02: Una nueva batalla
Ningún personaje me pertenece, todos sus derechos a los respectivos creadores.
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Veía a los niños dormir, apoyados unos contra otros y compartiendo calor. Por otro lado, seguía lloviendo, como de costumbre, pero había una calma que no era nada confortable, cuando las cosas estaban tranquilas era porque algo más grande estaba a punto de suceder.
Goku cerró los ojos e intentó ignorar aquella creciente molestia, la incertidumbre no era algo que le gustara demasiado.
Pensó que no tardarían mucho en encontrarlo, hacía horas que no aparecía y ya habría un escuadrón tras su pista.
Sabía que también tenía que dejar atrás a aquellos niños, no podía tomarse la molestia de llevarlos con él, era peligroso y, por no decirlo, una carga.
Aun así, no negaba los peligros, aunque sobrevivieran quién sabe cuánto tiempo, la guerra no había terminado y precisamente por eso podía haber sorpresas no deseadas.
Resopló ante eso, estaba un poco preocupado por unos simples mocosos, el recuerdo de su abuelo le daba patadas y le llamaba débil, él no era débil pero tampoco podía ser un insensible total, no con todo el mundo.
Se oyeron algunas voces, susurros más bien, y eso le hizo abrir los ojos, pero tampoco notó hostilidad.
Vio entrar dos siluetas, shinobi vestidos con el uniforme de Ame, los dos se quedaron mirando a los niños que descansaban.
-¿Se les perdió algo?- pregunta.
Los dos hombres se sobresaltaron, como si hubieran olvidado que eran un par de asesinos y se hubieran transformado en dos ratoncitos atrapados por un gato.
Se giraron para mirarle, con las manos en las fundas de sus shuriken, Goku contuvo una risa divertida al ver tan patética acción.
-¿Y os hacéis llamar shinobi? No me extraña que estemos perdiendo la guerra -dijo con sorna.
Uno tosió para aclararse la garganta-. Sentimos interrumpir su tranquilidad Goku-sama, es solo que su ausencia comenzó a extrañarnos y vinimos a ver cómo se encontraba- explicó formalmente.
-Qué considerado- dice con claro sarcasmo-. Pero aquí, entre los tres, sabemos que no me buscan por preocupación. Algo ha sucedido o está sucediendo, algo que su nula capacidad de simplemente existir no ha podido resolver y quieren que yo lo haga, ¿no es así?- habla, llevándose una mano a la barbilla y fingiendo deducir algo complejo.
Hubo unos instantes de silencio, que junto con la notable vergüenza del shinobi, confirmaron su respuesta.
-Un gran regimiento enemigo avanza desde el este, hemos intentado disolverlos pero es la fuerza mayor la que permanece unida- explica con la cabeza ladeada, como un perro regañado.
Goku sabía lo que significaba, sus enemigos estaban haciendo una limpieza final, harían cualquier cosa para terminar de desmoronar aún más la causa contraria.
Porque más que ganar, a veces es necesario asegurarse de que el otro no esté en condiciones de competir en el futuro.
-Vámonos -dice dejando escapar un suspiro cansado.
-¿Pero qué pasa con ellos? -habló finalmente el otro shinobi, que había permanecido en silencio durante toda la interacción.
Miró hacia donde señalaba aquel soldado, los niños seguían sumidos en un profundo sueño y ajenos a todo lo que ocurría.
Dudó unos segundos pero al final sólo hizo un gesto para que le dejara pasar, estaban mejor allí que con él.
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Konohagakure no Sato, estaba ganando la guerra, los que lo desafiaron pensaron que no pero al final el resultado no fue tan diferente de la guerra anterior.
¿Y cómo no iban a ganar? Poseían una fuerza simplemente superior a la de los otros pueblos, no había forma justa de competir.
Una de estas fuerzas estaba compuesta por sólo tres personas. Una mujer y dos hombres, que ahora no tienen gran renombre pero muy pronto lo tendrán, y será bastante grande.
