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Empezaron a caminar por un corredor de paredes azules y piso color arena, nadie habló hasta Gohan se dio cuenta de la tensión y se quedó callado. Entraron en una habitación que parecía el estudio de Roshi aunque era más grande y más cálida, en medio de la habitación reclinado en un sillón estaba un hombre muy frágil la pelinegra se sintió impresionada era evidente que estaba gravemente enfermo, al verlos se incorporó y observó a Gohan. El pelinegro se arrodilló para abrazar a su padre el hombre tomó la cara de Goku era evidente que tenían una excelente relación.

La pelinegra esperó un momento a que ambos recordaran a Gohan y ella estaba allí con ellos, el de cabellos alborotado se giró y miró a su hijo, los ojos de Milk se empañaron de lágrimas al ver que el niño se acercaba a su padre y este le rodeaba con su brazo. Sintió un brazo en sus hombros era Lazuli.

- Este es tu abuelo - Presentó el pelinegro.

- Ven, ¿Me puedes dar tu mano? - Preguntó Bardock.

Era una mano débil, el niño le dio la suya sin dudarlo y dejó que su abuelo lo atrajese hacia él, Gohan soltó el brazo de su padre y empezó a hablar. Era su manera de actuar, pensó ella, y Goku había empezado a conocerla también.

- Roshi me dijo que estabas enfermo ¿Vas a morirte como Roshi? Me gusta tu habitación es bonita ¿Sabes jugar ajedrez? Roshi jugaba conmigo ¿Has leído todos esos libros? ¿Cuántos años tienes? ¿Conoce todo Paoz?

Bardock contestó cada una de las preguntas, se enamoró del niño, Gohan se fue relajando hasta sentarse en el sillón y casi se sentó en el regazo de su abuelo, estaba acostumbrado a los ancianos había crecido a lado del mejor. Su hijo no tenía miedo a los ancianos y a las arrugas la ojinegros sabía que su hijo echaba de menos a Roshi pero no se había dado cuenta de cuánto hasta que había visto la forma tan natural en la que se había acercado a su abuelo.

Goku estaba de pie, erguido e inmóvil, Lazuli le tocó el hombro a la pelinegra por detrás de la rubia sabía que Black la estaba mirando en silencio.

- Tienes un hijo hermoso, Milk - Habló la de ojos azules. Su voz rompió el silencio.

Bardock alzó su mirada y la observó directamente - Nos fallaste a todos.

Fue una acusación tranquila hecha para no alarmar a Gohan, el pelinegro se puso nervioso y Milk no sabía que decir pero Bardock tenía razón los había negado esa culpa la acompañaría durante mucho tiempo.

- No fue ella - Dijo una sobria voz - Me temo que soy yo quien tiene la culpa.

- Voy a llevarme a Milk - Sugirió la rubia - Gohan ¿Quieres venir?.

El pequeño sabía cuando no podía elegir así que se levantó del sillón y salió de la habitación con las dos mujeres.

- No te asuste - Murmuró Lazuli - Mi suegro es un buen hombre, símplemente no sabe la verdad.

- Tampoco la sabe Goku - Dijo la pelinegra - No quería que se enterara.

- Así son los Son no pueden vivir tranquilos sin la conciencia tranquila, Black necesitó contarle a Goku lo que había hecho hace ocho años en el mismo momento en que escuchó tu nombre.

Lazuli los guió por una escalera amplia y llegaron a una sala decorada en color marfil y blanco con un hermoso balcón con vista a los rosales. Una mujer apareció ante ellos sonrió a Gohan y le ofreció la mano.

- ¿Quieres conocer la casa, Gohan? - Lo invitó.

El pequeño miró a su madre y esta observó a la rubia.

- Ella es Lucy, una niñera con mucha experiencia, Gohan si quieres ir con ella te prometo que te la pasarás super.

El niño se fue tranquilamente mientras se alejaba la pelinegra escuchó sus preguntas ¿Puedo ver los rosales? ¿Hay muchos animales? ¿Dónde está la laguna?

- Su papá debe de estar muy orgulloso del pequeño - Habló la rubia.

- Goku les habló de Gohan hasta hoy ¿Verdad? - Señaló la pelinegra y caminó hacia una de las ventanas para observar el paisaje.

