Capítulo 63
Miro hacia el piso, no me esperaba todos esas palabras, ni siquiera llegué a pensar que Melphies me daría ese tipo de charla poco motivacional, con la excusa de que quiere irse de nuestras vidas, su mirada indiferente aparece en mi cabeza cada vez que recuerdo sus palabras, ¡Es molesto!, ¡Frustrante!, ese par de erizos siempre saben como enloquecerme, en especial Shadow, pero que está vez fuera su gemelo, es como si él me lo estuviera diciendo, el gran parecido influye en mi pensamiento, pero se perfectamente que ha sido Melphies, el que quiere cortar los lazos con nosotros.
- Te importa demasiado, ¿Verdad?- me pregunta mi mejor amigo, en este caso, se encuentra en modo psicólogo, se nota en el tono de voz pausado, en la forma en la que quiere transmitirme parte de su tranquilidad, con sus palabras razonables y amables.
- Melphies puede ser lo que sea- menciono recordando el incidente de hace unos meses atrás en esta misma habitación, en la cual intentó hacerme daño- Pero sigue parte de la familia, aunque él no quiera aceptarlo.
- Familia...- susurra con cierto humor- Nuestra familia es muy extraña, ¿No lo crees?- alzo la vista y le miro desconcertada, no me esperaba ese tipo de respuesta- No somos compatibles desde el punto de vista genético, comenzamos como completos desconocidos y ahora nuestros vínculos se han convertido en algo muy preciado para todos nosotros- se explica, medio sonrío al estar de acuerdo con sus palabras- Esos dos amargados se uniron a nosotros de modo imprevisto, todo tomó un giro diferente al habitual, terminaron peleando y defendiendo lo que alguna vez quisieron destruir, lo que alguna vez les pareció que era lo correcto o mejor dicho, el capricho sobre valorado de Egg.man- asiento al entender su punto- El caso es este, de no habernos conocido, ese erizo de ojos rubíes, nos hubiese asesinado a todos- dice con cierto desagrado, hace una mueca- Seguiría viviendo, pero sin un propósito propio para seguir con su existencia.
- Crees que...- murmuro con un hilo de voz- ¿Crees que fue lo correcto?- pregunto con nerviosismo- ¿El haberlos recibido con los brazos abiertos?- me mira de forma extraña y niega con la cabeza.
- ¿Cómo puedes pensar eso?- contraataca frunciendo el ceño- ¡Estamos vivitos y coleantes gracias a ese erizo!- me toma por los hombros y me sacude con cierta violencia- ¡Te enamoraste de ese amargado que quería utilizarte para llegar a nosotros!- sigue sacudiendome- ¡Pero tú lo cambiaste!, ¡Tú enorme corazón lo cambió!- deja de sacudirme, siento unas ganas enormes de vomitar, su cara se desfigura de la preocupación al verme trasbocar, se aleja y corro al baño de la habitación, vómito afortunadamente en el inodoro, así no tendré que limpiar- ¡Lo siento Amy!- se disculpa, siento sus manos posarse sobre mis hombros, miro de reojo que se arrodilla a mi lado- A veces olvido que estas embarazada.
- D-descuida...- digo y vuelvo a vomitar, sintiendo como lo que almorcé es expulsado, para mi mala suerte, cuando me sienta mejor, el hambre me azotará de nuevo, malditos antojos.
- Creo que todos te debemos la vida- abro los ojos un poco por la sorpresa- Gracias a ti es que podemos seguir disfrutando de la vida, podemos seguir riendo, quejándonos, llorando, seguir gritándoles a nuestros amigos- levanto el rostro del inodoro cuando siento que expulsé lo necesario, debo verme pálida- Fuiste la primera en ver a Shadow de otro modo, no entiendo que fue lo que él vió en ti pero eso nos ayudó- lo fulmino con la mirada ya que me duele la garganta para protestar, este ríe divertido- ¡Sólo bromeo!, ¡Eres la chica con el corazón mas puro, honesto, lleno de amor que he conocido en mi vida!- toma mis mejillas evitando mis labios lo mayor posible- Eres una chica fuerte que tiene un futuro por delante muy prometedor, serás madre en un periodo algo lejano pero que se evaporara con el aire en un segundo, cuentas con el apoyo de los chicos y el mío, pero mas importante, encontraste a alguien que te ama por lo que eres, tanto que ya tendremos a un bebé erizo albino gateando y jodiendonos la vida durante un tiempo, luego llegará la adolescencia y todo se complicará, aunque la vida de por si ya es complicada ahora- sonrío un poco y asiento.
