°Memories Under the Mistletoe°
¿Cuánto tiempo ha pasado, desde aquella navidad en Haventale?
-Papá ¿puedo salir a jugar? -preguntó de forma animada el mayor tesoro de la pareja.
-Por supuesto princesa, ten cuidado -respondió el hombre al que la niña se dirigió con una sonrisa, antes de besar la mejilla de la misma.
Era una helada tarde, igual que cuando se volvieron pareja. Igual que la tarde que les cambió la vida a ambos.
-Que mañana tan ocupada -dijo en un suspiro la "Media Manzana" del uniformado, bajando a la recepción de, lo que parecía ser, un hotel.
El ser más cercano a la puerta corrió hasta donde su amada se encontraba.
Con cariño la envolvió entre sus brazos.
Con amor lleno el rostro de su pareja con besos.
En el lugar resonaba ese sonidito tan hermoso a los oídos de quienes se encontraban juntos.
Un beso.
Otro más.
Y luego otro, y otro.
Ese sonido tan peculiar se escuchaba por toda la recepción.
Pronto las risas de la guardiana acompañaron la melodía generada por los besos.
"Como una hermosa canción" pensó Cross sin parar de besar a su pareja.
No se detuvo hasta varios minutos después.
-¿Terminaste tu trabajo, cariño? -contemplando sus ojos preguntó, "¿que hará aquí tan temprano?" se cuestionó.
Estas fechas suelen ser siempre atareadas. Pero son para concentrarse especialmente en la familia ¿no es así?
Que más da unas horas de trabajo perdidas...
-Aún no -soltó una risa- sólo me tome un... pequeño descanso -dudó de su respuesta, mas le restó importancia a la misma- Éstas fechas son muy importantes para mi, así que decidí pasar unas horas con mi familia -volvió a reír, admirando el morado en las mejillas de su guardaespaldas- ¿Y Lux?
-Salió a jugar -respondió depositando un último beso en la frente de la de ojos estrellados.
La guardiana se separó levemente de quien le estaba llenando de tanto cariño en ese momento para acercarse a una de las ventanas.
La escarcha y los copos de nieve cayendo de forma lenta dificultaba la vista, pero, a los ojos de ella, solo la hacían más hermosa.
Unos brazos le rodearon de nuevo, de una manera cariñosa y protectora.
Sintió un peso en su hombro y después una mano sobre la suya propia.
Observó a su pequeña jugar en la nieve cerca del gigantesco árbol con decoraciones navideñas.
-¿Pasa algo, amor? Estás muy pensativa -murmuró preocupado el monocromático.
-Es una réplica del árbol de Haventale, ¿lo recuerdas?.
Cross rió ligeramente.
Oh, ese árbol lo recordaría siempre.
-¿Cómo olvidar el árbol que presenció nuestra declaración?
Dream sonrió, sin duda alguna esa sería una tarde llena de recuerdos.
-Todo Haventale presenció nuestra declaración -contradijo tímida a su pareja a la vez que besaba su mejilla. -Y pensar que los únicos que presenciaron nuestros primeros besos ya no están... -Añadió Cross con melancolía.
Se quedaron en silencio, observaron a Lux jugar con los habitantes de ese universo.
-¿Aun les extrañas?. -Cómo no, consideré a Haventale!Gaster como mi padre. Si no fuera por los habitantes de ese lugar, probablemente nosotros no estaríamos juntos ahora, Lux no estaría aquí ahora -respondió de nuevo de la misma forma.
-Pero no me siento mal -volvió a hablar- después de todo, ahora tengo a mi hermosa princesita, y a mi bella reina -dijo, obviamente, refiriéndose a su hija y pareja. El amarillo alcanzó enseguida la mayor parte de la cara de su protegida.
-Aún recuerdo cuando te sentiste celoso de Haventale!Gaster al creer que me había besado -Sin saber que decir exactamente, la guardiana hizo memoria del día en el que tomó lugar esa historia.
Cross rodó los ojos y abrazo más fuerte a quien se encontraba entre sus brazos. Murmurando un par de cosas que su amada no llegó a discernir del todo.
-No estaba celoso -dijo finalmente, Dream soltó pequeñas y, para Cross, adorables risas mientras describía exactamente como miró con enojo a Gaster después de que ella con inocencia le dijera sobre la nueva tradición del muérdago del lugar.
