¿De verdad iba a ir?

Lo pensó, toda la mañana. 

Ella si quería, pero también temía que fuese una broma. 

¿Como era posible que se pusiera nerviosa al pensar en un extraño?

¿Pensar en conocerle? 

¡Al fin! ¡Después de tanto!

Faltaba menos de media hora para encontrarle. Y ella estaba echa un caos.