Capítulo 59

Narra Melphies

- ¡Calmate de una vez!- le grito ya fuera de mis casillas- ¡Tú madre está bien!, ¡Tú estás bien!, ¡Sombra está en observación!- explico llendo directamente al punto- ¡Tus lloriqueos me están hartando!

- ¡Que poco tacto tienes con tu sobrino!- gruñe una voz femenina a mi espalda, volteo a mirar a la felina albina, se acerca a la camilla y abraza al erizo albino- Ya no te preocupes cariño- el mencionado le devuelve el abrazo escondiendo su rostro en su pecho- La tía Rouge esta aquí para cuidarte, Tails está con ella no te preocupes- le acaricia las púas con afecto- Ahora descansa, cualquier noticia que haya sobre Shadow vendré directo a tí a comentartelo.

- ¿Y-y Blaze?- pregunta entre hipos por su reciente llanto- ¿E-está herida?

- Ya fue atendida y está mucho mejor- la escena frente a mí es muy extraña, se separa un poco del voluminoso cuerpo de la vampiresa.

- Ya estoy mejor- se limpia las lágrimas con fuerza, sus mejillas se tornan un poco rojas.

- ¡Yo me largo de una vez!, no se que sigo haciendo aquí- digo molesto y me dispongo a salir, la voz del de ojos ocres me llama- ¿Qué quieres?

- ¿Recuerdas que pasó después de que mi padre salvara a mi madre?- me pregunta. Me detengo y volteo a verlo.

- Lo irónico de todo es que me hago la misma pregunta, luego de que Sombra rescatara a la eriza rosa de una muerte segura, un nuevo ataque nos tomó por sorpresa, impacté contra algo sólido y duro que me dejó sin aliento y caí desmayado, no recuerdo que ocurrió después, pero tengo la ligera sensación de que un erizo de pelaje dorado apareció y era uno diferente a Shadow y a ti- me tomo el mentón con mi dedo índice y pulgar, intentando recordar algo que sirviera, pero mi mente se bloquea, no hay recuerdos borrosos a parte del erizo misterioso.

- Yo tampoco recuerdo nada, alguien me noqueó por la espalda luego de que el ataque de la máquina finalizara, salí vivo por los pelos...- bufa y tose un poco.

- A mi parecer... el que sabe que ocurrió después de todo ese escándalo y peligro es Shadow, para que terminara medio muerto- digo y una mirada molesta y fría se posa sobre mí, esas son tan insignificantes frente a las que da el de ojos rubíes- Quizás el pueda explicar el que Egg.man esté muerto.

- ¡¿Qué?!- exclama asustado- ¡¿Cuándo ocurrió eso?!, ¡El plan era detener sus planes no asesinarlo!

- Creo que nos quedaremos con esa incógnita por un tiempo mas- dice la felina albina- Procura descansar Silver- acaricia su cabeza y besa la coronilla de esta.

- Está bien Rouge- suspira cansado y se acomoda en su lugar.

- ¡Tú insensible fuera de aquí!, ¡Ve a ver a tu cuñada o haz algo productivo!- me exige, me gustan rudas y mandonas pero esta no me interesa.

Narra Amy

Las palabras de Tails me han caído como un balde de agua fría, es la peor noticia que he recibido desde que desperté en esta habitación fría y sin vida de hospital. No comprendo que fue lo que ocurrió, no tengo recuerdos después de que Shad me salvara, ¡Ni siquiera recuerdo porque me desmayé y por qué quedé inconsciente!, ¡¿Cómo diablos terminó todo!?, ¡Necesito respuestas!

- ¿M-muerto?- tartamudeo- ¿Me hablas en serio?

- Quisiera poder mentirte Amy, pero no puedo, Knuckles, Rouge y Melphies lo han confirmado, este último se deshizo del cuerpo.

- ¡¿Qué?!, ¡¿Esta loco acaso?!, ¡Eso complica las cosas!- exclamo alterada.

