#ME - Capítulo 2
Axel no respondió mi mensaje. Estoy segura que nadie le respondería a un desconocido que te confunde con otra persona y además te pide que le envíes una fotografía. Al día siguiente decidí enviarle un mensaje, a pesar de que se miraría demasiado raro. Solo quería divertirme un poco y él era el indicado para abordar esa misión.
Sarah: ¡Tú!
Samantha: ¿Ahora qué quieres? Ya te lo dije, yo no soy Samantha.
Sarah: Sé que no lo eres, yo solo quiero molestar.
Samantha: Lo sabía.
Sarah: ¿Qué sabias?
Samantha: Me amas locamente.
Sarah: ¡Ni siquiera te conozco!
Samantha: Sí, tú me amas.
Sarah: Claro que no.
Samantha: Claro que sí.
Sarah: Me acosas.
Samantha: ¿Acosarte yo? por favor, tú eres la que manda mensajes a desconocidos, yo solo te respondo.
¿Por qué diablos Axel siempre tenía la razón? Todos los mensajes fueron respondidos, sus contestaciones tan obvias me hacían quedar como una tonta. Oficialmente lo detestaba, pero algo dentro de mí me animaba a seguirle escribiendo.
-¡Hija! deja ese teléfono y baja a desayunar -gritó mi madre en la puerta de mi habitación.
-Claro, deja sólo envió un mensaje de texto y bajo de inmediato -contesté mientras mantenía mis ojos en el teléfono.
Sarah: Adiós.
Dejé el teléfono en mi cama y bajé a desayunar lo más rápido posible. Al regresar a mi habitación, revisé si tenía algún mensaje de Axel.
Samantha: Por cierto, dijiste que ya no me hablarías.
Sarah: ¿Por qué debo dejar de hacerlo?
Samantha: Lo sabía, tú me amas.
Sarah: ¿Por qué piensas que yo te amo?
Samantha: Porque me mandas mensajes de textos.
Sarah: Eres odioso, ¿sólo por mandarte mensajes ya estoy enamorada de ti? En la actualidad los mensajes no significan nada, eso es muy del año pasado, ahora todo el mundo se comunica y eso no quiere decir que la persona con la que hablas está enamorada de ti.
Samantha: No soy odioso, y sí, tu estas enamorada de mí.
Sarah: Sí lo eres.
Samantha: Claro que no, soy la persona más dulce y amable de toda la ciudad que puedes encontrar.
Sarah: ¿Cómo voy a saber eso si no te conozco?
Samantha: ¿No te hablo? y ¿qué estamos haciendo ahora?
Sarah: ¡En la vida real! O sea, cara a cara.
Samantha: Entonces es hablando en persona, ¿esto no es la vida real?
Sarah: Eres un amargado, no te tolero.
Samantha: No soy amargado, solo soy obvio.
Sarah: ¿Sabes qué creo de ti?
Samantha: ¿Qué crees de mí?
Sarah: Que eres un cerebrito sin amigos y que esta amargado.
Samantha: Sí, soy un "cerebrito"; pero algo si te puedo decir, yo tengo más amigos que tú.
Sarah: ¿Qué apuestas?
Samantha: Una foto.
Sarah: ¿Una foto?
Samantha: Si, una foto tuya desnuda.
Oh por dios, estaba muriendo lentamente, ¿cómo alguien apostaría una foto suya desnuda? Estaba hablando con un verdadero pervertido.
Sarah: ¡Eres un pervertido!
Samantha: Claro que no, yo solo lo decía para ver tu reacción, quería divertirme un poco.
Sarah: Idiota.
Samantha: Soy un idiota, pero muy sexy.
«Comencé a reírme como loca al leer aquel mensaje, Axel no estaba bien de sus facultades mentales».
Sarah: No.
Samantha: Sí.
Sarah: No.
Samanta: Sí.
Sarah: Sí; ¡espera, no!
Samantha: Basta de esto, parecemos unos niños inmaduros.
Sarah: Eres un amargado.
Samantha: No lo soy.
Sarah: Sí lo eres.
