Tenerlo todo
Un auto lujoso, trato especial en el club, hijos educados en las mejores escuelas del Valle, una casa hermosa, dueño de su propio negocio, un matrimonio perfecto, ser respetado por las personas que lo rodean y Lucille viviendo cómodamente dejando a Reseda en el olvido. Esos eran los sueños más grandes de Daniel LaRusso en su adolescencia, el pelinegro no se avergonzaba de su vida porque todo lo que tenía era gracias a los esfuerzos de su madre, pero cuando llegó al Valle las cosas cambiaron al iniciar su rivalidad con John Lawrence, o como el lo llamaba; el rey del karate. Y al empezar a salir con Ali.
La primera vez que sintió frustración por las carencias en su vida fue en su primera cita con Ali, la chica vivía en la zona más lujosa de San Fernando. Los padres de Ali lo hicieron sentir muy incómodo dándole miradas de desagrado por cómo iba vestido, luego el auto de su madre decidió fallar, las cosas empeoraron cuando un amigo de Ali le presumió su auto nuevo y, por si fuera poco, Johnny apareció manejando el espectacular auto rojo acompañado de más chicos de Encino. Odio ese estúpido días, tanto que la cita terminó con los dos jóvenes enojados.
Ali, a diferencias de su círculo más cercano de personas, pensaba que tener dinero no te hacia mejor o peor persona. El pelinegro logró llamar su atención solo por ser auténtico, alegre, energético y por sobre todo sincero, algo que Daniel no parecía entender.
Lo más fuerte vino después, Ali prometió ir con él al parque acuático sin importarle la significativa cena en el club, estar rodeada de gente que con hipocresía se saludaban o conversaban con la intención de cerrar negocios para volverse más ricos de lo que eran. A veces creía que sus padres la veían más como una inversión que como una hija y no se molestaban en ocultarlo. Cuando Johnny conoció a los padres de Ali parecía como si se hubieran ganado la lotería y no estaban tan alejados, Sid era el padrastro de Johnny y el hombre con más poder de Encino. Por eso mismo la mamá de Ali la obligó a bailar con Johnny.
Daniel llevaba rato esperando así que entró por la cocina, un motivo más que lo puso de mal humor, si tuviera más dinero sería recibido de forma cortés. Lo próximo que recuerda fue las risas de la gente burlándose de él. Con vergüenza y cólera abandonó el lugar.
Al recibir el auto, regalo de Miyagi, no dudo en dejar esperando a Lucille y prefirió buscar como loco a la ojimiel con la misión de mostrarle el vehículo frente a sus amigas y demostrarle que por fin era digno de más respeto.
Susan rodó los ojos al escuchar el parloteo del pelinegro y no, no le agradaba por su posición, lo odiaba porque su amiga enfrentó a medio mundo solo para demostrarle que no le importaba si venía de una familia con una cuenta bancaria de varios millones, ¿Y él cómo respondía? Con un berrinchito infantil echándole en cara a su amiga lo interesada que era.
Ali lo perdono creyendo que pronto dejaría de menospreciarse tanto y podrían seguir con su noviazgo con tranquilidad.
Las esperanzas murieron una semana después del campeonato. Daniel seguía con las mismas inseguridades, no portaba escuchar su discurso de si tuviera dinero tus padres me invitarían a cenar todas las noches.
Ella no lo soportaba más y entonces una oportunidad apareció. Bobby apareció en el restaurante donde almorzaba con sus padres y les contó cómo Miyagi tuvo que salvar a Johnny de la golpiza de Kreese. Sus papás no tardaron en culparla de los hechos, si tan solo jamás se hubiera fijado en Daniel todo sería diferente, Johnny y Daniel nunca se hubieran enfrentado, el pelinegro no se habría sentido inferior y Johnny no tendría tantos golpes. Así que de la manera más civilizada que pudo citó al pelinegro para darle fin a su relación.
Dani tu ya eres popular, todos quieren acercarse a ti por ser el ganador y ahora Johnny me necesita, fue mi culpa que ustedes dos se odiaran y pienso remediar esa equivocación, no lo hago solo por él sino también por ti
Como era de esperarse el pelinegro no lo tomo muy bien pues él seguía ensimismado en sus pensamientos obsesivos por el dinero.
Las cosas parecieron cambiar en esa fiesta donde unas copas demás le hicieron perder la razón, ver a Johnny ahí en medio de esa fiesta bailando, rozando sus manos, formulando un perverso plan de venganza contra Ali, las manos de Johnny viajando por cada centímetro de su cuerpo, los jadeos, el placer, los suspiros, las súplicas y la promesa de no dejarse tocar por nadie más que no fuera Johnny.
Pronto compartir solo dos días a la semana con el rubio lo volvían loco, Ali lo tenía más días a la semana, él quería que Johnny solo estuviera para el las veinticuatro horas. Amanda impulso su deseo por tenerlo y darle una lección a la ojimiel por botarlo después de todo lo que hizo por ella. Pero sin planearlo, se enamoró de Johnny como loco, la venganza pasó a segundo plano cuando Terry y Kreese atacaron su felicidad. Ambos pelearon para estar juntos. Pelearon, se separaron, lloraron y al final obtuvieron su tan anhelada recompensa.