- No si la persona que ha desaparecido es alguien no importante y que no será recordada- habla una voz familiar, muy parecida a la de Shad.

- ¿Cómo estás tan seguro Melphies?- interrogo, miro hacia la puerta de la habitación- ¡Aunque Egg.man fue una terrible persona!, ¡A todos se les hará raro que no vuelva a atacar!

- No si las personas abandonan su recuerdo de sus mentes y pensamientos- explica con simpleza- Cuando Sombra despierte, podrá eliminar de las mentes de las personas que Egg.man alguna vez existió.

- ¡¿Puede hacer eso?!- exclama sorprendido Tails.

- Lancelot puede hacerlo- desacredito al erizo azabache- Siendo un demonio, sus antiguos poderes, se ampliaron hacia otros horizontes, se han vuelto mejores.

- ¿Está bien que lo haga?- pregunta mi mejor amigo dirigiendo su mirada a mi cuñado- Puede que nos quitemos un problema de encima, pero también olvidarán todos los actos heroicos que el Team Sonic hizo alguna vez.

- ¿Te preocupa algo así?- me atrevo a alegar, sonaba una preocupación muy estúpida, pero tenía su punto- Mientras nosotros aún recordemos todo lo que hicimos juntos, es suficiente, ¿No lo crees?

- Tienes razón pequeña- me despeina.

- ¿Has visto a mi hijo?, ¿Cómo está?- le pregunto al erizo azabache con vetas verdosas.

- Él llorón de tú hijo está bien, se despertó preguntando por ambos- respondo un tanto molesto.

- Eso me alegra, quisiera ir a verle...

- ¿Tienes mucho de que hablar con él no es cierto?- dice el de ojos azules con cierta ternura.

- Y con su padre, pero no se puede en estos momentos...- digo con cierta tristeza, una mirada verde musgo llega a mi mente- Oigan chicos- llamo su atención- ¿Y Sonic?

- ¿Esa molesta rata azúl?- gruñe con odio el de ojos verde esmeralda- Sigue inconsciente y en observación, aunque el va poder despertar antes, no salió tan herido al final.

- ¡¿Shadow salió más herido?!- exclamo asustada y preocupada- ¡¿Qué diablos ocurrió?!

- Esa es la pregunta que todos nos hacemos Amy- dice el zorrito con cierto pesar

Por primera vez en la vida, me odié porque en mi naturaleza está el ser tan curiosa, el deseo de querer saber las cosas no me era permitido en estos precisos momentos, sin embargo, lo que más me preocupaba, era el bienestar del padre de mi hijo.

Esa noche

Me disponía a dormir, en lo que restó del día no recibí ninguna noticia que me arrebatara este mal sabor de boca que tengo desde que he despertado entre estas triste y simples cuatro paredes, pude ver a Silver, el cual, al verme se abalanceó hacia mí, quedando sobre la cama del hospital abrazándome con fuerza, su llanto fue lo que más me conmovió, tuve que consolarlo y garantizarle que tanto yo como él, estando en mi interior, estábamos bien. No le permitieron estar mucho tiempo conmigo, pero si el suficiente para que fuera nuestro primer momento madre e hijo aunque fuera en una habitación de hospital. El médico que está a cargo de mí salud, dice que a pesar de llegar con algunas heridas que se veían algo graves, estaba en perfectas condiciones, tendría que quedarme uno o dos días para asegurarse de que estaba completamente bien. Me sorprendió muchísimo, que la ardilla castaña de Sally viniera por lo menos, a ver si seguía con vida, ¡Fue demasiado extraño!, pero su mirada fue la que mas me impactó, no me miró con odio o con deseos de darme una lenta muerte, ¡Me miró muy tranquila!, quizás sea porque ya no represento una amenaza potencial para ella, después de todo estoy embarazada y tengo otro erizo en mi vida, si sigue molesta aún después de todo lo que ha sucedido, me quedaría muda ante tu gran orgullo realmente.

