30

«¿Por qué únicamente veo oscuridad? No puedo ver nada, lo poco que recuerdo es ver a Jimin verme con burla y luego total oscuridad. Tampoco veo y siento a mi lobo interior ¿A dónde se fue? Miro a mi alrededor y veo agua, un agua fría y oscura.

A lo lejos escucho susurros, pero no logro saber a quién le pertenecen, corro hacia donde está la luz y es ahí donde veo a Jimin este está leyendo un libro…»

—Hola. —le dijo el rubio.

El chico miró al rubio y lo observó esperando a que el hombre frente a él dijera lo que quería, el alfa al sentir la mirada del omega sonrió tímido. El omega cerró el libro para seguir esperando la respuesta a lo que el alfa quería pedirle.

—Vi que leías sobre The sea creature. —Sonrió el alfa.

—Es un buen libro. —dijo el omega. —¿Ya lo ha leído? —le pregunto curioso.

—Sí. —se atrevió a sentarse en la silla. —solo que siento que el inicio es sin sentido.

—Sí, pero recuerda que al seguir leyendo vas entendiendo más. —lo vio. —y ahí vas viendo la obra de arte que es.

—Soy un poco torpe en cuanto a la lectura. —Sonrió el alfa. —Soy más de lectura ligera.

—Soy Jimin por cierto. —dijo el omega. —Park Jimin ¿Y tú?

—Min Yoongi. —le sonrió. —Es un placer conocerte Jimin.

«¿Por qué ahora recordaba eso? ¿Acaso morí y estoy viendo mis pecados? Solo sé que quiero salir de aquí y no volver a revivir todo el daño causado por mi culpa.»

***

—¡Tire el arma y no se mueva! —exclamó un hombre.

El pálido parpadeo un par de veces y miró a su alrededor, miró como cubrían el cuerpo de la omega y del niño y vio como a Jimin lo ponían en una camilla con respirador. El alfa estaba en shock por lo que pasaba, no entendía nada de lo que ocurría, solo podía escuchar lo que decían.

—Agust D pasarás un buen tiempo en la cárcel. —habló un oficial.

—¿Qué pasó? —pregunto confundido.

—Mira como se hace el que no sabe cuando mató a su esposa e hijo sin remordimiento y a sangre fría por otro omega que acosaba. —mencionó un oficial.

—Yo no fui. —negó. —Ese omega me inculpo.

—Nosotros vimos como le disparaste al omega que suplicaba por su vida. —le dijeron.

El pálido salió esposado y vio como el omega se iba en una ambulancia y a él se lo llevaban en una patrulla.

«Al final todo lo que sube tiene que bajar y así como mi imperio creció gracias a aquel hermoso omega de cabellos cafés y mejillas grandes, así mismo cayó por ese mismo omega.»

Fin.

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