10

«Ya habían pasado cinco años desde que lo vi por última vez y aún está en mi memoria su grito desgarrador, creo que mi castigó fue que nuestro hijo fuera idéntico a él.»

—Señor D ya perdimos otro cargamento. —hablo un beta.

—¿Cómo es posible eso? —se levantó. —Nosotros la mafia Haegeum somos la más fuerte ahora.

—Por lo que escuche de los pocos sobrevivientes dicen que es de una mafia conocida. —le dijo.

—Nombre. —hablo mientras dejaba salir el humo del cigarro.

—Gang. —mencionó el hombre. —tal parece que ese es el nombre de la mafia.

—Su líder. —lo vio.

—Dicen que es un chico bastante joven y omega. —comentó. —se hace llamar Kitty Kang al parecer es hijo del antiguo líder.

—Hazme una cita con él. —se levantó. —¿Y Yeonseok?

—Aún no sale del colegio. —le informo.

Este asintió y se levantó para ir por su hijo, al llegar al colegio, se detuvo en seco al ver a un omega el cual iba riendo con otro hombre el cual llevaba cargando a una niña. El castaño al sentirse observado miró hacia el auto donde se encontraba el pálido, pero al ser polarizado no veía quién estaba ahí.

—Jimin cariño. —le dijo.

—Lo siento. —sonrió. —Vámonos.

El alfa solo miró como Jimin le hacía cariños a la pequeña mientras entrelazaba su mano con la del otro alfa para irse del colegio, él se bajó y sonrió al ver a su hijo correr donde él mientras pedía ser cargado.

«Mi estupidez humana creía que él me seguiría esperando pese al daño que le cause, pero verlo con alguien más feliz, me era imposible de creer y me negaba a aceptar que su felicidad ahora le pertenecía a otro alfa, el cual podía hacerle el amor como yo se lo hice alguna vez.»

—Señor, Kitty Kang rechazó su oferta. —le dijo el hombre.

—Vuelve a enviar la oferta para que pueda comunicarme con él. —habló de manera seria.

—Como usted diga, señor d. —El hombre se retiró.

Yoongi se quedó ahí sentado pensando, no solamente en el bastardo que le estaba quitando a su imperio, sino que, también en Jimin, el cual parecía haberle olvidado de manera rápida y eso era algo que no se lo iba a permitir, ya que, Jimin le pertenecía únicamente a él. Por lo cual mandó a llamar a otro de sus hombres para que averiguaran todo acerca de esa nueva pareja que el omega tenía donde vivían y así poder tener una constante vigilancia.

—Tú eres mío omega. —hablo. —y yo no te he dado permiso para que hagas tu vida de nuevo.

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