𝙴𝚗𝚌𝚘𝚗𝚝𝚛𝚊𝚖𝚘𝚜 𝚊 𝙹𝚞𝚕𝚒𝚎𝚝𝚊

Un nuevo día recién comenzaba. Me acababa de despertar , debido a que la alarma comenzó a sonar ; era mi despertador. Antes de levantarme de la cama mire directo hacia el lado izquierdo donde se podía ver unos relámpagos a través de la ventana , que en verdad me daban escalofríos. Por un instante cerré los ojos porque aún así quería seguir durmiendo. Había pasado una mala noche después de lo que sucedió ayer y no quería pensar ni un minuto en eso.
Más bien aquella tranquilidad no tuvo una duración muy larga. Ya que parecía que no había ocurrido un tiempo muy extenso como para entrar en calma total. Siempre dejo el celular en el bolsillo del pantalón , del lado derecho. Inesperadamente comenzó a vibrar , era Clara la abuela de Valiente. 

Su voz se escuchaba más extraño de lo normal , parecía como si estuviera en shock , hasta que me lo comunicó y no lo podía creer yo tampoco.
Me fui deprisa hacia su casa. Al abrirme la puerta vi como se escuchaban sirenas de patrullas a lo lejos. Y su televisión estaba encendida , era la noticia que esperaba escuchar desde anoche. "Vicente Maximiliano Pereyra , un hombre de cuarenta y tres años , que ya tenía antecedentes penales ha sido encontrado en su vivienda con materiales de sus víctimas. Por el momento la única información que tenemos, es que él ya se encuentra detenido. Si quiere saber más al respecto por favor , no se vaya de ahí que volveremos con más novedades luego de este corte" .

Fue un momento inolvidable que llevaba esperando durante un largo rato. De hecho sentíamos que lo único que nos faltaba era a Julieta. Por lo menos ya se hizo justicia y una parte de mi se siente satisfecho. De todas formas, si mi labor hubiese salido a la perfección ella ya estaría aquí con nosotros , igualmente no entramos en pánico , por lo menos ya teníamos algo menos en qué pensar. Aquellas sirenas que escuchaba al pasar era debido a que estábamos a un par de cuadras de donde Vicente estaba siendo directamente llevado hacia la cárcel. No íbamos a dejar pasar esta oportunidad. Por eso mismo bajamos por las escaleras para ver que estaba sucediendo , además podía aprovechar de las circunstancias que estaban ocurriendo en ese mismo momento para poder seguir llevando acabo la investigación , nuestro objetivo único y principal.

Al final eso no sirvió para nada. Logré captar un par de imágenes , pero eso es todo. Mientras tanto la profesora Brikston se encontraba en el sótano del instituto investigando más a fondo. Ella tenía la sospecha de que alguien podía estar encubierto para llevar a cabo otro intento de asesinato , tranquilamente ella podría ser la próxima en seguir en la lista. No se asustó , solo se retiró de ahí para seguir buscando en otra parte nuevas pistas que la ayuden a encontrar a Julieta.

En ese momento ella recibió una llamada de un número desconocido , por el cual intentó no contestar , insistieron bastantes veces pero ella nunca contestó de todas formas. Durante ese tiempo se encontraba bajando las escaleras , a lo lejos se escuchaba como alguien tocaba la puerta desesperadamente.
Nosotros entretanto , estábamos de regreso al instituto. Era uno de esos días en los que había mucha niebla , el viaje se nos complicó un poco. El auto de Valiente no se encontraba en las mejores condiciones y estaba pronosticado lluvia para más tarde. 

Teníamos que estar presentes en el instituto lo antes posible , ya comenzaba a lloviznar y estábamos apresurados por llegar. Mientras tanto en la radio se podía oír la voz del autor de "La fortuna de la joya dorada" en ese momento él estaba siendo entrevistado ya que dentro de poco iba a ser su gran lanzamiento de "Amor en la lluvia" y también de "Otra dimensión" , no solo se le escuchaba charlar sobre sus novelas reconocidas mundialmente sino que además contaba sus experiencias de niño , era algo muy interesante de escuchar , por eso lo hacíamos . Inesperadamente su voz comenzó a desvanecerse, no entendíamos como podía suceder algo así parecía un suceso paranormal.

Era de noche y el viento se acercaba cada vez más. Además la niebla tampoco era capaz de ayudar , de hecho cada vez se encontraba más cerca de nosotros y de alguna forma u otra teníamos que irnos de allí lo antes posible. Teníamos miedo de que algo ocurriese , nunca es buena idea salir a la calle con un día así y mucho menos de noche , podría ser algo peligroso tal vez.

