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- Goku, es... este es Gohan - Lo presentó nerviosa.

- Gohan, este es...

- Mi papá - Completó el pequeño.

Nadie hubiera podido predecir que Gohan dijera aquello, cuando no sabía cómo era su padre, Goku se quedó perplejo.

- Te vi en una foto que me mostró Roshi - Aclaró el niño - Estabas en Paoz pero estabas vestido con un gi y a tu lado estaba una señora - Dijo el pequeño frunciendo el ceño mientras miraba el traje italiano - Tu tienes ropa de artes marciales en la foto.

Mientras Gohan describía la foto se iba soltando de la mano de su madre y acercándose a Goku como si lo conociera desde que había nacido y hubiera estado esperando que fuese a verlo simplemente.

Milk los observó con los ojos llenos de lágrimas y Goku estaba fascinado, el niño se le acercó sin dejar de mirarlo.

"Muévete", le habría dicho la azabache "Reacciona".

Como si la hubiera escuchado, el de cabellos alborotado se relajó y se agachó hasta el nivel de su hijo.

- Hola - Murmuró.

- Hola - Respondió Gohan.

Se miraron un momento, luego el pequeño hizo el siguiente movimiento y ofreció una mano a su padre, el pelinegro la tomó, la fémina observó la escena entre lágrimas, fue el primer contacto luego no vio nada más porque más lágrimas le empañaron la escena, luego el silencio parecía ahogarlos, luego Gohan volvió hablar.

- ¿Sabes mucho de artes marciales?

- Sí - Respondió nervioso.

- Roshi me dijo que eras un experto y Roshi dijo...

Ella desapareció cobardemente y se marchó a la cocina, se sentó en el suelo en un rincón con la cara entre las manos tratando de digerir tantas emociones. El teléfono empezó a sonar se levantó se secó las lágrimas y contestó.

Era Bulma para decirle que había decidido quedarse en la capital Este el fin de semana.

- ¿Qué tal va todo? - Se escuchó tras la línea.

- Gohan está con su padre en la otra habitación - Contestó.

- Así que se acordó de aparecer...

La peliazul había seguido la historia de cerca, y a medida que transcurría el tiempo mas odiaba al pelinegro, le reprochaba la mala actitud.

- Si le hace daño al niño...

- Se vieron y reaccionaron como que fueran viejos amigos, dentro de poco van a dejerme a un lado y me van a culpar de todo.

- Entonces no dejes que lo hagan tú sabes perfectamente porque has mantenido a Gohan en secreto. Recuerda que el desgraciado te abandonó sin motivo se dejó llevar por mentiras de gente muy retorcida, tuviste que afrontar sola tus problemas.

- Gracias - Dijo la azabache.

- No hay de que, yo no me olvido como llegaste a la casa de Roshi, sola y embarazada sin hogar sin amor y sin poder comunicarte con ese hijo de pe...

- Él no lo sabe - La interrumpió.

- Bueno, díselo.

- No, eso es pasado y he decidido concentrarme en el futuro - Hizo una pausa - Nos vamos a casar - Agregó.

- ¿Qué?

-Milk hizo una mueca de dolor - Decidimos que era lo mejor para todos, Gohan lo necesita hasta tú estabas de acuerdo en esto.

- Estas loca, voy para allá - Dijo la peliazul.

- No, no lo hagas Bulma, se lo que estoy haciendo...

- En referente a lo hombres eres todavía una niña, ¿te has puesto a pensar cuáles son sus intenciones?

Claro que Milk lo había pensado "Sexo, sexo caliente", pensó.

- Te va ha encerrar en una mansión, todos lo hombres son así, si los dejas.

- Tú no lo conoces...

- Tú tampoco, solo te has acostado una vez con él.

Dos veces corrigió ella mentalmente, tres veces con la última experiencia.

- Te quitó la virginidad y te colgó el cartel de "Zorra" en la frente.

La pelinegra pastañeó, Bulma tenía razón se había pasado años sintiendo que llevaba la palabra escrita en la frente y eso la había marcado con los hombres no se atrevía a acercarse a ellos por miedo a que pensaran lo mismo que Goku.

- Hazme un favor Milk, no hagas nada tonto hasta que regrese luego buscaremos al inútil de tu abogado y hablaremos con él.