Todo marchaba de lo mejor, con su pequeño departamento, estudiando la universidad y consiguiendo el éxito juntos. Con el tiempo consiguieron más dinero, Daniel ansiaba cada vez más. Dejaron su primer hogar para mudarse a algo más grande. el pelinegro propuso ahorrar la mayor cantidad de dinero posible, no importando cuanto tuvieran que trabajar y así lograron comprar una casa.
Para Johnny era suficiente, los muebles y demás cosas las adquirirán poco a poco, a Daniel no le gustó la idea, debía conseguir amueblar y remodelar esa casa como diera lugar. El ojiazul no discutió y acato las órdenes del pelinegro pensando que eso mantendría satisfecho a su amado, pero Daniel quería más.
Johnny cumplió 30 años y Daniel insistió viajar por el mundo, conocer nuevas cosas y tomar tantas fotos como fuera posible.
Con la llegada de los mellizos las exigencias aumentaron, comprar lo mejor para los bebés, colocar juegos en el jardín, entre otras cosas. El pelinegro dejó en claro que cuando sus hijos cumplieran 15 años comprarían un auto para cada uno, de esa manera no pasarían las misma penurias que él.
Johnny cada vez se exigía más, logró que el consejo del club los aceptara como miembros y trabajo como un loco para comprar el anillo más caro de la joyería.
Daniel miró al hombre frente suyo, por dios se estaba casando con el amor de su vida y los mellizos lo presenciaban. Ahí entendió que su vida siempre estuvo completa y se prometió no volver a poner el dinero por encima de su familia. Ese día Johnny también le hizo una promesa, conseguir aún más dinero para darles la vida que se merecían.
El rubio se obsesionó, sin querer, Daniel le transmitió el deseo por tener muchas cosas valiosas.
Por eso tuvo un ataque de pánico, se sentía tan culpable en especial por ese secreto que lo atormentaba.
-Johnny – por fin pudo hablar – debo confesarte algo
- ¿Qué cosa? – Johnny dejó de acariciarlo y Daniel se sentó
-La mañana antes de que los papeles de divorcio llegarán a la casa – su voz volvió a quebrarse – te busque en el despacho, tu secretaria me felicitó por los regalos de los mellizos y los préstamos que solicitaste al banco – Johnny se tensó – tuviste que aceptar los casos más difíciles y vendiste todo lo de valor que tu madre te heredo solo porque te insistí en que tuvieran sus propios autos
-Daniel . . .
-Déjame terminar – limpio sus lágrimas – en ese momento me di cuenta que yo te orille a volverte obsesivo, te contagie de mis inseguridades y miedos. Antes de conocerte a fondo tenía un concepto erróneo de ti, ante mis ojos no eras más que un niño rico, tu moto, el auto, las fiestas, salir por las noches, tus amigos y Ali me cegaron de celos. Al principio llegué a pensar que si ella termino conmigo fue por su egoísmo, estaba tan equivocado. Yo le agradecí y le pedí que no te avisara de mi visita. Al saber mi error quise arreglarlo todo y que mejor el día de nuestro aniversario. Tus planes detuvieron los míos y nos separamos. Deje que los demás te culparan, mi cobardía no me permitió admitir mi culpa
-Los dos tuvimos errores, somos humanos es normal equivocarnos
-Y por esa equivocación nuestros hijos están asustados
-Daniel LaRusso no se rinde tan fácil, es hora de sacar a ese Daniel imponente y que no se dejaba de nadie
-Si te pidiera una segunda oportunidad ¿me la darías? – Johnny no respondió, el pelinegro lo entendió y se quedó dormido
[.]
Johnny escucho las voces jóvenes del dojo y sonrió al recordar la vez que ganó el torneo.
-Ustedes están aquí para aprender – decía kreese caminando entre los alumnos – identificar en qué situaciones deben golpear primero y en qué momento defenderse. Allá afuera existen personas que no tendrán piedad de ustedes, les causarán dolor y sufrimiento, solo en esos casos deben utilizar lo aprendido en este dojo. Si vuelvo a saber que alguien de ustedes lastimó a una persona sin alguna razón los expulsaré de inmediato ¿entendieron?
-Si sensei – contestaron al unisonó – señorita Nichols, explique su actitud contra su compañero Demitri
-Pensé que los demás me tratarían con respeto sensei
-El respeto se gana y el miedo se infunde con golpes. Si quiere respeto empiece por respetar a los demás, mañana se disculpará con el joven y podrá volver al dojo, por ahora vaya a casa no entrenará hoy
-Sí sensei
Johnny aun no creía cuánto había cambiado Kreese, del hombre que les enseño a no ser piadosos y utilizar el miedo como método de respeto no quedaba rastro.
-Yo lo ayudo diario con las clases y todavía me cuesta escuchar esas palabras de su boca no te preocupes – dijo Bobby en voz baja – me alegra verte John, ¿viniste a retarme de nuevo?
-Algún día lo haré, pero ahora solo vengo a platicar con Kreese
-El señor Brown se encargará de llevar el entrenamiento de hoy
-Sí sensei – Bobby se despidió de Johnny e inició con la lección
-Señor Lawrence acompáñeme
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Me inspire en esa canción porque me pareció que explica los pensamientos de Daniel en Karate Kid.
En mi opinión creo que al aspecto económico le daba mucha importancia ya que las peleas que tuvo con Ali era porque el creía que Ali se la pasaría mejor con sus amistades de Encino.
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