- ¡¿Mamá?!- escucho la voz del mencionado, es como si lo hubiéramos invocado con la palabra y el pensamiento- ¡¿Dónde están todos?!- nos llama.
- ¡Estamos en mi habitación!- le informa el zorro, me incorporo- ¿Estas mejor?
- Sigo mareada- declaro- Creo que lo mejor es irme a descansar, pero primero voy a lavarme la boca, el sabor que me ha quedado no es bueno.
- Te acompaño a tu habitación- asiento y me ayuda a llegar a la habitación.
Narra Sonic
- Ya te lo dije Sally- digo divertido- ¡Estoy perfectamente bien!
- Sólo me preocupo, estuviste en el hospital- dice sentándose a mi lado en la cama.
- Si, pero mis heridas fueron leves, no como las de Shadow- su ceño se frunce un poco- Ya se que el erizo emo no te agrada, a mi tampoco me agrada, pero gracias a él, aunque no quiera admitirlo, nos salvamos el trasero.
- Estoy segura que podríamos haberle ganado a Egg.man sin su ayuda- dice molesta- Tu podrías haberlo derrotado.
- Eso lo dudo- responde con certeza- La magnitud del asunto estuvo fuera de mis manos en todo momento, si ese darketo no hubiese estado para ayudarnos... El futuro que intentábamos cambiar para un bien terminaría siendo mucho peor.
- ¿Estas consciente de lo que dices?- me toca el rostro- ¡Nadie puede hacerte frente!, ¡Eres el mejor!- su mirada quiere reflejarme algo que he estado pensando demasiado, heroísmo...
Desde el último enfrentamiento contra ese bigotudo, me he estado haciendo la misma pregunta, ¿Realmente soy un héroe?, ¿Soy lo suficientemente fuerte para poder ser llamado héroe?, aunque hubiese podido llegar al final junto a Shadow, desde el principio, todo fueron méritos, órdenes y estrategias de él, nunca fueron mías, yo sólo le serví de apoyo, como todos los demás, incluso el papel de Ammes fue más importante que el mío, pudo caminar al lado de ese emo y brindarle su apoyo de una forma distinta a como le apoyamos nosotros, como si todo hubiese sido una mesa de ajedrez, ambos reyes, blanco y negro, la reina negra y los encargados de la protección de ese rey, pero ese rey siempre fue al frente, arriesgando su propia vida por sus súbditos, algo que me hubiese sido imposible hacer por mi cuenta, no poseo sus mismos poderes, no tengo control de mis emociones al momento de un enfrentamiento y lo que es aún peor, mi ego crecía cada vez que derrotabamos a Egg.man, me agradaba la idea de ser llamado héroe, me hacía sentir alguien superior, con la responsabilidad de defender a quien lo necesitara o al menos, eso pensaba en un principio, con el pasar del tiempo, si no era yo quien se llevaba el protagonico de las batallas, mi ego se veía afectado, en cambio él... Odio admitirlo, pero no le llego ni a los talones, tengo que mejorar demasiado para poder hacerle frente, para poder estar a la par y ayudar a mis amigos, a mi familia. Observo la marca que adorna mi brazo, aunque no es de mi agrado, ya me he comenzado a acostumbrar a tenerla sobre mi piel, esta me recuerda que tengo como deber proteger una de las esmeraldas del caos, que en mi interior reside esa gema que tantos dolores de cabeza nos ha traído a todos. Niego divertido, Sally no ha cambiado nada, sigue viéndome como aquel héroe que solía ser, tengo que hacerla entender que ese concepto ha cambiado.
- Sally- menciono su nombre, le alejo unos mechones de su cabello del rostro, para apreciar mejor sus ojos- Tengo mucho camino que recorrer para que el título héroe, encaje en mi personalidad, por ahora, no hay ningún héroe entre nosotros, sólo personas que sacrificaron sus vidas para defender lo que creían correcto, siempre ha sido así y lo seguirá siendo, sólo espero que en el futuro no nos depare otro enemigo para toda la vida- noto en su mirada la sorpresa que cruza fugazmente en sus ojos.
