¡Tienes 31 Mensajes!

Agreguen la canción de arriba, le dará su toque especial:3♡

CONFESIONES

  '                   
    '                      
       '
           '   -   -   -   -
                                '
                                  '
                                     ' - 📨

Tallo mis ojos mientras se acostumbran a la poca luz que yacía a mi alrededor. Trataba de recuperar un poco la conciencia luego de mi siesta repentina y acostumbrarme a que no estaba en mi cama, sino en en un asiento algo similar por lo cómodo que podía ser. A la verdad no recordaba cuando había cerrado los ojos.

Pero si recordaba haberme arrepentido de acceder a este viaje ¿Razones? Ahí les van.

Alexa estaba al fondo de la camioneta mientras se tomaba selfie tras selfie. Tuve que quitarle el sonido a mi celular para que las notificaciones de sus fotos en instagram no me molestasen.

Diego y Rylie por primera vez habían despegado sus bocas para dormir, habían decidido echarse una siesta que seguramente duraría hasta mañana por la mañana. Los pobres habían pasado toda la noche en el centro de policía denunciando a Caleb y haciendo todo el proceso para que permaneciera allí por lo que había hecho luego de que fuese atendido en el hospital por los golpes que había recibido de parte de Zack.

Por suerte, lo habían logrado y él no se había molestado en negarse por su condición.

Me gusta el malote

Puedo decir lo mismo...

¿En que estaba? Ah, cierto. La última razón era que, aunque Zack quiso negarse para que me sintiera más cómoda, yo estaba en el asiento del copiloto acompañada del pelinegro mientras manejaba.

Se que remotamente todo se veía bastante tranquilo, pero no podía evitar jugar con los dedos  por los nervios que sentía.

Luego del abrazo no me había molestado en mirarle la cara otra vez. Traté de no ser brusca con mis movimientos, pero de verdad quería darme la vuelta para acomodarme.

Quizás si pretendía estar dormida...

Con sumo cuidado me giré lentamente y hasta ese entonces no me había fijado en la manta que tenía sobre el cuerpo, definitivamente no la tenía antes de dormir.

Cuando logré mi objetivo sonreí mentalmente, era la mejor.

—¿Vas a seguir pretendiendo que estas dormida?

¿La mejor que? No te escuché

Abro los ojos con lentitud, encontrándome con Zack con los ojos clavados en la carretera. Él mantenía la misma imagen que en la tarde, me sorprendió que no estuviera abrigado considerando el frío.

—¿Desde cuando sabes que estoy despierta?

El hace un arco hacia abajo con la boca, simulando que pensaba.

—Desde hace unos cinco minutos, antes de que movieras—Fruncí el ceño.

—Eso es imposible.

—No lo es, tú... ronroneas a veces ¿lo sabías?—Mis mejillas cobraron un color carmesí de la vergüenza, ya me lo habían dicho, pero nunca quise aceptarlo.

—E-eso no es cierto...

—Claro, es tan cierto como que estas sonrojada ahora mismo—¿Pero como sabía eso? Brujo no era, era demasiado lindo para serlo.

—Pues no lo estoy.

—Ya creo que sí.

—No.

—Sí.

—Que no.

—Yo digo que sí —dejo los ojos en blanco antes de incorporarme nuevamente en el asiento, ganando más comodidad.

Mis ojos ahora también estaban clavados en la carretera ahora.

—Esto es lindo –digo, sin ser consciente del todo.

—¿El qué?

—La carretera. Me recuerda al videoclip de una canción que me gustaba mucho en mi adolescencia.

—En tu adolescencia —repite, con más interés—, ese tema me gusta.

Niego con la cabeza, una sonrisa se me escapa.

—The Nigth We Met —se escuchó más leve de lo que planeaba.

—¿Que esa no era la canción que toda adolescente cantaba cuando le rompían el corazón?—frunzo las cejas y volteo a mirarlo.