Finalmente la radio se apagó , dejó de funcionar y nosotros seguíamos acá en el auto, en ese instante Valiente bajó del vehículo.  A lo lejos se veían las luces de una camioneta blanca acercándose. Él se fijo alrededor pero todo era muy nubloso, muy confuso a simple vista. Así que prefirió ignorarlo y volver a entrar al coche.  Ahora mismo mi celular comenzaba a sonar, era Brikston. 

Estaba bastante asustada debido a que todavía seguían tocando la puerta.  La entrada estaba cerrada con llave y las ventanas cerradas. El miedo era a causa de que la persona insistía cada vez más y los niños estaban durmiendo a esas horas de la madrugada. Ella pensaba que lo peor estaba por ocurrir cuando comenzó a escuchar pasos en el pasillo y decidió ir a ver que sucedía.  Durante ese tiempo nosotros estábamos parados a mitad de camino , el auto ya no funcionaba como para seguir de largo.  Intentamos pedir auxilio pero nada funcionaba, hasta que el milagro sucedió. 

La misma camioneta blanca que antes veía Valiente se nos aproximaba. Por voluntad propia vieron nuestra situación y decidieron ayudar. Ellos se dirigían a Ámsterdam , el recorrido tuvo que cambiar completamente para poder llevarnos al instituto lo antes posible.  Era un viaje bastante largo e intenso teníamos que estar con Brikston lo antes posible, y eso me ponía los pelos de punta, en poco tiempo debíamos estar con ella pase lo que pase. Quien manejaba el vehículo era un hombre de cincuenta años llamado Alfonso y su acompañante una joven mujer llamada Mónica. 

Por algún motivo u otro, su rostro me sonaba familiar y su manera de expresarse igual, no se que es lo que causaba esta sensación pero sentía una mala vibra. Tal vez, era porque estaba lo bastante aterrado como para tener que seguir pensando demasiado en como seguir con mi vida, o más bien en como tendría que llegar al instituto lo antes posible. Ya era muy tarde, la tempestad cada vez empeoraba más y no nos encontrábamos en las mejores condiciones; permanecíamos en una camioneta con gente extraña, recibía llamados constantes de la señora Brikston y me preocupaba mucho en las futuras decisiones que debía tomar.

Por lo cual tome una pastilla tranquilizante que llevaba conmigo, no iba a dejar que la situación se me fuera de las manos. A los quince minutos, ya me encontraba durmiendo, allí  tumbado en el asiento trasero del vehículo.  Eran las 00:47 am cuando esto sucedió, entretanto Brikston estaba sin poder dormir, algo increíble e inesperado había ocurrido.  Mientras ella bajaba las escaleras, una chica carismática y extremadamente hermosa, había estado esperando detrás de la puerta durante horas. Por más que hubiera neblina y un día totalmente nefasto ella seguía allí esperando a que algo bueno sucediera después de todo. 

Actualmente son las 01:15 am y Alfonso junto a Mónica, ya nos habían dejado en la entrada del instituto mientras ellos seguían su camino rumbo a Ámsterdam.  A pesar de la niebla, a lo lejos podíamos ver como ella estaba ahí esperando; era ella, era Julieta. No podíamos creer que en verdad esto estuviera ocurriendo. Después de haber esperado tanto tiempo por este momento, y había valido la pena totalmente. Era ella, una joven delgada, simpática, carismática y con una ropa muy casual, pero la pregunta verdadera era ¿Cómo es que ella llegó aquí? ¿no se suponía que estaba desaparecida? o ¿muerta? incluso en un principio habíamos pensado que podría haber sido un intento de secuestro, pero nuestras conclusiones no tenían coherencia alguna después de todo, todas las hipótesis habían quedado descartadas finalmente, pero aún así más adelante íbamos a continuar con el caso. Lo importante, es que ella se encuentra viva , sana y salva.

En ese momento Brikston le abrió la puerta, y la emoción y las lagrimas de felicidad la empezaban a invadir. Fácilmente se podía notar su alegría y el estado en el que se encontraba, igual que a todos, se encontraba preocupada, y angustiada. Habían pasado semanas, y demasiados meses desde que ella se esfumó de un día para el otro, en estos momentos parecía como si nada hubiese pasado, como si el tiempo no hubiera transcurrido como en verdad sucedió. Eran tantas cosas que ella tenia en su mente, que ya ni siquiera sabia como reaccionar. De igual manera, la invito a tomar asiento, ya era nuestro turno de escuchar su voz, ya era momento de que nos contara como llegó aquí, y que fue lo que sucedió durante este tiempo y aquel día en el que desapareció sin dejar rastro alguno.

