El omega al verlo irse se quedó en el suelo llorando y gritando de dolor y de desesperación por lo que había pasado, el alfa en el que confío lo traicionó de la peor manera. Podía dejarlo pasar si fuera otro alfa, pero era su destinado, el que le había prometido bajarle la luna y las estrellas.

—¡Alfa! —exclamó con dolor el omega.

Yoongi escuchó el grito, pero solo se limitó a subirse al auto con la omega la cual ya había logrado calmar el llanto del bebé. El alfa vio por última vez la casa del omega y se fueron de ahí, unos tres días pasaron hasta que uno de los hombres se acercó al alfa para hablarle.

—Joven D. —le dijo un beta. —Hay alguien que insiste en verlo.

Yoongi se levantó y se dirigió a la puerta de su residencia y vio al omega, el cual al verlo corrió y se arrodilló mientras lloraba, estaba todo sucio y demacrado, ya no se notaba su belleza.

—Yoongi por favor déjame ver a mi hijo. —suplico. —no me importa lo que hiciste solo quiero verlo.

—Entiende que no es tu hijo ahora vete. —dijo serio.

—Alfa. —le suplico. —por favor.

—Sáquelo. —ordenó a sus hombres. —y pueden hacer lo que quieran con él.

Jimin vio cómo unos hombres se acercaban a él con una sonrisa y lo tomaban de los brazos para llevárselo lejos, él gritaba por ayuda, pero el pálido parecía no importarle.

***

—Señor encontramos a su hijo. —hablo un hombre.

—¿Dónde está? —dijo preocupado.

—Lo trasladamos de emergencia al hospital. —respondió. —lo encontramos en un puente en muy mal estado.

—Llévame rápido al hospital. — se levantó el hombre.

—Señor, debe de saber algo. —le dijo el beta.

—¿Qué debo de saber? —lo vio y al ver la expresión del hombre negó. —dime que no es cierto.

—Me temo que no Señor. —le dijo. —En total fueron cinco, pero ya mandé a encargarme de ellos.

El hombre se volvió a sentar en su silla mientras se cubría el rostro, no podía creer lo que le había pasado a su cachorro, pero sin duda alguna haría pagar a los responsables de que su hijo haya sufrido.

—Llévame con mi hijo. —lo vio. —necesito verlo.

«El arrepentimiento y la culpa llegó demasiado tarde y sabía que ese daño lo iba a pagar caro, saber que yo mismo permití que lo lastimaran de la peor manera sería algo que estaría siempre en mi memoria»