¡Eres un fastidio!
Desde mi ventana podía ver como Jin y SeokJung saltaban en la cama elástica. Las risas de Jungie me hacia esbozar una sonrisa en mi rostro con ternura, sin embargo Jin a torso desnudo haciendo piruetas para asombrar a su hermanito menor tenía una mezcla de tierno y sexy, no podía negarlo.
¡Es un chico de 20 años, Dan-i, controlate!
Caminé por el sendero de piedrecilla cuidando no derramar el jugo que traía en los vasos y los dejé en una mesita cercana de la cama elástica. Jin me vió llegar y se detuvo alertando a Jungie con mi presencia.
—¿Viste los saltos de Jin hyung Noona?— Jungie me abrazó y bebió jugo de uno de los vasos con mucho animo, estaba sediento.
—¿Qué tal la siesta Noona?— Jin se bajó de la estructura y tomó su vaso mirándome de forma curiosa
—Estuvo bien— miré a Jungie y acaricié su cabello empapado en sudor —Haz tenido mucho sol por hoy SeokJung, es momento de actividades dentro de casa— apunté la entrada —No sin antes darte una ducha express
—Entendido, Noona— se llevó su vaso y caminamos juntos hacia la casa haciendo sonar nuestros pies contra la gravilla alejándonos de Jin.
—Noona, ¿A ti te cae mal mi hyung?— me dijo mientras caminábamos
—Un poquito — abrí la puerta para dejarlo pasar y la cerré tras de mí viendo como subía la escalera y se detuvo repentinamente
— Jin Hyung dice que eres muy bonita y graciosa— sonrió —Creo que tiene razón— sonrió acomodando sus lentes y subió con rapidez algo sonrojado hasta su cuarto.
SeokJung me estuvo contando sobre las mariposas y que no son capaces de ver sus alas, entonces no saben lo lindas que son. Me parecía muy tierno que se preocupara que no se sintieran celosas de las alas y colores de otras solo porque no ven las suyas.
—Cada vez que vea una mariposa le diré que es bonita— se recostó en el sillón —Creo que tomaré una siesta aquí
—¿Estarás bien si voy a afuera?— le acomodé el almohadón y coloqué una temperatura más cálida de la que había para que no se enfermara
—Sí, estoy bien— sonrió y cerró sus ojos para dormir profundamente.
Tomé el libro que leía y me dirigí al patio hacia las reposeras junto a la piscina. Por alguna razón esperaba encontrarme a Jin ahí pero no estaba. Me senté y abrí el libro en el marca páginas, miré las páginas y sus miles de letras sintiéndome insatisfecha de lo que hacia en ese momento.
Dejé el libro cerrado en la reposera del lado y miré la piscina con deseos de mojarme los pies, así que me alcé el vestido hasta los muslos y me senté a la orilla sumergiendo los pies en el agua cristalina. A esa altura de la tarde la sombra de los árboles daban hacia la piscina y no corría el riesgo de quemarme con el sol.
Una manos tocaron mi espalda y me empujaron a la piscina haciendo que cayera de cara contra el agua seguida por un ruido escandaloso, tras de mí saltó con las ganas de seguir fastidiando.
—Te veías con calor asi que solo te di un empujoncito— rió quitando su pelo mojado del rostro
—¡Eres un fastidioso!— le lancé agua con mi mano dándole en los ojos
—¡No más que tu!— me mojó de la misma forma golpeando el agua
—¿Yo? ¿Fastidiosa?
—¡Sí, Tú !
— ¿Y qué te he hecho yo a ti?— me acerqué —Tu eres como un grano en el trasero paseandote por la casa sin polera, riéndote fuerte, dejando el piso mojado cuando sales de la ducha...— él me miraba sin darle importancia a lo que decía —Y para que decir acerca de las mentiras que le haces decir a Jungie
—Habla la que menos miente — habló irónico nadando hacia mi
—Entre mentirosos nos reconocemos— afiné la mirada teniendolo a centímetros de mi cara
—¿Por qué me evitas?— su ojos estaban sobre mi algo desafiantes y una sonrisa demasiado fanfarrona se dibujaba en luz labios
—No te evito, estoy conviviendo contigo en este lugar— evité el contacto visual y alejarme pero me tiró del vestido
—Sí, me evitas y sales corriendo cuando estamos solos en una habitación...
—¿Por que querría estar a solas contigo en una habitación?— reí con ironía sin mirarle a la cara por mucho que se interpusiera en mi campo visual
—Para que repitamos lo que hicimos esa noche en mi apartamento— sus manos me rodearon por la cintura haciendo que la distancia entre nuestros cuerpos desapareciera, el agua de la piscina se movía lentamente haciendo ondas.
Coloqué mis manos en su pecho para apartarlo pero cambié de idea cuando sus labios de tono rosa entraron en juego luciendo de un tono más oscuro del usual, invitandome a besarlos. Desplacé mis manos desde su pecho a su cuello y mis manos subieron a su nuca para acercarlo a mi.
—Eres un fastidioso muy deseable— susurré sobre sus labios y lo besé.
Mientras nos besabamos de forma pausada y profunda haciendo chasquidos con nuestras lenguas Jin avanzó y acorraló mi cuerpo contra la pared de la piscina, para ese entonces solo mis pechos estaban sobre el agua a diferencia de él a quien el agua le cubría bajo las costillas.
—Siempre quise hacerlo en una piscina— sonrió interrumpiendo el beso
—No creo que sea viable— miré hacia la casa con miedo de que Jungie no viera
—Claro que sí, nadie ve lo que pasa bajo el agua— mordió el cartílago de mi oreja provocando descargas de placer en mi.
La gravilla sonó alertándome de que SeokJung venía corriendo hacia nosotros.
—¡Noona!— corría hacia nosotros con energía.
Jin se apartó y me dejó libre de su agarre para que saliera de la piscina y hablara con el pequeño.
—¡Noona! ¿Por qué te bañaste con ropa?—me miró confundido de pies a cabeza
—Estaba rescatando insectos ahogados desde la orilla— miré a Jin quien agitaba su cabeza para quitar el agua de su pelo —Y me caí— sonreí ocultando mi nerviosismo
—¿Y Jin Hyung te ayudaba con los insectos? —nos miró a ambos cuando Jin se acercó viendo igual de mojado que yo
—¡Claro! Aunque vi que había un insecto que se metió bajo del vestido— rozó la tela y lo miré impresionada de su atrevimiento apartando su mano con disimulo.
—Me daré un baño y lo encontraré, gracias Jin por tu ayuda— me aparté de ambos muchachos y caminé por el patio con mis zapatos y libro en mano, empapada de pies a cabeza.
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