Aprendizaje


¿Q... Que acabas de

Quince años de edad— fue nuevamente interrumpido —Un metro y sesenta y seis centímetros de alto— Comenzaba a divagar en voz alta —Nacido el quince de Julio, Tu comida favorita es el Katsudon y tu madre es

¡E-espera, espera!— Movió sus manos para tapar la boca del ojos azules —¿Cómo sabes todo eso?— estaba sorprendido a la vez que asustado de que alguien desconocido supiera tanto de él.

Ah, lo siento— Sonrió de lado levemente avergonzado —Es un mal habito mío cuando analizo a las personas— Mencionó volviendo a colocar sus anteojos de sol.

¿Analizar?

Asi es— Se señaló —Mi quirk se llama "Escáner"— apuntó a sus ocultos ojos —Cuando hago contacto directo con los ojos de otra persona, puedo saberlo todo de ella, desde su primer recuerdo, hasta el ultimo— Movió su mano para colocarla en el pecho de Midoriya —Y también lo que ni siquiera ellos saben de si mismos— Sonrió de lado —Como tu, que no sabes que posees un quirk

Ante aquella revelación se quedo estático, atónito, sin poder creer lo que escuchaba.

De... ¿De que hablas...?— Murmuró con sus ojos temblorosos —Yo no tengo

Eso fue lo que aquel médico inútil te dijo— Su sería mirada estremeció al peliverde —¿Tu kosei se determina por una radiografía a tus pies? Vaya tontería...— Suspiró —Tal vez eso haya sido en el pasado, pero los tiempos cambian y la forma en que se generan los poderes también

No sabía como reaccionar, todo le estaba cayendo de forma tan directa y sin aviso, que no sabia lo que tenia que sentir en ese momento.

¿Felicidad? ¿Tristeza? ¿Ira? De seguro ahora estaba sintiendo las tres al mismo tiempo, por algo no podía reaccionar correctamente.

Ten... Tengo un quirk...— Miró sus manos sudadas, manchadas de sangre y temblorosas —Tengo un...— Sus lágrimas comenzaron a derramarse por sus ojos, mordía su labio inferior en un intento de no gritar.

Se que estas feliz, pero tranquilizante un poco...— Posó una de sus manos en los cabellos del lloroso joven, quien lo miró apenas sintió el contacto —No me gusta ver llorar mucho a la gente...— tenía su mirada desviada y sus mejillas levemente sonrojadas.

Lo... Lo siento...— Limpió sus ojos con la manga de su gakuran —Listo...— Mencionó cuando ya estaba totalmente limpio.

Asi esta mucho mejor— Llamó su atención el adulto que antes salvó su vida —Te ves mas lindo así— Dijo con una amplia sonrisa, provocando un gran rubor en el menor.

Alejate, viejo verde...— Gruñó Ritsu con molestia, mientras lo apartaba con sus manos.

Rit-chan, eres tan malo con tu padre— Hizo un ligero puchero infantil, sintiéndose dolido por las crueles palabras de su hijo.

Mientras, Midoriya estaba como espectador, observaba directamente a los dos desconocidos, parecía algo totalmente extraño ver a dos personas actuando de ese modo.

Esto... Ritsu-san...— Llamó al menor.

Ah, solo llámame Ritsu, tenemos la misma edad— Aclaró apartando al fin al de gabardina de su lado.

De... De acuerdo, Ritsu...— Hizo una pequeña pausa para tomar algo de aire —Mi quirk... ¿Sabes como funciona...?— Preguntó nervioso —Ya que... En todo este tiempo... Nunca se a manifestado...

Claro que no se a manifestado— Respondió acercándose lentamente hasta estar muy cerca de Midoriya —Tu quirk no es como él de los demás, necesitas hacer algo para que funcione

¿Eh...? ¿Que tengo que hacer...?

Cierra los ojos— Pidió.

¿Eh...? Por

Cierralos— ordenó de forma sería, a lo que Midoriya obedeció de inmediato —No los abras, ¿me oíste?

Asintió de inmediato, preguntándose lo que sucedería a continuación, imaginándose las múltiples formas en que su quirk podía funcionar.

Abre la boca

Obedeció sin dudarlo, y en el instante en que lo hizo, un raro liquido se deslizo por su lengua, impregnando un extraño sabor metálico.

Tragalo

Aunque dudaba de aquello que mantenía en su boca, se lo tragó.

