¡Tienes 34 Mensajes!

CONFRONTACIÓN

  '                   
    '                      
       '
           '   -   -   -   -
                                '
                                  '
                                     ' - 📨

Si hubiese sabido todo lo que ocasionaría mi cumpleaños hubiera nacido antes de haber sido posible.

La camioneta se mueve de un lado a otro, esta vez Digo se había ofrecido a conducir de regreso para que Zack y yo pudiéramos descansar aquí.

Diego te amamos

Habíamos intercambiado papeles, ahora yo estaba acostada en su pecho y jugando con mi cabello. Zack se había dormido mientras acariciaba mi piel y aún así todavía tenía una sonrisa plasmada en el rostro por todo lo que había hecho por mí.

Novia de Zack parck, se escuchaba bastante bien.

A decir verdad habían muchas cosas que aún no sabíamos del otro, como cosas en las que ya éramos expertos, pero era tiempo para empezar a contar todo lo que hiciera falta.

Cuando el sol empezó a entrar por los pequeños bordes que la cortina de la ventana no llegaba a cubrir elevo mi mano a una distancia prudente de Zack, evitando que hiciera contacto con su rostro.

Tenía el celular a la mano, así que no tardé mucho en tomar una foto rápida y volver a la posición de antes.

Quizás era todavía muy pronto para volver y afrontar mis responsabilidades, pero este descanso había sido un respiro muy necesario. Más porque no sería la misma que emprendió este viaje con dudas cuando vuelva.

Con el peso que sentían mis ojos decidí dormir, las horas pasaban y aunque mi cuerpo descansaba mi mente aún tenía algo de consciencia y con el más mínimo detalle despertaba, solo hasta después de unas horas logré dormir bien.

Sentí círculos en el abdomen y luego en el brazo, luego pasaron a mis manos.

No tenía que abrir los ojos para ver de quien se trataba.

Las caricias de Zack hacían que mi corazón saltara y que todas mis emociones explotaran en una sola.

La calidez de su cuerpo emanando me obligaba a acurrucarme.

—Buenos días —supe por el tono de voz que había despertado hace unos cuantos minutos.

Que alguien me diga como grabo ese buenos días en los archivos de mi memoria.

—Buenos días —dije mientras pasaba las manos sobre mi rostro. Mis ojos se acostumbraron a la luz con poca facilidad.

—¿Tienes hambre? Hay unas papas justo allá —señala a la mesita pequeña que hay al fondo— no quería moverme de aquí...

lo entendía, yo tampoco quería moverme.

—Esas son de Alexa —defendí.

—Pues lo siento mucho por Alexa —sonreí maliciosamente, era obvio que yo también las quería.

En un movimiento rápido se levantó y agarró las papas, se lanzó a la cama nuevamente. Enseguida me incorporé para robarles algunas.

—Eres un ladrón, pudiste buscar algo más de comida—me sentía mal mientras comía las papas.

pero bien que no te detienes

Shhh

—No me has dado las clases de cocina—recuerda.

—Ni que las necesitaras —Él está a punto de rebatir con una sonrisa. Pero su mirada se centra en un lugar fijo y la diversión de borra de su rostro.

Estoy a punto de preguntar pero se adelanta.

—¿Joanna, que es eso? —hace un ademán de tocar al lugar donde señala, pero me aparto de inmediato.

Las marcas.

Maldije en voz baja, él parece entenderlo porque me mira aún con la misma expresión de antes.

—Joanna.

—No es nada, cosas del pasado —Hablé rápido y cortante, no me apetecía hablar de ello.

—¿Que cosas del pasado?

—No quiero que hablemos de eso, Zack, no importa.—le digo, de malas maneras.

—Tú sí importas, y mucho, créeme.

Solté una bocanada de aire, odiaba que me hablara así en momentos como estos. Se las arreglaba muy bien para convencerme.

—Joanna, puedes mostrarme —Él trata de poner su mano en mi rodilla pero me aparto de inmediato.

—No, no quiero.

Intenté ponerme de pie e irme, no sabía a donde si estábamos en una casa rodante.

dramatica

Zack me detuvo.

—¿Quien te hizo eso? ¿O lo haz hecho tu?

—Deja de insistir —me avergonzaba realmente estar en esta situación.

—No hasta que me cuentes, Joanna si has sido tu...

—¡No ha sido yo! —me solté de mala manera—, Fue caleb, hace días, cuando aventó un florero, cayó al piso y me cortó cuando me aventó.

Me impresionó ver como inventé eso en cuestión de segundos, pero esperaba que eso lograra excusarme.

Bajé la mirada al suelo, me estaba comportando como una imbécil solo porque él se había preocupado por motivos que, si no fuese porque se ha quedado en el pasado serían muy alarmantes.

Me enojé conmigo misma.

