𝙻𝚊 𝚒𝚗𝚌𝚘𝚗𝚜𝚌𝚒𝚎𝚗𝚌𝚒𝚊
Un par de años más tarde...
Querido hermano:
¡Hola hermano querido!. Hace tiempo que no se nada de ti. Este ultimo tiempo me la he pasado conociendo el mundo que me rodea. Conocí a Karimolta, una mujer asombrosa con la cual convivo a diario desde 1967. A su vez, también creo que he madurado en muchos aspectos con el paso y con el correr del tiempo. Ya muero porque la conozcas a ella, ya que nos hemos vuelto muy intimas amigas, y creo que ya era el momento de conocerla. Y a su vez ya quiero que conozcas a mi querido hijo y a tu sobrino Bryan Kendall. Me recuerda sus ojos y su mirada, a tu rostro tan encantador y maravilloso de cuando eras joven. Su padre, ya sabes que ha muerto para mi ya hace tiempo atrás. Pero no te preocupes por ello, porque soy una mujer adulta, feliz y orgullosa de si misma con todo lo que ha estado viviendo y con todo lo que seguirá viviendo. Se que tienes una agenda super ocupada últimamente, como el artista que siempre fuiste. Sin embargo, quería tomarme la molestia de invitarte a Roma.
Se que quizás no puedas, lo se. Pero quiero que vengas en cuanto puedas. Quiero que conozcas a mi hijo y a mi querida amiga Karimolta como ya te lo he dicho antes. Y además requiero de tu ayuda para tomar una decisión, es algo drástica, lo se. Pero lo mejor, será que tu lo escuches por mi cuenta y que no te enteres mediante una simple carta. Recuerda que te amo, y que siempre estaré para ti así como siempre tu estas para mi. Ya la dirección de la casa la tienes ¿Cierto?, te estaremos esperando con mucho gusto.
Con cariño, tu hermana Brikston.
Luego de haber terminado de escribir la carta para enviarle a Leo, Karimolta volvió de su trabajo algo estresada. Tenia la cara pálida, y la piel de gallina. Era una situación que con el paso del tiempo, empezó a ser más recurrente. Aunque también debo de admitir que parte de su estrés lo generaba su oficio generalmente y de cierto modo también Bryan. Que si bien estaba un poco más grande, no dejaba de ser un pequeño niño. Quien lloriqueaba cada tanto y quien también la molestaba con diferentes tipos de bromas que cualquier niño de su edad podía hacer.
- ¡Hola amiga! Ya he vuelto del trabajo y tengo grandiosas noticias para ti. -Me saludó con un cálido abrazo mientras entraba a la sala de estar-.
- ¡Hola amiga de mi corazón! ¿Cómo te ha ido?. Yo también tengo grandes noticias para contarte. Pero primero dime tu lo que me tienes para decir, te oigo.
- Me fue muy bien, gracias por preguntar. ¿Y tu? ¿Qué has hecho durante el día? ¿Qué es esa carta que llevas en la mano? ¿Es para mi acaso?.
- Me la he pasado de maravilla cuidando al niño. Te veo algo pálida y nerviosa ¿Estas segura que estas bien? me preocupa que te agarre un ataque de ansiedad como te ha ocurrido en otras situaciones.
- Si amiga, estoy absolutamente genial. Más bien...-Empezó a pensar en voz alta- si ando algo nerviosa como tu dices, pero no es nada para preocuparse. Tengo muchos pacientes a diario, y a veces las cosas no salen como uno lo espera, es todo. Ahora ya que te he respondido, decime una cosa ¿Para quien es esa carta? y también contame ¿Cuáles son las grandes noticias que tenias para decirme?.
- Entonces, si es así como dices, relájate un poco. ¿Quieres un te de tilo o algo para tomar?. Tengo para ofrecerte un te de tilo, de manzanilla, un café...
- No, no quiero. Gracias. -Me interrumpió ella-. Antes de venir para aquí he pasado por una cafetería y me he tomado un café y me he comido dos macarons. ¡Que estaban deliciosos en verdad!. Pero te escucho, cuéntame las noticias que tenias para darme. Yo solo quería contarte que mi jefe me ha aumentado el sueldo y que para celebrarlo ¡nos compre una maquina para hacer café a ambas. Y a ti te he comprado el auto que siempre has deseado!.
- ¡Woow! ¿Es cierto?, no tenias porque hacerlo. En verdad es tu dinero, y no tenias porque hacerlo. Te lo agradezco mucho en verdad.
