epílogo┃trato
epílogo
trato
D.S empezó a levantarse, primero apoyándose de sus manos y alzó su trasero para ponerse sobre sus regordetes pies, los puso tan separados para evitar caerse sobre la arena.
Charlotte se sentó encima de una roca viendo cómo se dirigía a la playa de Müller, el lugar donde decidieron que sería su último viaje. Derek salió de la cabaña sin camisa, estirando sus brazos después de la siesta.
── ¿Sigue intentando entrar al agua? ── él preguntó.
── Como todos los días ── murmuró.
Él se acercó, rodeándola con sus fuertes brazos. Su rostro se escondió en el cuello de la chica, disfrutando de la tranquilidad que emergía. Tuvo que separarse cuando Jenell apareció a un lado de D.S, tomando su pequeña mano.
── No, mi amor, el agua es mala. Ven con tu tía favorita ── sonrió.
── ¡Eso es injusto! ── Alison llegó, sonrojada ── Una carrera es correr, no teletransportarse.
── Ninguna puso condiciones ── canturreo con felicidad.
Alison Roth y Jenell Hoffman tenían una relación demasiada extraña en lo que concierne a los ojos ajenos pero para ellos, era agradable ver que dejaron las peleas y llevarse bien aunque signifique tener que aguantar sus chillidos.
Después de la muerte de Hank, Van Drews tuvo un juicio sobre lo sucedido. Sus intenciones nunca fueron malas y por eso, H.H apelo a su favor, dándole la oportunidad para que saliera bajo su vigilancia.
Eso hizo que Louise Wilde se enojara, su padre nunca demostró esa actitud sobre protectora en ella y por eso, prefirió escaparse de la agencia, escondiéndose detrás de Charlotte, sabe que nunca llegarían a tocarla.
Derek depositó un suave beso en el hombro de Charlotte, llamando su atención. La mirada que le dio fue suficiente para hacerlo sonreír, acercándose más.
── ¿Kay te llamo?
── Si. Vendrán a Alemania en dos semanas después que pueda sacar a Morgan de Grecia ── dijo divertido ── Parece que encontraron su lugar.
── Ya era hora.
── Como nosotros ── murmuró ── ¿Crees que se den cuenta que D.S no está con ellas?
Ella dio una mirada, D.S estaba junto a Louise, corriendo a la orilla del mar mientras las dos chicas seguían en su pelea.
── No lo hará. Es veloz, como tú ── sonrió.
Los ojos azulados de Derek brillaron de emoción cada vez que hablaban de su parecido.
── Te amo ── él susurró.
Charlotte dejó que él la besara, sus gentiles labios moviéndose, disfrutando de los minutos que tienen a solas. Sus manos recorrieron su pecho duro hasta entrelazarlas detrás de la nuca, sujetándose por la fuerza que siempre ejercían.
Antes de poder pedirle que fueran dentro, el agua a sus pies se agito, ligeras olas golpeando sus piernas y eso hizo que se separaran.
La playa nunca fue un lugar peligroso, la tranquilidad era lo que más le gustaba y era una de las razones por la que decidieron ir.
── ¿Louise? ── Charlotte llamó ── Ven aquí.
La mujer tomó a D.S entre sus brazos, llegando a su lado al mismo tiempo que Alison y Jenell lo hicieron, teniendo la misma expresión de aturdidas.
── ¿Qué sucede? ── Derek masculló.
Seis figuras sobresalieron del agua cristalina, sus cuerpos secándose conforme se acercaban a la orilla con la misma seriedad en su rostro. Alison soltó un quejido, reconociendo a la chica que lideraba ese pequeño grupo.
── ¿Quiénes son? ── Jenell le preguntó, viendo su perplejidad.
── Ellos... ellos son...
Sin poder formular las palabras, observó a los cuatros hermanos, tan parecidos y a la misma vez diferentes. Los dos restantes eran nuevos pero pudo recordarlos, encabezando la lista de los más buscados de los mutantes.
── Charlotte Hoffman ── habló la chica, sus ojos claros observándola sin emoción ── Necesitamos de tu ayuda, de hecho, preferimos la de todos.
── ¿Ayuda para qué? ── cuestionó Louise.
── KORB no es la agencia enemiga como la llaman, tampoco el gobierno y mucho menos los controlados ── dijo, la diversión apareciendo en su mirada ── Es uno más grande y viene a recuperar sus... experimentos ── siseó, perdiendo el brillo.
── Nosotros estamos fuera ── Charlotte negó, observando a los adolescentes ── Nadie nos persigue y el "creador" está muerto.
── ¿Hank Cons? ── replicó otra chica, su sonrisa agrandándose ── Ni siquiera entra a la pirámide de las personas que son realmente peligrosos. Créenos, unirte es lo mejor que puedes hacer.
── ¿Y que tendremos a cambio? ── Jenell cuestionó, cruzándose de brazos.
── La libertad que desean ── contestó un chico, su mirada pasando por cada uno hasta enfocarse en un punto, donde arrugó su frente ── Y a Mara Hoffman, por supuesto.
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