Carnival Of The Lust (2/2)
Advertencia: Se me fue la olla con el yaoi, el capitulo completo es intento de hard, si no les gusta el yaoi, irse al final del cap. Gracias por su comprensión
—¿Eijirō-kun...? — Suavemente posó su mano en el rostro del pelirrojo en un intento por despertarlo —Eijirō-kun... Despierta... — Lentamente acercó sus labios y comenzó a besar los ajenos.
Un toque delicado, tierno e inocente que calentaba su cuerpo y corazón, esperando que abriera sus ojos y, para su suerte una mano rodeó su espalda y otra empezó a acariciar sus verdes cabellos y empujaba su cabeza para profundizar aquel contacto.
Sin demora algo se introdujo en su boca, buscaba jugar con aquella tímida lengua que apenas mostraba resistencia, entrelazándose en un erótico vaivén, en una danza seductora y lujuriosa que les quitaba el aliento.
—¿Izuku...? — Al separarse abrió sus ojos, distinguiendo aquellas hermosas esmeraldas que lo miraban sumiso, con ternura, con un deseo apenas visto —¿Que estas... — Fue callado por su amante en un nuevo acto húmedo.
Parecía deseoso de continuar con algo que no necesitaba palabras, ni preguntas o respuestas, algo que solo quería consumarse en un apasionado e intenso calor.
En un acto inconsciente, ya solo dejándose llevar comenzó a acariciara a Midoriya. Primero dedicó delicados toques en su abdomen, surcando sus caderas con sus grandes manos, seguido de su pecho y sus rozados pezones.
—Ah... — Se separó por un segundo, dejando escapar aquel erótico sonido que palpó los labios ajenos —Eijirō-kun... — Mordió ligeramente su labio inferior, que tocaran ese lugar era una de sus debilidades.
—Eres... Muy sensible aquí... — Y el pelirrojo lo sabía mejor que nadie y, aunque fuese algo injusto para él pecoso, amaba como se estremecía cada vez que lo tocaba en ese lugar, por lo que siempre jugaba lo mas que podía con aquella parte.
—E... Eijirō-kun... No... — Sin aviso rodeó el cuello de Kirishima con sus brazos, aferrándose a su espalda mientras se retorcía ligeramente por culpa de esa incomprensible sensación —Deten... ¡Ah...! — Sus palabras fueron silenciadas al sentir como la lengua de su amante empezaba a recorrer su cuello y hombros.
—Izuku... — Susurró su nombre en su oreja mientras movía una de sus manos hasta la entrepierna del peliverde —Ya estas duro... — Aquel echo exaltó al contrario —Y ni siquiera... Te e tocado aquí... — Tras escuchar aquello Midoriya de inmediato se separó —¿Que... — Una gota de sudor pasó por su mejilla al ver el rostro ligeramente molesto del pecoso.
—E... Eijirō-kun... Eres un... Pervertido... — Desvío su mirada con una pequeña mueca decaída.
—Lo... Lo siento... — Mencionó preocupado de que su amante se molestara —Pero... — Con su mano libre tocó su mejilla para levantar su cara —En mi defensa... Eres demasiado adorable... — le dedicó una tierna sonrisa que lo estremeció —Además... Esa manera en la que me despertaste... No creas que pueda contenerme después de eso... —
—So... Solo te estas... Excusando... — Cerró sus ojos al sentir como los dedos del pelirrojo comenzaban a acariciar su mejilla, cejas y entrecejo.
—Si... Pero... — Suavemente beso su frente con delicadeza —Tu me crees... ¿Verdad...? — Cuestionó con una ligera y amable sonrisa en su rostro.
No respondió inmediatamente, primero se abalanzó para abrazarlo otra vez, quería evitar que viera su cara sonrojada hasta las orejas, completamente avergonzado —Si... — Murmuró al tiempo que una pequeña linea trasparente comenzaba a emanar de sus ojos —Te quiero... Eijirō-kun... —
—¿Eh...? — Estaba sorprendido, era la primera vez que Midoriya decía aquella frase primero, tal vez para otros parecía poco, pero a Kirishima eso fue como un disparo directo a su corazón —¿Izuku...? — Se preocupó al escuchar sollozar a quien amaba —¿Te encuentras bien...? — Con cuidado lo separó un poco para ver las lágrimas que recorrían sus suaves mejillas —¿Izuku...? — Volvió a preguntar mientras limpiaba aquel salado liquido de sus ojos.
Midoriya no respondía, no sabía como hacerlo, estaba asustado, aterrado de aquellos extraños sentimientos que lo invadían, que lo enloquecían y controlaban, pero que lo hacían sentir extrañamente feliz de tenerlos, de experimentarlos tan frecuentemente cuando se encontraba cerca de Kirishima, quien parecía corresponderlos de una forma tan pura y delicada.
