¡Tienes 11 mensajes!
Este capítulo es algo largo,
Pero es porque pasarán ciertas cositas interesantes, espero que les guste<3
¡Gracias por leer!
Sin más, los dejo con el capítulo:D
' CITA INESPERADA
'
'
' - - - -
'
'
' - 📨
Que el coche por fin se estacionara había sido un alivio total, y ni dudé ni un instante en abrir la puerta y pisar el suelo.
Diego tiene que aprender a conducir despacio.
—Ya hemos llegado—dice él felizmente.
—Sí, a ese paso hubiera vomitado tu coche —Alexa responde medio mareada, pobrecita.
—Lo siento...—sonríe algo avergonzado—. Es la costumbre.
—¿Costumbre?—arqueo una ceja, confundida.
—Sí, con mis amigos a veces hacemos unas cuentas carreras.
—¿Que eso no es ilegal?—se encoje de hombros, sonríe quitandole algo de peso a la pregunta de Alexa, que empieza a bombardearlo con preguntas acusadoras sobre eso.
—Es simple diversión, sabemos donde escondernos — Rylie parece encantada por ello.
—¿Dijiste amigos?—el instinto cazador de Alexa se ha activado, lo que faltaba.
—¿Sí...?—Diego parece más confundido.
—Deberías presentarme alguno —Rylie la mira con el ceño fruncido al separarse de Diego.
—Acabas de protestar que eso ilegal y que no se que—Ella se limita a encogerse de hombros y sonreir.
—Uno puede cambiar de opinión de vez en cuando.
—De hecho, podría recomendarte a algún amigo, pero no sería al tan confiable.
—¿Confiable?—pregunto.
—Digamos que... bueno, él no es un tipo muy serio para las relaciones-vacila antes de hablar— Nunca lo he visto en una relación, básicamente.
Me quedo un poco pensativa, ¿Como será Zack en ese aspecto? La duda me ha llegado de sorpresa.
—Bueno, no es muy lejano a lo que yo quiero.
—Bueno, quizás esté adentro.
—¡Bien! Es hora de entrar encontonces.
Nos acercamos a la puerta donde hay un enorme señor calvo de seguridad que nos mira con desaprobación pero aún así nos deja el paso libre.
Y bueno, aquí paro el encanto, lamento desolucionarlos pero es momento de caer en la realidad y la realidad es que me siento perdida en este lugar, Rylie y Diego solo han necesitado algunos tragos para ya andar besuqueandose como si no hubiera mañana y Alexa está ligando con un chico no tan lejos de mi, y yo... yo estoy tomando junto a la barra, lo que me parece muy deprimente en realidad.
¿Y si le llamas?
Tú no tienes permiso para hablarme mientras esté borracha.
Moriré sola si sigo así.
Oh... no, eso es muy triste.
Lo es, sí, pero medio borracha ni se siente.
—Oye, quita esa cara —Alexa ha vuelto a mi— ¿Quieres bailar?
—¿Que pasa con el chico con el que hablabas?—pone los ojos en blanco y arruga la nariz, justo lo que hace cuando no le gusta algo.
—Es un asco, ahora vamos que la noche es joven —Es lo último que dice antes de pedir dos copas grandes de agua ardiente y arrastrarme con ella a la pista de baile.
No tardo taaanto en entrar en la misma atmósfera que todos, supongo que es gracias a todo lo que he estado tomando desde que llegué.
—¡Oigan!—Rylie, medio borracha y agarrada de los hombros de Diego nos grita por el sonido de la música—. ¿La están pasando bien?
Alexa y yo nos reímos, sin saber bien el porqué.
—Síííííí.
—¡Me alegra!—y vuelven a besuquearse como si no hubiera mañana.
Que horror.
Lo sé... ¡Oye te prohibí hablarme!
Suerte con eso.
Alexa y yo seguimos bailando al ritmo de la música e inventando pasos algo bobos para generar risas, le echo una ojeada a los dos tortolitos a nuestro lado que también se han puesto a bailar —mientras se besan, cabe recalcar—.
—¡Oigan, busquen una habitación! —Alexa les lanza un baso de esos rojos que aparecen en las películas adolescentes, que de hecho, no se de donde lo ha sacado, pero estamos en wattpad y todo vale.
Ellos reaccionan, Diego nos mira con una sonrisita inocente mientras Rylie todavía baila o se restriega frente a él, básicamente.
Quizás no sea una gran idea seguir tomando.
