#ME - Capítulo 1
A la mañana siguiente, mi cabeza quería explotar, tenía un dolor demasiado fuerte, Samantha había sido la que bebió y yo era la que estaba sintiendo la resaca. No sabía nada de ella desde anoche, así que tomé mi teléfono y le escribí de inmediato.
Sarah: ¡Hola Samantha!
Samantha: ¿Hola?
Sarah: ¿Cómo llegaste a tu casa sin mí?
Samantha: ¿No lo sé?
Sarah: ¿Por qué rayos te hice caso? Yo no quería ir a esa fiesta, me dejaste sola la mayor parte del tiempo, además tuve que regresar a mi casa a esas horas de la noche, ya no volveré a salir contigo nunca más.
Samantha: Disculpa, ¿te puedo hacer una pregunta?
Sarah: Ya estás haciendo una, pero adelante.
Samantha: ¿Cómo has conseguido mi número?
Sarah: Tú me lo diste ayer en la noche, ¿no lo recuerdas?
¿Samantha aún seguía estando ebria? El alcohol la había afectado demasiado, porque ni siquiera me reconocía. Odiaba que ella olvidara las cosas que hacía cuando se emborrachaba, ¿cómo no iba a recordar que anoche ella me dio su nuevo número?
Samantha: No, no lo recuerdo para nada.
Sarah: ¿Sigues estando ebria o qué?
Samantha: No, no estoy ebrio.
Sarah: ¿Ebrio?, ¿ya cambiaste de sexo?
«¿Qué es lo que estaba sucediendo? Esto no me estaba gustando para nada».
Samantha: ¿No? Según yo y mi aparato reproductor masculino, siempre he sido un hombre.
Sarah: Claro que no, tú eres una mujer.
Samantha: No, yo soy un hombre ya te lo dije.
Sarah: Espera, ¿acaso no eres Samantha?
Samantha: ¿Qué Samantha?
Sarah: ¡Mi mejor amiga!
Samantha: Si sabes que hay muchas Samanthas en este mundo, ¿verdad?
Sarah: Yo hablo de Samantha West, mi mejor amiga.
Samantha: ¿Qué amiga?
Sarah: Samantha, no estoy jugando, si sigues con esta farsa en verdad me voy a molestar contigo.
Samantha: No estoy jugando.
Sarah: ¿Quién demonios eres?
Samantha: ¿Quién crees que soy?
Sarah: Ya te lo dije, ¡mi amiga!, ¿quién eres?
Samantha: ¿Tú quién eres?
«Samantha me estaba sacando de quicio, estaba a punto de explotar, si ella seguía así, me conocería como realmente soy cuando me molesto».
Sarah: Yo te pregunte primero, si no me dices quién eres tú, yo no te lo diré.
Samantha: Entonces no te lo diré.
Sarah: Samantha, no juegues.
Samantha: ¿Cuántas veces te lo tengo que repetir? No estoy jugando.
Es entonces cuando reaccioné. La persona con la que estaba mensajeando en realidad no era Samantha ¡rayos!, ¿cómo pudo pasar todo este lío? Un antro, música por todos lados, alcohol y Samantha en un estado no muy bueno, era más que obvio que algo como esto sucedería. Lo más probable era que yo había cambiado su número por el de otra persona o ella me lo dio mal, pero lo que realmente importa aquí es que no sabía con quién estaba hablando; tal vez era un secuestrador, un pedófilo necesitaba saber quién era, los más rápido posible para estar tranquila.
Después de asimilar un poco las cosas me tranquilicé, bajé a desayunar con mi madre. El almuerzo fue rápido y estuvo en completo silencio, al terminar subí a mi habitación lo más veloz posible; tomé mi teléfono y continué mensajeando con el desconocido.
Sarah: ¿Cómo te llamas?
Samantha: No te lo diré.
Sarah: Por favor, dímelo.
Samantha: Si tú no me lo dices, yo no te lo diré.
Sarah: De acuerdo. Tú ganas, soy Sarah Harper y ¿tú eres?
«¿Por qué le estaba dando datos a un desconocido? Pareciera que mi madre no me dijo que no debía hablar con desconocidos, pero vamos ya no era una niña. Legalmente seguía siendo menor de edad, pero dentro de unos meses esto cambiaría».
Samantha: ¿Para qué quieres saber mi nombre?
Sarah: Yo solo quiero saber cómo se llama la persona con la que confundí a mi amiga y para estar tranquila.
Samantha: ¿Cómo sabes que te equivocaste?
Sarah: Porque estas actuando raro y además ya me dijiste que no eres Samantha.
Samantha: No actúo raro, así soy yo.
Sarah: Dime, ¿cómo te llamas?
