Capitulo 7
Narra Tails
Es extraño pensar que, aunque haya pasado un buen tiempo las cosas sigan igual. Se preguntarán ¿A qué me refiero? Pues verán, me refiero al simple hecho de que Amy siempre ha llorado por Sonic. Ha sido una chica muy valiente; siempre con su martillo en mano, lista para destruir cualquier máquina inútil que intente lastimar al erizo más veloz de la galaxia auque este nunca ha necesitado que lo defiendan; siempre con un botiquin a la mano tratando de curar las heridas que éste mismo erizo, despreocupado y terco, se realiza durante sus enfrentamientos o luchas para defender lo que es bueno y justo, éste que rechaza la preocupación de Amy de una manera no muy "cortes". Esa actitud siempre la he pasado por alto o intentado ignorarla pensando que tal vez, o Sonic se disculpe por ser tan idiota o Amy por ser tan "asfixiante". El caso, Amy siempre ha estado ahí para él, y aunque él está en los brazos de esa maldita Acorn, Amy siempre lo esta persiguiendo, que irónia ¿no creen? La eriza que ha ahnelado estar a su lado esta sufriendo por el hecho de que mi tarado mejor amigo prefiera a otra, definitivamente esas cosas del amor son incomprensibles, aunque no soy nadie para decir eso.
Se escucha el timbre de la casa, Amy alza la vista algo asustada, las lágrimas siguen descendiendo por sus mejillas, se pasa el brazo para calmar ese mar de agua que sale por sus ojos.
- Amy, ¿estas segura?- le pregunto algo inseguro. Ella se quita el brazo que tapaba sus ojos, me da una pequeña sonrisa tan falsa y llena de dolor que ya me entraron ganas de llorar a mi también. Tan solo verla de esa manera... finalmente ella asiente.
- Si, en cuanto puedas incubrir lo que ha pasado y que no suban hasta aquí, todo estará bien- el escuchar esas palabras hace que involuntariamente me levante de su lado y la observe incrédulo- Lo siento, pero no quiero que nadie se entere aún- se escucha otra vez el timbre- ¿Me podrías pasar los pañitos húmedos por favor?
- Bien- rodo los ojos, camino al baño y los busco, al encontrarlos, vuelvo con ella y se los paso- Ahora, si me disculpas tengo que pensar que hacer con quien sabe quien- digo algo irritado. Amy sonrie de forma burlona pero un par de lágrimas rebeldes caen por sus ojos.
El timbre empieza a sonar de forma desesperada, bajo rápido las escaleras, el hecho de escuchar ese ruidito me está alterando los nervios, tomo la perilla de la puerta y la abro rápidamente sin dudar. ¿Pero qué carajos...? Me llevo una gran sorpresa.
- ¿Tails? ¿Qué haces aquí?- me pregunta un erizo azúl, de ojos verdes esmeralda con un tono algo exasperado y confundido, creo que no he sido el único en sorprenderse. Tengo los ojos como platos y mi mandibula cayó, cuado dijo que vendría a hablar con Amy por un momento creí que no vendría.
- L-la pregunta a-amigo, es ¿Qué h-haces tú aquí?- digo con un tartamudeo en la voz, Sonic cambia su expresión de sorpresa a una de extrañeza, estoy paralizado, ¿Cómo se supone que le voy a mentir a Sonic?
- Oye amigo ¿estas bien?, te noto algo pálido.
- ¿Qué?- respondo con voz fingida, Sonic me mira extrañado.
- Ok...- dice con el mismo tono de voz- Necesito hablar con Amy ¿Dónde está?
- ¿Amy? Ella no se encuentra en la casa.- le respongo ocultando mi nerviosismo. Sonic me mira, analizandome; creelo por favor, creelo.
- Si ella no está ¿Qué haces entonces aquí?- levanta una ceja y clava su mirada en mí, trago saliva y tomo aire de la forma más discreta que puedo, su mirada penetrante me hace sentir pequeño.
- Vine a dejarle algunas cosas ya que, como habrás notado, ella no fue a clase- digo de una forma bastante obvia, me observa por unos segundos y suspira resignado.
- Bien- dice seco- Dile a Amy que...- deja su frase sin terminar ya que pasa por mi lado ¿Por qué de todos los erizos de la galaxia, le dieron el don de la velocidad justamente a éste?
Mientras me odio en mis adentros por no ver ese simple truco, escucho un grito ahogado que viene del segundo piso. Cierro la puerta de un portazo y literalmente corro a la recámara de Amy, esto no va a traer nada bueno.
Narra amy
Mientras Tails atendía a quien fuera que estuviese timbrando como un demente, me llego un mensaje de Rouge seguido por un mensaje de las demás "¿Qué me había pasado? ¿Dónde estaba metida? y ¿Por qué les mentí?" Solte un suspiro pesadamente. Despego mi vista del celular cuando siento una presencia en mi cuarto, mis ojos no creen lo que ven, no es mas que el mismísimo Sonic The Hegdehog. Pego un grito horrorizado y ahogado que lo confundió y me miro de forma extraña, segundos después del grito Tails entra en el cuarto rascandose la cabeza, se para a mi lado y me da una mirada que entiendo a la perfección.
- Veo que no soy bien recibido en estos momentos- me mira más detenidamente- ¿Qué fue lo que te ocurrió?- me pregunta Sonic mientras se mira fijamente con mi igual de confundido amigo de dos colas. Noto que en su tono de voz hay algo de preocupación. Aún tengo la expresión de horror en mi rostro, miro de reojo a Tails deseando desde lo más profundo que la tierra se abriera y me tragara- ¿Y bien? ¿No me dirás que te paso?
