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Yoongi lo miró con calma, sabiendo que Jimin estaba lidiando con sus propios sentimientos de culpa. Suspiró suavemente y lo tomó de la mano, apretándola con gentileza.

—Jimin, lo que sientes es válido. —dijo Yoongi, su tono lleno de comprensión. —No tienes que compararte conmigo ni con nadie y lo que estás viviendo es real y es difícil, no importa si otros pasan por cosas diferentes, todos enfrentamos nuestras batallas a nuestra manera.

Jimin se quedó quieto, procesando las palabras de Yoongi. Sabía que tenía razón, pero aún no podía evitar sentirse mal por haber pensado que su situación era la peor.

—A veces. —continuó Yoongi. —nos enfocamos tanto en nuestro propio dolor que olvidamos que los demás también están luchando, pero eso no hace tu dolor menos importante. —le acarició la mejilla. —Solo significa que tenemos que aprender a ser más conscientes de los demás.

Jimin asintió lentamente, sintiendo el peso de las palabras de Yoongi. Aún se sentía culpable, pero también reconfortado al saber que Yoongi no lo juzgaba. Con un pequeño suspiro, Jimin dejó que su cabeza volviera a descansar en el pecho de Yoongi, sintiendo la cercanía de su cuerpo.

—Gracias por decir eso. —susurró Jimin. —A veces siento que soy demasiado frágil, pero estar contigo me hace más fuerte.

—No tienes que ser fuerte todo el tiempo, Jimin. —Yoongi acarició el cabello de Jimin de nuevo, dejando que la música suave llenara el silencio. —Está bien ser vulnerable aquí, no necesitas ser otra cosa que tú mismo.

Los días pasaron rápidamente, y el momento que Jimin tanto había temido finalmente llegó: el día de su cirugía. Se encontraba en el hospital, vestido con la bata quirúrgica, sus manos apretadas nerviosamente sobre su regazo mientras esperaba a ser llevado al quirófano. Su mente estaba llena de incertidumbre, dudas y miedo a lo que vendría después.

Sin embargo, recordar las palabras de Yoongi, quien había estado a su lado durante todo el proceso, le brindaba una sensación de calma que antes no había sentido. Justo antes de que lo llevaran, Yoongi había estado con él, tomando su mano con fuerza y mirándolo con esa seguridad tranquila que tanto caracterizaba a Yoongi.

—Todo va a estar bien. —le había dicho Yoongi, su voz suave y serena. —No importa lo que pase, estoy aquí para ti, con o sin el resultado que esperas, lo que importa es que lo estás intentando.

Jimin había sentido el peso de esas palabras en su corazón, y aunque seguía nervioso, algo dentro de él se tranquilizó. Saber que Yoongi no lo juzgaría, sin importar el resultado de la cirugía, le dio el valor que necesitaba.

Mientras lo preparaban para entrar al quirófano, esas palabras seguían resonando en su mente. "Estoy aquí para ti". Con los ojos cerrados, Jimin respiró profundamente, aferrándose a esa promesa, a esa seguridad que Yoongi le había dado.

Cuando los doctores comenzaron a moverse a su alrededor, asegurándose de que todo estuviera listo, Jimin dejó que esa sensación de tranquilidad se apoderara de él. El miedo seguía ahí, pero ahora había algo más fuerte que lo sostenía: la certeza de que, pasara lo que pasara, no estaría solo.

Mientras el anestésico comenzaba a hacer efecto y la sala se volvía cada vez más borrosa, Jimin dejó que la última imagen en su mente fuera la de Yoongi sonriendo, recordando que había esperanza al final de todo esto.

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