Era algo aterrador... Sentirse tan feliz que podría morir al lado de esa persona...
—E... Eijirō-kun... — Su voz salió suave, cariñosa —¿Qui... Quieres hacerlo...? — De inmediato pudo ver como el pelirrojo habría sus ojos hasta mas no poder —El sexo... —
Sus palabras llegaron tan de la nada, que solo se quedo boquiabierto, apenas procesando lo que le habían propuesto.
—¿No quieres...? — Cuestionó el pecoso con mirada sumisa, sacando al de afilados dientes de su trance.
—¡S-Si quiero! — Exclamó, exaltando ligeramente a Midoriya —Pe... Perdón... — Respiró profundo para aclarar sus pensamientos —Si quiero... Nada me haría... Mas feliz... — De inmediato rodeó las caderas ajenas con sus brazos y apoyó su cabeza en su hombro.
—Gra... Gracias... — Mencionó aliviado y completamente feliz.
(...)
Desnudos bajo la luna, juntando sus cuerpos dentro de las cálidas aguas termales, mientras sus labios y lenguas se cruzaban y entrelazaban con lentitud, al tiempo que sus miembros se frotaban el uno con el otro.
—¡N-Nhg...! — Sus jadeos, aprisionados por la boca del otro llenaban el ambiente con su lujuriosa melodía —E-Eijirō... ¡Ah...! — Se exaltó cuando las manos de Kirishima agarraban ambos miembros y los empezaba a masturbar.
Con suavidad Eijirō empezaba a mover sus caderas, frotando sus penes, juntando sus glandes y masajeando sus testículos de vez en cuando.
Era algo adictivo, sentir el tronco de la virilidad de Midoriya, ver sus adorables expresiones al producirse un espasmo o cuando lo besaba al tener la guardia baja y se volvía mas tímido de lo normal.
—Ah... — Suspiró, llamando la atención del pecoso —En verdad... Te quiero tanto... Izuku... — Con cuidado fue empujando al peliverde hasta arrinconarlo entre las piedras —Te quiero tanto... Que si alguna vez... desapareces de mi lado... Creo que voy a morir... — Soltó estremeciendo por completo a su amante.
—No... No bromees co-con eso... — Murmuró sintiendo un fuerte dolor en su pecho.
—No lo hago... — Plantó un fugaz beso en los labios del pecoso para después abrazarlo con fuerza —Si me llegases a faltar... No sabría que hacer... —
—E... Eijirō-kun... —
—Yo nunca me alejaré de ti Izuku... Así que por favor... Nunca me dejes sólo... No podría soportarlo... —
En aquel instante la mente de Midoriya se puso en blanco, no procesaba correctamente las cosas, sus ojos temblaban buscando un punto muerto al cual aferrarse mientras las lágrimas caían en silencio.
¿Que debía responder ante semejante declaración? Su pecho dolía como el infierno, no sabía si era felicidad, tristeza o culpa, era indescifrable, incomprensible e irracional... Aquel sentimiento se le estaba yendo de las manos, se desbordaba en su interior sin control.
—E... Eijirō-kun... — Aun así, fingiendo que nada estaba pasando, sin demostrar lo quebrada que estaba su voz... Decidió mentirle —Nu... Nunca te dejaré sólo... Lo... Lo prometo... —
Fue insoportable, el extraño ardor que comenzó a sentir en su corazón, pero debía soportarlo, por su bien y el de su familia y su objetivo... Por esta única vez le mentiría a Kirishima... Y tal vez la ultima...
—Gracias... Izuku... — Susurró en su oído para después, sin darse cuenta de las lágrimas ajenas, besar su boca con pasión y amor, un beso extendido hasta que el aliento se perdió por completo.
Por largos minutos solo se dedicaron a las caricias adictivas y besos pasionales, sin embargo una necesidad superior se apoderó de ambos amantes.
Sin necesidad de palabras Kirishima tomo a Midoriya en sus brazos y lo llevó hasta el respaldo de la fuente termal, acostándolo sobre este para después levantar un poco sus piernas y dejar al descubierto un tembloroso y rozado agujero.
Al ver tan hermoso lugar tragó saliva, sintiendo unas increíbles ganas de poseerlo y profanarlo, pero debía ser meticuloso, calmado, tenía que prepararlo correctamente o le causaría mucho dolor a su preciado pecoso.
Lentamente movió sus dedos mojados en saliva hasta su entrada, pero apenas tuvo la oportunidad de tocarlo Midoriya apartó su trasero casi al instante.