Diego —Que es el más consciente de todos—, abre la boca por un momento, aunque vuelve a cerrarla cuando mira detrás de nosotras, remplaza su expresión anterior por una sonrisita.
–Oye Alexa—llama su atención—. ¿Todavía estas interesada en mi amigo?
Eso crea una sonrisa maliciosa en el rostro de mi amiga.
—Depende, si es lindo...
—Pues compruébalo tú misma–y así es como señala a un lugar en específico, logrando que nosotras demos la vuelta y veamos a un grupo de chicos tomando en una mesa no tan apartada de la nuestra.
Sin embargo, nos quedamos buscando a dicho chico entre tantos.
—Oye Diego, cual...—Alexa pone cara de asco cuando ve que ha sido una distracción para volver a besarse con Rylie— ¡Oigan!
Él siquiera nos ve, simplemente separa un poco sus labios de los de Rylie para hablar nuevamente- él de la chaqueta de cuero.-Murmura y vuelve a lo suyo, yo volqué los ojos al instante y volví a darme la vuelta, sonrío cuando veo que Alexa ya ha localizado al chico, que está de espaldas.
—Bien, deseame suerte, chica.-le guiño el ojo y vuelvo a la mesa, expectante de todo mientras llevo un trago a mi boca.
No se como he aguantado tanto sin hacer una estupidez, normalmente con unas cuentas copas basta, pero sigo extrañamente tranquila.
Espero que dure, la verdad.
Mientras, me fijo en Alexa que va caminando tranquilamente hasta el chico con una sonrisa y va realmente atractiva, ella lleva el vestido rojo que le he dado antes y juega bastante con su mirada y tono de piel, es un orgullo tener una amiga tan bonita.
Pero entonces me fijo en el chico cuando ella toca su hombro y siento que estoy a punto de escupir todo lo que traigo en la boca, noto que no soy la única, pues Alexa se cayó al piso de la impresión.
Era... Zack.
Él ayuda a Alexa a ponerse de pie, tiene un semblante serio y veo que Alexa solo habla rápido, seguramente poniendo una excusa para irse y huir corriendo de ahí, y veo que funciona pues viene con cara de espanto hasta nuestra mesa.
Mientras yo... yo sigo en shock sin saber que pensar.
¿Él era el amigo de Diego? Don nadaderelacionesserias.
Estoy confundida y algo... ¿decepcionada? Porque demonios estaría decepcionada, ni que fuéramos algo... tampoco pretendía serlo.
—¿Lo has visto?
—Lo he visto.
—Creo que del susto ya no estoy tan borracha —añade con la cara pálida, Dios mio, ese hombre causa muchas emociones entre la gente.
—Igual yo —admito, se que no lo dice en broma. Ella parece notar el montón de sentimientos que están pasando por todo mi cuerpo y se sienta a mi lado, colocando una mano en mi hombro.
—¿Estás bien?
—Sí.
—Bueno, se que Diego nos ha dicho cosas no tan... lindas de él, pero quizás exageró, Joanna, es decir... míralo —ambas miramos a donde está él, quien sigue metido en la boca de Rylie. Eso me roba unas cuentas risas junto a ella.
—No lo sé, no quiero actuar como una depresiva ahora.
—¡Esa es mi chica!
—he tenido una semana horrible.
—Exacto.
—¡Y el ha desaparecido en toda esa semana!
—Eso fue injusto.
—¡Entonces al demonio con todo esto! Voy a emborracharme toda la noche sin pensar en el estúpido de Zack.
-¡Así se habla!-es lo último que dice antes de agarrarme nuevamente del brazo y arrastrarme a la pista de baile junto. Rylie y Diego que ya no se están besando, por cierto.
Entonces la verdadera fiesta comienza, ambas damos lo mejor de nosotras Ignoro mi estúpida pelea mental porque me he centrado en otra cosa ahora, y es que he tenido una extraña sensación desde que me he levantado a bailar, lo cual es bastante extraño porque siento que alguien me esta vigilando ¿Y eso era normal? No lo sé, pero tampoco me importaba.
Siquiera he volteado al lugar donde está Zack, porque no me importa lo que haga, además, quiero olvidarme de él.
Zack: creo que hemos venido a la misma fiesta:)
Oh no, no íbamos a empezar.
Ignorar.
Eso, eso, hay que hacernos las interesantes.
Estúpido Zack.
Oye, no me quites mi labor.
Desde que llegó a mi vida no ha hecho más que interrumpir mi paz mental, así que este es mi descanso definitivo.