Una enfermera me ayudó a organizar un poco mi cama, se aseguró que mis signos vitales estuvieran en buen estado y se retiró con los platos en los que me trajeron la comida, hay hospitales en los que la comida es un asco, pero en el que estoy internada la comida vale la pena. Me acuesto mirando al techo, preguntándome donde estarán los chicos, si fueron a casa a ducharse o siguen a la expectativa de que alguno de los erizos inconscientes despierte para que no aclaren nuestras dudas y yo por supuesto, a reclamarle a Shadow por ser un maldito imprudente. Estaba a punto de caer en los brazos de Morfeo cuando la luz de la habitación se encienden molestando mi visión, había abierto mis ojos al escuchar algunos pasos acercándose al lugar, insulto en voz alta, cuando puedo ver mejor, veo a un agitado zorrito de dos colas con una sonrisa en el rostro.

- ¡Amy!- me llama- ¡Despertaron!, ¡Shadow y Sonic despertaron!- exclama feliz, mis ojos se empañan de lágrimas, tomo el control remoto y llamo a la enfermera de antes, tenía que ir a verlos.

Narra Sonic

- ¡Ya deja la melosería Rouge!- gruñe el erizo azabache- ¡Quítate de encima!- se la quita de encima.

- ¡Pero que gruñón eres!- se queja la felina albina- ¡Y yo intentando darte algo de amor para que ese corazón de hielo se derrita!

- ¡Deja de hablar estupideces!- le grita molesto- ¡Quédate con el guardián y déjame en paz!

- Te recuerdo que la esmeralda madre ya no está bajo mi cuidado- habla el equidna metiendo la cucharada- Te apoderaste de ella- le reclama.

- Te he hecho un favor idiota, no te metas- su mirada rubí estaba oscurecida, el color rojo de sus orbes no tenían nada de brillo.

- ¡¡Papá!!- desde la puerta se escucha el grito de un adolescente, una enfermera traía al erizo albino en una silla de ruedas, sus orbes estaban rojizos, ha estado llorando demasiado, incluso ahora está llorando- ¡¡Papá!!

- ¡Hay no!- se queja el erizo de mirada verdosa- ¡Ya llegó el llorón yo me largo!- va a salir pero una amenaza no muy entendible por parte de Shadow lo detiene y lo hace devolver a su lugar- Maldito Sombra.

Sally toma mi mano, volteo a verla, cuando desperté la escuché llorando, no había notado mi despertar, dijo entre susurros que me amaba demasiado y que quería que despertara pronto, se le notaba la angustia en su voz, le sonrío al verla más tranquila, escucho un rechinido y un quejido, volteo a mirar a la cama de al lado encontrándome a Silver sobre el erizo azabache llorando como si no hubiera un mañana, ocultaba su rostro en el pecho blanquecino de su padre, pero se lograba escuchar su llanto, una leve sonrisa se dibuja en el rostro inexpresivo de Shadow dejándome sorprendido, le devuelve el abrazo.

- Ya cállate, sigo vivo, no deberías llorar por mí idiota- le habla con tono más suave pero duro a la vez, ¿Cómo lo hacía?

- ¡Lo siento!- se disculpa- ¡El futuro se pudo cambiar!, ¡Cuando nazca te tendré a mi lado!, ¡Ya no me sentiré solo!, ¡Ya no habrá más vacío!, ¡Mamá será feliz!- exclama entre el llanto, con más alegría y entusiasmo que antes.

- Sigue así de llorón y te echo de la habitación- le amenaza serio pero divertido- ¿Y Rose?- le pregunta cuando los ojos ámbar del albino voltean a mirarle.

- Y-yo estoy b-bien...- la voz ahogada de una mujer por el llanto llama mi atención, volteo a ver a la puerta- Shadow...- su voz suena algo dolorosa, la enfermera la acerca a la cama, sus brazos rosas oscuros se estiran hacia el, Silver se acomoda dándole espacio, los brazos del azabache la reciben con cariño acercándola a su cuerpo.

