Disputa familiar
Con cuidado se sentó en la cama en donde aun dormía Midoriya y, de forma lenta fue introduciendo la pastilla, que anteriormente le había entregado NurHell, en su boca.
—Vamos Izuku... Traga... — Murmuró el avellana para después acercar una botella con agua a los labios del peliverde —Solo es medicina de NurHell... — Al decir aquel nombre, pudo observa como él pecoso inconscientemente escupía la pequeña cápsula, siendo esta agarrada en el aire por Ritsu —Incluso inconsciente les tiene miedo... Es como un hábito... — Mencionó en voz baja, con una pequeña gota de sudor surcando su mejilla.
Pasados un par de segundos en donde se quedo pensando en el trauma que debía tener Izuku con las medicinas de su hermana mayor, se dispuso nuevamente a intentar que su hermanito aceptara la pastilla una vez más, no obstante, ahora Midoriya mantenía su boca firmemente sellada.
—Rayos... — Suspiró ligeramente, para luego introducir la medicina en su propia boca "Lo que tengo que hacer para que la tomes..." Pensó luego de beber algo de agua y acercar sus labios a los del peliverde, los cuales fueron abiertos tras ser suavemente apretados por una de las manos de Ritsu.
Juntó sus bocas por unos instantes, hasta que la pastilla y liquido surcaron la garganta de Midoriya, para luego separarse sin mostrar expresión alguna en su rostro.
—Son suaves... — Susurró para si mismo al recordar fugazmente el pequeño toque entre ambos —Ahora entiendo porque ese imbécil... No te deja en paz... — Apretó un poco sus puños y dientes, para después dirigir una de sus manos a los cabellos del menor —No dejaré que ese bastardo... Se atreva a separarte de tu familia... — Masculló, sintiendo una leve irritación crecer en su interior.
Solo el hecho de recordar lo que el pelirrojo antes le había dicho lo hacían enfurecer, aunque si fuese a ser sincero, gracias a eso, el "amor" que sentía en su contra por momentos desaparecía y solo quedaba el odio, facilitando el que pudiese mentirle y atacarle sin titubear.
Luego de haber admirado por varios minutos a Izuku, sin decir una sola palabra, solo pensando en lo feliz que estaba de tenerlo, decidió dirigirse a la puerta, para salir y dejar a su hermanito descansar en paz.
Nada mas cerrar la puerta atrás de él un fuerte dolor de cabeza se comenzó a producir, obligándolo a que la sujetará con fuerza con sus manos, intentando apaciguar el dolor.
—¡Ngh! — Se dejó caer de rodillas al no poder sostenerse con sus pies, ahogando sus alaridos para no llamar la atención de nadie.
Sentía como si su cabeza fuese a explotar, como si una increíble fuerza la estuviese oprimiendo, y todo eso sucedía, porque había sido imprudente en el uso de su particularidad.
En todo lo que había sucedido desde que fue con Kirishima hasta donde Izuku se presentó como un antihéroe, en ningún momento llevaba sus gafas de sol puestas, por lo que, aunque no se hubiese dado cuenta, estuvo analizando a todas las personas con las que tuvo contacto visual esa noche, las cuales fueron decenas.
"Ma... Maldición..." Después de que varios segundos pasaron, aquel dolor al fin estaba menguando.
Su respiración se había vuelto agitada, sus manos y pies temblaban ligeramente y un sudor frío recorría su cuerpo.
"¿Por qué mierda... Pasa esto... Ahora...?" Se preguntó mientras con dificultad se volvía a poner de pie y comenzaba a subir por las escaleras, queriendo dirigirse a su habitación "Un efecto retardado..." Mordió suavemente su labio inferior al sentir nuevamente el dolor en su cabeza, aunque menos intenso que antes, le era molesto "Espero poder dormir... Esta noche..."
Cuando ya estuvo en la sala de estar, pudo ver de reojo a Magnus y Genex aun en la barra de bar tomando una taza de té, mientras que Tamago y quien parecía ser Line se encontraban sentados juntos en uno de los sofás de terciopelo que milagrosamente no habían sido destruidos, de Minerva y Kirishima no había rastro... O al menos eso pensó.
—Ritsu... — La voz de la rubia se escuchó por uno de los múltiples pasillos, y en cuanto el avellana decidió girar su rostro para ver en su dirección una fuerte bofetada fue a parar en su cara, llamando la atención de quienes estaban presentes.
Después de aquel increíble sonido que se produjo tras el golpe, un incomodo silencio se mantuvo por unos par de segundos, hasta que Ritsu pudo reaccionar.
—¿Que mierda fue eso... Minerva...? — Preguntó enojado mientras sobaba su adolorida mejilla, roja por la fuerza de la cachetada.
—¿Cómo te atreves hacerle creer a Eijirō-chan, que Izu-chan fue quien asesino a su familia? — Cuestionó la fémina con su entrecejo fruncido y mirada sombría.
—¿De que... — Cuando sus ojos hicieron contacto con los de la mujer, supo a lo que esta se refería... Y lo que había hecho con una de sus marionetas —¿Por qué mierda... Fuiste a ayudar a ese mal nacido...? — Apretó con fuerza sus dientes, completamente molesto.
