Capítulo 18. Pagando las consecuencias

El plan, todo lo que yo había creído desde niña había cambiado en mí.
Se suponía que me infiltraría y cumpliría la misión al pie de la letra sin involucrarme a fondo y sin meter sentimientos. Fallé horrible, claro estaba ya.

Y ahora, acaba de traicionar a mi gente, al hombre que me recogió de las calles y quién me había criado. Algo que a él no le hizo gracia y ahora me encontraba colgando del techo, habían amarrado con cadenas mis manos y mis pies no llegaban a tocar el suelo, me dolían horrible los músculos de los brazos y los hombros pero eso sería lo de menos; al encontrarme empapada, las descargas eléctricas que me estaban dando resultaban peor.

—¿Por qué no... me... matas? —murmuré débilmente y con dificultad, mis dientes castañeaban y también dolían al haberlos tenido apretados con fuerza durante las descargas.

Aaron se paseaba al rededor de mi cuerpo, se semblante era mortalmente serio, sabía que están furioso. —Me traicionaste, a mí, el único que te ayudó cuando eras una niña. ¿Así me pagas? —Sentí un fuerte golpe en el estómago que me sacó el aire—. Ahora tengo a todas las mafias en contra, hasta Italia se ha unido de nuevo con los rusos, China y hasta los Yakuza —añadió antes de golpearme en la espalda. Estaba casi segura de que la sangre no tardaría en subir y salirme por la boca.

Observé a Raiden, quien se mantenía quieto en una esquina, pero no nos veía. ¿Los Yakuza? ¿Entonces Ryuu habrá tomado el poder?
Lo único bueno de toda esta mierda, es que los dos habían logrado escapar y no tardarían en regresar a masacrarnos a todos.

—Me vas a torturar antes de matarme ¿No? —Escupí sangre y Aaron sonrió.

—Sí, pero no es solo eso. Él regresará y el único seguro de que no me mate eres tú —confesó y me tuve que reír a pesar del fuerte dolor que sentía en mi cuerpo.

—Ryuu me odia, agradecerá que me mates o no, tal vez sí se enoje porque seguramente quiere ser él el que me asesine.

—No. Volverá e intentará sacarte —dijo Raiden de repente y reí de nuevo.

—Son unos ingenuos, pronto estaremos todos muertos. ¿No deberían empacar todo y huir como las ratas que somos? —Otro golpe en las costillas que me hizo gemir de dolor.

—Escaparíamos, pero seguramente gracias a tu vídeo ya nos estén esperando en la fronteras y demás países. Lo más seguro que tenemos es la fortaleza, aquí tenemos lo necesario, hasta bombas de ser necesarias. Puede que perdamos varios de los nuestros, pero su pérdida también será mayor y todo gracias a ti —espetó y con asentimiento el hombre que controlaba los electroshocks, empezó a volvermelos a dar y solo pude cerrar los ojos para intentar aguantarlos.

—No nos servirá muerta Aaron —dijo Raiden y todo se detuvo.

De pronto soltaron las cadenas de mis manos y caí al suelo con un golpe sordo, no tenía las fuerzas ni de incorporarme o al menos sentarme, solo pude hacerme un ovillo en suelo rogando porque se largaran.

—Seguiremos más tarde —amenazó Aaron y los escuché marcharse.

Una sonrisa se formó en mis labios luego de unos minutos, pronto estaría muerta. Eso deseaba.

Ryuu.

Habíamos logrado escapar por poco y había sido gracias a Alison, bueno era lo menos que podía hacer, aún así eso no merecía el perdón.

—Corre Nikolai, no te detengas —apresuré cuando nos metimos a un callejón y saltamos una reja inmensa.

Todo parecían edificios abandonados y no se veía gente por ningún lado.

Mierda, mierda, mierda.

Pero de repente algo empezó a sonar en la mochila que ella me había dado. Busqué adentro, era un teléfono y un número desconocido.

—No contestes Ryuu, pueden ser ellos, nos están buscando —habló Nikolai y negué, conocía ese número y esa lada... Era de Japón. Contesta.

Después de unos minutos de indecisión  respondí.