-Bueno, quizás si lo estaba, sólo un poco ¿cómo querías que me sintiera al saber que alguien más había tocado al amor de mi vida? -sonrió al ver como el sonrojo en la cara de la de corona aumentaba, ella le devolvió la sonrisa antes de dirigirse a él con un tono enternecido.
Recordando sus momentos bajo el muérdago, memorias de cuando esta "historia de amor" comenzó les llegaron.
-Awww, ¿yo era el amor de tu vida?. -Lo eres -le corrigió- desde el instante en el que te conocí te volviste el centro de mi vida, Dreamy.
Antes de poder añadir algo más, la protectora de los sueños y las esperanza se volteó, quedando así frente a frente con su propio guardián -Oh, ¿te refieres a cuando rompiste la esfera que contenía todos tus sueños y esperanzas y gritabas que no querías volver a sentir felicidad? -preguntó a la vez que rodeaba el cuello y hombros de su amado con sus propios brazos.
Cross chasqueó su lengua sin apartar la vista de las cuencas de quién tenia, ahora, frente a él -Yo aquí intentando ser dulce, y tú me sales con eso, me deprimes, estrellita.
Ambos rieron.
-Lo siento, es que estas extremadamente dulce hoy, no sé qué responder ante palabras tan bellas -murmuró algo avergonzada, su cabeza estaba demasiado ocupada recordando todo lo que pasó con Cross como para, además, pensar en qué responder.
Demasiado ya, sin duda
- Sé de muchas personas que desearían que su pareja les diga estas cosas. Seguro que Reaper se desmayaría de la emoción si Geno le dijese algo como eso.
-¿Estas comparando mis reacciones con las de un hombre?
-Igualdad de genero, mi vida -respondió antes de soltar otra risa.
Aquello tuvo tan poco sentido, que Dream no pudo evitar contagiarse de la risa del de sonrojo morado.
Y cuando las risas pararon, se dedicaron a contemplar únicamente el rostro del otro.
"Hermoso" pensaron ambos.
¿Como es posible amar tanto?.
A quién ambos definían como la prueba de su eterno amor se le observó ingresar al lugar, y al ver a su madre, la emoción no tardó en llegar.
-¡Mami! -exclamó uniéndose al abrazo de sus progenitores- ¡Mami volviste a casa! -volvió a gritar con cada vez mas alegría.
La madre de la niña la alzó en brazos, y justo como su protector hizo con ella minutos atrás, empezó de besos la cara de la niña a llenar.
La pequeña les relató el tiempo que pasó fuera de casa jugando con monstruos de diferentes universos. De tanto hablar, un detalle importante dejó por alto pasar.
-Dream -llamó Cross la atención de "su reina"- ¿Estoy alucinando, o acaso Nightmare versión no-pulpo-feo esta afuera de brazos cruzados y, probablemente, maldiciendo los sentimientos positivos a su alrededor?
Dream volteó, sorprendiéndose pues, efectivamente, su hermano se encontraba allí.
-¡Eso es lo que venia a decirte, papá! -dijo Lux- Tiomare los busca a ambos, no se ve de buen humor. -Oh cariño, tu Tiomare nunca está de buen humor -comentó el padre de la niña con una una risa. Ganándose, así, una mala mirada por parte de Dream.
Al salir, la pequeña familia notó que no solo Nightmare se encontraba ahí, monstruos de universos como Outertale, Underswap, Dancetale y hasta Underfell habían llegado. Sans en su mayoría.
-¿¡Se puede saber dónde estaban!? -exclamó el opuesto de Dream, Nigthmare, con un tono que demostraba su enojo- ¡He estado aquí por dos horas y ustedes estaban en quién-sabe-dónde dándose cariñitos! -siguió exclamando con histeria, y quien no, si le tenían esperando por dos horas o más rodeado de gente que detesta sin poder hacer nada.
-¿Dos horas? -pregunto la más positiva entre ambos, como si sólo hubiese escuchado eso.
Nunca noto el paso del tiempo a tu lado, así que ¿que importa realmente?
