Capítulo I

¿Cuántos años han pasado luego de ello? Mis pies duelen, mi cabeza se encuentra perdida, mi estómago se estruja, tengo hambre… aun a pesar, de que decidí rendirme…   

Recuerdo cuando a dicho pueblo pequeño le comenzó a resultar desagradable el hecho de que no envejeciera, tuve que tomar la decisión de empacar cada posible recuerdo e irme, borrando hasta el último pequeño rastro de mi existencia.

Cada mes, cada año, década tras década; siempre igual al anterior. Constantemente en movimiento, sin arraigarme a nada o llevando todo a mi paso.

Perdida de un lado a otro, recordando, llevando cada memoria conmigo; añorando aquel nuevo encuentro o deseando llegar al final de este tortuoso recorrido.

A pesar de que la presencia del rey Kim no se encontraba ya en este mundo, pude descubrir algo nuevo y sorprendente, realmente mágico.

En aquella aldea aislada de todos, escondida entre los montes altos; encontré aquella esencia tan conocida… encontré el linaje del dragón blanco. Pude observar a una pequeña que nunca antes había conocido, la portadora de aquel gran poder; rodeada por personas que le adoraban y protegían con sus propias vidas.

Hwgan Eun Bi era su nuevo nombre.

-“Estaré esperando, no importa el tiempo. Aun si me vuelvo vieja, promete que iras a verme.” –las últimas palabras de mi mejor amiga, poseedora del poder del dragón blanco.

-Tan estúpida… -mis ojos se aguaron- es tarde para arrepentirme… -me derrumbe en aquel camino desolado entre los bosques.

Al abrir mis ojos pude sentirme levemente mareada, confusa. Me encontraba en una pequeña y deteriorada casa, supongo a las afueras de las ciudades.

-¿Despertaste? –voltee levemente para observar al portador de aquella voz tan familiar, mis ojos se perturbaron al instante- espera un momento que te daré de comer. –Sonrió acercándose hasta la cama donde descansaba- Pensé que habías muerto, por toda la sangre que te cubría… soy Baek Hyun, me alegra que estés viva. Ah, tu ropa, la lave y colgué, lamento haberte desvestido sin tu consentimiento pero descuida, no observe nada indebido –rio apenado preparando aquel tazón.

-No eres él… -susurre desconcertada, su apariencia, su rostro, e inclusive su voz me confundieron por un segundo, en cierto rasgos eran parecidos; pero parecido no es igual.

-Ten, tu comida, ¿esta hambrienta verdad? –negué en silencio- si no comes, morirás. –me abrace fielmente a mis piernas, escondiendo mi rostro entre ellas, evitando verle por el largo de mi cabello rubio.

-Quiero morir… -solloce ante su atenta y cálida mirada.

El tiempo pasó y pude sentirme por primera vez en mucho tiempo como si estuviera en casa, claro que sabía que no podía durar por siempre, Baek poseía una grave enfermedad por lo que decidió por sí mismo aislarse de su aldea, para evitar que esta se propague contagiando a quien amaba más, su familia.

En más de una ocasión me imploro dejarlo, alejarme de aquella sentencia de muerte, más no lo hice, decidí mantenerme a su lado. Fue la primera persona en décadas que se interesó por mi nombre, que me recordó, que todavía era alguien. Lo repitió diariamente para que no me olvidará de ello, para que recordara que mientras yo lo repitiera, todo estaría bien; ambos lo hicimos, ambos nos recordamos que aun estábamos aquí, aunque el resto nos olvidara.

-Yerin, hoy tengo un regalo para ti, ¡tadan! –Mostrando una bella flor mezclada entre el violeta y blanco- Seria genial que el tiempo se detuviera...

Y efectivamente lo hizo, su estado empeoro continuamente y la pequeña porción a la que pude llamar “felicidad” nuevamente se veía siendo estropeada por un enemigo que no podía combatir, el tiempo.

-Oye, Yerin ya me has devuelto suficiente, no necesitas cuidarme.

-¿No te gusta estar conmigo? –pregunte contrictada.

Negó con una sonrisa cálida, como de costumbre- Estas trabajando arduamente por mis medicinas, no sé cuándo te contagiare, no quiero hacerlo, yo…

-Quiero hablar contigo, quiero estar aquí contigo. Baek Hyun, cásate conmigo.-pedí para su sorpresa, quien rio adorablemente.

Asi fue, disfrute hasta el último momento a su lado, por más egoísta que pude haber sido, aun porque una parte muy dentro de mí, quería creer que era él y tal vez no veía del todo al joven quien si se encontraba delante de mí. Por primera vez en mucho tiempo, quise ser remota y fugazmente feliz.

Implore y lloré en busca de redención para Baek:

-Si puedes hacerlo no pediré nada más, ¡seré tu esclava por la eternidad! Por favor… sálvalo…

No importara cuanto gritara, mi voz no lo alcanzó, no fui oída; su cuerpo yacio entre mis brazos, no pude conseguir ese tiempo extra que pedí a los cielos, que le implore al rey Kim… no le pude cumplir nuestra promesa, la de encontrarnos en el “cielo”, uno que nunca vería.

Pasaron meses, donde no pude aceptarlo, le había perdido, una vez más. Apenas y entendí que le debía aquel sepelio en tierra y me despedí definitivamente de él.

No sé cuántos siglos pasaron luego de ello… decidí no contarlos.

Nací en este recipiente llamado cuerpo, el ciclo de la vida no se cumple en mí. Y ante el paso del tiempo, los recuerdos siguen invadiendo a gran peso mi mente, había veces en las que destrozaba mi cuerpo, únicamente aquel pequeño emblema lograba tranquilizarme. Supongo que el rey había percibido mi destino por ello me lo dio, fue su única forma de protegerme del tortuoso tiempo.

Y a pesar del paso del tiempo, a pesar de los años, pude pensar con claridad; no importa como cambie el mundo, la audacia del dragón blanco, la fuerza del dragón azul, el linaje del dragón verde, siguen sucediéndose sin importar las crisis. Los ancestros viven dentro de sus nietos… sólo el poder del dragón amarillo no puede ser entregado a nadie más, la vida eterna.

Entonces, ¿el rey Kim también podría rencarnar?, aquella pequeña posibilidad a la que denomine “esperanza” me guió a avanzar por todo el reino que nuestro rey protegió hasta su muerte y que mis hermanos amaron junto a él, tal vez el rencuentro no esté tan cercano; pero podre esperar cinco, diez, cien años. Ya que la espera es mi virtud.

 

 

 

 

      

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top