—Pues no en todos los casos.

—¿Ah no? ¿Tú no?

—De hecho no, y agradezco no haber arruinado una canción tan bonita en una persona que me dejó un mal sabor en la boca. No tuve tantas experiencias en relaciones como para lamentarme.

—No creo que no hayas tenido algo por ahí—me dedica una mirada rápida.

—En realidad no del todo...—prefiero no sacar ese tema ahora—, La única vez que un chico entró a mi casa no terminó tan bien.

Eso ha despertado todas las alarmas de curiosidad en él.

—Necesito saber eso.

—¿Y que te burles de mí? No gracias.

—Piensa que me río contigo, no de ti —me anima. lo miro mal repentinamente, no se como eso ha funcionado, pero cuando menos lo espero las palabras salen de mi boca.

—Fue una vez que nos habíamos mudado a un departamento algo más grande que el mío, mi madre no tenía tanto dinero y mi tía le alquiló uno de sus departamentos más baratos.Yo... bueno, tenía dieciséis y... era algo inmadura y tenía la casa a solas...

—Esto se pondrá bueno.

Ignoré su comentario y continúe.

—Invité al chico y bueno, pasamos el rato, tampoco hicimos la gran cosa pero cuando las cosas quisieron irse a más... mi madre había llegado y no solo ella, una de sus amigas, ella justo ese día quería enseñarle el departamento entero.

—Que poco conveniente, eso te pasa por permitir que un chico entrara a tu departamento.

Le dedico una mirada fulminante con la mirada momentáneamente.

—Pero si tu haz entrado muchas veces y jamas te haz quejado —reclamo.

—Pero yo soy yo, solo a mí me puedes permitir eso.

—¿Termino de contar o no?—Él alza una mano para que prosiga.

—Le dije al pobre chico que se escondiera detrás de la puerta, estaba sudando del miedo. Cuando decidí salir de la habían saludé a ambas y le dije a mi madre que el balcón espectacular que había en su habitación era el mejor inicio a su recorrido.

—¿Y milagrosamente aceptó?—asentí.

—Luego de eso corrí por el chico y le dije que saliera. Se fue con la camisa en las manos al igual que los zapatos y... algunos insultos de las vecinas que se quejaban por como iba —Zack rió en voz baja.

—Que buenas experiencias, imagino que el chico no quiso volver a verte en su vida.

—Y estás en lo correcto —sonrío, teniendo en cuanta que realmente no pude saber más de aquel chico luego de ello.

—Pobre soldado caído —le doy un manotazo en el hombro.

—¿Por qué él es la víctima? A mi pudieron castigarme de por vida.

—Pero al pobre le han insultado solo por no tener camisa y correr descalzo —negó con la cabeza.

—Pero... quien sabe, quizás si no lo hubiera hecho estaríamos en una linda relación —eso hizo que hundiera las cejas—, tendríamos un gato... quizás con planes de boda—disfruto ver como su sonrisa se apaga con solo escucharme.

—Que graciosa.

—¿Graciosa?

—Sí, me lo tomaré como chiste para no buscarme la dirección de ese idiota y aniquilarlo—Dramatiza.

—Eso sería imposible, seguramente ya se habrá olvidado de mí y de lo que sucedió luego de poner esa...—me detengo.

—¿Que? ¿Luego de que?

—De que...—me corté a mí misma cuando sentí el ardor de mis mejillas—, no olvídalo.

—Oh vamos, ya lo has contado, tienes que terminarlo.

—Donde te rías...

—Venga ya, no lo haré —dudo en creerle o no, pero consigue convencerme si semblante serio.

—Bueno es que... mhm, me puso una orden de alejamiento...—susurré, jugando con los dedos.

—¿Que hizo...—se cortó asimismo cuando entendió lo que había dicho, una pequeña lagrima salió a medida que reía.

Idiota.

—¡Dijiste que no te burlarias!