-¡Eres un caso perdido, Dream! -le volvió a gritar antes de respirar de forma profunda un par de veces, tratando así de calmarse- Ni siquiera recordaban que hoy es su estúpida fiestita navideña ¿o sí? -la versión "no-pulpo-feo" del rey de las pesadillas soportó los grandes impulsos de pegarse en la frente con la mano al ver como la "parejita" desviaba la mirada entre pequeñas risas.
Antes de que Nigthmare volviese a regañarles, llegó otra invitada más, casualmente acompañada por quien, en su momento, fue la mano derecha y mejor amigo del desesperado príncipe.
-No es estúpida, Nightmare, es divertida ¡anda, sonríe un poco! -exclamó la Defensora de todos los Universos Alternativos, la famosa Ink!Sans había -por fin- llegado a aquella fiesta navideña.
-No, Ink, créeme, no es buena idea -habló su opuesto, uno de los seres más temidos, Error!Sans, el Destructor de los AUs, a quién poco le importaba realmente si atacaban a Ink. O, al menos, eso daba a demostrar, pues lo dijo en un tono despreocupado con sus manos dentro de los bolsillos de su chaqueta- no debes ser tan específica, intento de narradora -susurró, pues claro, el puede oír al fandom, y eso, incluye a las narradoras.
-¿Qué tal Error? ¿Defendiendo a tu novia? -Dijo el Sans del que hablaban los recién llegados, con un sarcasmo obvio. Recibió un gruñido como respuesta- Bueno, disculpa, a tu "enemiga-medio-amiga-casi-novia", ¿o acaso prefieres que le diga "tu dueña"? ¿He, pequeña perra? -Volvió a burlarse.
Casi de inmediato y sin dar tiempo a que alguien realizara movimiento alguno, la Creadora tomó el brazo de quién antes consideró su mayor enemigo, y le miró a los ojos antes de que este se dirigiera de nuevo a su ex compañero.
-No te imaginas de la que te salvas -el glitch fue interrumpido por las risas burlonas del corrompido.
-Ay sí, ¡gracias por salvarme de tu perro, Ink! -dijo en un tono burlón mientras observaba como la nombrada rodeaba el brazo de Error con los suyos propios- Y pensar que consideré a ambos mi mano derecha alguna vez. -dicho esto, se retiró a buscar a otro de sus compañeros, necesitaba alejarse del romanticismo un rato.
Error bajó su mirada hacia su brazo y vio como su opuesto le dedicó una sonrisa, se soltó enseguida.
-No me toques -la "Diva de Negro" cruzó sus brazos, por más que soportara a Ink, no dejaría que esta le tocase- Tsk -chasqueó la lengua al escuchar los comentarios hechos por el fandom acerca de lo delicado que era.
- Hola Ink -saludó la otra Guardiana tratando de cortar ese incómodo momento, apuntando hacia el azabache con la mirada, su amiga asintió, entendió, de alguna forma, que su amiga le preguntaba sobre la Hafefobia del esqueleto- ¿Trajiste a Palette?
-Se fue a Reapertale hace un rato, ha de estar con Goth y sus padres, seguro no tardan.
Pasaron un rato hablando de temas irrelevantes, Lux mencionó que los invitados de Underswap habían llegado igual que su tío, eso significaba que la tercera miembro de las "Star Sanses" había llegado y seguro las buscaba. Pasaron las horas, Blueberry se había reunido con sus amigos y junto a ella, se unieron otros Sans como Fell, Dance y Fresh, que no dejaba de molestar a su "hermano" Error.
La fiesta había sido organizada en un principio por Ink, y luego pidió apoyo a otros AUs para que le ayudaran con decoraciones y comida; Todos los reunidos, en especial los más pequeños, esperaban con ansias que los relojes marcaran las doce para poder abrir sus regalos. Mientras tanto, Lux se encontraba reunida con sus amigos y su medio hermano, hablando todos tumbados en la nieve, contando historias y chistes.
-Lux -le llamó la atención Paperjam- ya nos sabemos esa parte, nosotros estábamos contigo -dijo fastidiado, él solo quería irse.
-No seas amargado Paper Jam -le reclamó Raven a su primo- deja que diga lo que quiera.
-Sí Paper -apoyó Gradient, el segundo "hijo" de Ink y Error- no estés tan amargado sólo porque tu novia no pudo venir.