- ¿Qué te ha ocurrido?- pregunta un tanto alarmada- El Sonic que conozco...- la interrumpo.
- El que conocías Sally- rectifico que la frase está en pasado- Ahora comenzarás a conocer al nuevo Sonic, así que es mejor que te vayas haciendo a la idea del cambio.
- Mientras pueda continuar a tu lado- menciona corriendo su mirada de mi rostro- No pongo objeciones- sonríe un poco, me contagia la sonrisa y hago lo mismo.
"Tengo mucho camino que seguir para poder superarlo"
Narra Silver
Observo como Tails acuesta a mamá al lado de mi padre, el cual está quieto como una tabla en la cama, no se mueve ni un músculo, su pecho no se aprecia subir y baja demostrando que aún sigue vivo o que su sistema respiratorio esté fallando. Observo a mis padres acostados, en la misma cama, una imagen que llevaré conmigo, una imagen que nunca pude apreciar hasta ahora, siendo ya un adolescente que tiene la misma edad de su padre, pero este siendo más joven.
- Ya me siento mejor, necesito descansar sólo un poco- menciona la eriza de piel exótica.
- Descansa mamá- digo sonriendo y me acerco a ella para besarle el comienzo del cuero cabelludo cerca de la frente, como suele hacer ella, pero ella besa mi frente directamente.
- Soy una incumplida por no poder ayudarte- se queja con voz algo chillona.
- No te preocupes, tu salud es primero- digo sonriendo, ella hace lo mismo.
Tails se despide también disculpándose demasiado por su recaída, lo único que pude hacer era aguantarme las ganas de reírme a carcajadas al ver como la eriza rosa se iba enfureciendo a tal punto que termina gritándole para que salga de una vez por todas de la habitación y le permita descansar de una buena vez, esta vez si me comienzo a reír, pero para evitarme algún regaño me despido con la mano rápidamente tratando de aguantarme la risa, luego de hacerlo salgo corriendo del lugar. Cuando cierro la puerta, comienzo a reírme, el zorro comienza a insultarme medio avergonzado, lo ignoro y entro a mi habitación compartida con Blaze, la cual se disponía a darse una ducha.
- ¿Eso te causa gracia?- pregunta alzando una ceja, intento calmarme, respiro unas cuantas veces.
- Lo... lo que me... lo que me da risa es... es la cara que puso mi madre...- logro decir en mitad de mis risas, me dejo caer en mi cama, ahogando mis carcajadas en la almohada.
- Es muy extraño verte reír de ese modo- menciona ella con su voz felina, mis carcajadas se normalizan un poco- En nuestro tiempo no sueles reír, poco sonríes, esa mirada sería que caracteriza a tu padre es la que posees la mayor parte del tiempo.
- No es por gusto- me defiendo- Es para demostrar que no me afectan en lo absoluto los comentarios de los miembros envidiosos de la resistencia.
- Estas diciendo que si te afectan esos comentarios- una corriente eléctrica se desplaza por toda mi espalda, ante tal insinuación- ¿Silver?
- Al principio me tomaba muy en serio los comentarios de esos tipos- me acuesto quedando boca arriba, mirando hacia el cielo raso para distraerme un poco mientras hablo- Siempre me maldijeron, diciendo que era un error, alguien que no debió haber nacido, que era el hijo del demonio que los había condenado a todos y al no saber nada de mi padre, de mi familia por parte de este, llegué a un punto en el que la desesperación hizo que lo creyera, todo lo que había dentro de mí se rompió en mil pedazos cuando esas palabras comenzaron a introducirse en mi subconsciente, tenía al rededor de ¿Cinco?, ¿Seis años?, cuando tuve la primera discusión con mi madre, mi primer golpe por parte de ella y la primera vez que la ví llorar frente a mi- me llevo la mano derecha a mi mejilla, deslizando mis dedos por su contorno- Ella quería hablar de mi padre por primera vez, pero yo me negué diciendo que no quería escuchar ninguna palabra de ese demonio, de la persona que nos trajo la desgracia a nuestra puerta, debo admitir que mamá tiene fuerza, me dió una bofetada que me volteó el rostro hacia el lado izquierdo.
