La cena fue silenciosa, todos comían el pequeño bufete que el omega había preparado, al terminar pidió que llevarán a la omega y al pequeño a una habitación y que los dejarán ahí mientras conversaba con el alfa.

Al estar solos Jimin le sirvió un poco de vino para poder hablar de manera calmada, no tenía prisa el omega por lo cual solo miraba al alfa.

—Hay que celebrar nuestra boda. —levantó la copa. —¿Recuerdas que me pediste ser tu esposo el día que pasamos mi celo y donde esa cosa se formó?

—Esa cosa como la llamas es tu hijo. —mencionó. —lleva tu sangre.

—Quiero que me des una respuesta justa y acertada de porque ahora sí es mi hijo y en el pasado dijiste que no lo era. —contó. —Dímelo Min Yoongi.

El pálido guardó silencio y el omega asintió para levantarse con la copa de vino y beberla despacio mientras miraba todo el espacioso lugar.

—Vez. —dijo. —no hay respuesta ante eso porque sabes que nunca fue mi hijo y tratas de manipularme diciéndome que es mi hijo para que no lo mate, pero ya te dije, no siento amor o empatía por ese niño.

—¿Entonces tu plan es simplemente matarlo? —le pregunto.

—Tal vez. —se encogió de hombros. —o puedo venderlo a cualquier postor que me dé mucho dinero por el hijo del gran Agust D.

—Sobre mi cadáver Jimin. —hablo. —no lo vas a lastimar.

—¿Es mi hijo no? —dijo con burla. —Puedo hacer con él lo que yo quiera.

Yoongi solo sintió como lo arrastraba con la silla hacia otro lugar, el cual, era una enorme habitación. Jimin lo soltó con una advertencia: si tenía intenciones de lastimarlo a él o huir sería electrocutado.

El pálido vio la cama y vio al omega el cual se sentaba en esta para verlo de manera serena, tanto que confundía al alfa con esas actitudes. Jimin luego de un rato se fue desabrochando la camisa ante la vista del alfa de piel pálida.

—Ya es hora de la luna de miel querido. —hablo Jimin.

—¿Luna de miel? —se burló. —entre nosotros jamás va a pasar eso.

—Es una pena. —lo vio. —Era tu momento para remediar todo, pero veo que no quieres.

El pálido cayó retorciéndose de dolor por los choques eléctricos que recibía mientras el omega bailaba con burla alrededor suyo con la copa de vino en sus manos.

—Ahora si Min Yoongi sufrirás un infierno. —le dijo.