013.
No había podido evitar sonreír al saber que mi boda con Tobirama estaba más cerca de lo que imaginaba.
—¿Qué haces por aquí? —me ha preguntado mi futuro esposo al momento en que llegaba a mi lado. —Tienes responsabilidades de las cuales encargarte. ¿Acaso estás evadiéndolas?
—No las estoy evadiendo. —le dije mirándolo de reojo pudiendo notar que me veía sin creerme. —Está bien. Estaba evadiéndolas, pero solo por un momento.
—Lo que digas, Uchiha.
Miré a Tobirama fijamente con una sonrisa al momento en que comenzaba a acercarme a tal punto de quedar lo suficientemente cerca de él. Tobirama me miró con su expresión sería de siempre esperando a que intentara algún movimiento por lo que comencé a acercar mi rostro al suyo, pero en el momento en que lo vi cerrar sus ojos he sonreído con malicia para luego lanzarlo al río que se encontraba detrás de él.
—Al parecer sigues cayendo en lo mismo, Tobirama. —comenté de manera burlona, pero al ver su expresión furiosa me he tensado. —Vamos. No me dirás que te has enojado, ¿verdad?
—Tch. Ayúdame a salir de aquí mejor.
—Eres un amargado.
—Y tú una Uchiha extraña. —me ha dicho a lo cual rodeé mis ojos para luego sostener su mano e iba a ayudarlo a levantarse, pero él me ha lanzado al agua. —¿Qué tal?
Al ver su sonrisa de superioridad no he podido evitar comenzar a lanzarle agua a lo cual él no se quedó atrás y así ambos comenzamos una pequeña batalla.
—¿Quién iba a imaginar que algún estaríamos de esta forma? —pregunté mientras miraba como las estrellas aparecían en el cielo. —Espero que esta paz dure por siempre.
Tobirama me abrazó con fuerza por la espalda dándome la seguridad que me hacía falta en ese momento.
Estos pequeños momentos que pasaba junto a él los atesoraría para toda la vida.
❀❀❀
—¿Qué sucede, hermano? —le pregunté al ver como miraba seriamente la estatua de piedra de los Uchiha. —¿Qué es eso importante que debías decirme?
Madara me había citado a este lugar debido a que quería hablar algo importante conmigo, pero desde que llegamos no me ha dirigido la palabra y se la ha pasado mirando aquella estatua de los Uchiha.
—Debes de terminar tu relación con Tobirama. —me ha dicho seriamente sin mirarme. —No puedes seguir junto a él.
—¿Qué?
Ante sus palabras me he quedado sorprendida debido a que nunca imaginé que él me pediría una cosa así.
—Uchiha y Senju no pueden unirse.
—Creí que habías dejado de lado aquel rencor que le tenías a los Senju. —le dije con el ceño levemente fruncido. —¿Qué te ha hecho cambiar de opinión? No me digas que todo esto es por el asunto del Hokage...
—¡Silencio! —exclamó furioso al momento en que comenzaba a sostenerme del cuello de mi ropa dejándome sorprendida ante su acción, ya que, él nunca se había atrevido a alzarme la voz o siquiera a hacerme daño. —No te unirás a los Senju.
—Me haces daños, hermano...
—Terminarás tu relación con él y te irás conmigo de este lugar. —me ha dicho seriamente sin quitarme la mirada de encima para luego activar su Mangekyo Sharingan. —Tobirama te condenará a la muerte.
—¿Qué quieres decir...?
—¿Qué crees que sucederá cuando él suceda a Hashirama? —me preguntó seriamente. —Él matará a los Uchiha.
—Tobirama no haría tal cosa. —lo defendía ocasionando que mi hermano se enfadara más de lo que ya estaba. —Él está aceptando de a poco a los Uchiha...te aseguro que ninguno sufrirá en su mandato.
—Que ingenua eres hermanita. —me ha dicho con una sonrisa siniestra al momento en que se alejaba de mí. —Dime. ¿Acaso sabes por qué no he obtenido el puesto de Hokage? —me preguntó. —Tobirama no confiaba en que un Uchiha obtuviera el liderazgo y por eso ha persuadido a los demás.
—No es posible...
—Dime. ¿Dé que lado estás? —me preguntó seriamente al momento en que volvía a acercarse a mí. —¿Uchiha o Senju? ¿Tú familia o Tobirama?
—No puedes obligarme a escoger, hermano.
Madara cerró sus ojos por un momento para luego verme fijamente con una sonrisa siniestra y el verlo de esa forma ocasionaba que me inquietara debido a que nunca lo había visto actuar de esa manera a mi persona.
—Te lo haré más fácil. —me ha dicho sin quitar aquella sonrisa siniestra de su rostro. —Mataré a Tobirama si no te alejas de él.
—¿Qué?
—Lo que oíste hermanita. —me dijo mientras se acercaba y tocaba suavemente mi hombro. —En cualquier momento puedo ir y acabar con su vida. ¿Quieres que eso suceda?
No había podido articular ninguna palabra en ese momento, ya que, me encontraba en un estado de sorpresa inmensa.
Mi hermano mayor, la persona a la cual más quería y he admirado me estaba exigiendo que me alejara de la persona a la cual más amaba en ese momento o de lo contrario lo mataría.
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