El amor y la destrucción


¡E-Espera Ki-Kirishi... — Los gritos de Ojiro se detuvieron súbitamente, cuando la mano endurecida del pelirrojo cortó su garganta.

Entre ahogados jadeos trató inútilmente de detener la sangre que salía por litros con sus manos, un vano esfuerzo por querer preservar su vida, que fue destruido de inmediato cuando su pecho fue atravesado sin piedad alguna.

Lo siento Ojiro... Pero tenía que hacerlo... — Murmuró para si mismo con su ceño fruncido, sintiendo un agudo dolor en su pecho al ver caer a su antiguo amigo al suelo, ya sin vida.

Después de asesinar a su compañero se quedó en silencio por un par de minutos, para después sentarse de golpe en el suelo, sin dejar de mirar la sangre que goteaba por sus manos y la que estaba escurriéndose por toda su ropa.

Eijirō-kun... — La voz de su amado, proveniente tras de él, llamó su atención —Pudiste hacerlo... — Le dedicó una suave sonrisa mientras se adentraba a la blanca habitación, que ahora estaba pintada con la sangre de sus cuatro últimos compañeros de salón.

Fue mas complicado de lo que pensé... — Le miró ligeramente cansado, con sus ojos opacos —Dudé muchas veces si debía matarlos... Sobre todo con Koji... — Dirigió su mirada al cuerpo del mencionada, que estaba perforado por varias partes de su cuerpo —No intentó contraatacar ninguna vez... Y sus gritos... Me hicieron detenerme en mas de una ocasión... — Suspiró pesadamente, observando con cierto dolor en sus expresiones, los cadáveres de Shoji y Sato, desmembrados.

Bueno... — Lentamente se puso de rodillas detrás de la espalda de Kirishima, y lentamente colocó sus manos en la frente ajena —Matar por primera vez estando consciente de lo que haces... Supongo que siempre se siente muy doloroso... Sobretodo si a quienes matas eran tus amigos... — Mencionó con un tono suave al tiempo que acercaba la cabeza del pelirrojo hasta pegarla con su pecho.

Tu mataste primero a tu madre... ¿Cómo se sintió...? — Preguntó curioso mientras se dejaba mimar por el pecoso, quien comenzaba a acariciar sus cabellos.

Se tomó un poco de tiempo para buscar la respuesta, recordar la sensación de quitar por primera vez una vida, y más aún, la de su progenitora era algo que nunca olvidaría, pero que no sabía como expresar correctamente, no obstante, una simple palabra se cruzaba en su cabeza cuando pensaba en esa vez que la atravesó con un rayo.

Sentí alivio...

¿Eh...?

Sentí como si un enorme peso se cayera de mis hombros... Como si una enorme decepción que estaba cargando desapareciera de la nada... — Rió suavemente, al tiempo que depositaba un pequeño beso en la frente del pelirrojo —Cuando pude ver su cara de asombro y terror... Nunca me había sentido tan feliz...

Por varios segundos se mantuvieron en silencio, solo viéndose mutuamente con un ligeros sonrojo en sus mejillas.

Entonces desde un principio estuviste loco... — Dijo con una ligera sonrisa el pelirrojo.

¿Te disgusta? — Cuestionó de igual manera, con ojos que miraban dulcemente a quien se reía ante su pregunta.

Claro que no... Esa locura tuya de alguna forma te hace ver adorable... Amó que seas mi pequeño loco... — Movió una de sus manos para acariciar los cabellos de Midoriya, y después apoyar su cabeza en sus muslos —Te amo... Izuku... — Susurró suavemente, al tiempo que sujetaba la cara del peliverde con ambas manos, para después acercarla a la suya para poder besar sus labios apasionadamente.

Jugaron con sus bocas y lenguas por varios minutos antes de separarse, verse directamente a los ojos y sonreírse mutuamente de manera amplia.

Yo también te amo, Eijirō — Le devolvió sus palabras, sintiendo su pecho calentarse con algo puro e inocente.

(...)

¡AHHHH! — Nuevamente lanzó un fuerte puñetazo a la pared, agrietandola de extremo a extremo, para después sujetar su cabeza con ambas manos.

¿Aun nada...? — Preguntó Tamago detrás de la pelirroja que seguía masticando un trozo de carne humana.