- Que meloso se está volviendo este momento- menciona con cierto asco Melphies.

- ¿Por qué no tengo una cámara en momentos como estos?- pregunta en voz alta Rouge con su típica voz coqueta.

Miro a Amy aferrándose con fuerza al darketo ese, me causaba algo de malestar la escena, no podía aceptar todavía que estuviera con un tipo tan opuesto a ella y que para colmo, esté embarazada de ese mismo tipo a tan corta edad. Lo que más me sorprendía, era ver la mirada iluminada del erizo hurano, mientras acaricia la larga cabellera rosa de Ammes.

- ¡¿Cómo te atreves a asustarme de esa forma?!- le comienza a reclamar cuando se separa de él con rudeza, podía ver la decepción, la angustia y la tristeza en sus orbes verdosos- ¡Siempre estas haciendo locuras!, ¡Nunca me permites ayudar!- le muestra la marca de su brazo, aquella que demuestra que en nuestros interiores están las esmeraldas del caos- ¡Sólo fuí útil para citar sellos!- comienza a golpearlo en el pecho, este se mantiene en silencio sin detenerla, me causaba gracia y sorpresa, que aún teniendo dos costillas rotas no le doliera esos golpes, o si lo hacían no lo demostraba- ¡¿Acaso querías abandonarme?!, ¡¿A mi y tú hijo?!- chilla molesta- ¡Si hubieses muerto Silver y Blaze habrían perdido en vano su viaje a este tiempo!

- ¿Terminaste?- es lo único que pronuncia- Tuve que librarme de los cuatro rings, me arriesgué demasiado.

- Y a mí también- me quejo.

- No tome en cuenta que estábamos en el mismo momento y mismo lugar- frunzo el ceño molesto, nunca me va a caer bien este grandísimo idiota.

- ¡Te arriesgaste demasiado!- grita la eriza, no se si esta feliz, molesta o triste- ¡No todo lo tienes que hacer sólo!

- ¿Y dejar que algo te pasara a ti y a Silver?- le contesta con una pregunta, antes de que le grite, este la calla- Hay una Amelia Rose, en alguna línea del tiempo, que está esperando el regreso de su hijo- voltea a ver al mencionado- Se que querías hacer- habla seriamente- Estabas completamente loco, ¿Sacrificarte en serio?- las orejas de Silver se agachan- No iba a permitir que alguno de los dos cometiera una locura, no estuve solo Rose, la rata azúl me ha ayudado en la final.

- Gracias Sonic- me agradece.

- No tienes nada que agradecer, yo al final no he hecho nada- digo sorprendido por su agradecimiento- Todo fue por el darketo que tienes de novio.

- Te agradezco porque fuiste el único que al final terminó a su lado- sonríe calidamente- Gracias por ayudarle Sonic.

Sus palabras me hicieron sentir un leve calor en el rostro, era raro, aunque antes lo había experimentado por Sally, no me terminaba de acostumbrar a el sonrojo repentino, me rasco el cuello nervioso y asiento, sin saber que decir.

.........

Narra Shadow

- No quiero irme...- dice Rose en medio del sueño.

- Tienes que volver a tu habitación- digo mientras acaricio su cabello, el tenerla acostada a mi lado era de cierto modo gratificante, pero imaginarme que sólo llevaba puesto esa bata de hospital no era bueno para mi salud mental.

- ¡Ño!- se queja como una niña de cinco años- Quiero estar contigo y...

Ver como hacía el intento de no quedarse dormida la hacía ver tierna, la acerco hacia mí, soportando el intenso dolor en cada rincón de cada músculo, beso su frente.

- Descansa pequeña- digo para
acomodarla en la cama, la arropo con las delgadas sábanas de la cama.

- ¿Cómo lo hiciste?- escucho la voz del erizo azulado- ¿Cómo alguien como Ammes se ha fijado en alguien como tú?

- Eso mismo me lo he preguntado, desde la primera vez que decidí rescatarla...- menciono mirando su perfil, se le veía muy tranquila.

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