eso hubiese querido creer...
De un momento a otro, mientras huía un poderoso vio como una persona era arrojada con una fuerza brutal hacía la pared que estaba por delante de él...
—¿Q... Que... — Se detuvo para observa a quien chocó con la muralla, abriendo hasta mas no poder sus ojos al ver de quien se trataba —Po... Pop... — Su amiga se encontraba totalmente desfigurada y aplastada, sus huesos quebrados sobresalían de sus codos y rodillas, con gran cantidad de sangre saliendo de sus heridas —A... A-Ah... — Su voz salió en un hilo afónico y desgarrador.
—Si que fue difícil de atrapar... Esa zorra... — La voz del artífice de aquel cruel asesinato se escuchó a pocos metros de él —Rebotando todo el tiempo... — Rascó su nuca con sus manos llenas de sangre —Y sus estúpidos gritos... — Su entrecejo se vio arrugado mostrando una inconfundible molestia —Fue una completa mierda acabar con una basura así... — Juntó sus dos manos para después hacer sonar cada uno de los huesos de estas —Bueno, al menos me quité un poco de estrés... — Parecía mas relajado.
Koichi se quedó estático, completamente paralizado ante el miedo y la desesperación... Ya no tenía nada... Ninguna esperanza...
—Ritsu, te tardaste — Apareció Midoriya al lado del ojos azules, con una ligera sonrisa en su rostro.
—Callate, fue un dolor en el culo atrapar a esa zorra... Me desquite haciéndola mierda... — Mencionó malhumorado, soltando mas groserías de las habituales.
—Bueno, al menos ya hemos terminado... — De un momento a otro desapareció de la vista del asustado muchacho, para aparecer inmediatamente a su lado —Hey señor vigilante... Gracias por tu arduo trabajo... — Sin aviso estampó su cara contra el suelo, para luego volver a levantar su brazo por encima de si cabeza —No tienes a nadie que escuche tus ultimas palabras... Así que solo despidete... —
Con todas sus fuerzas dejó caer su puño, reventando la cabeza de si víctima, esparciendo su sangre, cerebro y demás por el suelo y las paredes.
—Ese fue el ultimo de hoy... Volvamos... — Ordenó el avellana con indiferencia, comenzando a caminar para poder salir de aquellos oscuros callejones.
—Hoy estas más irritado que de costumbre Ritsu — Comentó el peliverde, ganándose a su lado mientras retiraba sus goggles de seguridad para limpiar la sangre que había salpicado en estos.
—Estoy como siempre... — Aclaró con cierto tono fastidiado.
—No es cierto, últimamente estas muy molesto, gritas mas de lo usual y haz estado un poco distante... Siendo que en un par de días será el examen de licencia provisional para héroes... — Mencionó un poco preocupado ante la explosiva actitud que estaba teniendo su hermano.
—No te preocupes... Estoy bien... — Sin darse cuenta su voz se quebró en la ultima frase, llamando la atención del pecoso.
—¿Ritsu...? — Un poco asustado pudo observar como de los ojos del avellana salían una pequeñas lágrimas —¿Por qué lloras...? —
—¿¡Qu... — Al darse cuenta de aquel líquido de inmediato restregó su antebrazo en su cara —¡No estoy llorando! — Exclamó cuando pudo limpiar por completo su rostro de aquellas molestas gotas.
—Pero... — Trató de decir algo, pero entonces un fuerte golpe que el ojos azules dio a la muralla que estaba a su costado izquierdo, lo calló de inmediato.
—No es nada... — Musitó con una sombría voz que estremeció a su hermanito, a la par que retiraba su mano de la agrietada pared —Apresuremonos... — Suspiró —Y no me hables... — Sentenció, aumentando gradualmente la distancia entre ambos.
—Ritsu... — Murmuró Izuku, sintiendo un ligero miedo al ver tan enojado al avellana sin ninguna razón aparente.
(...)
Con fuerza pateó la puerta de entrada, lanzándola a varios metros de distancia hasta chocar con la pared, exaltando a quienes antes estaban tomando un descanso de sus recientes misiones.
—¿¡Que mierda!? — Se levantó de su lugar de un salto Tamago, dirigiendo sus atónitos ojos a la entrada.
—Ya llegué... — Hizo su entrada Ritsu, con una clara expresión llena de odio en su cara.