—¿I... Izuku...? — Preocupado vio miedo en los ojos del peliverde —¿Estas... Bien...? —
—Y-Yo... No... No lo se... — Su respiración rápidamente se aceleraba, estaba asustado del dolor que había sentido tiempo atrás con cierto bastardo.
—Izuku... — Lo entendió de inmediato, y al hacerlo apretó sus dientes con furia —Ese maldito Bakugou... — Abrió sus ojos completamente enojado —Le arrancaré la cabeza... Cuando lo vuelva a ver... —
—Tra... Tranquilo Eijirō-kun... E-esta bien... — Lo sujetó del brazo para calmar su creciente ira —Ya me encargué de él... Así que no lo mates... Aún no... — Le dedicó una amable sonrisa para luego dirigir nuevamente su mirada a su trasero —Y solo... Tenemos que seguir intentando... Tra-trataré de no escapar esta vez... —
Kirishima sabía que eso podría ser muy difícil para Midoriya, de seguro estaba muy asustado, después de todo podía ver como sus muslos temblaban un poco.
Ya mas tarde se encargaría de darle una paliza al rubio bastardo, ahora quería estar conectado con su pecoso, y si él no podía recibir entonces sería el que da.
Sin aviso se puso sobre él peliverde, quien abrió sus ojos como platos.
—¿¡E-Eijirō-kun!? — Se sorprendió al ver como el pelirrojo empezaba a introducir sus dedos en su propio trasero —¿¡Q-Qué estas... —
—Tra... Tranquilo... ¡Ngh...! Solo tomara... Un segundo... — Mencionó mientras se concentraba en expandir su orificio.
—¡No-no me refiero a eso! ¿¡Po-por qué estás... — Comenzaba a entrar en pánico.
—Realmente... No me importa ¡Ah...! Qui-quien de los dos... Re... Reciba... Solo quiero ¡Nmm! — Hablaba entre gemidos y jadeos, apenas entendiendo aquella nueva sensación que brotaba de su parte posterior —Solo quiero... Que estemos... Co-conectados... —
—¡Pe-Pero! — Se asustó al ver como Kirishima finalizaba su trabajo y con cuidado tomaba su miembro para después, bajando sus caderas, comenzar a introducirlo en su entrada —¡Ngh! E... Eijirō-kun... E-espera un... ¡Ah...! — Arqueó su espalda al sentir su pene introducido por completo en su amante.
—Ma... Maldición... — Tenía cerrado uno de sus ojos, soportando un poco aquel leve dolor que le estaba produciendo el ser expandido ahí abajo —Se... Se siente mas grande... De-de lo que se ve... — Rió un poco ante ese hecho.
—No-No puede... — Mientras, Midoriya estaba atónito, ni en sus mas alocados sueños había imaginado que él sería quien le daría a Kirishima, ni por un segundo lo pensó, y ahora no lo podía creer.
—Ja ja... — La risa de su acompañante lo extrañó.
—¿Que es tan... Gracioso...? — Preguntó ligeramente molesto.
—Cuando peleas actúas tan diferente que das hasta miedo... Pero ahora te ves tan asustado... No podría reconocerte... —
—So-Son cosas totalmente di-diferentes... A-Además... ¡AH! — Se exaltó al sentir como el pelirrojo comenzaba a moverse sin aviso —¿¡E-Eijirō... ¡Gah! —
Lentamente subía y bajaba, acostumbrándose al miembro de Midoriya que palpitaba como loco en su interior, sintiendo la fricción en sus carnosas paredes que le producían espasmos cada vez que introducía por completo ese trozo de carne.
—Mi... Mierda... — Un hilo de saliva comenzaba a salir de su boca —Se... Se siente... Caliente... — paulatinamente iba aumentando la velocidad, llenando el lugar con sus constantes gemidos, provocando que la voz de Izuku apenas pudiera salir de su boca por el placer.
"Si... Siento que mi pene... Se-se esta derritiendo..." Pensó mientras mordía con fuerza su labio inferior, reteniendo los gritos que querían salir, aferrándose a los muslos de Kirishima al tiempo que se retorcía ante el intenso roce que se producía entre ambos.
Nunca habían sentido algo igual, la fricción, el calor y los sentimientos sobrepasaban sus limites con cada movimientos.
Al pasar un par de minutos, a pesar del placer Kirishima se comenzaba a cansar de solo estarse él moviendo, lo que bajaba la intensidad con la que se movía y para su sorpresa, en un acto inconsciente o de reflejo, Midoriya empezó a embestirlo desde abajo con fuerza, llegando aun mas profundo que antes.
