Cápitulo 6

Instinto


»Actuo por instito
y siempre termino en
problemas«

Desde muy joven le dí rienda suelta a mi lucha por develar la verdad, hambrienta por un instinto innato tan humano como lo era la curiosidad. Siendo considerada como una prodigiosa periodista y una arrogante sabelotodo, sin embargo ¿Era de verdad consciente de todo a mi alrededor?

Absolutamente, no.

Y es que no era necesario ser una sabelotodo para llegar al meollo del asunto, sólo la astucia y una mente abierta eran requeridos junto a un buen instinto. Quizás sonaba incoherente considerando que un periodista debia basarse en la veracidad de los hechos, en lo palpable y no en corazonadas sin fundamentos. Pero las corazonadas en mi caso, resultaban ser tan exactas que me aterraban de sobremanera.

******

Suspiré, mientras veía la pantalla de mi lapto con frustración, en aquel momento mis instintos no estaban claros en donde iniciar. Tenía la cabeza vuelta un lió, comenzando por los incidentes que rodean a Hometown, eso sin contar el tiempo escaso que me quedaba para actuar, si pudiera develar lo oculto tras la muerte de aquella joven y exponer un reportaje pulcro y a la vez el origen sórdido sobre aquel incidente, tal vez le demostraría a Michael mi potencial. Pero Rebecca llegaria entre hoy o mañana, situación que me ennervaba, ya que sería como una piedra filosa  en mis zapatos.

Además, en aquellos tres dias no había visto ni rastros de Capelli, ni en la recepción ni en el restaurant de la posada, aunque tampoco es que me hallá enfocado en buscarlo, igualmente no había vuelto a ver a la mucama de aquel día. Era como si nada hubiese ocurrido en aquel sitio o hubiesen sido imaginaciones mías.

No obstante, y por más que desease pensar en ello mi trabajo se anteponía. Decidí quedarme y dar inicio a la redacción, con la friolenta brisa que se colaba por la ventana, junto a la tibiés de un té negro. Había decidido escribir alguna cosa del árticulo para la editorial, si Rebecca y su equipo llegaban y me encontraban sin nada, me crucificarian. Pero jamás pensé que aquello fuera una tarea imposible, bufé mientras dejaba caer mi rostro con frustración, pues el asesinato de Amy había arruinado cualquier posibilidad de concentración y mi fuero interno no paraba en incitaciones para salir e investigar. Sin embargo, la tristeza arrojada por una mirada plateada logró rezagar aquella voz de mi cabeza.

«Si tan sólo pudiera preguntarle a él, algo debía saber... ¿Cómo seguiría hoy?»

Pensé en Dominik con cierta tristeza, anoche casí salí huyendo de la casa Ross, luego de despedirme de él, de echo nisiquiera búsque a Saraí, simplemente deambulé por las calles tan rápido que no me detuve a pensar en que tal vez la persona que se ensaño con Amy pudiera estar rondando aquellos lares. Sin embargo, llegue sana y salva a "Bonne Nuit" Donde el silencio macabro me acobijo junto a la presencia de una mujer que sostenía un cigarrillo. Recuerdo que su mirada jade irradiaba una opacidad inusual mientras me daba la "bienvenida", no obstante, el cansancio mental me gano, asi que la ignoré, luego de eso me encerré siendo torturada por la ansiedad.

«Fue raro... Muy raro de echo»

De la nada la melódia de "Sia" inúndo la pequeña habitación trayendome a la realidad. "Chandeleir" Logró levantarme de mi asiento y correr en búsca de mi movíl, el cual reposaba sobre la suavidad de mi cama.

-Buenos días.- No reconocí el número, así que me límite a responder de forma cordial.

-¿Lia?

La voz masculina trás la línea me animo enormemente.

-¡Richard! Por todos los cielos. Esperaba tanto tu llamada.

Lo escuche reir y cambiar su tono a uno de arrogancia.

-Lo sé, lo sé siempre he sido tu amor plátonico bombóm.

Rodé los ojos sin dejar de sonreir.

-Tonto, mejor dime ¿qué paso con tu celular?

Lo escuché tomar aire y adoptar su voz relajada.

-Ah nada, se me quedo en el departamento así que Beverly me presto el suyo. Por cierto, tengo un par de noticias que darte.

Caminé hasta mi lapto y me senté mientras tomaba un sorbó de mi té.

-Dime ¿buenas o malas? Porque deduzco que si llamas de un movíl ajeno en vez de espoerar a hacerlo por el tuyo es por el impacto de las noticias ¿no?

-Siempre dando en el clavo dulzura... Pues bien, verás.- Hizó una pausa bastante lenta a mi parecer.- Michael, acaba de informar que el grupo de Rebecca se retrasará dos semanas, al parecer el lugar donde estan celebrará una especie de Festival y el jefe quiere que hagan un segundo reportaje sobre el mismo, ya que estarán presentes bandas musicales y artistas reconocidos así que pidió que ellos cubriesen el evento. Es anual, ya sabes lo importante que parece ser ¿Estas molesta?