—¿¡Que demonios te pasa Ritsu!? — Habló esta vez Minerva dirigiéndose hacía donde estaba el menor para regañarlo —¡No patees la pue... — Antes de poder terminar un fuerte puñetazo rozó su cara, dejando salir una pequeña ráfaga de aire debido a la velocidad y fuerza con la que fue hecho.
—Manten la boca cerrada... Puta... — Ordenó completamente enojado, dejando sin palabras que pudieran salir de la boca de la rubia —Me voy a mi habitación... Quien se atreva a molestarme... Lo molere a golpes... — Advirtió a la par que emprendía su camino para perderse entre los pasillos.
Un incomodo silencio se apoderó del salón, hasta que el peliverde hizo su aparición.
—Nunca lo había visto tan enojado... — Mencionó ciertamente preocupado.
—Eso es porque no haz pasado tu vida a su lado — Habló tranquilamente el padre del rebelde muchacho.
—Marco-san... — Se le quedó viendo por un segundo, para luego proseguir —¿Ritsu a estado así antes...? — preguntó curioso.
Se mantuvo callado por un segundo, pensando en si debía hablar sobre el mayor problema que cargaba su hijo.
—Su quirk... — Comenzó a hablar al no encontrar inconvenientes —Tiene pocas debilidades... Pero la mas significativa y peligrosa, es la cantidad de información que él obtiene de otras personas —
—¿Eh? —
—¿De que hablas, Marco? — Lo miró sorprendido Tamago.
—En un segundo, Rit-chan adquiere todos los recuerdos e información de quien mira... Eso no es ningún problema... Siempre y cuando se hubiese mantenido en una sola persona... — Se detuvo por un minuto para sorber tranquilamente un poco de té de la taza que estaba en sus manos —Pero Rit-chan a analizado a cientos de personas diferentes... La cantidad de información que circula por su cabeza es inimaginable... —
—Su cerebro... — Apareció desde las sombras de los pasillos NurHell, llevando una pequeña libreta consigo —O mas bien su personalidad se a visto muy afectada por los recuerdos que él a obtenido de otros —
—Neechan... —
—Ritsu es muy inteligente y bastante fuerte mentalmente... Pero todo tiene un limite... — Miró indiferente una de las páginas de aquel cuaderno que señalaba un par de fechas —Cada cierto tiempo comienza a tener problemas para reconocerse a si mismo —
—¿Que... Que quieres decir...? — Preguntó Midoriya, impresionado ante aquello.
—Tiene tantos recuerdos en su memoria que le es imposible saber cual de ellos le pertenece... Su cabeza comienza a volverse un completo lío... Su mente se comienza a fragmentar... Volviendo su personalidad algo inestable... —
—Pe... Pero estará bien... ¿Cierto...? — Estaba asustado de lo que puediese pasarle al avellana.
—Si logra verse en el espejo sin... — Antes de que Marco pudiese terminar un fuerte ruido se escuchó por entre los pasillos, al igual que un pequeño temblor se sintió en el salón seguido de un potente grito —Sin destruirlo estará bien... — Se levantó de su asiento para después dejar su taza encima de la barra de bar y comenzar a caminar en dirección de la habitación de su hijo.
—¿E... El espejo...? — Lo miró Midoriya preocupado a la par que confundido.
—Cuando Ritsu se ve en el espejo... — Siguió NurHell —Él no se ve a si mismo... Su cerebro comienza a jugarle malas pasadas, mostrándole un sin fin de rostros que él no reconoce... Y que aumentan muchísimo su malhumor y estrés... Por lo que termina destruyendo lo que sea que este frente a él... —
—Ritsu... —
—Si él puede reconocerse en una de las imágenes que su mente le muestre, podrá recuperarse... Aunque no esperemos que su personalidad se mantenga como antes... — Suspiró pesadamente mientras comenzaba a caminar en dirección de su laboratorio.
—E... Espera Neechan... — La detuvo —¿A... A que te refieres con eso...? —
—Bueno... Antes de que le diera su ultimo "ataque" — Se mantuvo en silencio dirigiendo una agotada mirada al peliverde —Ritsu era un amante de héroes... — Mencionó, antes de perderse entre los pasillos.
—¿Eh...? —
________________________________________________________
Hola, disculpen la demora, lo feo del cap y la ida de olla >//////<
Espero sea de su agrado >/////<
En este cap quería dar a conocer un poco de Ritsu, espero les guste >////<
Gracias por sus comentarios y/o votos, los quiero mucho >/////<
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top