Apenas aquello surco su garganta, una rara sensación, igual a una descarga eléctrica recorrió todo su cuerpo, dejándolo de rodillas en el suelo.

¡Gah!— Sujetaba su pecho con fuerza, se aferraba a su cuerpo que temblaba de manera descontrolada, sudaba frío y sentía que perdía el conocimiento.

Soportalo— Murmuró agachándose a la altura del pecoso —Tu quirk te hará esto cada vez que lo actives... Así que soportarlo, Midoriya

El sufrimiento duró mas de lo que se pudiera imaginar, aunque para los ajenos fuera insignificante, para Midoriya fue una eternidad.

Cuando todo terminó su respiración estaba entrecortada, su cuerpo sudaba a mares... pero, había algo que se sentía diferente.

Puedes sentirlo, ¿verdad?— Sonrió de lado —Como el poder invade cada centímetro de tu cuerpo—

Abrió sus ojos de golpe, pudiendo observar atónito como era rodeado por una corriente eléctrica.

Esto...— con dificultad se levantó del suelo, sin creer aun lo que sus ojos veían —Este es mi... Quirk...— Una sonrisa nerviosa se dibujo en su rostro.

No lo es— Mencionó Ritsu.

¿Eh...?

Tu quirk no es tan simple— señaló con su dedo el pecho ajeno —Lo que acabas de hacer, es aprender un quirk

¿Que...?— Se mantuvo en silencio por un par de segundos, analizando lo que acababa de escuchar —¿Aprendí un... Quirk...?—

Es increíble Izuku-kun— Habló el adulto.

¿Cómo es eso posible...?— Miró confundido al de ojos azules, buscando respuestas.

Cuando tu cuerpo ingiere el ADN puro de una persona con un quirk, lo asimila, transforma y ocupa como si fuese tuyo, como si siempre lo hubieses tenido... Haces el quirk de otra persona, tu quirk

Se quedó boquiabierto, nunca en su vida imagino que existiese algo como aquello, algo que superaba su comprensión.

¿Como sabes tanto...?

Te lo dije, mi quirk me permite saber todo de una persona, hasta lo que ella no sabe, incluso el funcionamiento de su quirk

Eres increíble Ritsu...— Dijo asombrado de la particularidad ajena.

¿Yo increíble? Deberías verte a ti mismo— Sonrió suavemente —Tu quirk es algo único y además, tiene un poder ilimitado... Midoriya...— Puso su mano en uno de sus hombros —Eres la persona que tiene el quirk mas poderoso de todos

Todas las veces que fue llamado inútil, que fue humillado, despreciado, que le dijeron que se rindiera... Todas esas veces se vieron opacadas por las palabras de Ritsu.

Eres muy afortunado...— Lo miró con amabilidad, con esos ojos cálidos que Izuku había olvidado, ojos que podían verse aun tras esos anteojos oscuros.

Las emociones superaron al peliverde, sus lágrimas salían sin control, por primera vez en la vida sentía que podía hacer algo de verdad, que podía cumplir sus sueños.

Gracias... Ritsu...— No podía estar mas feliz.

Rit-chan, es hora de irnos— Mencionó el mayor, llamando la atención de ambos chicos —Recuerda que no podemos estar fuera mucho tiempo— Aclaró.

Lo se, es tiempo de volver— Miró a su padre por un segundo, para luego ver nuevamente al pecoso —Es hora de despedirnos, Midoriya

¿Eh...? ¿Por qué...?— Su semblante se volvió triste —Quiero seguir hablando contigo...— Suplicó con sus ojos, pero eso no detuvo al de cabello avellana.

Lo siento Midoriya... Pero pertenecemos a mundos diferentes...—

Q... ¿Que quieres decir...?

Tu quieres ser un héroe... — Con una mano apuntó a su padre, y con la otra a sí mismo —Y nosotros somos anti-heroes...— Una amarga sonrisa surcó sus labios —No congeniamos... Midoriya Izuku...

No supo la razón... Tal vez fueron sus recuerdos pasados... Al escuchar de donde provenía Ritsu, la palabra "héroe" en sus pensamientos... Se destruyó.

Llevame...— Murmuró —¡Llevame contigo, Ritsu!— Exclamó, con sus ojos encendidos con una determinación desconocida.

Bajo el cuello de su gakuran, el de azul sonrió... Con malicia...

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