Flashback
-¡No te permito que hables de ese modo de tu padre!- me grita llena de decepción, tristeza y rabia.
- Mamá...- poso mi mano sobre mi mejilla, volteo el rostro y me arrepentí de hacerlo, sus hermosos ojos estaban empañados en lágrimas, su rostro estaba rojo por la cólera que reside en ella por la furia que yo mismo he causado- M-me golpeaste- tartamudeo sorprendido y algo dolido.
- ¡Claro que lo hice!- sigue gritando a todo pulmón, estoy seguro que las habitaciones vecinas se dan cuenta de nuestra discusión- ¡Sabes que nunca te he puesto una mano encima!, ¡Pero pasaste el límite Silver!
- P-pero... ¡Pero yo solo dije que deseaba ser hijo de otra...!- me calla en seco con otro grito.
- ¡Cállate Silver!, ¡No seas desagradecido!- sigue gritandome, no sabía como sentirme, impotente, molesto conmigo mismo o con la mujer que me dió la vida- ¡No puedes hablar de ese modo de la persona que te protegió para que pudieras vivir!, ¡No puedes maldecir a la persona que es tu padre si no la conoces!- su pecho sube y baja frenéticamente por su respiración agitada, las lágrimas se deslizan por sus mejillas- Alguien como él... ¡Quizás fue buena idea que no conociera a su hijo mal agradecido!- me grita con la voz rota, esas palabras fueron las que más me dolieron, sentí como una flecha se clavó en mi pecho, nunca creí que mi madre me diría tales cosas.
La puerta se abre de golpe, mi tía Rouge y mi tío Tails entran en la habitación sin pedir permiso.
- ¿Qué son esos gritos?- pregunta un tanto irritada la vampiresa- Se pueden escuchar desde el comienzo del pasillo.
- Lo siento- se disculpa mi madre respirando con más violencia y dificultad- Me excedí un poco- se limpia las lágrimas, su rostro seguía rojo, no sabia si era por vergüenza o por alguna otra cosa- No creí que fuera a pa...sar una escena...- pierde el equilibrio y cae al suelo, todos gritamos al mismo tiempo, el ojiazúl corre a recogerla, yo me quedé petrificado, no sabía que le ocurría.
- ¡Está ardiendo en fiebre!- informa a mi tía, ella muestra su preocupación- ¡Se alteró demasiado!, ¡Además ya venía enferma desde unos días atrás!- al escuchar eso, la culpa me dió una fuerte bofetada en la cara, como la que mi madre me acababa de dar hace minutos- ¡Hay que llevarla con Vainilla!- la felina asiente y comienza a correr a la salida, mi tío carga a mi madre en sus brazos, su pecho sigue subiendo y bajando muy rápido, como si se le dificultara respirar, ahora entendía porque su rostro seguía rojo.
- ¡Tío!- lo llamo antes de que salga de la habitación- ¡¿Mamá va a estar bien?!
- No te preocupes- dijo sonriendome levemente- Amy es muy fuerte, una simple fiebre no podrá detenerla- esas fueron sus palabras antes de salir por esa puerta, dejándome atrás, sintiéndome el peor hijo de todos.
Esa noche no me permitieron ver ver a mi madre, creyeron que al verme después de nuestra riña, pudiera seguir molesta por mis comentarios en contra de mi padre y eso podría afectarle más, así que tuve que esperar hasta el siguiente día.
Fin Flashback
- Eso no me lo habías comentado- dice la felina de ojos ámbar atenta a mi narración.
- Es un momento penoso y estúpido que hizo que reflexionara de lo acontecido, mamá no quizo hablarme luego de que le permitieron ejercer sus labores, duró unas dos semanas ignorandome, como si realmente no existira para ella, al final tuve que pedirle perdón con lágrimas en los ojos para que dejara su indiferencia hacia mí, su único hijo.
- La heriste Silver, ella te ignoraba, dándote a entender que no existías para ella, como si no hubieses nacido.
- Me dolió que lo hiciera, pero merecía eso para darme cuenta de que había sido un mal hijo con ella y con mi difunto padre- suspiro mirando a mi compañera con la toalla sobre sus hombros- Lo único bueno de todo eso, es que pude conocer un poco de mi padre y darme cuenta que hablaban puras mentiras- sonrió mostrando mi dentadura- Es el mejor padre de todos.
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