—Responde a lo que te pregunte, Ritsu — Exigió.
No habló inmediatamente, se mantuvo callado sosteniéndole la mirada a Minerva, como si estuviese desafiándola, cuestionando su supremacía en ese lugar, y es que para Ritsu, esa mujer solo traía problemas.
—Ese imbécil solo esta siendo un maldito obstáculo para Izuku... — Mencionó con una expresión de odio en su cara —Y en el futuro será una puta piedra en su camino... No pienso dejar que este cerca de Izuku ni por un segundo... —
—Tu no eres el que decide eso, así que no interfieras en su relación — Ordenó Minerva, esperando que el rebelde avellana le obedeciera, pero sabía que él no era de obedecer, ni menos a ella, al menos cuando se encontraban conviviendo.
—¿Me lo dices tu...? Que por tu maldita culpa... Bakugou Katsuki violó a Izuku... —
Tras decir aquello, los ojos de la fémina se abrieron a mas no poder, igual que los de Line y Tamago.
—E-Eso es imposible... I-Izu-chan no se dejaría... — Trató de objetar la rubia, sin creer que algo así pasara.
—Se dejó... Para salvar la vida de ese puto debilucho... Que ni siquiera pudo hacer algo para protegerlo... — Masculló, al tiempo que nuevamente el dolor de cabeza le azotaba, obligándolo a sujetarla con una de sus manos —Y ahora... Se-Se creé con el de-derecho de... Querer llevarse a Izuku... Le-lejos de nosotros... —
—¿¡Qu... — Ante esa declaración, Tamago se levantó de un salto del sillón, exaltando ligeramente a Line —¿Estás hablando en serio, Ritsu? — Preguntó sorprendido.
—Pude verlo en sus pensamientos... Y ese imbécil tuvo los huevos... Para decírmelo directamente... — Se calló por un segundo, en los cuales apretó con fuerza sus puños y dientes —Ese mal nacido... Nos quiere quitar a Izuku... — Mencionó con su voz envuelta en ira.
Nadie habló por varios minutos, analizando esas palabras que hacían eco en sus cabezas.
Que un idiota salido de la nada tenga la osadía de decir algo así era digno de alabanza, sobre todo diciéndolo en frente de su familia repleta de asesinos, pero también era molesto, irritante, no importaban si era el novio del pecoso querido por todos, si te atreves a intentar separarlo de ellos, eres hombre muerto... O al menos, para la mayoría.
—Que se lo lleve — Dijo Minerva, completamente sería.
—¿Disculpa...? — Ritsu la miró incrédulo.
—Mi máxima prioridad es la felicidad de Izu-chan, y Eijirō-chan le da una que nosotros no podemos ofrecerle, una felicidad pura e inocente — Comentó con una orgullosa sonrisa en su rostro —Además, una madre debe dejar partir a sus hijos para que sean felices, y apoyarlo en sus decisiones —
—¿Estas loca...? En un par de semanas... O meses... Tendrá a cabo el examen de licencia provisional para los héroes... No podemos dejar fuera a Izuku... — Reclamó el ojos azules, con un ligero tic en su ojo derecho.
—Ya nos hemos desecho de All Might, quien era nuestro mayor obstáculo, ahora podemos eliminar a todos los héroes, sin complicaciones, no hay necesidad de que Izu-chan siga manchando sus manos — Un ligero rubor se plasmó en sus mejillas, a la par que una alegre sonrisa se plasmaba en su cara —Izu-chan ya a cumplido su venganza, ahora solo debería pensar en ser feliz con Eijirō-chan —
Era increíble, irracional, que aquella mujer estuviese diciendo algo tan fuera de lugar, poniendo su estúpido instinto materno por sobre la verdadera felicidad de Izuku, era algo totalmente imperdonable para Ritsu.
¿Con Kirishima sería feliz? ¿Tendría algo puro e inocente? Puras mierdas que tan rápido como aparecen pueden desaparecer... Si quería ver a Izuku realmente feliz, solo había que dejarlo asesinar a sus anchas a todo héroe o villano que se le cruzara por el camino... Ese sentimiento desquiciado y placentero, podía perdurar para siempre mientras la sangre de sus enemigos siga lloviendo sobre él...
Ritsu había infundado ese abrumador odio psicópata e inquebrantable en el pecoso, por lo que, escuchar a alguien decir que debería dejar eso para ser feliz... Lo hicieron enojar de verdad.
Hubiese arremetido con todo lo que tenía contra la estúpida mujer, pero ahora se encontraba débil, su dolor de cabeza que no quería desaparecer le estaba drenando sus fuerzas y sentidos... Pero aun tenía a alguien más...
—Tio Magnus... — Dirigió sus ojos envueltos en un odio asesinó hacía el robusto hombre —Matala... — Mencionó, exaltando todos los presentes, a excepción del mencionado y Genex.