Definitivamente, estaba temblando. Tenia miedo, se encontraba aterrorizada, era tan así, que de hecho no dijo ninguna palabra. Estuvo un rato largo hasta que por fin comenzó a hablar. Nosotros, al mismo tiempo, intentábamos de calmarla y de hacerle saber que íbamos a estar apoyándola, pase lo que pase. No era raro, no me llamaba la atención, en absoluto. Por lo que dice mi intuición, ella sufrió un episodio traumático. Lo llegue a deducir por diversos aspectos; para empezar, tardó en comenzar a hablar. Temblaba, como si hubiese estado en un sitio muy friolento, o como que tuvo algún percance en el camino, también, tenia las mejillas un poco más rojas de lo normal, y tenia el labio seco. Por lo tanto, en conclusión, había que averiguar que ocurrió durante ese tiempo, como es que llegó a estar acá. Mientras tanto, ella va a estar tomando un largo descanso en mi antiguo cuarto.

Hace un rato me dirijí para mi habitación. Ella estaba allí, con una tasa de café apoyada en la mesa de la izquierda y junto con una manta de color salmón, sufría escalofríos a diario.  Su vestimenta estaba mojada y un poco arrugada,  antes de irse a dormir le sugerí que se tomara una ducha y que usara ropa nueva para evitar refriarse.  Además, también le comenté que le convenía dormir en la cama de abajo.  Al día siguiente,  se veía el cielo amanecer a través de nuestra ventana, tal vez hoy el día sería más oportuno. 

-Buenos días Bryan, ya es momento de despertarse- me dijo la profesora Brikston, quien venia muy apresurada y por algún motivo del cual desconocía-  Y tu también Julieta, es hora de que te levantes. Hoy tenemos un día espectacular. Fueron sus palabras. -¡Hola Ms Brikston! ¿Cómo ha estado? espero que de maravilla - dije de manera entusiasta cuando apenas acababa de despertar- Lamento molestarla, pero necesito hacer un llamado. En cuanto pueda iré, mientras tanto, tu Julieta, ve con ella - he dicho con la frente en alto. 

-Hola Valiente, buenos días. Espero no molestarte. Acabo de despertarme y necesito hablar contigo.  A noche he notado, que Julieta estaba un poco tensa.  Casi no he hablado con ella, y desde que llegó está como un poco... tímida o quizás... más reservada de lo usual.  También noté que no me has contestado el llamado, debido a que me atendió el buzón de voz, en cuanto puedas, solo te pediré que me llames ¿Dale? no te preocupes seguramente deberás estar dormido, tranquilo en cuanto puedas me llamas, abrazo-  Aquellas palabras me sonaron en la cabeza una y otra vez, como si nunca las hubiese pronunciado antes, tal vez esto era debido a la confusión de lo que ocurrió ayer con Julia y de que Valiente no me contestaba el teléfono, tranquilamente podría estar con los pelos de punta. 

La señora Brikston junto a Julieta, se encontraban dirigiéndose para la sala de invitados, donde solíamos desayunar y almorzar. Ya que la merienda y la cena, la solíamos hacer por separado, cada uno en su cuarto. - Y Julieta, dime ¿Cómo has estado? Tanto tiempo sin vernos que casi no me acuerdo de ti. Has dejado un enorme vació aquí en el instituto y en el corazón de Bryan sin duda. Te hemos extrañado, contame ¿Qué hay de tu vida? ¿Por qué has tardado tanto en volver?- dice ella mientras Julieta se muerde las uñas como instinto nervioso - Mire Brikston, primeramente quiero que sepa que también los he extrañado a cada uno de ustedes. Por el momento no hay alguna novedad por contarle. Me gustaría de todo gusto responderle sus dudas, pero no puedo.  Créeme que no puedo. Además apenas amanecí luego veré si podremos continuar con nuestra conversación, mientras tanto, llamemos a Bryan para que desayune conmigo y con el resto de sus compañeros- responde Julieta sabiendo que la profesora estaba más que interesada en ella, cuando en realidad no estaba lo suficientemente preparada para entablar una charla en estos momentos. 

