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    '                        BRINDIS
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Pues vale martes, si no querías darme un buen día mejor ni me hubieras despertado, para empezar.

Las cosas van mal, ni me voy a molestar en mentirles, en las primeras dos clases he llegado tarde, en la tercera clase casi me quedo dormida y he recibido más de un regaño por ello de algún profesor y ya estoy en la última clase y sinceramente no estoy entendiendo nada por resumir todo esto.

Sí, soy escritora ¿Pero a que costo?

Estoy aburrida y cansada a la vez, pero ignorando eso, se me ocurre una idea. Sin quitarle la vista al profesor Adams —que de hecho, está al frente de mí—, y saco mi celular del bolsillo de mi chaqueta.

Aprovecho que el señor Adams se ha dado la vuelta para tomar una foto rápida. Solo se ve un poco de mi rostro, específicamente mi ojo y mi cabello, algo muy casual en realidad y muerdo mi labio inferior, dudando si mandarlo o no.

Da igual, no le veo lo malo.

Entro al chat de Zack en instagram y luego de seleccionar la foto guío mi dedo al icono de la flechita en una esquina para mandarla, lo hago casi sin ver a la pantalla y con un pequeño mensaje abajo de esta.

Yo: Creo que me estoy durmiendo en clase.

No espero que conteste al instante, sin embargo luego de un minuto suena un bip en mi bolsillo. Me aseguro de que el señor Adams no lo haya escuchado y lo saco nuevamente.

Zack: Ojalá pudiera animarte con algo;)

Tecleo rápido.

Yo: Sorprendeme;)

Espero pacientemente, dejo el celular oculto hasta que un nuevo bip suena, abro el chat y lo que veo es una foto de Zack que... sinceramente me deja en otro mundo por unos segundos.

Aparece con los ojos algo cerrados, el cabello despeinado puedo deducir que la acaba de tomar,  y... bueno, Tiene el pecho descubierto junto a su abdomen que está bastante entrenado y marcado.

Dios mio ayúdame.

Zack: Espero haber ayudado, pequeña Puercoespín.

No se si tu te has motivado, pero yo sí.

Yo quiero más ayudas así, hay que desanimarnos en clase más a menudo.

Desde aquí puedo escuchar su risita burlona, pero no estoy concentrada en eso porque toda mi cara se ha puesto roja.

De repente hace como calor ¿No?

Y con toda la razón.

¡Eh!

¿Lo vas a negar?

—¿Señorita Diamond?—escucho la voz del señor Adams y por su cara, imagino que no es la primera vez que me llama—. ¿Se encuentra bien? Tiene la cara roja.

Y he aquí es donde siento toda la vergüenza del mundo sobre mi.

—¿Ah? Sí, sí claro, no es nada —Él enarca una ceja antes de continuar con la clase y enfocarse en el tablero.

Yo: Tus "Ayudas" han hecho que me distraiga de la clase.

Zack: He logrado mi objetivo entonces:D tengo buen día, Joanna.

Oh... yo pensé que mandaría otra foto.

Pervertida, debería limpiarte un poquito. Ya me estás asustando.

Luego de unos 15 minutos más, la clase acaba me pongo de pie al instante en que el señor Adams termina y nos autoriza salir, recoge mis libros y caminó hacia la salida hasta que el profesor me detiene.

—Joanna, espera—yo me doy la vuelta y camino hasta él, tratando saliva— necesito hablar contigo.

—Profesor lo siento, le juro que no vuelvo a sacar el móvil en clase ni ha chatear con nadie mucho menos ver fotos de...

—Niña ¿De que hablas?—Él parece más confundido que yo—, Quiero hablarte de una propuesta que tengo para tí.

Me sorprendí al instante, pero asiento con la cabeza.

—Verás Joanna, cada cierto año un programa aliado con esta universidad se abre en busca de darles oportunidades a algunos estudiantes de literatura, es para jóvenes escritores talentosos de cada área correspondiente, como sabrás, esta carrera, en al menos este lugar se divide en tres áreas y yo junto a otros profesores
Tenemos la tarea de escoger a un estudiante de nuestro curso para que participe en esta actividad—me explica, yo sigo algo perdida por lo que sigue— te he elegido a ti, Joanna.

—¿A mí?—Él sonríe al ver la sorpresa que me rodea ahora.

—Así es, a ti.

Yo miro un momento al suelo, tratando de averiguar si es que me he dormido o algo así.

—Este programa es una oportunidad enorme para comenzar a ejercer tu carrera, si pasas la prueba, tus libros serán publicados automáticamente en una plataforma, patrocinada por la misma y así ganando reconocimiento, también podrían salir en librerías y editoriales si lo permites—Termina de explicar y creo que simplemente estoy esperando a que salga alguien detrás de la puerta con una cámara y griten que ha sido una broma, pero no, no lo es, nadie sale detrás de la puerta.

—Pero no lo entiendo... ¿Por qué a mi?—me limito a decir.

—Joanna, no te sorprendas tanto, es normal que escoja a la mejor de mí curso—eso me impacta más que todo lo anterior.

—¿La mejor?—repito, como si me hubiera dicho que me fuera a marte.

—Sé distinguir talento donde lo veo Joanna, y tu tienes mucho de ello—me asegura—. Por lo que sé tienes varios libros ¿Cierto?

—Sí... tres libros terminados, más el que usted nos ha pedido hacer a principio del curso—Él parece satisfecho con eso.

—¿Y como te ha ido con eso?—hago una mueca.