-Jiraiya -exclamó el hombre de pelo negro y piel pálida-, date prisa, tenemos que irnos -advirtió.
El albino miró a su compañero, que incluso en el caos de la batalla, parecía tan tranquilo como si estuviera en una simple merienda o algo así. Demasiado a gusto para ser normal, sacudió la cabeza y dejó eso a un lado, no era el momento de discutir.
-¿Qué te pasa? -pregunta, no por preocupación, sino irritado por la distracción del otro.
-No es nada, Orochimaru -dice, apartando la mirada.
Antes de seguir interactuando, ambos vieron a su compañera acercarse y mirarlos a ambos con gran fastidio y enfado.
-Ustedes dos, idiotas, son los únicos que creen que pueden charlar tan cómodamente en un lugar como éste -dice enfadada.
El más alto del grupo, Jiraiya, levantó las manos en señal de paz, no dispuesto a recibir la ira de su compañera.
Pero fue Orochimaru quien habló primero - Tsunade, cálmate - ordenó.
La rubia le mira con fuego en los ojos, pero a diferencia de su compañero, eso no parece amedrentar al otro, o al menos no visiblemente.
Solo hace un gesto para que la mujer se de cuenta de su situación. Tsunade voltea a ambos lados y puede notar, que en ese lugar solo estaban ellos y otros shinobi de su aldea, casi se golpea la mano al recordar que el papel del inflexible y estricto del grupo era de Orochimaru, Jiraiya era el único payaso y que en realidad estaba exagerando por nada.
-Tenemos que continuar, estamos perdiendo el tiempo aquí -dice, ya agotada.
Todos asienten, excepto Jiraiya, que sigue mirando en una dirección concreta.
-Viene alguien -responde, anticipándose a una pregunta.
Esas palabras bastan para que todos se pongan alerta y en posición de defensa. Tsunade se coloca entre sus dos compañeros, los tres estarían al frente del pelotón.
Los segundos pasan, tan inquietantes que parecen eternos, y la mayoría siente un fuerte escalofrío.
Uno, dos, tres, y poco a poco llegan una veintena de ninjas Ame, por un momento esperan algún ataque por su parte o que sean ellos los que deban empezar, pero les resulta extraño que sus enemigos se queden parados sin mover sus armas ni abalanzarse sobre ellos.
De entre todos ellos, destaca una figura imponente, ya sea por su energía arrolladora, por la gabardina que lleva o porque parece el líder. No importa, él les pone más en alerta que todos los demás.
Los de Konoha no dicen nada, los propios Ame parecen impacientes por el propio encapuchado. Está en manos de Goku determinar cómo concluirá el próximo enfrentamiento.
-Es curioso... no recibimos muchos turistas en esta época del año -bromea con desgana.
No esperaba que eso cambiara el ambiente, aun así le bastaba con pensar en lo que ocurriría a continuación, diplomacia o lucha, para ser sincero le apetecía más lo segundo.
-Déjate de estupideces -habla Jiraiya-. Estamos aquí para lograr y supervisar la rendición total de Amegakure no Sato -explica con seriedad.
Tsunade y Orochimaru le miran mal por ser un bocazas, pero a Jiraiya no parece importarle y mira directamente a sus enemigos, como si su declaración funcionara como amenaza.
-¿Rendirse? Mhm... tonterías- lo desestimó con un bufido-. Supongo que ahora me pedirás que me rinda a tu juicio, los de Konoha sois bastante soñadores si queréis una rendición de la nada, como si fuera a olvidar todo lo que le hicieron a mi pueblo hace poco -dijo con seriedad entremezclada con burla.
Al parecer, sus palabras no gustaron a sus oponentes, por sus airadas reacciones y porque la mujer del grupo dio un paso al frente.