En aquel momento aparecí en la mitad del pasillo - Hola Bryan, te estábamos buscando- dice la profesora Brikston mientras yo acababa de terminar un llamado- Hola Ms Brikston, lamento haber tardado tanto. Tenia algo que hacer primero, pero bueno, aquí estoy... ¿en que estaban?- pregunto de manera curioso -Bien, aquí hablando con la profesora manteniéndonos al tanto de las diferentes cosas que ocurrieron mientras yo pertenecía ausente, pero cuéntame de ti ¿Cómo has estado?. 

-¿Saben que? chicos.. prefiero dejarlos a solas y que hablen tranquilos. En cuanto puedan vengan a la sala que los estaré esperando con mucho gusto- interrumpe la señora Brikston-Dale, danos unos minutitos y ahora vamos- digo de forma entusiasta, mientras que la profesora se retira y se dirige a su dormitorio - Entonces...¿Qué hay de tu vida Julieta? he estado esperándote todo este tiempo para decírtelo pero, no has estado aquí presente durante los últimos meses, durante muchos meses diría yo. Pero creo que ya es el momento de confesarte que... - Julieta interrumpe- Bryan, sabes que no es momento para tus confesiones. Luego me hablas ¿Si? vayamos a la sala que la señora Brikston nos debería de estar esperando, supongo, pero sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites. Vayamos a buscar a los chicos, luego me cuentas. Mientras dirígete tu a la sala, yo iré a nuestro cuarto un segundo, en cuanto pueda iré contigo. 

Suenan las campanas, una y otra vez. Olía a panecillo recién horneado saliendo de la cocina. Era el momento del desayuno, pero Brikston tenia algo para comentarnos pensé en un principio, pero fue un pensamiento erróneo. Los hombres se encontraban a un costado jugando con los carritos como si fueran el mismísimo Rayo McQueen, el de la película de Cars, y por el otro lado estaban las niñas, donde se peinaban y maquillaban, a pesar de que en realidad estaba totalmente prohibido hacer eso en el instituto. Regla n.2 "Las mujeres tienen prohibido usar todo tipo de cosméticos, incluido el maquillaje y el pinta labios. Solo podrán utilizarlo con el permiso de la máxima autoridad", norma mencionada en la primera pagina del cuaderno oficial. 

Apenas alcancé a ir hacia la cocina, me dirijí allí. Era un olor peculiar que me llamaba mucho la atención, me hizo recordar a los antiguos recuerdos que viví hace años atrás. El aroma que entraba por los orificios de mi nariz, era increíble, exquisito, no sabría si habría forma alguna de describir dicho olor. En cuanto a Julieta, ella se encontraba viendo la ventana de la sala principal, allá afuera había un colibrí volando, era precioso. Y una manada de palomas blancas cercas del árbol más alto se apreciaban a través del jardín trasero. 

Se quedó pensando. Miraba con curiosidad, sus ojos estaban iluminados como nunca antes lo hubiese visto. Estaba pensando en algo grande, estoy seguro. Su rostro demostraba felicidad plena, que tal vez no ha demostrado hace un largo tiempo por lo menos, era un lado suyo que yo desconocía totalmente. Mientras tanto, me encontraba sujetando una taza con café cortado con mi mano derecha, y con mi mano contraria, sujetaba un pedazo de panecillo recién horneada untado con un poquitito de mantequilla.  Una notificación de repente apareció en mi celular-"¡Hey amigo! ¿Cómo has estado? perdóname que antes no respondí al llamado. En un rato hacemos una llamada si queres y hablamos un rato ¿Si? en unos minutos tendré que ir a hacer las compras con la Nona, por eso mismo.  Espero tu respuesta, abrazo"- me había dicho por mensaje escrito mediante el whatsapp. 

- ¡Hola Julieta! ¿Qué haces? Estas aquí junto a la ventana hace un rato largo. He oído que aquellas aves son especiales y son maravillosas, trasmiten un mensaje maravilloso - le señalo a la colibrí de color azul que se encontraba muy cerca de nosotros, le digo a Julieta. 

- Oye ¿Enserio? nunca he oído hablar de ellas. Pero cuéntame ¿Qué conoces sobre estas aves?- preguntó de forma muy interesada. 

- Escuché varias cosas sobre ellas. Para empezar se que hay una leyenda guaraní que según cuenta, cada vez que un colibrí aparece cerca de una casa, esta ave representa a aquellas personas que amamos y que ya no están en este mundo. Es una forma de saber que están con nosotros y de que al mismo tiempo nos están visitando, porque las almas aún siguen con vida, también dicen que cuando una persona fallece, el alma se desprende y vuela para ocultarse en una flor-Le dije, luego de haber estudiado sobre estas especies para aprobar el ultimo trimestre de Biología, pero en verdad, me quedé encantado, sobre las diversas cosas de la vida que tal vez uno mismo desconoce.