Samantha: Déjame adivinar.
Sarah: Sí, todavía te tengo registrado como Samantha.
Samantha: ¿Cómo sabías que te iba a preguntar eso?
«Por primera vez le había ganado en algo a Axel. Si seguía así, pronto obtendría una foto de él, solo tenía que seguirle el juego».
Sarah: Sólo me lo imaginé.
Samantha: ¿Cuándo lo cambiarás?
Sarah: Cuando se me dé la regalada gana.
Samantha: Eres una histérica amargada, y me decías amargado a mí.
«¿Qué? ¿Yo era una histérica amargada? ¡Claro que no!»
Sarah: De igual manera me amas.
Samantha: ¿Sabes? Eso no tiene nada que ver con lo que hablamos.
Sarah: Como tus mensajes.
Samantha: Claro, lo que tú digas histergada.
Sarah: ¿Histergada?
Samantha: Si, es una combinación de histérica y amargada, es más sencillo decirte así.
Sarah: Te odio.
Samantha: Yo también, no te preocupes, compartimos ese sentimiento mutuamente.
Sarah: Estoy de mal humor y tus mensajes hacen que me ponga aun peor.
Samantha: ¿Por qué estas de mal humor?
Sarah: Terminé con mi novio y eso me pone de mal humor.
Samantha: Seguro ese novio lo acabas de inventar, solo para sonar interesante.
¿Por qué Axel siempre acierta en todo lo que respecta a mí?
Nunca he tenido novio, bueno técnicamente si tuve uno a los siete años. Él terminó conmigo porque no quise compartir mi almuerzo, pero tenía demasiada hambre así que me lo comí todo. Si no he tenido es porque el chico indicado no ha llegado, si seguía así terminaría soltera por el resto de mi vida.
Sarah: ¿Sabes? No sé porque te dije eso.
Samantha: Quizás, ¿porque soy la única persona con quien hablas?
Sarah: ¡No!
Samantha: Sí, respondes rápidamente y tu forma de escribir describe a una mujer desesperada, creo que soy el único amigo que tienes.
Sarah: No, además tú no eres mi amigo y yo tengo más amigos que tú.
Samantha: Tú no eres mi amiga y no, yo tengo más amigos que tú.
Sarah: ¡Sólo haces que me ponga más de mal humor!
Samantha: ¿Más de lo que estás?
Sarah: Sí.
Samantha: ¿Te puedo hacer una pregunta?
Sarah: Ya hiciste una, pero adelante.
Samantha: Si te caigo mal, ¿por qué sigues hablando conmigo?
Sarah: No lo sé.
Samantha: Sarah se está enamorando de mí.
Sarah: ¡No! Sólo creo que en el fondo no me caes tan mal.
Samantha: En el fondo le caigo bien a Sarah.
Sarah: No te burles.
Samantha: ¿Cómo sabes que me burlo?
Sarah: ¿Tu forma de escribir te delata?, ¿sabes? No soy estúpida.
Samantha: Pensé que sí lo eras.
Sarah: No y ¿sabes? Deberías de mandarme una foto tuya.
Samantha: Otra vez con ese asunto, ¿para qué quieres una foto mía?
Sarah: ¡Te quiero conocer! Eso es todo.
Samantha: Tendrás una foto, si tú me mandas una primero.
Sarah: No, yo dije primero, así que tu mandas la foto y después la envío yo.
Samantha: Yo no la mandaré si tú no la mandas.
Sarah: Ya es hora de que tú hagas lo que yo pido, yo ya lo hice.
Samantha: Claro que no. Y tú, ¿qué hiciste?
Sarah: Te dije mi nombre primero.
Samantha: Eso no cuenta.
Sarah: Sí cuenta.
Samantha: Entonces no tendrás foto mía.
Sarah: Ni tu una mía.
Samantha: Entonces no me conocerás.
Sarah: Eres muy malo conmigo.
Samantha: No soy malo, yo solo cuido mi privacidad, no puedo enviar fotos a cualquier persona.
Sarah: Te odio, Axel.
«Odiaba demasiado a Axel».
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top