3. Descubrimos que éramos totalmente distintos

Cuando terminó la clase y el sermón que les dio la maestra, ambos caminaron hacia distintos salones; Español era una de las pocas clases en las que coincidían. Ahora, Tony se encontraba resolviendo problemas de física mientras Steve corría en la pista.

—¿Siguen peleados con Tony? —preguntó Bucky cuando ambos terminaron los dos kilómetros que tenían que correr. Steve, tomando agua, negó.

—Nos sacaron de Español y ahí nos disque arreglamos —respondió jadeante, avanzando hacia la cancha de voleibol. Tomó una pelota y empezó a rebotarla, luego, la atrapó en el aire y la sostuvo con ambas manos—. Está enamorado.

—¿Cuándo se casan?

—No, punk —hizo el ademán de lanzarle la pelota a Bucky y rió—. De alguien más. Me pidió consejos.

—Golpe bajo —murmuró Bucky, tomando él otra pelota y haciendo voleos, mientras Steve mantenía la vista fija en el suelo, ignorando el comentario de Bucky—. ¿Y qué hiciste?

—Se los di, ¿qué más iba a hacer? —sonrió e hizo un saque.

—¿Confesarte? —Steve corrió hacia el balón.

—¡No me gusta Stark! —gritó, y del otro lado de la cancha hizo otro saque, que aterrizó justo al centro y botó hasta Bucky. Natasha agarró el balón y lo devolvió a Steve con un voleo agraciado.

—Repítelo hasta que lo creas —dijo, pero sin intenciones de que fuera escuchada.

—Es inútil, los únicos que no saben que Steve y Tony se aman son Steve y Tony —suspiró derrotado.

Así está la cosa:
Bucky y Steve son amigos desde que tienen memoria; hermanos de otra madre. Han estado juntos en las buenas (Ejemplo: cuando Steve y Peggy empezaron a salir, cuando Bucky y Nat empezaron a salir, cuando Bucky encontró un trébol de cuatro hojas), en las no tan buenas (cuando el viento se llevó el trébol de cuatro hojas) y definitivamente, en las malas (la ruptura de Steve y Peggy, cuando Bucky se rompió el brazo y cuando el perro que ambos querían mucho falleció), por lo que es apropiado decir que se conocen más que ninguna otra persona. Esa es la principal razón de muchas cosas por las que han pasado: se daban el empujón, brindaban el hombro para llorar y aconsejaban aun cuando eran demasiado tímidos para expresar lo que sentían. Pero Steve, es, definitivamente, un terco en cuestiones del amor. Quiere, ama como cualquier otro... pero el triple. Una vez se enamora, no tiene ojos para nadie más, y tampoco oídos, porque se rehusa a escuchar a Bucky empezar con el discurso "estás enamorado, puto el que lo niegue". Fue con su primer crush, fue con Peggy... y ahora es con Tony.

Bucky sabe, porque observa mucho y conoce a su hermano, que Tony es la inspiración tras los cuadros de Steve; bastaba con ver el rostro de Steve iluminarse con la simple presencia del genio, sus ojos brillar con los chistes y su sonrisa ensancharse al ver al otro hacer un acto tan simple como existir.
Bucky también sabe que es un sentimiento correspondido, porque, para Tony, nada alegraba las mañanas frías en la cafetería más que Steve; ni siquiera su preciado café importado desde una extraña tierra llamada Huehuetenango; la opinión del resto iba debajo de la de Steve.
Nadie recuerda, aparte de Bucky, que la razón del peinado de Steve es Tony, ni que los pantalones negros de Tony fue por un halago de Steve.

Y, por lo mismo, Bucky es el único que sabe que, mientras nadie haga presión, nada va a pasar. Y lo ha intentado, porque quiere ver a Steve feliz, pero éste rechaza los sutiles intentos de Bucky y todo termina en nada.

Qué-frustrante.

—Guarda a James Allende, tenemos que practicar tus voleos —sonrió Natasha, y Bucky se sintió morir un poquito ante esa sonrisa blanca y brillante dirigida a él.