—¿Ryuu Nomura eres tú? —La voz de un hombre llegó del otro lado—. Soy yo Sato y hemos visto el vídeo, esa chica nos mandó este número de teléfono y dijo que fuéramos por ti cuando escaparas, ¿dónde estás, cerca de la ubicación que puso?

Yo no dije nada, ¿Y si era una trampa? ¿Además cuál vídeo?
Sato había sido un hombre de confianza de nuestro padre, tanto así que a veces le decíamos tío, pero no tenía la certeza de que fuera él.

—Cuando mi madre murió, ¿Qué flores me hiciste poner en su tumba porque eran sus favoritas? —quise saber. Si de verdad era él, sabría la respuesta.

No lo dudó, —Tsubakis. —Sonreí por primera vez, sí era él.

Luego de unas cuantas palabras más, prometió que mandaría un coche por nosotros, que mientras nos ocultáramos.

No tardaron mucho y por suerte o los hombres de Aaron eran malos buscando o ni siquiera se habían molestado en buscarnos... Tal parecía que Alison había hecho algo más grave para mantenerlos ocupados.

Cuando Nikolai y yo estuvimos seguros y varios kilómetros alejados, me relajé solo un poco. Aún tenía mucha rabia contenida y solo tenía una cosa segura: Aaron me las pagaría todas y cada una.

—Los Yakuza se han enterado de la muerte de tu padre y de la traición de tu hermano, han decidido poner su lealtad en ti Ryuu —comentó Sato. Era un hombre alto y muy fuerte a pesar de su edad, como mi padre.

—Entonces ya sé cuál será mi primera orden —murmuré.

Una palabra acudió a mi mente, venganza.

Me encontraba en una reunión frente a los herederos de las mafias. Akame, Nikolai, hasta Paula Denaro ya que la 'Ndragheta había perdido a sus dos hijos, a causa de Aaron.

El enemigo en común tal parecía que nos había unido a todos.
Ahora Japón, Rusia, Italia, China y hasta los jefes de los Latin Kings y mafias más pequeñas estaban decisivos a acabar con Aaron y todos sus hombres.

—La mayoría del tiempo que pasé ahí estuve encerrado pero tenemos algo a nuestro favor —dije en su momento antes de sacar los mapas y planos que Alison me había dado para escapar—. Conocemos sus salidas secretas y sabemos cómo entrar sin llamar tanto la atención en seguida y eso es algo que Aaron no sabe.

—¿Estás seguro de eso? ¿Cómo puedes saber que son legítimos y creerle a alguien que nos mintió a todos? —se metió Paula.

—Alison, antes llamada Skyler, se arriesgó para que nos fuéramos, sí, cometió graves errores pero si de algo estoy seguro es que estos planos son reales —aseguré.

—¿Y si el mismo Aaron lo planeó para que lleguemos exactamente por dónde quieren y nos embosquen? ¿Cómo puedes confiar en la chica por la que murió el padre de Nikolai, el de Akame y hasta el tuyo?

Akame, que hasta ahora había permanecido callada, asintió, —Estoy de acuerdo con ella.

—Sí, es una traidora pero nos liberó. ¿Por qué publicar un video con toda la verdad, una verdad que afecta a Aaron totalmente? Nos dió armas y nos dió tiempo. Alison probablemente se arrepentió por todo y eso lo hizo por culpa. Yo lo ví —Nikolai hablaba con seguridad. La verdad es que se veía mejor, ahora intentaba alejarse lo más posible de las drogas—. Ella ya pagó por todo, lo más seguro es que ya esté muerta.

Muerta, lo más seguro es que ya esté muerta, muerta... Esas palabras se repetían en mi mente una y otra vez.

—Pues más le vale, porque si la vuelvo a ver, yo misma la mataré —amenazó Paula y azoté mis manos sobre la mesa.

—Concentrémonos. Necesitamos mucha gente, no quiero darles ni una sola oportunidad de escapar —afirmé—. Solo algo si les advierto.., Aaron y Raiden son míos.

Y con eso, todos nos pusimos a idear un plan para ir a matar a todos aquellos que nos traicionaron.

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