15
«Luego de dos meses finge que le importó no es más que una maldita farsa para llevarme una vez más a la cama es un imbécil, pero a pesar de eso lo amo como un estúpido.
Me odio por amarlo lo hubiera dejado cuando tuve oportunidad tal vez escapar sea lo mejor, robaré parte del dinero que tiene guardado y me iré lejos a Perú, México, Colombia o cualquier otro país donde no pueda encontrarme»
Al apagar la cámara la puso en la mesa, pero se asustó al ver cómo cuatro hombres entraban en su habitación, el miedo recorrió por todo su cuerpo recordando esa vez.
Cuando iba a tomar su arma él fue inyectado para quedar inconsciente en la cama logrando ver a duras penas una silueta observarle.
***
—¿Cómo está él? —preguntaron.
—Presenta síntomas de anemia. —hablaron. —pero al descubrirse a tiempo se puede curar.
—Claro. —asintió el pálido al ver al chico dormir.
—Por el momento le daré unas vitaminas. —dijo la mujer mientras le entregaba un frasco.
El pálido la tomó y despidió a la mujer la cual se fue, dejó el frasco en la mesa y se acercó al chico el cual dormía, sabía que fue muy agresivo y de más dormirlo, pero solo así iba a saber cómo estaba su salud.
—Sé que me odias. —le acarició el cabello. —así que si ya no deseas estar conmigo dejaré que hagas tu vida sin mí. —sus ojos se llenaron de lágrimas. —dejaré que me robes tal y como lo has planeado, pero ten por seguro que haré todo lo posible por cuidarte si es de lejos y sin estar a tu lado.
Jimin ya estaba despierto, pero escuchaba todo lo que aquel chico le decía ¿En serio lo iba a dejar ir si se lo pedía?
—Serás siempre mi protegido. —susurro. —no dejaré que nadie te lastime. —beso su frente. —no después de que yo lo hice.
Sintió como el pálido se levantaba para irse, pero antes que lo hiciera lo tomó de la mano Yoongi lo vio y le sonrió mientras se soltaba con delicadeza.
—Si deseas irte lo aceptaré. —habló. —puedes tomar todo el dinero y el auto que quieras.
—¿Por qué? —pregunto.
—Deseas huir de mí. —respondió. —puedes hacerlo.
Jimin sintió como sus ojos se humedecían ¿Es ese el final de su relación? Bajo la cabeza y miró su mano donde debía de ir su anillo de cuando se casaron.
—Lo tengo guardado bajo llave. —habló el pálido. —es de oro si lo quieres te lo doy y lo vendes.
—¿De verdad deseas que me vaya? —preguntó Jimin.
—Yo no. —respondió. —¿Pero tú lo deseas?
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