Guarde silencio mientras procesaba lo que Richy decía.

"El grupo de Rebecca se retrasará dos semanas"

-Hey, ¿Lia?

Ensanché una sonrisa. Tendría libre al menos una semana, podría enfocarme en mi propia investigación y luego seguir con el estúpido reportaje de turismo.

-¡Es perfecto Richy!

-¿Ah? Oye Lia ¿estas bien? Joder creí que querrías matar a Michael. ¿Sucedio algo allá?

Ahogué una sonrisilla ante la curiosidad de Richard.

-Richard es posible que tenga algo muy jugoso entre mis dedos, mucho más que el turismo de esté lugar.

Al otro lado de la línea dejo de escucharse la voz de mi amigo, sólo su respiración y luego un carcajada.

-Joder, Lia dime que no tiene que ver un cadaver.- Reí por lo bajo al escuchar un resoplido de parte de mi amigo.

Me ví en la obligación de contarle absolutamente todo desde mi llegada a Hometwon, el señor Capelli, los hermanos Ross, en fin solté mis teorias a oidos de Richard y me sorprendio su silencio.

-Y ¿bien? ¿qué opinas?

-Bueno, eso es algo en lo que creo no deberías inmiscuirte Lia.

Su voz sería y franca me dejaron un tanto confusa. Generalmente él apoyaba mis acciones.

-Vamos Richy, ¿no te parece un buen reportaje? Es mejor que las flores o cascadas de este lugar. -Le espeté mientras me levantabá y daba un vistazo a mi habitación.

-Lo sé, sin embargo ¿recuerdas la otra noticia? Es referente a Hometwon y a Capelli.

En ese instante recordé lo que le había pedido a Richard y sonreí. Sabía que no me defraudaría, lo escuché teclear y respirar con cierta lentitud.

-Lía escucha esto:

"Misteriosa tragedía"

"Hometwon, enero, 15 de 1997.

"En horas de la mañana el pacífico pueblo de Hometwon se ha visto afectado por un hecho atroz y víl que ha conmocionado a los pobladores. El cadaver de Madeleine Capelli fue hallado en una habitación de la posada "Bonne nuit"

Al parecer el señor Capelli, esposo de la difunta, perdió la cordura y en una especie de ritual extraño, asesino a su joven esposa con una daga hasta destripar su corazón [...]"

Un escalofrío me caló los huesos al escuchar aquello. Capelli había asesinado a su esposa, y todo aquello había sido acallado entre las paredes de esté lugar.

-Lia ¿sigues ahí?

Tragué grueso ante la ansiedad.

-Te escucho Richard.

-Bueno, ese es un reportaje que enserio me costo encontrar. Y eso no es todo, Lia, en ese pueblo suelen desaparecer mujeres jovenes sin dejar rastro. Incluso hay información filtrada de los archivos policiales donde se registran varías apariciones de cadaveres femeninos con signos de maltrato y marcas raras en los torsos y muñecas. La policia local no mueve ningún dedo por investigar y los casos mueren sin resolver.

Tomé aire mientras asimilaba todo aquello de improvisto, y si ¿Amy estaba en aquella lista?. Quizas murió por algún rito, o estúpides fánatica. Definitivamente aquella información era realmente útil y explicaba el porque de la actitud tan poco alarmada de los pobladores.

De hecho, aquel "tranquilo" pueblo debía ser consciente de muchas más cosas.

Iba a agradecerlé a Richard cuando un extraño e incesante sonido fuera de mi habitación llamo mi atención. Como si arrastrasen algo pesado por todo el pasillo, los pasos eran cada vez más pesados.

-Richard... Te llamo luego.

Y colgué sin importar las protestas de mi amigo y sus intentos para cojer nuevamente la llamada. Arrojé el movíl a un lado y me apresuré a colocar mi oido sobre la madera de la puerta.

¡Crash!

Un golpe seco junto al crujir de la madera logró calarme los huesos. No era consciente de que contenia el aire en los pulmones y una fina capa de sudor helado recorria mi rostro. La ansiedad y un extraño sentimiento de temor me inundarón, no obstante, esperé unos minutos inhalé oxigeno y me dispuse a tomar lo primero que encontre (Un paraguas).

«Vamos, Amelia... Sé valiente»

Giré la perilla con sumo cuidado, exhalando con lentitud mientras abría la puerta en un fuerte chirrido el cual maldije.

Percibí una helada y extraña brisa rodearme en aquel pasillo, mis ojos buscaron con desespero el producto de aquellos sonidos.

Esperaba muchas cosas... y sin embargo lo que ví logró dejarme fuera de lugar.

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