- Si, si es cierto. -Me respondió-. Y lo hice porque eres mi mejor amiga y te adoro. No hay de que agradecer. La maquina para hacer café la compre para ambas y el auto es completamente tuyo. Y la puedes usar cuando quieras en donde se te plazca la gana.
- ¡Eres un ángel!. Usare el vehículo luego, te doy mi palabra. Ahora quiero contarte lo que tenia para decirte.
- Si dime. Soy toda oídos.
- ¿Te acuerdas que hace tiempo atrás te había contado sobre las cartas, que solía escribirle a mi hermano Leo? Bueno, la carta que ves en mis manos es para el. Hace tiempo que no le escribía y quería que nos comunicáramos. Además le he hablado de Bryan hace rato y de ti igual. Quiero que se conozcan. Y si vamos al caso, había algo en lo que necesitaba ayuda y quería platicarlo con el.
- ¡Si me acuerdo bien!. Entiendo, me parece bien que quieras hablar con el. Ahora me preocupa lo que dices. Tu me has dicho que necesitas ayuda en algo ¿Verdad? y ¿Por qué no me lo has planteado a mi antes? Quizás pueda ayudarte o darte una mano en lo que necesites. -Me respondió ella-.
- Te agradezco por el gesto, en verdad lo hago. Pero yo...-Empecé a murmurar y a pensar en voz baja-. Yo...
Tock Tock Tock. - Alguien comenzó a tocar la puerta-.
- Dime Brikston. ¿Tu que me querías decir?-
- Yo...
Tock Tock Tock. - La persona que estaba detrás de la puerta seguía insistiendo constantemente. Hasta que tome coraje y me dirigí a abrir la puerta. Aunque esto quizás podía ser un error al no haber preguntado quien era. No corresponde ni esta bien abrirle las puertas de la casa, a alguien que no conozco-.
-¡Buenas buenas!. - Era él. No sabia que estaría aquí. Todavía no me había contactado con el pero ya había aparecido aquí como por arte de magia-.
- ¿Leo? ¿Qué haces tu aquí?. -Reaccione sorprendida-.
- ¿Leo? -Dijo confusa Karimolta-.
- ¡Si, soy yo!, ¿A caso no esperabas la llegada de tu querido hermano?.
- Si pero...
- Pero nada. Ahora que estoy contigo podremos pasar tiempo a solas. Solos tu y yo, como siempre ha sido. -Me interrumpe y me saluda con un hermoso y cálido abrazo-.
- ¡Hola chicos! Disculpen no quise interrumpirlos...-Nos interrumpió el abrazo Karimolta- No quise interrumpir este maravilloso momento, pero amiga ¿A caso no nos vas a presentar a este joven?.
- Si disculpa, tienes razón. Karimolta, el es Leo Anderson, mi hermano. Y Leo ella es Karimolta, quien es medica, me ayudo a dar a luz a mi bebe y actualmente es como una hermana para mi, es mi mejor amiga.
- Un gusto conocerte Kari, si así puedo llamarte ¿Verdad?-
- Igual, un gusto conocerte. Puedes llamarme Kari si quieres, no hay drama.
- ¡Que lindo verte mi hermano! Hace tanto tiempo que no te veo... como has crecido. Estas muy alto, elegante y guapo. Es un placer volver a verte. ¿Qué te trae por aca?, ¿Cómo has conseguido la dirección de la casa? y ¿Por cuanto tiempo te quedaras?. Son muchas cuestiones que me tienen intrigada y nerviosa y yo solo...
- Quise venir a verte. -Me interrumpió-. Siempre recibí tus cartas pero por algún motivo que desconozco, nunca te llegaron las mías. Por otra parte, la dirección de la casa siempre aparece detrás del sobre, siempre que alguien manda una carta mediante el correo, por eso me acuerdo bien. No estés nerviosa o intrigada en absoluto, si no es suficiente molestia tenia pensado venirme a quedarme aquí por..
- ¿Una o dos semanas quizás?. -Preguntó Karimolta tímidamente-.
- Quiero decir, que me quedaré por un tiempo indefinido.
- ¿Cómo has dicho?. -Pregunté alegremente sin parar de sonreír y saltar de alegría-.
Y en ese momento sin poder creer lo sucedido, Karimolta se desmayó y cayó de manera inconsciente contra el suelo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top