Samantha: ¿Me quieres acosar o qué?
Sarah: ¿Qué? ¿Acosarte yo? Solo quiero saber tu nombre.
En realidad, era una acosadora al presionarlo para que me dijera como se llamaba, solo me faltaba seguirlo en todas sus redes sociales y así será una espía completa, pero esto no podía ser posible porque él no me decía su maldito nombre.
Samantha: ¿Para qué quieres saberlo?
Sarah: Me estas poniendo de mal humor, solo dime tu nombre.
Samantha: Bien, si tanto insistes, mi nombre es...
Sarah: ¡Si te conozco te mataré!
Samantha: Tú no me conoces básicamente, solo me has mirado algunas veces como yo a ti.
«¿Qué es lo que acababa de leer? Esto estaba comenzado a darme mucho miedo, estaba pensando que el desconocido si era un secuestrador».
Sarah: Espera, ¿qué acabas de decir?
Samantha: Lo que leíste.
Sarah: Pero ¿cómo?
Samantha: Si eres esa Sarah Harper que me imagino, estoy en lo correcto.
Sarah: ¿Cuál es tu nombre? Ya dime.
Samantha: No te lo diré.
Sarah: Si no me lo dices te bloquearé.
Samantha: ¿Sabes? El que debería de bloquearte soy yo, tú me mandaste mensaje y ni siquiera me conoces.
Él chico tenía toda la razón, yo le había hablado primero, sin siquiera conocerlo y ahora estaba amenazándolo con bloquearlo. En definitiva, era muy inmadura. Aun no entendía porque seguíamos hablando.
Sarah: . . .
Samantha: ¿Quieres saber mi nombre?
Sarah: ¡Sí!
Samantha: Te lo diré en tres mensajes más.
Sarah: ¿Eh?
«Seguía confundida con todo lo que él me decía».
Samantha: 3.
Sarah: ¡Ya, dilo ya!
Samantha: 2.
Sarah: Dímelo ya.
Samantha: 1.
Sarah: ¡Ya enserio!
«Si lo conocía, realmente lo asesinaría».
Samantha: Mi nombre es Axel.
«Axel era un lindo nombre para un chico, no creía que Axel fuera el nombre de un secuestrador».
Sarah: ¡Por fin!
Samantha: ¿Me crees?, tal vez ese no sea nombre.
Sarah: ¿Sabes que te odio?
«Lo odiaba y aun no sabía quién era en realidad».
Samantha: La verdad, ese sí es mi nombre.
Sarah: ¿De dónde eres?
Samanta: ¿Para qué quieres saber?
Sarah: Solo pregunto.
«Bien, con esto me había convertido la acosadora más grande del mundo, pero solo quería sentirme más segura».
Samantha: Ponte a pensar un poco, nuestros números comienzan de la misma manera, ya puedes saber de dónde soy.
Sarah: Me das miedo.
Samantha: ¿Por qué te doy miedo? Y déjame adivinar, ¿todavía me tienes registrado como Samantha?
Axel era de mí misma ciudad, esto en definitiva no terminaría para nada bien. Y si aún lo tenía registrado como Samantha, no veía la necesidad de cambiarlo, porque quizás ya no hablaríamos más dentro de unas horas.
Sarah: No lo sé, y obvio, ¿cómo quieres que te tenga registrado?
Samantha: ¿Por mi nombre?, me imagino.
Sarah: No, ¿sabes? mejor te eliminaré.
Samantha: No, no me eliminarás.
Sarah: Sí lo haré.
Samantha: No me eliminarás.
Sarah: ¿Por qué no debería de hacerlo?
Samantha: Porque soy demasiado y extremadamente guapo para ser eliminado tan fácilmente.
Al instante comencé a reír al leer el mensaje que Axel me había enviado, su autoestima se encontraba demasiada elevada. Lo más seguro, es que era una persona poco atractiva y nada inteligente.
Sarah: ¡Por favor! Ni siquiera te conozco.
Samantha: Pero cuando me conozcas sabrás de lo que estoy hablando.
Sarah: Para comprobarlo, mándame una foto.
«Mi parte acosadora estaba presente, pero solo quería conocer al chico al otro lado de la pantalla».
Samantha: ¿Para qué quieres una foto mía?
Sarah: Para comprobar si eres guapo.
Samantha: Nunca la obtendrás.
Sarah: Algún día, no me cansaré hasta conseguirla.
Me había propuesto a descubrir quién era en realidad Axel, no me rendiría hasta saber quién era, sin importar lo difícil que fuera, ya que valía la pena ser investigado, no como él tipo del antro que dijo mi nombre y desapareció. Esto iba a ser demasiado difícil, pero no me importaba. Axel me estaba comenzando a caer bien.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top