- Goku es un poco corriente - Respondió Lazuli, acercándose a ella - Es un brillante matemático increíblemente fiel con la gente que ama pero es muy estricto y siempre lo ha sido y nadie sabe de su vida privada.

- Maron no piensa lo mismo - Sacó a relucir la pelinegra.

- ¡Ah! Maron debería de estar eternamente agradecida a ti por tu aparición tan oportuna - Sonrió la rubia - Según Black, Goku canceló la ayuda económica para su gira luego volvió a dársela, dijo algo así como resentimiento era un veneno para todo el mundo o algo así, sospechamos que ese cambio de parecer ocurrió porque apareciste tú y pusiste su vida pata para arriba pero es mejor que se lo preguntes porque a nosotros no nos dijo nada, estábamos preocupados por él - Dejó escapar un suspiro - Supongo que tú te irás pero debajo de ese aspecto tan duro, Goku es muy vulnerable.

La pelinegra no se rio.

- Debes conocer la circunstancia de su nacimiento para comprenderlo su infancia en esta casa fue muy difícil fue un hijo no muy bien recibido - Continuó Lazuli sin saber que la azabache ya sabía toda la historia - Es muy orgulloso, demasiado orgulloso a veces es muy reservado no permite que la gente se acerque demasiado a él pero por lo que me ha dicho Black hace ocho años se enamoró de ti perdidamente en cuanto te vio tanto que cuando...

- Si se te ocurre acusarme de traicionarlo me iré inmediatamente - La interrumpió la pelinegra.

- Toma nota de ello - Dijo otra voz.

Ambas mujeres se dieron la vuelta y observaron a Goku de pie en la puerta con las manos en el bolsillo.

El pelinegro les sonrió pero Milk sabía que estaba tenso tal vez enfadado por saber que estaban hablando de él.

- Estás molesto - Murmuró Lazuli, conocía muy bien a su cuñado - Yo solo estaba intentando hacer comprender a Milk la razón...

- Soy yo quien quiere que comprendas - La interrumpió - Mi esposa no traicionó a nadie pero tu esposo posiblemente requiera de tu ayuda para que lo convenzas de que no hizo nada similar.

- Lo hicistes sentir mal - Suspiró la rubia.

- Lo perdoné - Respondió él.

- Bueno, peor todavía - Gritó - Sabes cómo es, va andar penando por los rincones.

El pelinegro le hizo una reverencia - Entonces te sugiero que vayas con él para ayudarlo - Le abrió la puerta para que se marchara.

La pelinegra los miró con curiosidad, Lazuli le dio un beso en la mejilla a Goku le sonrió y se marchó.

- No fuiste amable - Le dijo la azabache.

- Lazuli es encantadora pero sabe que no me gusta que la gente se meta en mi vida - Suspiró - En cuanto a ti me mentiste.

- No te mentí - Se defendió.

- ¿Segura? - Preguntó colocando un dedo en su mentón.

- Si tú hermano no te lo había dicho no había motivo para que te dieras cuenta.

- ¿Para qué supiera que estabas embarazada de un hijo mío? ¿Para qué supiera que te habías arriesgado a ser rechazada nuevamente porque te parecía importante el motivo? Soportaste que él te dijera todas esas cosas...

- Tu hermano te quiere te estaba protegiendo y ahora lo comprendo.

- No comprendes nada yo le pedí que averiguara cómo estabas, yo confíe en él para que hiciera eso por mí.

- Yo estaba bien.

- Bueno, yo no, yo estaba suspirando por ti.

La pelinegra pastañeó sorprendida.

- Cuando Black me dijo que querías verme yo no me atreví por si caía rendido a tus pies - Continuó Goku - Pero necesitaba saber que tú estabas bien yo esperaba que ocurriese un milagro y que le dieras una razón mágica que pudiera borrar todo el dolor, me quedé sentado como tonto esperando una llamada para viajar pero lo que recibí fue una llamada diciéndome que no te había encontrado pero que había escuchado decir que estabas con un hombre.

- Lo siento - Murmuró ella, acercándose a él - Yo no...

- No me toques - Exclamó él.

Por un momento ella se quedó inmóvil luego hizo lo contrario y se colocó frente a él para abrazarlo, el corazón de Goku latía aceleradamente. Había perdido la batalla ante Milk.

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