Bufó molesto al abrir los ojos y escuchar los ronquidos de su compañero del otro lado de la habitación. Sentía un olor a perfume femenino, muy diferente al olor a taller y sudor que reinaba en el cuarto, así que tapándose los ojos, se incorporó en la cama y lanzó la almohada hacia la otra.

—¡Stark! —susurró-gritó—. ¡Stark!

—¡¿Qué?! —murmuró medio dormido—. ¡Ya no hay nadie, Rogers, déjame dormir! —destapó sus ojos y vio que en efecto, solo eran ellos dos en el cuarto. Suspirando aliviado, se levantó y se dirigió al baño, tenía planeado darse una ducha rápida antes de historia, tener un día tranquilo, pero oh sorpresa, tropezó con algo en el suelo... con ropa interior... femenina...

Con solo dos deditos, el pulgar y el índice, y procurando no entrar en mucho contacto con la prenda, la tomó y caminó hacia la cama de Tony, manteniendo la mano lo más alejada de su cuerpo.

—¡Stark! —gritó.

—¡¿Qué quieres?! —el castaño abrió los ojos y se sentó de golpe—. Mierda, me mareé —parpadeó un par de veces y enfocó su vista en el rubio frente a él, la deslizó por el musculoso brazo y finalmente paró en la prenda negra—. ¿Vienes a presumirme tu cita o qué? ¿Quieres que te enseñe a usarla? Es medio incómodo.

—¡No, por-! ¿Has usado uno de estos? —preguntó, entre curioso y furioso—. Mejor ni respondas y sácalo de aquí —lo tiró a la cara confiada y dio media vuelta, hasta que sintió un suave impacto en su espalda. Tony le había tirado la prenda de regreso.

—¡No sabemos dónde ha estado y me la tiras a la cara!

—Anoche tu pene estaba en el mismo lugar que esa prenda —respondió, regalándole una sonrisa burlona al molesto moreno.

Retomó su camino al baño y cuando entró, vio a la posible dueña de la prenda lanzada a Tony.

—¡STARK!

Bucky se reía a carcajadas en el comedor, recibiendo una mala mirada de Natasha y un golpe de Steve.

—Perdón, punk, pero qué terrible compañero te tocó —limpiaba las lágrimas causadas por la risa—. Desde hace un año —agregó, con una risita que obtuvo un golpe en la nuca de parte de Natasha.

—Deberías pedir un cambio, otra vez —dijo la pelirroja. Steve bufó y se concentró en sus zanahorias bebés, intentando no darle muchas vueltas al asunto.

—Ya mejor me aguanto —se encogió de hombros, llevándose una zanahoria a la boca—. Aparte, solo quedan qué, ¿dos, tres años?

—Solo dos o tres años de tropezar con calzones —Bucky estalló en carcajadas, recostándose tanto en la silla que terminó por caerse, pero seguía riendo. Se levantó, apoyando el brazo en la mesa y abrió mucho los ojos—. Hablando del que usa calzones, mira quien viene ahí —volteó, sosteniendo una zanahoria bebé que por poco se le cae al ver a Tony entrar como un rey a la cafetería—. Creo que entiendo a la rubia del calzón negro... —murmuró su amigo a sus espaldas, y luego escuchó el golpe de Natasha—. ¡Auch! ¡Nat, es broma- es bro- no me pegues, Nat! ¡Bucky es tu novio no comida!

Volteó de regreso con sus amigos, viendo a Bucky sobarse la nuca pero sonriente al recibir un beso en el cachete, cortesía de Natasha. Bufó, molesto al ver a Tony tan fresco y por sentirse mal tercio en la mesa, claro, hasta que el causante de sus malestares se sentó a su lado.

—Hola, cariño —saludó, guiñándole un ojo coqueto. Rodó los ojos, masticando su zanahoria y murmurando una maldición al genio—. Alguien está de mal humor —canturreó divertido, robándole una zanahoria.

—La ropa interior en el suelo lo pone así —rió Natasha—. Y las amantes en el baño —ahora, ella y Bucky estallaron en carcajadas, acompañados de Tony.

—Culpable, pero, ¿qué te digo, preciosa? Nadie se resiste —respondió, apoyándose en el hombro de Steve—. Solo este anciano acá, pero algún día caerá.

—¿Así como se cayó con la ropa? —Steve le tiró una zanahoria a Bucky—. ¿Hoy es el día de pegarle a Bucky?

El timbre sonó, interrumpiendo la respuesta que empezaba a escapar de los labios de Tony. El primero en levantarse fue Steve, mientras más rápido fuera a Español, mejor para él. Prefería a su aburrida y posible prehistórica maestra a las bromas y comentarios de Stark, quien tenía un talento para sacarlo de sus casillas con solo dos palabras.

—Oye, Rogers, oyeeeee —Stark lo alcanzó, jadeante por correr detrás—. ¿Por qué el mal humor? ¿Despertaste con el trasero destapado?

—Porque me cansé de estar recogiendo ropa y mujeres sobrantes de tus líos, Stark —respondió, volteando a ver al castaño, quien se encogió de hombros.

—Dame crédito, esta vez yo la saqué del cuarto.

Rodó los ojos y siguió avanzando a su clase, lo único que quería era un lunes normal, levantarse y sentir el olor a taller, como le llamaba, en el aire; ver a Tony dormido del otro lado y definitivamente no tropezar con ropa interior femenina ni ver a nadie ajeno en el baño, con la cara metida en la taza y terminando de vomitar.

—No, sacaste a la de la semana pasada, a esta tuve que llevarla como saco de papas hasta la oficina del edificio —dijo, retomando su camino—. Porque estaba demasiado dormida y aún ebria como para decirme dónde quedaba su cuarto.

—Bueno, dame crédito por la de la semana pasada —sonrió. Steve lo ignoró, entró al salón, se sentó y sacó su cuaderno y el libro que estaban leyendo ese ciclo: La Casa de los Espíritus.

—Te daré crédito cuando deje de despertar en un cuarto con una persona de más... una persona que no conozco —respondió, anotando la fecha en la esquina superior derecha de la hoja.

—¿Mejora si te digo que yo tampoco las conozco? —alzó la cabeza, sorprendido con esa "confesión".

—¿Debería? —Tony bufó, sin borrar la sonrisa burlona del rostro, y volteó al frente.

Steve suspiró. Iba a ser una larga clase.

Uhm... ¡hola! Nueva historia:D!
Bueno, songfic jaja y ahuevo que es una canción de Jarabe de Palo con una trama digna de historia en lugar de os:'v

Cada capítulo llevará de título una parte de la canción o de otras canciones de la banda jsjs

Ojalá les guste:D!

Latita<3