- De acuerdo pero no interrumpas tu fin de semana.

Terminó la conversación, Bulma aceptó a regañadientes esperar hasta el lunes para empezar la cruzada de salvar a Milk.

La pelinegra se sintió mejor después de hablar con Bulma le había dado fuerza. Pero no le duró más que lo que tardó en preparar la comida favorita de Gohan, luego fue a buscar a Goku y su hijo y los encontró en el estudio de Roshi.

El escritorio estaba en el centro, Gohan había acercado una silla para arrodillarse encima mientras que Goku permanecía de pie a su lado, ambos se había quitado la chaqueta e inclinaban su cabeza de cabellos negros encima de un enorme mapa desplegado sobre el escritorio.
El pequeño le estaba explicando a Goku lo que sabía de la montaña Paoz como si hubiera vivido allí.

- Roshi me dijo que ahí hay una laguna muy grande y muchos animales. ¿Es cierto? - El pequeño alzó los ojos y miró a su padre.

Goku no miró el mapa, él estaba fascinado mirando a su hijo - Es de mi padre - Asintió - Mi casa está allí.

- Sí - El pequeño desvió nuevamente la mirada con cierta preocupación - Roshi dijo que tu papá está enfermo, ¿Es por eso que no has venido a verme? ¿Él está bien?

- Yo vine porque.... Sí... - El ojinegros hizo una pausa nervioso - Él está mejor.

- Bien - Asintió el niño - ¿Quieres ver el álbum de fotos?

- ¿Qué te parece si cenamos primero? - Interrumpió la azabache tratando de disimular la emoción de ver a su hijo con su padre.

Ambos alzaron la mirada.

- Hola mami - Habló el pequeño - Le estaba contando a mi papá sobre Paoz.

"Mi papá" sonó en la cabeza de Milk, sintió ternura por su hijo.

- Que bien - Ella intentó sonreír pero se le hizo muy difícil - Pero se está haciendo tarde, vete a lavar las manos y te cambias, preparé tu comida favorita.

- Genial - Exclamó el niño.

De pronto Gohan volvió a ser su niño lleno de sonrisas y energía, saltó de la silla al tapiz fue hacia su madre, se detuvo y dejó de sonreír al dirigir su mirada a Goku.

- No te irás mientras me cambio, ¿Verdad? - Preguntó con una pizca de melancolía.

- No, te lo prometo - Respondió el pelinegro.

- Genial - Repitió nuevamente el niño - Genial - Y salió corriendo a la habitación dejando sorprendido a los dos adultos.

En el momento en que los dos estuvieron solos, el pelinegro observó a la azabache y habló.

- Jamás te perdonaré por esto - Habló molesto.

- ¿Qué no me perdonarás que cosa? - Lo desafió.

- Por esto - Señaló el mapa - Sabe más sobre Paoz que yo, te marca el camino en el mapa desde una de mis casas a la otra y todo lo aprendió de otro hombre.

- Roshi...

- Sí, Roshi - Gritó - Creo que es hora que me cuentes la historia de Roshi.

El pelinegro sentía amargura y rabia era evidente que sentía celos del amor de Gohan por Roshi.
Goku no sabía lo que sentía la última hora había sido el infierno y el paraíso jamás había sentido un lazo tan intenso con otro ser humano como su hijo, y de lo único que hablaba era de Roshi.

Miró a la azabache, era evidente que ella no quería hablar de aquello con él - Por favor - Dijo él.

- De acuerdo ¿Qué quieres saber?

El ojinegros apretó los dientes - ¿Qué relación tenías con Roshi?

- Si hubieras leído los documentos lo habrías sabido - Contestó ella - Roshi era tío abuelo por parte de mi madre hizo una fortuna como luchador - La pelinegra miró su anillo, Goku hizo lo mismo.

- Tu has sido la única beneficiaria - Dijo él, como si aquello tuviera algo de relación, pero no la tenía. Él sólo estaba mezclando un pensamiento con otro.

- Yo no lo supe hasta después que murió - Aclaró la azabache - De hecho ni sabía de la existencia de Roshi hasta que cumplí diecinueve años cuando llegó una carta donde mi tío Gero, de que yo era la heredera de Roshi y que quería conocerme - Explicó - Así que acepté venir a verlo y me encontré con esta casa algo excéntrica - Sonrió débilmente - Tuvimos una discusión...