-¡Tu pueblo ha cometido muchos crímenes de guerra! -exclama furiosa-. Estamos siendo muy amables al hacer nuestra oferta pacíficamente, ríndete y habrá piedad cuando seas juzgado -dice con fiereza.
-Retiro mis palabras, sois más que soñadores, sois una panda de hipócritas -escupe con veneno, tanto que hasta cierto cara pálida lo percibe como una serpiente.
Aquellas palabras no fueron del agrado de muchos, por no decir de ninguno, pero eso poco le importaba.
¡FLUSH!
Jiraiya que ya estaba harto de diálogos vacíos y verdades que a sus oídos no eran más que burlas se lanzó contra su enemigo.
Pero todos los ataques que realizaba con el kuanai o las patadas que enviaba seguían siendo simples tajos y puñetazos al aire.
¡Puuum!
Goku respondió con una patada horizontal y, aunque el albino puso los brazos en equis para reducir el impacto, eso no impidió que fuera empujado hacia sus compañeros.
Tsunade detuvó a su compañero que sentía un calambre en los brazos, Orochimaru por su parte observaba todo en silencio.
-¿Eso es todo? -preguntó con sarcasmo-. He oído que los tres habéis sido entrenados por el mismísimo Sandaime Hokage, honrad a vuestro maestro y honraos a vosotros mismos luchando conmigo -dijo mientras invocaba una katana que apareció en su mano.
-¿Cómo lo sabes? -pregunta Orochimaru apuntándole con su kunai.
-Hoy en día se oyen muchas historias interesantes, ¿también han oído hablar de mí? -sacude la cabeza con curiosidad-. Si es así, saben de lo que soy capaz, por eso digo que huyan. Pero si no me conocéis o si no os importa mi reputación, entonces venid a por mí y preparaos para morir -dijo apuntándoles con su espada.
Como si se tratara de una invitación abierta, los tres socios dieron un paso al frente, no dejandose engullir por las amenazas y estando dispuestos a dejar a un lado su orgullo para luchar codo con codo.
El resto de los shinobi, tanto de su bando como del de Goku, prefirieron hacerse a un lado y sabían que estorbarían más de lo que ayudarían, de todas formas aún querían presenciar tal reunión así que se relegaron a ser espectadores.
****
-Nagato, Nagato -llamó en sueños una voz que le resultaba muy familiar.
¡Zas!
Aquel golpe le sonó tan real que incluso se llevó una mano a la cabeza para frotársela, nunca había tenido sueños tan lúcidos.
Otra sacudida y adivinó que no era producto de su mente sino de alguien que interactuaba con él, abrió los ojos y se encontró con la expresión impaciente de Yahiko.
-¿Qué quieres? -pregunta en un tono molesto no muy habitual en él, pero normal si alguien interrumpe el primer descanso tranquilo que había tenido en mucho tiempo.
-Se ha ido- es todo lo que dice el chico de pelo naranja.
Entendiendo a quien se refiere, Nagato echa un vistazo al lugar y se percata que solo están Yahiko, Konan, Chibi y él, no pudo ver al shinobi por ningún lado.
-Quizá... ¿ha ido al baño? -es lo que se le ocurre decir.
-Tenemos que ir a buscarle -gritó Yahiko.
Nagato le mira sorprendido, pero es Konan quien se acerca a su amigo y le agarra por los hombros.
-¿Has bebido agua sucia? -pregunta sacudiéndole- ¡Estás loco si crees que es una buena idea!-exclama.
Ambos chicos sienten un escalofrío ante ese tono, su siempre tranquila amiga podía dar miedo cuando se lo proponía.
-Me preocupa cada noche que no nos despertemos por la mañana, Konan- dice con seguridad y al mismo tiempo sintiéndose mal porque se suponía que él era el duro del grupo. Quizá con él podamos vivir seguros- explica.
-¡Es un asesino! -volvió a alzar la voz-. Quieres que nos cuide alguien que es igual que los tipos que tanto detestas -reprendió.
