Capítulo 62

Al salir de la bañera, casi ni sentía las piernas, no sabía con certeza si era porque se me entumecieron por estar como media hora en el agua o por el dolor provocado por la marca. Logro ponerme algo de ropa, mi ropa interior y una sudadera suelta de un color grisáceo azulado, no tengo fuerza ni genio para molestarme por el color de la sudadera, como lo que Silver me ha dejado sobre la mesa cerca a los muebles de la habitación con algo de rapidez, el dolor había disminuido un poco mejorando mi mobilidad, pero, para mi mala suerte, está volviendo más rápido que antes, camino a la cama y me acuesto, tendré que hacer un esfuerzo sobrehumano para poder quedarme dormido y no sentir tanto dolor, lo único malo de todo esto, es que, cuando la pequeña idiota suba y me encuentre tendido entre las sábanas de mi cama, tendré que automedicarme para no despertarme en la noche, afortunadamente tengo una de mis soluciones para dormir en mi nochero, las inventé hace tiempo, cuando pasaba las noches en vela, las ingeria un par de veces al mes, pero dejé de usarlas cuando las pesadillas comenzaron a azotar mi mente, me sobran varias muestras, saco una del nochero y la ingiero, espero a que haga efecto, miro hacia el cielo raso, hacia el techo, como si fuera lo más interesante que pudiera observar por el momento, los músculos comienzan a dormirse, de tal modo que el dolor se vuelve aceptable, cierro los ojos, acomodandome mejor para no ser molestado, en menos de cinco minutos, pierdo la conciencia, dejándome llevar por la oscuridad de mi mente.

Narra Blaze

Tuvimos que volver a la casa que rentamos para recoger las cosas que nos hacían falta, entre ellas, la esmeralda del Sol que Silver tenía escondida de mí, no lo asesiné porque estaba segura y no le había ocurrido nada malo, pagamos la renta a la zorrita amable que nos permitió quedarnos sin hacer tantas preguntas como los demás propietarios a los cuales fuimos a pedir que nos dejaran alojar en las casas y pagar una renta, los primeros días en esta línea del tiempo fueron algo pesadas para nosotros, incluso fuimos afortunados de que la preparatoria a la cual todos asistían, necesitara un llamado a los padres o alguien mayor responsable. Salimos de la casa agradeciéndole a la zorrita y nos disponemos a volver al departamento de Shadow.

- Has estado muy callado- hablo llamando la atención del erizo albino a mi lado- ¿Es respecto a que debemos volver?

- No... estoy consciente de que debo volver junto a mi madre y darle fin a la guerra en nuestra línea de tiempo- habla seriamente- Es que Galahad me asegura que algo le ocurre a Lancelot por tanto, algo le ocurre a mi padre, pero no sí sea verdad, cuando fuí a dejarle el almuerzo que le envío mamá, se le escuchaba bien, no podía entrar libremente al cuarto de baño y confirmarlo.

- Creo que te preocupas demasiado- menciono mirando mi alrededor, el ambiente se siente tan cálido, tranquilo y confortable, me acostumbré demasiado a este ambiente que volver a ese ambiente inseguro y lleno de intranquilidad, me dará una fuerte bofetada en mi rostro- Shadow es alguien fuerte, dudo que algo lo esté molestando, además, acaba de salir del hospital, quizás este estresado por ese ambiente tan aburrido de los hospitales y quiere pasar tiempo solo.

- Supongo que tienes razón- dice el ojiámbar- Espero poder pasar lo queda de tiempo con él, incluso quiero robarme algo suyo para llevármelo como amuleto.

- Estoy segura que si se lo dices, te dará algo y no tendrás que robartelo- menciono algo divertida.

- Sabes... he querido decirte algo desde hace tiempo Blaze- menciona, volteo a ver su perfil, tiene la mirada gacha.

- ¿Ocurre algo?- pregunto un tanto preocupada- No me digas que te trajiste otra Sol Esmerald con....

- ¡No es eso!- me interrumpe, me sobresalto un poco por su repentina exclamación, se detiene, imito su acción quedando un poco frente a él, alza la vista y me mira directamente a los ojos- Lo que quiero decirte es que....- sus pómulos se sonrojan un poco, haciéndolo ver algo tierno- Me gustas- confiesa, el brillo intenso en sus ojos me confirma que no está mintiendo- ¡Desde hace tiempo he sentido cosas fuertes por ti!- me siento nerviosa por sus palabras, es la primera vez que alguien me confiesa sus sentimientos por mí y no se como reaccionar.