- No tengo nada que decirte ni mucho menos darte explicaciones, Sonic.- mi expresión cambia a una seria y trato de sonar indiferente lo cual, no consigo a la perfección.
- Entonces, solo respondeme ¿Sally... fue la causante de esto?- Mi mandibula cae y mis ojos se abren como platos, miro a Tails y esta igual que yo... ¿Qué demonios? Maldita Acorn, ¿Qué le dijiste?
- Amy debes decirle la verdad- Escucho la voz de Tails Tiene la mirada baja, perdida entre las lineas de mi piso.
- ¿Cuál verdad?- pregunta Sonic interesado.
- Ninguna- Me apresuro a decir entre dientes y fulmino a Tails con la mirada. Éste alza la vista con una expresión seria.
- Amy, después de verte así... ¡la verdad no se puede ocultar, disculpame por lo que voy hacer!- Dice con un tono algo elevado y preocupado pero decidido.
- *Mierda, gracias Tails*- le digo con la mirada.
Tails le comenta todo con lujo de detalles, lo que ocurrió ayer, excepto la parte de que Shadow me salvo por así decirlo y me trajo a casa. En ese momento me sentí indefensa y pequeña. Sonic abre sus ojos hasta más no poder, se nota que no puede cree lo que Tails le ha dicho y que le cree a la otra. Un estruendo se escucha en el piso de abajo llamando nuestra atención, me llevo una gran sorpresa, detestable sorpresa debería decir, mi peor enemiga está en mi recámara y en mi casa.
- ¡¿Qué demonios haces aquí Acorn?!- grito enojada frunciendo el ceño.
- ¡Pues vine a que no le llenaras la mente de cucarachas a Mi Sonic!- gritó a todo pulmón.
- ¡¿Yo?! ¡Tú eres la que le llenó la cabeza de cucarachas a él! Ahora ¡Quiero que te larges de mi casa!- Me levanto y pierdo el equilibrio, Tails me toma por los hombros.- ¡Largate de aqui!- La sangre me hierve y corre por mis venas rápidamente, tengo el ceño tan fruncido que me duele la herida de la frente. Miro a Sonic de reojo, esta desorientado y asustado.- ¡Sonic! ¡Vete de aquí y llevate a tu estúpida novia!¡Ya es problema tuyo a quién le vas a creer!- Él me mira sorprendido, es como si nunca me hubiera conocido enojada, pero ahora me conoce, estoy que voto chispas y lanzo maldiciones, solo quiero que se larguen y no me terminen de arruinar la tarde.
- Esta bien Amy, nosotros ya nos vamos- Toma del brazo a Sally y la jala, ella se niega a irse pero Sonic se la lleva cargada a las malas.
- ¡Los dos son unos...!- Me interrumpo. Tomo una de mis lámparas de noches y la lanzo al suelo, se rompe en miles de pedazos, estoy llena de ira, de frustación, de tristeza... con lo que acabo de hacer es seguro que ya tire todo por la ventana.
- Oye Amy, calmate, ya todo paso- Trata de calmarme Tails- Todo ha sido mi culpa, no debí haber dicho nada pero era lo que tenia que hacer.- Lo miro y lo fulmino con la mirada, aprieto los puños y empiezo a respirar hondo, mi malgenio empieza a descender.
- En parte tienes razón Tails- digo conteniendo la rabia- Pero Sonic es el que debe pensar a quien le va a creer- Me subo a la cama y cruzo los brazos.
- Bueno, yo aqui te dejo el almuerzo y lo que hay hacer para mañana. Debo irme, tengo que seguir con mi trabajo.- Me pasa una bolsa y deja unos libros sobre mi mesa de noche- Pero antes, debo recoger tu desorden.
- Lo siento, tenía que desquitarme con algo.- Digo tranquila.
Tails recoge los trozos de lámpara y antes de irse me da un abrazo que definitivamente necesitaba y se va. Tomo la bolsa que contiene la caja de icopor, miro hacia la ventana y me pareció haber visto a alguien montado en el árbol de mi casa, vuelvo la mirada a mi recámara y pego un grito por el susto.
- ¡¿Quieres dejar de hacer eso?! ¡Vas a hacer que me de un infarto!- Me llevo una mano al pecho haciendome la melodramática.
- Ya callate que tus gritos ya me han dejado bastante sordo.- Puedo notar como sus púas azabache estan erizadas por el ambiente tan irritante que aún permanece en mi recámara. Cierra los ojos, suspira y parece más relajado. - Asi que... echaste a tu enemiga y a tu querido Sonic de tú casa- Dice con una medio sonrisa en el rostro, mis ojos se abren como platos.
- ¿Escuchaste todo?- Digo avergozada.
-Obviamente Rose, todo el vecindario se entero de que aquí se formo la tercera guerra mundial- Dice con tono apagado y de cierta forma divertida. Rodo los ojos y lo observo, mi mirada se centra en su mirada, sin expresión, fría y con cierto ¿dolor?
- ¿Mañana si vas a aparecer en la preparatoria?- Pregunta sacandome de mis pensamientos.
- ¿Acaso te preocupas por mi o te hago demasiada falta durante las clases?- Digo en tono divertido y con una pequeña sonrisa maliciosa y pícara.
- Hmp, es estresante escuchar a todo el mundo preguntar por ti- Dice con un tono seco e indiferente, pongo los ojos en blanco.
- Dependiendo a como amanesca mañana, si no voy tendrás que aguantartelo otro día más- le digo aguantando las ganas de reirme.
- Como sea. Que madura eres Rose- Dice sacando la misma esmeralda que sacó ayer y desaparece de mi vista.
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