La omega lloraba, la mirada del pálido no era la del humano, esta mirada era la del lobo que parecía odiarla por todo lo que pasaba, ella era consciente que ambos no eran destinados, pero aun así lo amarró a su lado. Hizo todo lo posible para que el pálido alfa no fuera detrás del omega y la dejara, ella se encargó de hacer miserable al omega con ayuda del alfa y ahora este se lo regresaba con el mismo truco.

—Me rindo. —habló la omega. —tú ganas Yoongi es tuyo como el niño.

—No puedes rendirte Suran. —le dijo. —así no es el juego. —miro al gran salón. —Yoongi dejo de ser mío como ese niño desde hace mucho tiempo.

La omega seguía llorando al sentir el arma por su rostro, Jimin se levantó y se acercó a esta para tomarla del cabello con fuerza. Esta se quejó por el dolor en su cabello, además del fuerte apretón en su cuello que la estaba dejando sin aire.

—Sabes que para el castigo que mereces he sido blando. —le dijo. —mereces sufrir más, pero no lo haré porque querré más y perderé lo poco de cordura qué tengo.

—Cuando Yoongi reaccione te matará. —hablo. —y aunque no lo vea, mi muerte será vengada.

—Si no te salvo cuando esos tipos te tocaron. —le acarició la mejilla. —¿Qué te hace pensar que te vengará? Además, todo su poder ya lo perdió, ya que la policía está tomando posesión de todo el gran imperio de la mafia Haegeum, la mafia del gran Agust D.

—¿Qué acabas de decir? —preguntó sorprendida la omega.

—El imperio de Agust D ya está cayendo. —respondió. —y cuando la policía venga encontrarán tu cadáver y el de tu hijo muerto y él con el arma.

—No te vas a salir con la tuya. —negó.

Jimin la soltó y luego miró al pequeño e hizo que este lo viera, le acarició el rostro de manera lenta mientras le limpiaba las lágrimas con gentileza.

—Sabes Yeonseok tal vez en otro universo tal vez te crié yo. —le dijo. —pero en este te odio y desprecio tanto que hoy cumpliré lo que te dije hace mucho tiempo.

—Appa. —comenzó a llorar aún más.

—Jure que si te volvía a ver o te cruzabas en mi camino, te mataría. —Habló de manera fría. —Porque tú no eres mi hijo.

—Tú también morirás, si Yoongi no te mata, lo hará alguien más. —le dijo la omega.