- N-no se que d-decirte- tartamudeo nerviosa, nunca me había sentido de esta forma, siempre he manejo muy bien mis emociones, pero esta vez mis defensas fueron derribadas- M-me halaga p-pero...

- No te preocupes- dice este sonriendo- Se que es la primera vez que alguien te confiesa algo como esto, después de todo, siempre me has contado todo de tí y nunca lo mencionaste, así que no pido que me respondas de inmediato- me es difícil no evitar que el corazón me lata rápidamente, por las palabras tan comprensivas del erizo que he considerado mi mejor amigo de casi toda la vida.

- ¿Estas bien con eso?- le pregunto luego de controlar mi tartamudeo.

- Lo estoy- asiente- Sólo espero que mis palabras no arruinen la relación que llevamos de amigos, eso sí me dolería.

- Tranquilo- sonrío como puedo- No podría abandonar a un erizo como tú, menos en estos momentos.

- Gracias Blaze- unas lágrimas se escapan de sus ojos.

- Oye, no llores- toco su rostro- Sabes que no permito que llores frente a mí.

- Lo siento- alejo mi mano de su rostro- Volvamos a casa.

- Si- asiento y retomamos el camino.

Narra Amy

Camino por los pasillos del departamento hacia la habitación que comparto con Shadow, mi querida Rouge y Knuckles ya se han retirado a sus casas, desde que la Master Esmerald está bajo mi cuidado y el del erizo azabache de vetas carmesí, mantiene con demasiado tiempo libre, el cual, suele matar pasando tiempo con la vampiresa aunque no le agrada demasiado. Justo ahora, espero la llegada de Silver y Blaze para ayudarles a empacar sus cosas, para su retiro de mañana, no me agrada la idea de su partida, ya me he acostumbrado a tenerlos presentes en mi día a día y pensar que no los volveré a ver más, es algo extraño, me pregunto como entrará Blaze en nuestras vidas, como será la vida siendo madre primeriza, si seré buena madre, si podré educarlo de la mejor forma posible, para que sea ese niño de bien que he conocido ahora, eso es lo que más me preocupa y me motiva a seguir. Abro la puerta de la habitación, encuentro los platos sucios, entro para reclamarle al erizo hurano por no llevar los platos a su lugar, pero al encontrarlo dormido entiendo la razón, lo observo, puedo notar que está tranquilo, así que recojo los platos y salgo, no quisiera molestarlo. Me cruzo con Melphies quien iba saliendo de una de las habitaciones de huéspedes.

- ¿Sombra está dormido?- pregunta.

- Si- respondo- Parece que sigue cansado, por el momento no pienso molestarlo.

- Es extraño- menciona, alzo una ceja sin comprender- Nuestros cuerpos y mentes tienen mayor resistencia que la suya, además él no acostumbra a dormir, siempre se la pasa en vela, aunque desde que duerme contigo, ha podido descansar sin que las pesadillas lo atormenten.

- ¿A qué quieres llegar?- pregunto inquieta.

- Sólo comparto lo que creo que es extraño desde mi concepto, pero quizás, después de conocer la verdad, ya no lo afecten sus recuerdos como antes- sus ojos esmeralda se posan en mi mirada algo confusa- Ha cambiado demasiado.

- ¿Es malo que haya cambiado?

- No sabría como responder a esa pregunta, pero supongo que cambió para algo bueno.

- Que sincero- digo con ironía- ¿Prefieres seguir con tu antigua vida acaso?

- Nunca dije eso- niega- Simplemente no me voy a acostumbrar a la vida pacífica tan fácil.

- En mi defensa, prefiero que ese entorno pacífico siga existiendo para que Silver crezca sin conocer lo que tuvimos que pasar.

- No todo dura para siempre pequeña- dice el azabache sin titubeos- Hay que disfrutar de los buenos tiempos mientras sigan existiendo no sabemos cuando un huracán aparezca frente a nosotros arruinando por completo esa paz que se construyó.