- ¡Wow! es maravilloso cuanto sabes sobre ellas.  Desde niña he tenido a un colibrí que me visitaba a diario, luego de que mi padre había muerto. Él fue participe de las guerras, y perdió la vida en el ultimo combate. Después de que sucediera eso, mi madre cayó en la depresión y abandonó su trabajo, hoy por suerte, creo que esta viva. Tal vez por eso, me dejo aquí, por mi propio bienestar y para que pueda tener una buena calidad de vida. Ahora se que mi papa me ha estado visitando desde entonces ¡Muchas gracias Bryan! - me abraza suavemente mientras la contengo en mis brazos. 

- No hay de que. Ahora si me disculpas, me están llamando por teléfono. Pero ahora vuelvo, sabes que es un gusto hablar contigo. - en ese momento Valiente me interrumpe la conversación con Julieta llamándome al teléfono. Para entonces, ya me había levantado del sofá que se encontraba junto a la ventana. 

- Mientras tanto la señora Marilla, la mujer que atendía nuestras necesidades, acaba de entrar por la puerta principal. Era una noticia que no pensaba escuchar- ¡Buenos días jovencitos! ¿Cómo les va? espero que hayan tenido un desayuno agradable. Recuerden que mañana se irán de campamento. El autobús pasará por ustedes a las 4:00 am, duérmanse temprano y preparen las mochilas, que mañana nos vamos de viaje - fueron las únicas palabras que llegue a escuchar a lo lejos mientras Valiente me hablaba. 

- Bueno entonces ¿Cuándo volveré a verte? y ¿Qué harás con Julieta finalmente?. La abuela está muy contenta hoy. Recibió buenas noticias, pronto podrá remodelar la casa que tantos años lleva esperando, pero ya tú sabes, tenia problemas y asuntos con los cuales nunca los pudo llevar a cabo debido a los vecinos que se quejaban constantemente, a pesar de la tranquilidad que siempre tuvo ella por su parte. - Me decía él mientras lo interrumpí - Genial.. me parece genial.. espérame un segundo, luego te llamo. 

- ¿Y la profesora Brikston? ¿Dónde está? ya han pasado varios minutos desde que se dirigió a su cuarto. Creo que ya es momento de ir a buscarla ¿Quién se ofrece a ir por ella? estoy en un llamado y no puedo atender ahora. - digo de forma cautelosa y preocupante por saber por el cual está tardando tanto- ¡Yo me ofrezco! yo voy por ella, ustedes quédense aquí, no se muevan- dice Julieta. 

En ese momento ella se fue al cuarto de Brikston a ver que ocurría. Pero no la encontró por ningún lado. Buscó y buscó pero no la encontró ni siquiera en el baño incluso no estaba en la sala de profesores.  Julieta se encontraba muy  cerca del sótano, donde alguna vez estuve y del que casi no salí vivo aquella vez.  Las luces estaban apagadas, entonces con su iPhone de ultima generación encendió la linterna amarillenta que sobresalía de su teléfono celular, bajó de las escaleras de manera precavida. 

Al llegar, su rosto tan bonito se transformó y ya no parecía ella misma. Nunca había visto una cara con tanto asombro y con tanto terror. Parecía una película de terror de la cual nadie quisiera ser su protagonista. A los lejos desde la sala principal, escuché un gritos, y ahí lo supe. La señora Brikston estaba ahí con el vestido de color blanco azulado, en el suelo, tirada como si su cuerpo estuviera inerte. Fue así. 

- Julieta ¿Qué ocurre ahí? - Julieta no respondió- Juli soy yo, Marilla ¿Me oyes? - seguía sin responder aún - Tu Bryan, ve al sótano, me parece que de allí proviene el ruido que acabamos de oír- me ordenó ella - De inmediato señorita- dije. 

Una vez que llegué, vi el asombro de aquella niña que tenia mucho miedo. Y un frasco lleno de píldoras rojas. La mujer que observe en el suelo, era ella. Y lo supe al momento en el que la vi; la profesora Brikston acababa de fallecer por una sobredosis de pastillas que contenían el ácido clorhídrico un líquido transparente y tóxico que ocasiona daño grave e inmediato a los tejidos, como quemaduras, al contacto. Aquella mujer murió en el momento en el que ingirió aquellas píldoras, falleció en el acto. 

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