«Todo era nuevo para mí y a la vez no, lo digo no solo porque cada día despierto al lado de un chico guapo, sino que empaquetar drogas era algo loco.

Supe que él estaba creando su propio imperio y cada vez más le iba bien, nadie creía que ese chico fuera el jefe incluso yo logre pensar que era su hijo.

Él había cumplido su palabra, a pesar de dormir con él, este no tenía ninguna intención de lastimarme, él era un caballero en ese sentido»

—Jimin. —Escuchó que lo llamaron.

—Sí. —Susurró al verlo cerca de él.

—Ven me acompañaras a la ciudad. —Dijo.

«Yo solo asentí y caminé junto a él hacia su auto, al entrar él condujo por un largo rato. Yo estaba sumamente nervioso y creo que él lo notó porque me vio y soltó una pequeña risa, amaba su risa era sumamente hermosa.

Me preocupé cuando nos detuvimos en donde era mi antigua casa, yo lo vi y luego él a mí»

—Tus padres están en la quiebra. —Dijo. —Su casa está hipotecada.

—Ellos. —Susurro.

—Están en el mismo lugar donde tú vivías. —Lo vio. —¿Quieres ir a verlos?

«Sabía que era una completa locura, pero eran mis padres y a pesar de obligarme a dormir con prostitutas los quería solo asentí y él me llevó a aquel sucio y de mala muerte departamento. Claro que las personas nos miraban mucho, pues no todos los días dos chicos en un Ferrari llegan a un lugar así.

Pero por los rostros de algunos me daba a entender que sabían quién era mi sexy y rubio acompañante»

—Dame el número de habitación de los Park. —Habló el pálido.

«El tipo iba a protestar, pero al ver como le apuntó con la pistola se lo dijo, él tomó mi mano y ambos nos dirigimos al lugar.

Me reí internamente al saber que era donde yo dormía antes ¿Tan bajo había caído? Sabía que éramos ricos y ahora estaban en la quiebra, Yoongi golpeó la puerta y esta fue abierta por mi madre al verme solo se quedó ahí quieta»

—Hola, mamá. —Dijo el más bajo.

—¿Podemos pasar? —preguntó Yoongi serio.

«Ella se hizo aún lado dejando el paso a ambos, sé que ella notó como llevaba mi mano entrelazada con el que es mi jefe.

Ella solo cerro y llamó a mi padre el cual me vio siempre con decepción y la verdad dejó de importarme le valió una mierda lo que me pasará y vaya que el karma sí fue bueno»

—Al parecer te va bien. —Dijo el hombre refiriéndose al rubio.

—Sí. —Lo vio. —Me va muy bien sin su ayuda. —padre.