-Lo sé, pero también es un hombre que lucha por lo que quiere sea bueno o malo y lo respeto, además no es un ninja de Konoha así que me conformaré con eso -dijo cruzándose de brazos.
Konan y Nagato lo miraron con sorpresa, su amigo era el más crítico de la guerra sin importar el bando y ahora defendía al famoso Ame no bōrei, por no decir que aplicaba aquello de "el enemigo de mi enemigo es mi amigo".
Y antes de que pudieran utilizar cualquier método de persuasión, se oyó un fuerte estruendo al que siguió un temblor que sacudió el lugar, salieron rápidamente para evitar acabar bajo un corrimiento de tierras.
-¡Yahiko! -gritó Nagato al ver que su amigo ya se dirigía hacia donde sospechaba que estaba el origen de aquello y lo más probable es que el shinobi del que hablaban también estuviera allí.
El pelinaranja les hizo un gesto para que le siguieran, ambos dudaron un poco pero al final lo hicieron, también les siguió su amigo canino.
****
Goku hizo un cráter en el suelo al estrellarse contra él, fruto de un golpe de Tsunade, que tenía más fuerza física de la que aparentaba.
Rodó por el suelo para esquivar una patada de hacha de Jiraiya, y luego respondió con un puñetazo vertical que golpeó la barbilla del albino y lo desequilibró.
-¡Muévete idiota!-se oyó la voz de Orochimaru, que estaba cerca de ellos.
Todavía un poco mareado hizo caso y se fue en una nube de humo, mientras tanto el tipo pálido empezó a hacer sellos con las manos.
-Katōn: Gōkakyū no Jutsu(火遁・豪火球の術)- pronunció esas palabras y una enorme llamarada salió de su boca en forma de bola de fuego.
Rápidamente preparó su defensa-.Suiton: Suijinheki(水遁・水陣壁)-.
Al pronunciar esas palabras, buena parte del agua circundante se elevó a su alrededor formando un círculo.
¡Bang!
Cuando impactó, el fuego no pudo penetrar la defensa y se evaporó. Pero Goku no tuvo tiempo de esquivar un golpe por la espalda de Tsunade, que de nuevo con pura fuerza bruta había atravesado su muro protector.
Tuvo que poner la mano para no rodar por el suelo y en milésimas de segundo bloqueó un tajo de Jiraiya con su katana.
Hizo un corte en el brazo del albino que le hizo gemir de dolor, pero Orochimaru llegó con una patada horizontal que le hizo esquivar. Entonces se enzarzaron en un duelo de dos contra uno.
Las chispas saltaban cada vez que el metal chocaba, pero Goku seguía a la defensiva debido a la desventaja numérica, tenía que contraatacar.
¡Puum!
Un ruido sordo en el suelo hizo que sus pies se clavaran en una grieta, vio como la kunoichi corría hacia él mientras los otros dos le sujetaban los brazos, uno de ellos intentando que soltara la espada.
Pero teniendo otra mano desocupada empezó a hacer sellos-. Yōton: Yōgan Aamā(溶遁熔岩护甲)- susurró.
Su cuerpo empezó a desprender un calor tan fuerte que la lluvia se evaporó incluso antes de entrar en contacto con él, Orochimaru y Jiraiya lo soltaron e incluso Tsunade detuvo su puño a escasos centímetros de su cara y se quedó helada de sorpresa.
Una capa de lava rodeó su cuerpo, evaporando su propia gabardina y dejando al descubierto su salvaje cabellera que también ardía como una llama, más bien todo su cuerpo resplandecía a tal nivel que ni siquiera se distinguían sus rasgos y parecía más un demonio de fuego que un hombre.
Los tres shinobi de Konoha y los espectadores que los apoyaban se quedaron atónitos, una técnica de ese elemento sólo podía ser producto de un Kekkei Genkai (血継限界) lo cual es más extraño ya que no tenían datos de que en esa zona geográfica hubiera linajes con esa habilidad.