- ¿Quieres que eso ocurra?- le pregunta con seriedad- ¿Qué vivamos sacrificando nuestras vidas para poder tener un día más de supervivencia?, ¡No me jodas!- lo último lo grito dejando fluir mi incorformidad.

- Debes disculparme Amelia- dice con cierto sarcasmo que me molestaba aún mas- La vida que tu llevabas antes y la que yo llevé luego de ser creado es diferente, ¿Me captas?, tu siempre estuviste rodeada de gente que puede ser catalogada como buena, personas que ahora consideras tus aliados, amigos y compañeros, en cambio, tanto Sombra y yo nunca conocimos los valores, los sentimientos positivos, la calidez de la gente, o al menos yo nunca la conocí- resalta, me lo pienso unos segundos hasta que recuerdo que María estuvo antes, mucho antes que yo en su vida- Cuando nos es arrebatado lo que amamos, lo que consideramos algo bueno, perdemos el rumbo, lo perdemos mucho más si no existe alguien que nos extienda su mano para apoyarnos y brindarnos frases bonitas que al final serán mentiras que veremos como verdades auténticas- voy a reclamarle por sus absurdas palabras pero no me lo permite- En el fondo sabremos que son mentira, pero el autoconvencernos de que esas mentiras son verdaderas, ayudan a aliviar ese vacío que se crea en el interior de la persona, un vacío difícil de llenar, si no es tratado de la manera posible- apoya su cuerpo de perfil sobre la pared, cruzándose de brazos sin apartar su mirada de la mía- Es complicado, pero se puede comenzar de nuevo, después de todo, nadie en el mundo quiere sentirse sólo o eso creía hasta que me emparentaron con Shadow, era alguien que quería hacerlo todo sola, desconfiaba de las personas, nunca demostraba debilidades visibles ante los ojos de los otros, era alguien tan solitario al igual que yo, nos hicieron creer que éramos hermanos por el notable parecido, siendo yo el menor, ya que yo no pasé lo ocurrido en el ARK y Sombra no tenía recuerdos de su antigua vida- el llevar esos platos comenzaba a molestarme demasiado, deseaba lanzarlo al suelo, terminar con la conversación y luego recoger los trozos, pero lo molesto que se pondría el erizo de ojos carmesí me abstenían de llevar a cabo mi pensamiento- Nada cambió después de eso, Sombra puso sus cartas sobre la mesa para ser usado por Egg.man para obtener lo que le pertenecía, con un AS bajo la manga desde el principio de la negociación- su voz se torna más profunda, más tenerbrosa- Cuando obtuviera lo que deseaba, asesinaría al barrigón, sin importar lo que descubriera, sin titubear en ningún momento, tomaría su lugar y acabaría con el Team Sonic sin excepciones, como un simple capricho suyo, no porque quisiera llevar a cabo el plan del bigotudo de conquistar el planeta entero, al final destruiría todo rastro de evidencias de existencia suya y de Egg.man, quedando sólo como en el principio, inconforme con el rumbo que tomó su vida e incluso, Lancelot haciéndose cargo de la conciencia de Sombra, quedándose con su cuerpo- dejo caer los platos por la impresión, era más por miedo a lo que Melphies me estaba confesando, no por llevar al cabo mi pensamiento- Supongo que su vida dió un buen giro cuando fue obligado a entrar a esa aburrida preparatoria y te conoció.

- ¡¿Por qué diablos me dices todo eso?!- exijo una explicación certera, mi cuerpo entero comenzó a temblar.

- ¡¿Amy?!- la voz de mi mejor amigo llama mi atención- ¡¿Estas bien?!- exclama saliendo de su habitación.

- ¡¡Contesta!!- vuelvo a exigir una respuesta.

- ¿No has querido estar informada de todo lo ocurrido con él antes de conocerte?- pregunta con arrogancia mezclada con asco- Pues esa podría ser su patética vida, ¿Sabes?, él mismo se hubiera destruido a sí mismo.

- Shadow merece algo mejor que eso- digo sin dejar de temblar, por la impotencia que comienza a fluir por mi cuerpo que por miedo.

- Comienza a tenerlo- aclara el erizo de vetas verdosas- Pero su vacío es mucho más grande que el de Silver, él a comparación a su hijo, no tuvo a alguien que le sirviera de soporte, está más perdido en la oscuridad de lo que estaba ese niño.