De inmediato sin dudar el canoso arremetió contra la mujer, con una velocidad abrumadora ya se encontraba en frente de Minerva, y sin titubear le dirigió un puñetazo con todas sus fuerzas.
—¡Minerva! — Exclamó Tamago, a la par que chasqueaba sus dedos haciendo que del suelo surgiera una columna de metal gruesa que apenas detuvo el golpe del moreno.
—No te contengas Tío Magnus... — Llamó su atención el menor —Usa todo tu poder... — Pidió, recibiendo una afirmativa por él mayor, quien en un instante alzó ambos brazos por sobre la mujer, dejándolos caer con todas sus fuerzas.
—¡Mierda! — Desesperado Tamago chasqueo todos los dedos de sus manos, y múltiples pilares se alzaron desde las murallas y el suelo, inmovilizando momentáneamente a Magnus, dándole la oportunidad a Minerva de escabullirse y dirigirse a donde el de cabello anaranjado y Line estaban.
—¡Ritsu, dile que se detenga, ahora! — Ordenó la rubia al ver como las ataduras que sujetaban al canoso eran destruidas sin mayor esfuerzo.
—Estás muerta... Puta... — Sentenció el avellana, pero antes de seguir ordenándole algo a Magnus una anciana mano se poso en sus cabellos... Y un fuerte aire gélido recorrió su espalda.
—¿Que es este escandalo, Ritsu-kun...? — Su voz, aunque envejecida y descuidada, hizo temblar hasta el ultimo de sus cabellos.
—¿Cu... Cuando...? — Sus azules ojos temblaban, viendo como Magnus ahora se encontraba completamente quieto mirando en su dirección.
—Estuve aquí todo el tiempo, paseando por la fortaleza, queriendo darles mi enhorabuena por el gran espectáculo que me habéis proporcionado... — Lentamente las arrugadas manos de aquel sujeto acariciaban los cabellos y mejilla del ojos azules, exaltándolo violentamente —Y cual es mi sorpresa... Al saber que intentan matarse en una estúpida disputa... —
—¡Pero... — Ritsu trató de aclarar el porque de dicha pelea, aunque no fuese necesario en lo absoluto.
—Entiendo tu punto de vista... Y apreció que cuides a nuestra gran adquisición... Pero en ti no recae decidir... —
—Es... Es que Izuku... — Aun temblando mordió su labio inferior con fuerza, buscando la manera de escapar de las peligrosas manos que lo estaban tocando.
—Dependiendo de su decisión... Tendremos que tomar medidas... —
—¿Eh...? ¿De que... Habla...? — Intuía su respuesta, pero no creía que él fuese a decirla.
—Si Izuku nos elige estará bien... Si elige a ese adorable chico con corazón de héroe... Tendremos que iniciar una cacería familiar... —
Ante sus frías palabras Ritsu apartó con fuerza las manos de aquel anciano para girarse y encararlo, pero nada mas darse la vuelta vio ese gas negro salir de las arrugadas palmas del canoso acercarse a su cara.
De inmediato su cuerpo se congeló del miedo, sin poder moverse veía como ese humo negro avanzaba más y más, pero antes de que pudiese tocarlo, fue agarrado desde su abdomen por su padre, quien lo alejó con todo lo que pudo de ese lugar.
—¡Ritsu! — Le llamó el castaño, preocupado —¿¡Estas bien!? ¿¡Lo respiraste!? ¿¡tocó tu cara!? — Interrogó asustado, y al no ver señales de podredumbre en su cuerpo, suspiró aliviado —Jefe... ¿Que intentaba hacer...? — Miró al anciano furioso.
—Oh, bienvenido Marco-kun... — Le sonrió amablemente —Solo quería darle un susto a tu hijo... — De un momento a otro, todo lo que tocó el gas negro que había salido de sus manos se comenzó a pudrir casi al instante —Para que aprendiera a no desafiarme... —
Al ver aquello que siempre les resultaba aterrador e irracional, un escalofrío recorrió las espaldas de todos los presentes.
—Por favor no vuelvan a comenzar una pelea... Y dejen a Izuku decidir si quiere vivir... O pudrirse en el infierno... — Mencionó soltando una ligera risa apagada por su edad —Recuerden que nadie puede irse... De DTH... — Sentenció comenzando a caminar en dirección de los pasillos, perdiéndose en la oscuridad de estos.
El silencio reinó por varios minutos, hasta que la puerta de entrada se abrió de golpe, dejando entrar a Kirishima, completamente molesto...
__________________________________________________________________
Hola, disculpen la demora, lo muy feo del post y la ida de olla >//////<
Espero sea de su agrado >/////<
Gracias por sus votos y/o comentarios, los quiero mucho >/////<
P.D.: Esto, estaba pensando el otro día en que tal vez podría hacer un spin-off de la historia, en dónde Izuku manifieste su kosei desde niño, y que pueda convertirse en héroe. Sería una historia centrada en como lo asimila Kacchan y como se va desarrollando un Izuku algo altanero y egocéntrico pero siendo un héroe, seria como un paralelo de "Mentirosa luz" pero en versión buenos, ¿que opinan?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top