Todavía no puede reconocerse... Esta llevando mas tiempo de lo usual... — Habló con la boca llena, a la par que lamía sus labios para no desperdiciar ninguna gota de sangre apetitosa.

Debe apresurarse, ya mañana serán los exámenes de licencia... Y Ritsu es indispensable... — Suspiró con pesadez antes de tronar sus dedos y reparar la pared que comenzaba a caerse a pedazos.

Como van las cosas, dudo que este listo para mañana — Dijo ya terminando de digerir el ultimo trozo de carne.

¿Entonces que haremos? Si no viene con nosotros Shindō se pondrá de malhumor... Y el otro chico se podría sentir inseguro... — Mencionó ligeramente preocupado, sin despegar sus ojos del chico que ahora estaba quieto en el suelo, respirando de manera sonora y agitada —Ritsu es el cerebro de la fortaleza...

Anularé su quirk... Y reiniciaré su cerebro...

¿Eh...? ¿Estas segura...? — Preguntó sorprendido.

Es la única forma de que recupere la cordura... — Aclaró juntando sus manos contra su pecho.

Si algo falla estarás en problemas...

Lo tengo todo bajo control, no habrá problemas...

¿Cómo lo sabes...?

Comí bastante material como para replicar el efecto del quirk de esa niña que nos trajo Mine-chan... Con eso anularé su quirk temporalmente... — Mencionó al tiempo que creaba una pequeña cápsula entre sus manos —Y después reiniciaré su mente para que pierda todos los recuerdos... Y le volveré a entregar solo los recuerdos necesarios utilizando una copia de su propio Kosei... Así no olvidara quien es y lo que hace... — Explicó con cierta tranquilidad en sus palabras, muy segura de lo que decía.

Me preocupa un poco lo que puede causar esto, pero si estas segura, es mejor que dejarlo volverse loco sin poder hacer nada — Murmuró el anaranjado con cierta indiferencia, comenzando a caminar en dirección de la puerta de entrada de la habitación —Si me necesitas estaré en el salón — Dijo antes de salir de aquel lugar.

Cuando ya no pudo escuchar los pasos de Tamago un cansado suspiro salio de su boca.

Ya es suficiente Ritsu... Tama-chan ya se fue... — Mencionó la pelirroja, viendo al avellana levantarse del suelo como si nada.

Tal parece que se lo creyó por completo... — Rascó un poco los nudillos de su mano que estaban ligeramente desgarrados.

Todos se lo creyeron, hasta I-Chan y Mine-chan — Una suave sonrisa surcó sus labios —Tu padre ayudo bastante a que se lo creyeran — Rió ligeramente.

Bueno, papá es bueno para engañar a la gente... Ya que nadie en la fortaleza desconfía de su personalidad despreocupada... — Susurró con su voz ya cansada de tanto tener que gritar sin control para engañar a los demás.

Tendrás que dejar que Mar-chan se pegue a ti por un mes para devolverle el favor

Ugh... Es lo único que no me gusta de pedirle algo a papá... — Hizo una mueca de fastidio antes de estirar su mano en frente de NurHell —Pero gracias a él pudimos hacer que la estúpida de Minerva trajera a esa mocosa que puede anular quirks... — Se calló por un segundo para admirar la pequeña cápsula que dentro contenía lo que completaría su plan maestro —Ahora podemos crear las drogas suficientes para deshacernos de cualquiera que estorbe en nuestro camino...

Si alguien se entera de esto estamos muertos — Mencionó con cierto tono burlón, jugueteando con uno de sus mechones de pelo ahora grises.

Si alguien se entera... No saldrá vivo de está habitación... ¿Cierto, Tristán...? — Una sádica sonrisa surcó sus labios, mientras dirigía su mirada al chico que aparecía desde las sombras.

Las mierdas que hago por ti... Ritsu... — Masculló con su ceño fruncido.

Vamos, tu también estas cansado de ese bastardo ¿no? — Hizo referencia a Kirishima —Le quitaremos todo, antes de matarlo...

_____________________________________________________________

Hola, disculpen la demora, lo feo del cap y la ida de olla >/////<

Espero sea de su agrado >/////<

Gracias por sus votos y/o comentarios, los quiero mucho >//////<

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top