Zack no se acercó, de hecho, cuando levanté la mirada de reojo noté que también miraba al suelo, sus ojos se habían oscurecido y se miraba momentáneamente confundido y pensativo, quizás había sido porque no había creído ni una sola palabra de lo que había dicho.

Y es que esas marcas habían sido hace años, estaban ya habían cicatrizado.

—Iré a la ducha.

Él asintió y esa fue mi respuesta y luz verde para escabullirme del tema y dirigirme a la ducha. Una vez estando allí solté un suspiro, enfadada y avergonzada a la vez.

–¿Ya pued...—mi grito fue tapado por la mano de Alexa.

—¿Joanna? ¿Estás bien?—la voz de mi novio se escuchó tras la puerta.

—¿Eh? Ah sí, es que casi me resbalo  —improviso cuando Alexa niega con la cabeza apresurada.

Él no responde así que empiezo a hacer muecas y señas a mi mejor amiga que sigue frente a mi.

—¿Que demonios haces aquí dentro?—le susurro.

—¡No quería salir en su discusión! ¿Ya han terminado? Porque necesito salir a comer algo.

—¡Claro que puedes salir! —la empujo fuera del baño.

Estoy quitándome la ropa cuando escucho otro grito enojado.

—¿QUIEN SE HA COMIDO MIS PAPAS?

Agradecía no estar afuera.

No sabía que las fiestas de adolescentes fuesen tan buenas hasta que había entrado a esta.

Seguíamos con temática de playa gente, aunque la casa donde había empezado la fiesta estaba sobre un porche de madera y se apoderaba de un gran espacio del lugar, así que esta vez no teníamos que lidiar con arena.

Todos estábamos ingresando al lugar de forma muy rápida, ya que nos habíamos metido aquí sin siquiera ser invitados, ni siquiera teníamos el conocimiento de quienes eran las personas que nos rodeaban.

Bueno, excluyendo a Zack que conocía al chico responsable del lugar.

Yo llevaba un vestido que Rylie había empacado, porque jamás se me hubiera ocurrido meter algo así a la maleta para este viaje.

Las tres llevábamos un vestidos similares, lo único que variaban eran los tirantes y los colores.

¿Y adivinen que? Llevo el típico vestido rojo cliché de los libros ¿y saben que? No me quejo, se me ve divino.

Le eché una ojeada a Zack, estaba con un semblante serio de nomemiren, nometoquen, norobesmiaire y sonreí porque conociéndolo, no era nada de lo que aparentaba con los demás.

—Te ves divina, chica —una chica de cabellera rubia y algo borracha me habló, era muy linda—, Mi amigo quiere tu número pero no se anima.

Miré a donde señalaba ella y evidentemente un chico alto estaba allí, pero no parecía coqueter ni nada, en vez de eso parecía terriblemente avergonzado.

—Dile a tu amigo que mi novia ya tiene a alguien —la mano de Zack se rodeó mi cintura.

—Disculpenla, está algo borracha —con una sonrisa amable el chico se dirigió a nosotros—, vamos, Valeria.

—¿Que, le tienes miedo al grandote? Eh... ¡Eh! Déjame —se quejó en cuanto él chico se la llevo a rastras.

—Que celoso —le echo en cara mientras negaba con diversión.

—Contigo como no serlo. Ningún idiota con cara de imbécil retrasado va a robarme la atención de mi chica —aseguró, con su semblante de malote.

—Venga ya, relaja ese semblante, parece que vas a asesinar a alguien —Confieso antes de plantar un beso en sus labios.

Confundida me separo, aunque si corresponde el beso tiene los hombros tensos.

Recuerdo que desde aquella charla no tocamos otro tema hasta ahora ¿Estaría molesto porque no le había dicho nada? Se veía sumamente irritado.

—Iré por una bebida —se apresura a decir en cuanto ve que hago un ademán de hablar.

Termino por asentir y dejar que se vaya. Lo sigo con la mirada.

Diviso a las chicas en la pista de baile y no dudo en acercarme a ellas y unirme. Los pasos, las risas, la musica, todo eso nos distrae por barios minutos, incluso podría decir que horas.

He rechazado alrededor de cinco tragos que me han ofrecido porque, no sé qué podrían contener, no conozco a la persona que me los ha ofrecido y he dicho antes que no volvería a emborracharme así, y ha sido en serio.

—Voy a salir  –grito como puedo y Alexa asiente.

Paso por la masa de personas que siguen bailando, charlando y entre otras cosas. Logro llegar a la puerta que va a la parte trasera de la gran casa y me siento aliviada.

Respiro con libertad, el agradable aroma de la playa me hace cerrar los ojos. Siento que unos pasos se aproximan a mí, así que me relajo, debe ser Zack.

—Hola, linda, tanto tiempo sin verte.

Me congelo cuando confirmo que no, no es Zack.

Y esa voz... esa voz la recuerdo.

No, no es posible, él estaba...

Me giro como puedo, con la respiración entrecortada y un gran pánico de que sean ciertas mis sospechas.