—Estoy atravesando un bloqueo algo fuerte por eso yo creo que debería escoger a...

—No seas testaruda, tienes potencial niña, solo debes creer en él y ejercerlo —asimilo todo lo que me ha dicho por unos segundos—. ¿Entonces? ¿Cuento contigo para esto?

Al ver que dudo un instante me coloca una mano en el hombro y le da un apretón.

—Piénsalo si quieres, te mandaré el resto de la información por correo, pero no hay mucho que pensar en realidad Joanna, oportunidades así no son para cualquiera y no estoy eligiendo a cualquiera.—es lo último que me dice antes de agarrar sus cosas e irse, yo demoro unos segundos ahí plantada antes de empezar a dar saltos de alegría sin creérmelo.

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—¡Un brindis por Joanna!–Alexa alza su batido al aire, seguido de Diego y Rylie y por supuesto que yo.

Tras salir de la universidad casi en saltos de alegría había hecho llamada grupal entre nosotros cuatro dando la gran noticia y recibiendo gritos de emoción y las enhorabuena de todos, al final hemos quedado para festejarlo.

—¡Te harás famosa en unos meses! Solo espero que no te olvides de los no famosos rápido, o empezaré a subir las fotos que tengo en mi galería a instagram para que te hagan memes.

—Alexa, no he dicho que sí.

—¿¡Y que esperas!? ¿La señal divina de Dios? ¡Dile que sí a ese anciano!— la euforia de Alexa era algo que me hacía lamentar de haberlo contado.

—Bueno es que... quizás esta oportunidad es para alguien más... ya sabes ¿Bueno?—las risas dejaron de sonar cuando he dicho eso.

—Dime que no has dicho eso—Rylie quería  lanzarme el batido en la cabeza.

—¡Joanna, te ha elegido a ti! No lo ha hecho por cualquier cosa, te ha dicho que eres la mejor.

—Pero no lo siento así, Quizás hay alguien más entregado a sus libros por ahí y yo aquí quitandole el puesto—Alexa pasaba la mano por su rostro, cansada de la situación.

—Si sigues con eso te mandaré al hospital querida—me advierte.

—Te mandaremos —le corrige Diego.

—¡Da igual! Lo que pienses no importa, estamos hablando con la mejor autora del universo, en unos meses tendrás el reconocimiento que te mereces—me asegura Rylie, mientras toma su batido felizmente sobre el regazo de Diego, por cierto.

—Por cierto ¿No le has comentado al bombóncito?

—¿Bomboncito?—Diego hace un gesto extraño.

—Es el bombóncito de Joanna, no de Rylie—aclara, dejando los ojos en blanco.

—Ah, vale, vale —Pero entonces vuelve a hacer el mismo gesto de confusión— ¿Joanna tiene un bombóncito?

Alexa pierde la paciencia, pero lo ignora, centrándose en mi.

—No le he contado nada a Zack, aún.

—¿Zack es el bombóncito?—dice, sorprendido.

—Cariño, lo siento, pero estás muy perdido—Rylie niega con la cabeza.

—No me he leído los capítulos anteriores—Murmura.

—¿Y que esperas para hacerlo?—Pregunta.

—Nada en especial... no quiero decirlo por instagram.

—¡Pues invitalo a tu casa mañana mujer! Ya nada puede darte pena después de que te ha visto en pijama.

—¿Te ha visto en pijama?—Rylie habla, perpleja.

—Sí, es la que usaba a los 13, de puca—digo, cabizbaja.

—Uhhhh.—todos dicen al unísono.

—¿Y que ha dicho?

—Que era lo más tierno que había visto... ¿Por qué estamos hablando de esto?

—Awwww —vuelven a decir.

—Porque queremos ponernos al día, esta es como mi novela de las ocho, va interesante a decir verdad—me dice Alexa, comiendo una papa frita.

—Hablando de ponerse al día...—comienzo—. Diego ¿Tu madre me dejaría trabajar los días entre semana?

—¿Que no estudias esos días?—me pregunta Rylie.

—Sí pero... bueno, estoy algo apretada de dinero.

—Pues, podría preguntarle, pero por lo general ya hay personas ocupadas aquí esos días —no puedo evitarlo, la decepción me invade.

—¿Es urgente? Si lo necesitas yo podría...

—No Rylie, no es necesario hacer eso. Tranquila, no podía pedirte nada, estoy bien, esperaré las respuestas de la madre de Diego.—Ellos dos asienten, miro a Alexa quien tiene la mirada algo perdida mientras muerde su labio.

Frunzo las cejas, es lo que hace cuando no se siente segura de algo que ha hecho, sin embargo, la papá frita que Diego me lanza por diversión me distrae y no pregunto nada.

Yo le lanzo una de esas a la cara y reímos después de discutir un poco el asunto, el día había culminado bien, me despedí de Alexa en la parada del autobús cuando ella se subió a otro y... Rylie y Diego estaban a mi lado, él insistió en acompañarnos, pero solo había sido una excusa para besar más a Rylie.

Al llegar a la residencia no tuve que despedirme de ellos pues ya habían entrado al departamento de Rylie, negué con la cabeza reprimiendo una sonrisa.

Al entrar a mi departamento saqué mi celular, aproveché mi alegría para escribir un mensaje rápido y mandarlo antes de tumbarme a la cama y cerrar los ojos, mañana seria un día interesante, o bueno, no lo sabía, solo sabía que vería a Zack y por lo tanto. Sería un día perfecto.

Yo: ¿Quieres venir mañana? Tengo buenas noticias que contar.