«Ya es de día y Yoongi no parece mejorar, me duele mucho, ya que solo puedo limpiarlo. Él va a morir y no lo puedo evitar, hace unos minutos limpié y le puse balas a su pistola ya está lista para ser usada y es lo que más me duele.

Este 27 de noviembre del 2020 lo voy a perder y si no es hoy puede que sea mañana y lo que más me duele es que no puedo besarlo como despedida»

Jimin miro la cámara y la puso a cargar, se dirigió donde el bebé él cuál dormía sonrió mientras lo cubría. Se dirigió donde el pálido el cual estaba moviendo las cadenas al ver a Jimin se detuvo.

—Jimin. —dijo.

—Hola dormilón. —sonrió. —¿Ya te encuentras mejor? —se sentó frente a él. —te ves ya con un poco de color.

—Tengo mucha sed. —tocó su garganta.

Jimin asintió y se levantó para traer agua, tomó una jarra y la llenó con agua a la vez un vaso, al llegar se la dio a Yoongi él cuál comenzó a beber con desesperación Jimin solo lo miraba.

—Más despacio. —dijo Jimin.

—Quiero más agua. —susurro.

Jimin asintió y trajo más agua así estuvo hasta que Yoongi volvió a caer inconsciente, el castaño sonrió y lo volvió a cobijar mientras lágrimas salían de sus ojos.

«Todo parecía mejorar, hablaba un poco más aunque pausado, pero al menos podía escuchar su voz y su risa nuevamente. Esa hermosa risa que amo tanto, esta vez me atreví a dormir un rato encima de él, me sentía tan bien estar sobre él, pero no de una forma vulgar sino de una manera en la cual me siento seguro y protegido, donde podía sentir al menos por una última vez su aroma y su corta respiración»

Jimin sonrió mientras le rasuraba despacio la creciente barba de su esposo, este solo miraba con media sonrisa, Yoongi lo detuvo y le acarició los labios con su pulgar.

Ambos se vieron y cuando se iban a besar el llanto del bebé los interrumpió, Jimin se alejó y se dirigió donde el bebé y lo cargo. Yoongi sonrió al verlo, pero comenzó a toser lo que llamó la atención de Jimin el cual puso al bebé en el sofá y se acercó al pálido el cual comenzaba a vomitar sangre mientras estaba convulsionando.

—¡Yoongi! —exclamó Jimin. —no, no.

El pálido se detuvo y lo vio mientras estiraba su mano a Jimin el cual negaba con lágrimas en los ojos y no le importo llenarse de la sangre del pálido lo tomó de las mejillas mientras lloraba.

—Mátame. —suplicó el pálido para caer inconsciente.

—Te amo. —dijo Jimin mientras lágrimas salían de sus ojos e iba por el arma.

Un disparo se escuchó en aquel lugar en silencio y un castaño se encontraba sobre el cuerpo sin vida del que alguna vez fue su esposo.

《FIN》