-¿Continuamos? -pregunta Goku con calma, sin importarle que estuviera literalmente envuelto en llamas.
¡FLUSH!
-¡Tsunade! -exclamó Jiraiya alarmado.
La kunoichi había liberado su Infūin: Kai (陰封印・解) que hizo que su chakra se dispersara por todo su cuerpo y también fue la primera en lanzarse contra su enemigo.
No le importaba si se quemaba por todos los golpes su rabia era mayor que el dolor y eso lo demostraba el poder que contenía cada uno de sus ataques.
¡PAAAM!
Goku le había dado un solo golpe que la dejó sin aire y la estampó contra el suelo.
-Esa fuerza tuya es realmente impresionante, ¿eres miembro del Clan Senju o del Clan Uzumaki? Tengo entendido que se caracterizan por su poderío físico y resistencia, aunque nunca he conocido a ninguno -dijo acercándose.
La mujer se siente sofocada tanto por el calor como por la escalofriante presencia de su enemigo.
-Soy descendiente de ambos clanes -respondió, sin saber por qué decía algo tan personal, pero la evidencia era demasiada para mentir.
-¿Y por qué no luchas con ese orgullo? Si yo fuera tú y tuviera unos antepasados tan espectaculares, pelearia con todas mis fuerzas para honrarlos -su voz suena un poco decepcionada-, ¿qué has perdido para no tener orgullo? -pregunta inclinándose más hacia ella.
Esta vez no contesta, o más bien no puede, ya que opta por pensar en dos personas a las que perdió y fue por su culpa.
Ante la negativa, decidió cortar la interacción, estiró el pie hacia la cara de la kunoichi y un par de gotas de lava cayeron sobre su rostro.
-Suiton: Suidan no Jutsu(水遁・水弾の術)- un poderoso torrente le golpeó como una bala.
Salió volando y Orochimaru lo interceptó con un golpe diagonal, luego intentó cortarlo con la propia espada de Goku.
Mientras estos dos se batían en duelo, Tsunade vio que Jiraiya extendía una mano hacia ella.
-¿Estás bien? -preguntó, ayudándole a pararse.
Ella asintió mientras usaba su Ninpō: Sōzō Saisei (忍法・創造再生) el arte médico más avanzado que poseía, que la ayudó a curar sus quemaduras.
-No la malgastes en nimiedades -le advirtió, sin importarle si recibía una mala mirada a cambio-, necesitarás ahorrar energía, además ya sabes lo caro que sale usarla en exceso -dijo con seriedad.
-No me importa morir ahora -murmuró e intentó avanzar, pero una mano en su brazo se lo impidió-. Suéltame Jiraiya -dijo, no dispuesta a perder el tiempo con su compañero.
-Si tu plan es suicidarte adelante, no te apoyaré -advirtió-, pero si quieres ganar deja de actuar como una niña tonta que apenas se graduó y escúchame.
Los dos se miran fijamente con una tensión latente, incluso parece haber chispas en sus ojos, al final Tsunade suspiró.
-Habla rápido, Orochimaru no podrá hacerlo solo.
Jiraiya desvía la mirada, ve a su compañero y reconoce que estaba siendo golpeado o más bien apaleado.
-Pues a mí me parece que le va bien -dijo sonriendo socarronamente y cruzándose de brazos.
La mirada de muerte que le lanza la mujer le dice que no le ha encontrado la gracia, pone los ojos en blanco y empiezan a explicarle su plan.
Fin del capítulo 2.
¿Qué les pareció?
En el canon es Hanzō Salamandra quien pelea con los Sannin (antes de que se llamaran así), aquí cómo se dieron cuenta, es Goku y eso ya marcará una buena diferencia en la historia presente y futura.
Voten, comenten, etc.
Adiós!
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