-Chicos, dejen que Lux terminé su historia, Blueprint se está durmiendo -los calló Goth señalando a quién previamente nombró-.
-Gracias, Goth -le dedicó una sonrisa- bueno, para que no se haga tan largo, pasemos a cuando las doce se cumplieron.
Cuando las manillas señalaron que ya era la tan esperada hora de abrir los presentes había llegado, todos se acercaron al árbol que estaba rodeado de miles de regalos, empezando a abrirlos y entregarlos.
Sin embargo, faltaban dos personas allí.
Cross había tomado la manó de su protegida al ver que llegaba la media noche, y fue a un sitio más lejano con ella, que no dudó en seguirle el paso con una sonrisa.
-¿Que pasa, Crossy? -le preguntó con dulzura y una sonrisa.
-¿Recuerdas... Cuando te pedí que te casaras conmigo? -dijó mirando la nieve, sin soltar la mano de su amada.
Dream dirigió su mirada a sus manos, encontrando en ellas dos aros de oro con una pequeña piedra blanca. Sus anillos de bodas.
Alzó la mirada, encontrándose con la de su esposo, soltó una risa.
-Recuerdo que la primera vez te dije que no, pues pensaba que realmente no querías hacer eso -llegaron a su cabeza las escenas, como si todo hubiese sucedido días antes- Nigth aun era malo. No fue hasta mucho después que él hizo las paces conmigo, ya estábamos comprometidos para entonces, nuestra boda tomó lugar unos días después.
-Gran memoria -le felicitó su acompañante- nada parecida a la de quién nombramos madrina y tuvo que dar un discurso en el brindis -continuó narrando- Ink tiene tan mala memoria, que me alegra no haberle dado los anillos. Seguro los perdía como perdió sus notas y hubiese improvisado.
Se quedaron unos segundos en silencio.
-Hey, Cielo -le volvió a llamar.
-Me haz llamado con tantos apodos distintos ya, que he perdido la cuenta -mencionó antes de volver a ver a los ojos a su amado.
-Mira arriba.
La princesa obedeció, alzando su mirar, sonrió al ver que se encontró
Un muérdago.
Su sonrisa se amplió y su estrellada mirada bajó, luego, sin aviso alguno, besó la mejilla de su gran amor, expresando así el amor que por él sentía en su corazón.
Su protector le acompañó y sonrió, para luego tomar sus manos y acercarle más.
Imitó la acción de su reina, y sin avisar igual, le besó de forma tierna.
Pero, para ambos, ya era obvio lo que otro haría, estaban recreando sus primeros besos.
Como hacerlo todos los años desde aquello prometieron.
Su pequeña se acercó con bastante emoción, algo usual en los niños en estas fechas. Con una sonrisa, extendió el regaló que había recibido por parte de sus padres, quería agradecerles por aquél presente.
Un medallón de oro en forma de corazón y con un visible sol, fue lo que recibió. Y ese, sin duda, fue el regalo que Lux más amó.
Dentro, había una pequeña foto de ella con sus padres. Era un medallón que ella cuidaría con su vida.
Lux empezó a agradecerles y a correr por todas partes de la emoción que sentía la pequeña en su ser. Quizá no debió comer tanta azúcar, eso pensaron los padres, que sólo se limitaron a observar y reír por la escena.
Cross y Dream se miraron atentamente para luego juntar sus frentes.
Hablando entre dulces susurros, los tiernos enamorados hicieron memoria de sus aventuras juntos. Riendo de nuevo al escuchar los gritos de su hija.
-Feliz navidad Lux -sus padres la alzaron, sonrisas le dedicaron.
-¡Igual! -dijo la pequeña aferrándose a su madre.
-Feliz navidad, Dreamy -escuchó decir a su padre mientras rodeaba con sus brazos a ambas.
-Feliz navidad, Crossy -murmuró de vuelta antes de volverlo a besar, seguían bajo el muérdago, de todas formas.
Sin importar cuantos milenios pasen, nada va a cambiar.
Los sueños se cumplen si por ellos luchas.
Y mi sueño es que tú seas feliz.
Y créeme cuando te digo, que daría mi propia vida para cumplirlo.
Sé que el amor es un sentimiento neutral, pero también sé que lo nuestro es el amor más hermoso y puro que cualquiera pueda imaginar.
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