—Pues mentí —se limpia la pequeña lágrima—, y tu que ya hablabas de una posible familia. Lastima que ahora tenga una orden de alejamiento para ti...—me pongo aún más roja cuando lo escucho reírse nuevamente.

—Eres un idiota.

—Me han comentado eso algunas veces, pero tranquila _Joannita_ no le contaré a nadie tu decepción amorosa.

—Él no fue una decepción amorosa—Aclaro, porque claramente no lo fue.

—¿Y tienes alguna? Porque si supera la del pobre chico podría decirse que has tenido una mala reputación amorosa —sonrío con nostalgia.

Si supiera...

—No puede ser peor que la tuya.

—Lamento decepcionarte, jamás he tenido novia —abro los ojos por la verdadera impresión que siento ahora mismo.

—¿Nunca?

—Nunca —me asegura—, jamás me he sentido tan cómodo con alguien como para tener una.

Su rostro me confirmaba lo que decía.

—Eso no quita que hayas tenido alguna... ¿Alternativa?

Ladea la cabeza, dudoso.

—Puede que alguna, estuve con algunas chicas pero eran encuentros casuales y nunca llegaban a nada.

—Les quitaste la oportunidad de estar con él gran Zack Parck —niego, divertida.

—No me arrepiento de ello, prefiero que tener la gran oportunidad de estar con Joanna Diamond, eso sí sería ganarse la lotería—afirma, con una sonrisa orgullosa.

Mi sonrisa se descompone cuando recuerdo las palabras de su padre.

Preguntas que no quería hacer ni pensar llegaron de repente.

¿A cuantas chicas habrá llevado a casa de sus padres? ¿Cómo había sido lo del hospital.

La confusión se apoderó de mí.

—Creo que te debo una explicación.

—¿Eh?—repito.

—Que no quiero que pienses cosas de mí que no son, no como las piensas —yo lo miraba, pero él a mí no, estaba muy atento a la carretera. O quizás era una excusa más para no tener que mirarme a los ojos.

—No, no debes hacerlo si no quieres.

De verdad no quería presionarlo ni obligarlo a nada, pero me sorprendió que solo asistiera y hablara.

—Es necesario, quiero hacerlo. Se que lo que dijo mi padre no tuvo que ser de lo más agradable para ti —tenía razon—, Quizás hayas pensado bastante en ello...—Volvía a tener razón.

—Algo —no me cuesta admitirlo.

La mandíbula de Zack se tensa un poco, tengo la sensación de que tiene una lucha enorme ahora consigo mismo.

—Es cierto, muchas de las cosas que dijo pasaron. En mi adolescencia y parte después de ella no servía para más que dar problemas y me metía en líos bastante grandes —por un segundo algún recuerdo vago parece llamar su atención y lo hace sonreír–, Era el típico chico malo de las películas que salía con una y con otra y no le gustaban las relaciones.

—Oh no.

—Oh sí.

Encoge los hombros, mis labios se abren un poco formando una sonrisa ladina, no podía imaginarme a Zack como uno de esos protagonistas.

—Me gustaban las fiestas, las peleas callejeras, no necesitaba una razón para meterme en una pelea y mandar a quien quisiera al hospital... muchos chicos salieron con lesiones muy graves –Su sonrisa se borró por una expresión de remordimiento—, No estoy nada orgulloso de eso. Jamás podré entender el porqué lo hacía solo... Episodios de ira llegaban con frecuencia, luego todo era borroso, solo escuchaba mi respiración pesada y el dolor de mis nudillos cuando lograban separarme de mi contrincante.

Mi mirada recayó en sus nudillos y en donde efectivamente se podían ver cicatrices algo visibles.

¿Como no le había fijado en ellas antes?

Imaginar a Zack en un episodio de ira también me era casi imposible, sabía que Zack tenía carácter, pero no hasta esos extremos.

—Jamás he visto alguno de esos episodios...

—Y jamas permitiría que me vieras así —me corta al instante.

