«Luego de eso me distancie un poco de él, tenía mucho miedo incluso me quedaba en el baño por horas. Tal vez si fue mala idea aceptar trabajar con él y ahora no tenía escapatoria, lo único que cambió en todo fue que deje de empaquetar para hacer el conteo y el control de todo.

Y como era costumbre cuando él dio el anuncio muchos me vieron con mala cara y a decir verdad no era mi culpa sobresalir y agradarle aunque lo último creo que no era verdad»

Pov Yoongi.

Jimin tenía una clase conmigo sobre disparos con escopeta, pero tardaba mucho él solo debía de hacer el conteo y ya. Fruncí mi ceño porque odio que me hagan esperar así que me dirigí a la bodega donde se supone que él estaría al llegar vi a uno de mis hombres parado el cual al verme se puso pálido.

—¿Qué haces aquí? —pregunte serio.

—Yo. —tartamudeo.

Cuando iba a hablar escuche ruidos dentro de la bodega, saque mi pistola y tome del cuello al tipo mientras hacía que entrará, mi enojo creció al ver a Jimin queriendo soltarse de cuatro de mis hombres mientras otro de ellos hacía algo con sus dedos.

Uno al verme soltó a Jimin y los demás al ver la acción también lo hicieron, mi vista estaba en Jimin y sólo en él, este tenía marcas en su cuerpo y estaba con cinta en la boca mientras lloraba.

—Les di una puta orden. —dije serio mientras le disparaba en la pierna al que había tocado con sus sucios dedos a Jimin.

El hombre se quejó mientras tocaba su pierna, el sonido del disparo llamó a mis demás hombres los cuales me vieron.

—Amarren a estos seis y quiero que todos incluyendo estos imbéciles estén presentes. —dije serio.

«Esa vez estaba asustado, esos tipos me tomaron y me subieron a la mesa mientras rompían mi ropa, tenía mucho miedo. Si iba a ser mi primera vez la quería con Yoongi, no con esos bastardos, ellos me habían tapado la boca para no gritar y que nadie me escuchará.

Pero como si de un milagro se tratara él llegó a tiempo le disparó al tipo que había metido sus sucios dedos en mí y ordenó que los llevarán al salón junto con los demás empleados.

Él me cargó mientras yo aún lloraba en su pecho, pero no era de miedo, sino de felicidad me había salvado de una muy horrible violación y eso solo hizo que lo amará aún más»