—No te entiendo, Tony —dijo Bruce, concentrado en sus ejercicios—. ¿Le pediste un consejo y estás molesto...?

—Porque me lo dio, sí —respondió, dejando caer el lápiz y su cabeza sobre el cuaderno—. Esperaba una broma.

—Es porque Steve no hace bromas con temas de importancia para sus amigos —Tony, cara pegada al cuaderno, rodó los ojos al escuchar a Bruce—. A diferencia de otros.

—No puedo lidiar con temas serios, me incomodan —fingió un escalofrío—. Las bromas lo aligeran y te hacen reír, no lo niegues —volteó la cara, quedando de lado, e hizo un puchero—. Pero, dudo que sus consejos sirvan de algo.

—¿Qué hiciste, Stark? —suspiró Bruce, pensando que, tal vez, ya tenía unas tres canas por su amigo.

—Nada, lo juro.

Bruce entrecerró los ojos, no creyendo en su amigo. Lo quiere y todo, pero Tony es un poco desastre, y tiende a guardarse lo que piensa. Un poco autodestructivo, también, y difícil al trato, pero muy, muy en el fondo, es el mejor amigo que ha tenido.

—Te creo, por mi seguridad, más que todo —sonrió, y Tony sonrió con él.

Y Tony se enderezó y tomó el lápiz de nuevo, jugueteando un poco con él. Y pensó que Bruce era su mejor amigo; que, sin él, no estaría ahí ahora.

—Bruce, ¿ya te dije que te quiero mucho? —el de lentes rió bajito.

Lo de Tony no eran las emociones ni lidiar con sus problemas, pero sí sus amigos y el amor que les tenía.

Cuando escuchó la música sonar por el pasillo, escuchando una guitarra eléctrica seguida de unas maldiciones, muy fuera de la canción, solo pudo suspirar y prepararse mentalmente para lidiar con el -posible- desastre tras la puerta.
Entró cuando Cold Hearted Man terminaba, viendo a Tony acostado en la cama, los pies apoyados en la almohada y la vista fija en el techo.

Sabía que era así como Tony se liberaba y distraía. Música a todo volumen, rock fuerte en las bocinas que había arreglado una y otra vez.
Es decir, el lunes de Tony no había sido tan dorado.

Pausó Shotgun Betty y se acercó a la cama del castaño, medio sorprendido de ver que había alguien más aparte de Tony.

—¿Eso es un gato?

—¿Pausaste mi música? —respondió, rascando la coronilla del animalito, que ronroneaba fuertemente—. Y sí, es la gato terapia de Loki.

Steve sonrió, y ahí, agachado sobre Tony, parado a los pies de la pequeña cama, pensó que el castaño parecía un gato. Arisco al inicio, recuerda que el primer día lo mordió, pero, una vez ganada su confianza, era lo más tierno que había visto.

Y Tony solo pudo recordar a un cachorro de golden retriever al ver a Steve, siempre sonriente y dispuesto a dar una mano.

—No sé cómo terminamos siendo amigos si somos totalmente distintos —sonrió Steve, alejándose de la cama, dispuesto a realizar la tarea de historia.

—¡Qué sé yo! Pero, antes de no aguantar a un extraño... ¡qué te digo! Prefiero toda la vida no aguantarte a ti.

—Percibo una referencia en el aire.

Tony rió en respuesta.

La verdad, así, honestamente, no sé qué carajo fue esto. Voy a usar la excusa de "intenté enfocarme en las diferencias entre Steve y Tony para poder resaltar qué es lo que los hace compatibles" y su putamadre, pero en realidad solo iba escribiendo lo que pensaba. Huh.
Tengo que admitir que puse un poquito de mí en Tony, perdón u.u. También, por eso salió un poquito largo para mi gusto:(((
Oh, lo del café es canon; huehuetenango es la mejor región de mi país para el café (se los juro) y, repito, es canon que Tony toma café de Guatemala B)

Sí era una referencia; una a Mafalda, porque recordé que Quino ya canta con Pau (el muy suertudo) y dije "por qué no":

En fin.
Ojalá les haya gustado:>

Cuídense las nalguitas<3

Latita<3

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