Aprieto mis labios en derrota, era extraño saber que no podías ayudar en todo lo que quisieras a la persona que amas, pero podía entenderlo y entender la cierta vergüenza que sentía por admitir esa parte de su pasado.

—Admito que algunas veces llevé a chicas a casa de mis padres, pero fueron cosas de una noche, luego me aseguraba de jamás volverlas a ver ni por coincidencia.

—¿Y que fue lo que hizo que te detuvieras? Me cuesta demasiado visualizar al antiguo Zack...

—Eso me alegra —me sonríe y una cierta paz parece recorrerle—, Sería algo cliché decir que tú lo hiciste, pero en realidad reviste que ver mucho con eso, claro que antes de conocerte ya había abandonado ciertas cosas y costumbres, nada de esa estupidez me llenaba realmente.

—¿Y yo que tuve que ver?—alzo las cejas.

—No lo sé, realmente tú tienes ese don especial de inspirar a las personas a mejorar, eres un buen ejemplo para la sociedad Joannita.

Un arco se forma en mis labios mientras lo miro, los recuerdos de lo que había hecho por mi en estos días seguían muy vivos en mi memoria. Cada detalle, emoción y sentimiento, todo eso me inspiró a abrirme como nunca antes lo había hecho hasta ahora ¿Por qué sería la excepción ahora?

Y lo sentí. Ese sentimiento de confianza que recorre todo tu cuerpo. Ese ambiente que te pide en súplicas que abras tu corazón a la persona que tienes enfrente, ese mismo sentimiento que podía ser peligroso algunas veces.

Pero Rylie tenía razón, estaba en buena manos... mi pasado no tiene porqué afectar el ahora.

—Zack...—Empiezo.

—¿Mhm?

—Gracias por contarme —mi corazón se hizo pequeño, realmente estaba agradecida por compartirme su pasado.

—Pensé que me odiarías, pero de nada.

—¿Odiarte yo? Déjate de bromas.

—No puedo, no me llamaría Zack Parck si no soltara idioteces a cada palabra.

Mis ojos se movían con rapidez, miré su semblante sereno, su cabello despeinado, sus ojos fijos en la carretera... cuando lo miraba me preguntaba que había hallado Zack y mí, que había hecho para que sintiera algo tan fuerte. Y también temía no llegar a corresponderle lo suficiente, porque amar no muchas lo era todo. Menos cuando la comunicación y la confianza no van junto a ella.

Entonces sentí que algo se contrajo en mi pecho y ese nudo que siempre arruinaba estos momentos apareció con rapidez. Cerré los labios y contuve las ganas de llorar.

Mis ganas de contar todo lo relacionado hace días se evaporaron, así que me salió decir otra cosa.

—Te amo.

Los ojos de azulados de Zack quedaron completamente abiertos, como si la palabra hubiera hecho eco en todo su cuerpo y a penas pudiera reaccionar a ello.

Yo no pude evitar reír.

—¿Vas a decir algo?

—No... bueno, sí  ¿Puedes decirlo otra vez? Quiero grabarlo.

—¡Zack!

—Vale, vale, no grabaré nada —por primera vez en la noche, su mirada cálida llegó a mí, con una sonrisa acompañada de oreja a oreja y un brillo especial en los ojos.

Y me sentí segura, me sentí en paz conmigo misma... decidida a que no arruinaría este momento con cosas del pasado.

Me incliné en la pequeña lista de reproducciones que tenía aquella camioneta y busqué la canción que quería.

The Nigth We Met estaba sonando en cuestión de segundos.

Me arrimo un poco para compartirle mi manta, resultó ser más grande de lo que yo creía, lo suficiente como para acomodarnos ambos lo suficientemente cerca.

Apoyé mi cabeza en su hombro, sintiéndome en casa, y las ganas de cerrar mis ojos y dormir se apoderaron se mí.

—También te amo, Joanna.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top