Fantasías


—Traje palomitas—dije acercandome al living con el pocillo colmado 

—Ya es tarde— Jin apuntó  SeokJung dormido en el sillón. 

Hice un puchero dejando el pocillo de palomitas en la mesa de centro, le quité los lentes e intenté alzarlo pero Jin fue atento y decidió hacerlo él. Subió las escaleras mientras yo lo seguía rumbo al dormitorio de Jungie.

Lo arropé y dejé sus lentes en la mesita de noche, encendí sus luces de emergencia  que proyectaban estrellas en el techo. Jin estaba en el marco de la puerta esperando a que saliera para cerrarla.

—Es un niño muy loco— sonrió — Quiso derrotarme en el juego tantas veces que ni siquiera la frustración lo detuvo— caminamos juntos por el pasillo —¿Te irás a dormir?

—Sí, fue un dia largo, como todos— suspiré 

—¿De verdad crees que soy fastidioso?

—Un poco— lo miré sintiendo un poco de remordimientos por haberlo tratado así y él parecía no estar de todo comodo —Mira, no es que seas molesto, es que me produce irritación

SeokJin se acercó y acarició mi mentón acercándose nuevamente como en la piscina. Su respiración chocaba con mis labios haciendo que los relamiera deseosa de besarlo.

—Supongo que un poco de compañía no nos viene mal— nuestros ojos se encontraron

—Solo será un momento y volverás a tu cuarto a dormir como un bebé— susurró a mi oído acariciando mi cabello.

—No lo sé Jin— cerré los ojos cuando me acercó desde la cintura a su cuerpo sin dejar de acariciar mi oreja con su nariz y su respiración

—¿Acaso no quieres que te toque?— murmuró usando una voz más grave —No quieres sentirme dentro de tí— acarició con sus dedos sobre mi pantalón de pijama el elástico de estos.


Las manos de Jin acariciaban la piel de mi abdomen mientras me besaba, ambos estamos recostados en su cama. Él a un costado de mi se había dado el tiempo de desnudarme y me tenía a su merced, solo estábamos bajo la luz de su lámpara de noche de tono amarillo y más tenue como la llama de una vela.

Desplazó su lengua por mi torso y recorrió mi piel dejando besos mientras yo le acariciaba la espalda y el cabello dándole a conocer lo mucho que me gustaba. Su rostro subía para besarme y mirarme a los ojos, aquella mirada cargada de lujuria la disfrutaba mucho, tanto que me hacia arder allí abajo.

—¡Hazlo Jin!— dije entre dientes sintiendo sus dedos estimularme con intensidad, ya estaba lo suficientemente lubricada como para recibirlo dentro de mi.

Sonrió ante mi plegaria, cubrió su miembro con el látex que nos protegia a ambos de tener testigos de este momento  y sin quitarme la mirada comenzó a hundirse en mí cavidad observando cada gesto de placer en mi rostro.

—Me gusta como frunces el ceño— besó mi mejilla —¿Te molesta o te gusta?

—Ambas pero sigue— cerré los ojos mordiendo mi labio —Haz lo que quieras 

Jin afirmaba mis caderas mientras yo me movía  en círculos sobre su pelvis. Estaba por delante de él hincada en la cama y mi espalda estaba arqueada por lo satisfecha que me sentía de estar conectada a su miembro, tanto que él tenía que sujetarme del abdomen para apretarme contra él y sentirme.

Sus manos me sujetaban tan fuerte y su cadera golpeaba mis nalgas con un ritmo infernal que me tenía sudada completamente. Cualquiera que diga que tener buen sexo no es hacer ejercicio miente.

—¡Ya casi llego! — gemí y me incliné hacia adelante apoyando mi rostro contra su almohada

—Esto me trae tantos recuerdos— se movió lento acariciando mi trasero y mi columna inclinada hacia él —No puedo creer que te tengo de nuevo — profundizó sus embestidas.

Mordí la almohada para silenciar mis gemidos, podía sentir como mis paredes palpitaban ante su gruesa extensión de placer y yo me volvía más débil con cada movimiento, seguía quemando como antes pero me encantaba.

Jin se detuvo de golpe cuando acabó, respirando pesado vaciándose por completo dentro del condón y salió de mi rumbo al baño para culminar el momento. Yo en mi lugar descansé mis piernas y bajé mi pelvis sintiendo las suaves sábanas rozarme la piel, tenía el puente nasal con algunas gotas de sudor que limpié contra la almohada que olía a su perfume.

—Luces muy cansada— se recostó junto a mi juntando su frente con la mía

—Lo estoy a pesar de que no hice nada, creo

—Hiciste mucho, te mantuviste firme incluso cuando te temblaban las piernas— su mano acarició mi mandíbula —Y te sientes tan rico cuando te vienes

—¿Lo haces así con todas las chicas de tu facultad?— me incorporé para buscar mi camiseta del pijama y mis pantaloncillos

—No había tenido sexo desde mi primera vez— me entregó el pantaloncillo lanzándolo sobre la cama

—¿Qué tal fue esa primera vez? —me senté a su lado arreglando mi pelo por su rostro supe que no fue muy grato.

— Fue con una compañera de secundaria, me había invitado a su casa a estudiar pero era lo último que  quería hacer y para no ser un tonto le seguí el juego, la chica no era virgen ni nada pero tuvo que ir a su ginecólogo porque después de estar conmigo tuvo un desgarro o algo asi

—¡Cielo santo que dolor!— cerré los ojos teniendo piedad de la chica 

—No fue mi culpa, ella no supo cuando parar— se mordió la piel de sus labios —Tuve que pedirle dinero a mi padre para costear las citas al médico y sus medicamentos porque soy un caballero

—Y no tenias sexo desde entonces...

—Nop, hasta esa noche — se recostó con las manos cruzadas tras la nuca 

—Y me pediste que me colocara en 4 — lo miré irónica

—Y te gustó, hasta lloraste de felicidad — se acercó a besar mi brazo con fuerza demostrando lo feliz que estaba

—Lloré porque me ardia y sí, lo disfruté— tomé su mano y acaricié sus dedos —Yo tampoco habia tenido sexo en los últimos meses y que alguien estuviera dispuesto a hacerme acabar como lo hiciste tú fue algo que me prendió mucho 

—Cuando quieras, aqui estamos para ti— se acarició la entrepierna 

—¿Tienes alguna fantasia erotica, Jin?

—Sí — se sentó en la cama para hablar mejor —Beber con una desconocida y llevarla a casa para follarla en 4

—Hablo en serio— le pegué una palmada en el hombro por su broma

—Yo tambien lo digo en serio, ¿Piensas que después de aquella vez que desgarré a esa chica volvería a hacer alguna posición?— bufó y se acomodó el cabello con los dedos —Y esa vez estábamos en posición de misionero, hacerlo de perrito era algo imposible para mi aunque me excitaba mucho

—Entonces cumpliste tu fantasia— vi como sonreía satisfecho 

—¿Y la tuya?

—La mia ... creo que tener un trio con dos chicos— pensé analizando mis deseos —Con la intención de que me besaran por todos lados y me den mucho placer, ya  sabes, siempre he querido sentirme deseada— relamí mis labios de solo pensarlo

—Eres una pervertida, me gusta— besó mis labios nuevamente de sorpresa —Mi Noona pervertida— me  recostó subiéndose a mi juntando mis muñecas sobre mi cabeza.

NewHope right here!

El que la sigue la consigue, asi dicen pero Jin se lo tomó en serio...


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