Cuando he dado la vuelta mí corazón quiere dejar de latir, mis manos empiezan a sudar y mi respiración es un desastre. Es... Regan.

—Estás más hermosa de lo que recordaba...—su mirada oscura baja a mis piernas, eso lo hace reírse amargamente—, Veo que todavía hago que te tiemblen las piernas.

Siento náuseas, definitivamente no estoy bien.

—Cuando desapareciste creí que querrías que te buscase, pero cuando lo hice, no estabas con tu familia ¿Ahora vives cerca de aquí?—dió un paso hacia adelante y yo uno hacia atrás, temerosa–, Dime, Joanna ¿No vas a responder?

—T-tú estabas en la cárcel...

Odiaba tartamudear, le demostraba que hacía efecto en mí de alguna manera, lastimosamente no era nada bueno.

—Estaba. Gracias por recordarme lo que me hiciste... puedes compensar todo el daño ahora mismo —cuando su mano hizo contacto con la mía no pude más, las lágrimas estaban saliendo de repente, y mi cuerpo se rehusaba a seguirlo, por lo que él tuvo que seguir tirando de mí para hacerme caminar.

— Suéltame, Regan.

De tan solo mencionar su nombre sentía que se me revolvía el estómago.

—¿Que pasa? ¿Ya no quieres que te trate así? Antes te gustaba que fuese posesivo contigo.

—E-eso jamás me gustó –pero él seguía insistiendo en que caminara.

De pronto se detuvo y su mirada se había oscurecido tanto que aterraba.

—Camina, Joanna. No querrás repetir el pasado...—Sabía exactamente a lo que se refería.

Mis ojos temerosos solo alimento su carácter.

—¿Hay algún problema?—Zack llamó la atención, con el mismo semblante de odio.

—Oye amigo, te sugiero que no te metas en donde nadie te ha llamado.

Eso hizo que Zack se pusiera más alerta y se acercara a él sin ninguna precaución, yo tenía miedo, Zack no se imaginaba quien era él y tenía miedo a que saliera lastimado.

—Es mi novia a la que estás tocando —tomó su brazo con fuerza y la apartó para que me soltara.

Enseguida acaricié mi muñeca enrojecida.

Regan parecía más divertido que nunca y compartió una mirada entre nosotros dos.

—¿Ya conseguiste a otro que te pusiera en tu lugar? Vaya, sigues siendo la misma inutil que conocí hace años —Zack se metió entre los dos, su mirada también se había oscurecido. Sus músculos se veían tensos y casi podía escuchar su respiración rápida.

—Más cuidado con como le hablas.

—Vale, vale, pido perdón —Regan sonrío de oreja a oreja, sus manos en el aire daban señales de que se había rendido y que este mal rato pasaría pronto.

Cuando se dió la espalda pude respirar, mis manos sudaban y no conservaban un movimiento quieto, mi mirada borrosa me hacia dudar si en realidad temblaban o era algo más.

Zack por otro lado, también se había girado para mirarme, le escuché preguntar como estaba, pero ese comentario no fue importante cuando un grito no muy lejano hizo eco.

—¡Ten cuidado, luego dirá que has abusado de ella físicamente!

Ese grito.

Ese gran grito, hizo que me derrumbara y todos mis recuerdos y pensamientos corrieran a un segundo, mis ojos se elevaron solo para ver el rostro de Zack, solo para saber si no sentía repulsión al verme.

Pero había sido todo lo contrario. Su mirada me repasó y como si hubiera unido todas las piezas del rompecabezas elevó la mirada a mí, luego a hacia Regan y luego, cuando fui algo consciente de ello, estaba encima de Regan golpeándolo sin siquiera dejarlo respirar. Mis ganas de vomitar aumentan en cuanto veo los nudillos ensangrentadas de Zack y me quedo más que lívida cuando las personas empiezan a crear un círculo a su alrededor.

Quise apartarme pero mis instintos me decían que debía correr a separar a mi novio y largarnos de una buena vez. Aunque mis piernas no reaccionaran, una parte de mi sintió alivio en cuanto Diego apareció entre la gente y empezó a decirle a Zack que era suficiente, que le dejara.

La respiración comenzó a faltarme tanto que me sentía débil, sentía que iba a desmayarme.

Entonces todo fue un caos y todo empezó a verse más borroso.

Lo único que logro reconocer son las sirenas policía cerca.

En cuanto Zack se levanta su pecho sube y baja con brusquedad, tiene la respiración tan agitada como yo, compartimos una mirada que se suaviza en cuanto él mira mi estado y hace un ademán de acercarse, pero dos policías toman sus brazos y se aseguran de retenerlo.

—Joanna, ¿Joanna estas bien?—una voz familiar me habla, pero aún no soy capaz de reaccionar a todo lo que hay a mi alrededor.

Y entonces todo pasa muy rápido.

Mis ojos se cierran y caigo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top