Esperemos que cumplas esa palabra
Obvio sí.
De repente he tomado tanto de nuevo que me siento más borracha que antes, y no tengo una idea clara de cómo ha pasado pero estoy arriba de la mesa bailando de forma extraña, pero no tan extraña. Al menos.
Mi celular vibra nuevamente en mi mano.
Zack: Joanna.
Lo siento como un regaño, pero me da igual.
Zack: ¿Que demonios estas haciendo encima de la barra de jugos? Pareces loca ahí montada.
Vale, lo de loca me ofendió.
Joanna: ¿Estás aquí en la fiesta? Ya pareces mi acosador personal.
Zack: No te acoso, Este bar es de mi padre, vengo aquí casi todo el tiempo para asegurarme de que todo vaya bien, y hoy no lo está.
Joanna: ¿Por qué? Yo lo veo bieeen.
Zack: Porque hay una borracha encima de la barra y está llamando la atención de todos los hombres del lugar. Pareces un trozo de carne al rededor de lobos hambrientos.
Joanna: ¿Eso es malo?
Zack: si estás borracha si.
Joanna: Uh se repite la historia, ven a salvarme, hay un chico que me está mirando raro.
Él ve el mensaje pero no contesta, así que he decidido que me da igual y me lanzo a bailar nuevamente.
Porque me da igual.
Pero entonces, mi celular vuelve a vibrar, la luz hace que me duelan los ojos pero aún así alcanzo a leer lo que aparece en la pantalla.
Zack: no te muevas.
Por un momento me quedo quieta, muy quieta, pero luego recuerdo que soy libre de hacer lo que quiera y sigo bailando, no tengo porque hacerle caso. Aunque eso no me dura mucho porque en cuestion de segundos ya no estoy en la mesa y, lo más importante, estoy en el hombro de Zack tratando de que me suelte.
—¡Oye, oye, me estaba divirtiendo!—Él niega con la cabeza.
Noto que salimos del lugar y él me baja al fin, yo coloco mis manos sobre mis caderas con expresión de molestia.
—¡Porque eres un aguafiestas! La estaba pasando bien.
—No la ibas a pasar tan bien luego de que algún idiota se te insinuara.
—Ese es mi problema, Zack ¿Que a caso tu no lo haces con las chicas?—Él parece confundido, pero abre la puerta de lo que parece su coche.
—Entra, te llevaré a tu residencia.
—Mis amigos están adentro, no voy a dejarlos.
—He hablado con uno de mis amigos, las cuidará bien, al parecer ha venido con ustedes.
Yo suavizo la mirada al instante.
—Entonces si eres tú...—le digo, cabizbaja.
—¿De que hablas?
No le respondo, miro a mi alrededor y noto que la única opción es irme con él, así que entro al coche y solo me quedo observándolo mientras él da la vuelta y sube en el asiento del conductor, se inclina un poco hacia mí y abrocha mi cinturón.
Pasamos todo el camino en silencio, lo prefiero así, no quiero decir alguna estupidez ahora. Cuando llegamos, él se encarga de sacarme del coche y llevarme hasta la puerta de mi departamento.
Mira que intento meter la llave en la cerradura, él parece divertido al ver que lo he intentado ya más de cinco veces.
—¿Pero cuanto has tomado?—se burla, el muy asqueroso.
—Oh cállate, te aseguro que no fallaría si te lo clavara al ojo.
—Claro, el ojo derecho —Él niega, divertido, toma las llaves y abre la puerta con una facilidad increíble, considerando que yo ya iba por el intento siete.
Yo paso y me doy cuenta que él no lo hace, así que me doy la vuelta y lo veo nuevamente.
—¿Por qué sigues haciendo estas cosas por mi?—lo he pillado por sorpresa, no se esperaba una pregunta así, lo pude notar.
—Tú lo hiciste por mi, hacer esto es lo mínimo que...
—No, Zack, a lo que me refiero es... ¿A por qué sigues en mi vida? Pensé que ya te habías olvidado de mí en esa semana que desapareciste... y ahora...
—¿Quien te hizo creer que eres fácil de olvidar?—Sus ojos azules me repasan con ternura, su sonrisa es leve, pero aún borracha se que ha ignorado mi pregunta-. Buenas noches Joanna.
Él me mira una última vez antes de cerrar la puerta, yo me acerco a esta y apoyó mi frente sobre la madera, dejando escapar un suspiro.
—Buenas noches, Zack.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top