- ¿Acerca de qué?

- Roshi sabía que mis padres habían muerto, también sabía que me habían enviado a vivir con mi otro tío, Gero, porque él no quería hacerse responsable de una criatura y hasta que cumplí la mayoría de edad - La pelinegra torció la boca con amargura - Pero se encontró con otros problemas yo estaba molesta con él estaba embarazada de tres meses y no había ningún hombre a mi lado dispuesto a darnos el apellido a mi hijo y a mi.

- Comprendo... - Dijo él.

- Roshi me ofendió y yo le respondí con otras tantas decidí irme de la casa - Recordó Milk sin darse cuenta de la reacción de Goku al reconocer esa sensación - Me pidió que me quedara con él, estaba muy sólo y yo no tenía donde quedarme.

El gesto de Milk parecía decirle que ahí terminaba la historia pero para el pelinegro sólo empezaba.

- ¿Entonces permitiste que Roshi fuera padre y abuelo de mi hijo? - Preguntó molesto.

- ¿Es que debo de sentirme culpable, por permitir que Roshi diera a Gohan algo que nadie más le daría? - Gritó molesta.

- Sí, deberías de sentirte culpable.

- Eso lo dices ahora - Se burló - Pero los dos sabemos que tu no hubieras pensado lo mismo hace ocho años, tu me abandonaste así de simple.

- Yo no sabía que estabas embarazada.

- No quisiste saberlo.

- No me diste la oportunidad de saberlo y tomar una decisión.

- Una decision... - Repitió ella - Tu crees que eso requiere una decisión, ¿Así que tu decides si quieres a Gohan o no? - Gritó molesta - Tu me echaste a la calle sin querer escucharme - Lo acusó - Esa fue tu decisión.

- Lapis... - El ojinegros introdujo ese tema - Tú como madre amas sin cuestionar da igual quien sea el padre del niño, pero tú te acostaste con Lapis una semana después de acostarte conmigo, así que no podias saber quién de los dos era el padre del niño.

El pelinegro suspiró sin saber que tenía aquellas sensaciones contradictorias observó alrededor - Tengo que irme de aquí - Decidió de pronto él desesperado.

Cuando estaba cerca de la puerta, la pelinegra sintió amargura - Sigues sin cumplir tus promesas ¿Que paso con el matrimonio? ¿O con la promesa que le hiciste a tu hijo de que estarías aquí cuando baje?

El azabache quedó petrificado - No hay justificación para que me hayan privado del amor de mi hijo y de cómo Roshi me lo robó y te ayudó a ocultar a mi hijo.

La pelinegra respiró profundamente, luego dijo algo que no lo quería decir - El día en que nació Gohan, Roshi me rogó que te lo dijera hasta me ofreció dinero por si tu me llevabas a los tribunales pero lo rechacé.

- No te creo - Achicó los ojos.

- No me importa, yo sé que es la verdad el dinero no tiene nada que ver en esto, tu rompiste la promesa y ahora aquí estás haciendo lo mismo otra vez sólo que ahora vas a romper el corazón de un niño en lugar de una estúpida joven.

- Nunca me amaste - La acusó - Solo te importaba el dinero solo querías conseguir hombres ricos para que te sacaran de la pobreza.

- ¿Y te elegí a ti? Piénsalo mejor Goku, quien persiguió a quien, porque tu eras él que me acosaba.

- Tácticas tuyas - Respondió cínicamente.

- No - Negó la azabache - Si hubiera sido una táctica hubiera esperado a que estuviéramos casados antes de tener sexo, pero no lo hice te lo di todo y si crees que me siento orgullosa por eso créeme que no porque tienes el don de hacer que me desprecie.

La pelinegra se dio la vuelta, disgustada por haber dicho aquello era como enterrar su orgullo se llevó las manos a la cara sintió el calor de las lágrimas en los ojos y en un gesto impulsivo antes de cubrirse el rostro se quitó el anillo.

Y el muy desgraciado lo aceptó.

- Ahora si puedes irte, no me casaré contigo - Susurró ella.

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