—¡I... Izuku...! — Exclamó su nombre entre gemidos, se estaba volviendo loco, su mente se ponía en blanco y la lujuria reemplazaba cualquier pensamiento inservible —¡No... No tan... ¡Agh! — Una extraña sensación igual a una descarga eléctrica recorrió su cuerpo de un momento a otro —¡I-Izuku voy... Voy a...! — Antes de terminar besó con pasión al peliverde, ahogando sus gemidos que escapaban mientras expulsaba toda su esencia en el pecho y un poco en la barbilla del pecoso.
—A... Ah... Ah... — Sus respiraciones chocaban entre si, intentaban recuperar el aliento, las fuerzas que habían consumido en aquel acto pecaminoso.
—Eso... ¡Ngh...! — Se estremeció Midoriya cuando Kirishima levantó sus caderas para sacar el miembro del pecoso de su trasero.
—E... Eyaculaste mu... Mucho... — Murmuró, al tiempo que sentía como el semen de su amante salía de su entrada ligeramente abierta —Te quiero... Izuku... — Se acurrucó un poco en el pecho ajeno.
—E... Eijirō-kun... De... Debemos vestirnos... — Mencionó con su cara totalmente sonrojada.
—Solo un... Poco... — Susurró a la par que dejaba salir un largo bostezo, antes de quedarse profundamente dormido.
—E... Esta bien... — Se quedó embobado mirando su rostro dormido, le era adorable y lo hubiese admirado por toda la noche... Pero el tiempo no estaba para eso.
Su celular de repente comenzó a sonar, indicándole que ya era hora de comenzar el plan.
Con cuidado tomó a Kirishima y lo acostó cerca de las termas, para después con un ligero movimiento de sus manos manipular una gran cantidad de agua de esta y dirigirla al cuerpo del pelirrojo para limpiarlo.
Cuando ya lo tuvo completamente limpió le colocó su ropa y lo dejó apoyado en un árbol alejado de la cabaña.
—Anti-héroe Midoriya Izuku — Apenas terminó una voz se escuchó a su espalda.
—Te adelantaste... — Murmuró mientras acariciaba los cabellos de su novio —Diez minutos... —
—Ordenes de Shigaraki... Quiere ver tu determinación lo antes posible... —
—Eh... Así que se cree con la autoridad como para darme ordenes... No sabia que tenía tanto apuro en morir... — Giró su rostro para mirar de manera amenazante al hombre de niebla, estremeciendolo violentamente.
—Lo... Lo lamento... — Se disculpó Kurogiri, no tenía las intenciones de enfrentarse al pecoso, sabía el inmenso poder que poseía, y tenía claro que ni aunque fuese un milagro, podría lastimarlo.
—Bueno... No importa... — Volteó nuevamente su cara donde estaba Kirishima, para besar suavemente sus labios —Lo siento Eijirō-kun... Midoriya Izuku... Desaparece esta noche... — Una pequeña lágrima recorrió su mejilla —Gracias por enseñarme... La felicidad de estar junto a alguien... —
—Hey... Ya estamos listos... — Salió desde la oscuridad el villano de fuego, Dabi —Es hora que te pongas tu traje... Símbolo de la destrucción... All Death... —
—Si... —
(...)
Parado frente a la cabaña, con una gabardina gótica que cubría su cabeza, una mascara negra que tapaba su cara a excepción de su boca, Grilletes metálicos en cada una de sus manos, enlazados a cartuchos trasparentes de tesla, Un cinturón de granadas y otro de cuchillos amarrados diagonalmente desde sus hombros hasta sus caderas, Jeans oscuros y un par de botas negras revestidas con metal.
Su nuevo traje, se estrena hoy...
—Bien... Que a nadie se le ocurra matar a alguien... Ese es mi trabajo... Si a al... —
—Oye mocoso... — Lo interrumpió un fornido hombre de desquiciado rostro —Ni creas que me quedaré aquí sin... — Antes de que pudiera terminar... Un rayo atravesó su cabeza matándolo en el acto...
—¿Alguien más quiere hacer algún reclamo...? — Al ver el miedo en sus ojos y el silencio sepulcral, prosiguió —Si a alguien se le ocurre tocar a alguien de UA... Ya sea de la clase A o B... Lo mataré en el acto... —
—¡Entendido! — Exclamaron los villanos al unísono.
—Bien... Ustedes solo encarguense de que nadie escape... — Respiró profundo antes de llevar sus brazos al frente y empezar a calentarlos —La matanza en UA... Es mi objetivo... — Una sádica sonrisa surcó sus labios, al tiempo que dejaba salir una enorme explosión de sus manos... Destruyendo por completo la mitad de aquella cabaña de un solo golpe —Hoy sera algo inolvidable para ustedes... Héroes... —
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Hola, disculpen la demora, lo muy feo y la extrema ida de olla >//////<
Espero sea de su agrado y no me linchen >///////<
Gracias por sus comentarios y/o votos, los quiero mucho >////<
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