- ¿Mi hijo?- menciono sorprendida.

- A pesar de preocuparte por los demás, ¿No lo notaste?- dice con cierta sorpresa- Esa mirada llena de felicidad pedía a gritos que alguien se diera cuenta de cómo se sentía, Nimue estaría decepcionada.

- ¿Nimue?- pregunto confundida- ¿Qué tiene que ver ella en todo esto?

- Ella tenía el poder de saber que persona le mentía de forma descarada en la cara al decir que se encontraba bien- responde con simpleza, con serenidad.

- ¡Yo no soy igual a ella!- exclamo frustrada.

- Lo eres- responde casi al finalizar mi oración- Cuando apareciste en pleno campo de batalla, la aceptaste el espíritu de Nimue, ahora eres tanto Amelia Rose como ella- explica, abro los ojos con sorpresa, sus palabras me han dejado de cierto modo asustada, no compreno como es que puede saberlo, no se lo he dicho a nadie todavía, ni siquiera a Tails- Ahora puedes ver lo que ella podía ver, pero no encontrarás esa esencia en Silver ahora, su vacío ya fue llenado y restaurado- explica- Fíjate más a tu alrededor ahora, como solías hacerlo antes de que Shadow entrara en tu vida.

- ¿Cómo sabes lo de Nimue?- pregunto con titubeos en la voz.

- Cualquiera con un poco de sentido común y con información acerca de Nimue lo sabría, la antigua Amelia Rose no sabría hablar el lenguaje medieval de ese tiempo- frunzo el ceño un poco molesta- Tampoco sabría todos esos mantras de sellos y rituales, tranquilizate, ese tema no es tan malo desde ningún punto desde vista, sólo quiere decir que a partir de ese momento, cediste tu vida para que ella pudiera vivir la oportunidad que le es brindada de nuevo- de alguna forma el temblor en mi cuerpo ha desaparecido, pero no dejo de temblar de forma involuntaria- Una buena alma pura y justa que puede ser perturbada por la de Nimue, a pesar de tener un amorío estando casada con el rey de ese tiempo.

- Sigo sin entender tu punto- atino a afirmar.

- Mi punto es, no te atrevas a cambiar, se buena madre, encargate de ese problema que esta medio muerto en su cama y consigue ser feliz con la vida que desees seguir.

- Espera un momento- menciona sorprendida- ¿Te estas despidiendo?

- Yo no sirvo para esta vida- habla confirmando mis sospechas- ¿Cambiar pañales?- niega con la cabeza- Me iré a otro lugar, donde la destrucción, el caos y la acción aún exista, para verme involucrado en ese lugar, antes de que la diversión se disperse en el aire y desaparezca por completo.

- ¿No puedo hacerte cambiar de opinión cierto?- digo agobiada y con cierta tristeza- Sigues siendo parte de su familia, ahora eres mi familia.

- Cuando despierte Sombra se lo haré saber, por el momento seguiré aquí- concluye con la conversación, se aleja por el pasillo- Ah, no te preocupes por los pedazos rotos, yo me encargo de recogerlos- miro su espalda y luego miro al suelo.

- ¿Amy?- me llama mi mejor amigo- ¿Estás bien?

- No se si es por la alteración de las hormonas, pero no quiero que Melphies se vaya de nuestras vidas- hablo con la voz algo ahogada por el llanto que quiere salir, el zorrito de dos colas se acerca y me abraza.

- Tranquila- apoyo mi cabeza sobre su hombro, acaricia mi cabello con cariño- Todo estará bien- dice con tono cariñoso, muy en el fondo, las palabras del erizo de vetas verdosas resuenan en mi cabeza.

Cuando nos es arrebatado lo que amamos, lo que consideramos algo bueno, perdemos el rumbo, lo perdemos mucho más si no existe alguien que nos extienda su mano para apoyarnos y brindarnos frases bonitas que al final serán mentiras que veremos como verdades auténticas, en el fondo sabremos que son mentira, pero el autoconvencernos de que esas mentiras son verdaderas, ayudan a aliviar ese vacío que se crea en el interior de la persona, un vacío difícil de llenar, si no es tratado de la manera posible

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